Crónica de una ofensiva fracasada EEUU, el imperio que no da un solo paso ni mueve un solo dedo, sin antes planificar hasta el más mínimo detalle sus seculares conjuras y aventuras bélicas, desató hace unas semanas junto con sus cachorros imperiales, después de 17 años de fracasos, la que estaba seguro sería la ofensiva final contra la Revolución Bolivariana, el inédito y pacífico proyecto, magna obra de Chávez. Con lo que no contó, en su demencial afán por destruirla, fue con la habilidad y sentido especial que tiene Maduro, veterano de mil batallas político-diplomáticas para detectar el peligro golpista, ni con la inteligencia de las FANB y demás los cuerpos de seguridad del Estado que decodificaron sus viles planes, y en una contraofensiva “relámpago” de horas, aplastaron la ofensiva contrarrevolucionaria. EEUU lanzó el ataque, no con esas guerras convencionales en las que usa el poder de fuego de su poderoso ejército de aire, mar y tierra con sus aviones, buques, tanques, drones asesinos y demás equipos, sistemas y armas letales, sino como lo viene haciendo desde hace algunos años, a través de ese engendro diabólico que es el “Golpe suave” surgido de sus laboratorios de guerra sucia. Una modalidad distinta del tradicional Coup d´Etat militar o civil, violento con el que EEUU derrocaba a gobiernos legítimos elegidos por el pueblo, negados a convertirse en sus vasallos, para instaurar en su lugar sanguinarias dictadoras y sumisas pseudo democracias, cómplices de su proyecto hegemónico de conquista planetaria y del saqueo de sus ingentes recursos naturales. Conspiraciones que se inician bajo la fachada de pacíficas pero que al final terminan en violencia, destrucción y muerte, como las revoluciones de flores y colores, usurpadoras de la identidad de legítimos procesos revolucionarios, que EEUU desató en África, Europa, Medio Oriente, Asia, Euroasia, y que en América Latina y el Caribe se están dando bajo el nombre de “Golpes Parlamentarios.” En 2000 el éjercito fascista de la OTAN, brazo armado del Imperio, derrocó al gobierno de Yugoslavia, golpe al que siguió en 2003 el de Las Rosas el Georgia; en 2004 en Ucrania, primero el la “Revolución Naranja” y después, en 2014 con los disturbios de la Plaza Maydan; en 2005 el de Kirguistán con la “Revolución de los Tulipanes”; en 2011 el de Libia y en 2013 el asestado en Egipto. Once años antes del golpe asestado a Morsi, el presidente egipcio, EEUU y sus lacayos dieron en Venezuela el 11-A de 2002 el primero de una serie de atentados contra países con gobiernos progresistas y revolucionarios que siguiendo el ejemplo de la Revolución Bolivariana cambiaron el mapa político económico y social de la región en abierta rebelión contra el Imperio yanqui. Pero, a diferencia de los que le siguieron, el asestado en Venezuela fue un golpe cruento que dejó decenas de muertes inocentes entre el pueblo humilde que bajo de los cerros para rescatar junto con la FANB al Presidente Chávez quien había sido secuestrado y a punto de ser asesinado y a partir de entonces, luego de su fracaso, EEUU cambió de táctica volviendo a la practica del golpe suave. Primero lo hizo en Honduras, derrocando a Manuel Zelaya en 2009 y tres años después en Paraguay, derrocó a Fernando Lugo en 2012, pero fracasó al intentar derrocar a Evo en Bolivia, a Correa en Ecuador y nuevamente en Venezuela, cuando reanudó el golpe de Estado continuado de 17 años que inició en 1999 para derrocar, primero a Chávez y luego al sucesor de su legado, Nicolás Maduro. Desde entonces y pesar de todo lo hecho para alcanzar su macabro objetivo, lo que lo único que logró en todo ese tiempo, fue una sucesión de derrotas, hasta que el 6-D, gracias a la guerra económica, política, financiera y mediática, componente del golpe suave, sus secuaces conquistaron una circunstancial victoria que los llevó a dominar la Asamblea Nacional. Fue entonces cuando Washington, creyendo que estaban dadas las condiciones para asestar el golpe de gracia a la Revolución Bolivariana, diseñó y lanzó con apoyo de sus cachorros imperiales, la ofensiva destinada a destruir de una vez por todas ese ejemplo de soberanía y dignidad que para los pueblos oprimidos de la Patria Grande y del resto del planeta es el proyecto libertario de Chávez. Todas las fases de la ofensiva figuran en el Papel de Trabajo titulado “Venezuela Freedom- 2 Operation, que habria sido “filtrado”, tras ser firmado el pasado 25 de febrero por el Almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, enclave militar del Imperio que abarca con su poder de fuego todo el territorio caribeño y latinoamericano, desde el Río Grande en México hasta La Patagonia argentina y chilena. Prueba de la implicación de la oposición golpista en la ofensiva desestabilizadora, se evidencia en varios párrafos del documento, en algunos de los cuales se señala que, “con los factores políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada.” “Si bien se está enarbolando el camino pacífico, legal y electoral, -destaca a continuación- ha crecido la convicción de que es necesario presionar con movilizaciones de calle buscando fijar y paralizar a importantes contingentes militares que tendrán que ser dedicados a mantener el orden interno y seguridad del gobierno, situación que se hará insostenible en la medida en que se desaten múltiples conflictos y presiones de todo tipo.” Fue en base a ese papel que se lanzó la primera fase de la ofensiva, con un bombardeo de calumnias y mentiras a través de medios mercenarios nacionales e internacionales, declaraciones de voceros del Parlamento y otras instancias oficiales de la Unión Europea que afirmaban que Venezuela estaba al borde del colapso político-económico, social y humanitario previo a una guerra civil. La segunda parte de la embestida contra el inédito y pacífico proyecto revolucionario de Chávez, la protagonizaron desde Miami, una horda de ex presidentes asesinos y corruptos, acompaños de un grupo de usureros, directivos de entidades financieras depredadoras de las economías y riquezas de varios países y una legión de apátridas golpistas venezolanos. Fue la Cumbre Concordia de las Américas que el 12 de mayo, celebrada en Miami, la que reunió a esos siniestros prersonajes, especímenes en vías de extinción, modernos Judas que traicionaron a sus patrias y a sus pueblos por un puñado de dólares y que hoy se pasean por el mundo ocultos sus rostros de traidores detrás de las máscaras que usan, dando lecciones de democracia. Allí estaban Álvaro Uribe Vélez, José Aznar, Luís Alberto Lacalle, Sebastián Piñera, César Pastrana, Jorge Quiroga, Vicente Fox, confundidos con otros caimanes del mismo pozo, como Luís Almagro, el secretario general de la OEA, enemigo jurado de la Revolución Bolivariana, Luís A. Moreno, presidente del BID y un grupúsculo de innombrables apátridas criollos y criollas. Fue Uribe, el Verdugo de Colombia, el que la convirtió en un gigantesco cementerio de fosas comunes y entregó su soberanía al imperio yanqui cediéndole siete bases militares, el que llenó al país de paramilitares que sembraron el terror desmembrando con moto-sierras a miles de campesinos e indígenas, quien en esa cumbre fascista pidió la intervención militar de EEUU en Venezuela. Y fue en esos días, en el marco de esa agenda golpista y desestabilizadora, que como lo instruía el papel del Comando Sur, se lanzaron a las calles de Caracas los violentos de la MUD que intentaron revivir de sus cenizas el 11-A y las guarimbas y barricadas de La Salida, pero esta vez se estrellaron contra la barrera que la fuerza pública levantó para frenar su golpista marcha. Prueba de la violencia que pensaban desatar ese día, lo constituyó la cobarde y brutal agresión que un grupo de participantes de esa marcha opositora desataron contra dos jóvenes mujeres policías, que salvaron milagrosamente sus vidas gracias a la oportuna intervención de sus compañeros que capturaron a los agresores, quienes confesaron ser mercenarios pagados por la MUD. Horas más tarde, Maduro, el Presidente-Obrero giró instrucciones al al ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López para poner en marcha entre el viernes 20 y sábado 21 de mayo el Ejercicio Militar “Independencia II-2016” en el que participaron 500 mil efectivos de la FANB, milicianos, trabajadores y el Poder Popular organizado que se desplegaron a lo ancho y largo del país. Fue una acción disuasoria del gobierno venezolano dirigida al Imperio y sus lacayos para demostrarles que la Revolución Bolivariana, como dijo Chávez, “es pácifica, pero está armada” para defender, si es atacada la soberanía y dignidad de la patria, de cualquier enemigo, por más poderoso que este sea, como lo hizo Bolívar al frente del ejército venezolano Forjador de Libertades. Mientras tanto allá en Miami, Bogotá y Madrid, sedes del eje conspirativo contrarrevolucionario, los cachorros del Imperio se lamen todavía las heridas del fracaso de lo que pensaron sería la ofensiva final, el golpe de gracia, contra el inédito y pacífico proceso revolucionario que desde hace 17 años resiste incólume la bestial embestida del ciclón fascista contrarrevolucionario Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)