5. El acento diacrítico

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Francisco Morales Ardaya
NOCIONES DE ORTOGRAFÍA
EL ACENTO DIACRÍTICO (LA COMPETENCIA ORTOTÓNICA, II)
Se llama acento diacrítico, o más propiamente, tilde diacrítica, la tilde que se coloca en ciertas
palabras (generalmente, monosílabas tónicas), para que no se confundan con otras que se escriben con las
mismas letras y que, pronunciadas aisladamente, llevan el acento fonético en la misma sílaba.
Ofrecemos a continuación la lista completa de aquellas palabras que han de llevar acento diacrítico,
junto con sus homónimos sin tilde:
1. Él (pronombre personal)/ el (artículo masculino):
•
•
El pan sobre el plato es para él.
Dale a él el documento.
2. Tú (pronombre personal sujeto) / tu (adjetivo pronominal posesivo):
•
Tú no trajiste tu libro.
3. Mí (pronombre personal complemento) / mi (adjetivo pronominal posesivo, o nota musical):
•
•
A mí me vieron con mi novia.
Sonata en mi menor.
Atención: El pronombre personal complemento ti no debe llevar tilde, pues no tiene homónimo
correspondiente del cual deba distinguirse: Lo traje para ti.
4. Sí (adverbio de afirmación, o pronombre personal complemento) / si (conjunción condicional, o nota
musical):
•
•
•
Sí quiero casarme contigo.
Lo compró para sí mismo.
Si vamos al teatro, escucharemos el concierto en si (o Si)1 mayor.
5. Sé (forma del verbo saber, o del verbo ser) / se (pronombre personal):
•
•
Sé muy bien que ustedes no se tienen buena voluntad, pero también sé que, si se lo proponen, pueden
llegar a estimarse mucho.
Sé buen amigo de tus amigos.
6. Dé (forma del verbo dar) / de (preposición):
•
•
•
1
¿Quieres que te dé un poco?
El apartamento de mi vecino de enfrente.
Dé un ejemplo de la regla que acaba de citar.
Los nombres de las notas (do, re, mi…) pueden escribirse con inicial mayúscula cuando designan las tonalidades
mayores: do mayor o Do mayor, re mayor o Re mayor, etc.
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7. Más (cuantificador: adverbio o adjetivo de cantidad) / mas (conjunción adversativa, sinónima de pero):
•
•
•
Deseo que haya más unión entre mis amigos.
No puedo comer más.
Eres muy hermosa, mas (= pero) no por eso te amo.
Notemos la diferencia: Más quiero ser sabio que ser poderoso (= prefiero ser sabio a ser poderoso) / Tengo
muy pocos conocimientos, mas quiero ser sabio (= pero quiero ser sabio).
8. Sólo (adverbio, “solamente”) / solo (pronombre o adjetivo, “único, solitario, sin compañía”; su femenino
es sola):
•
•
Sólo (= solamente) me dejaron un pastel y medio vaso de jugo.
Un solo pastel y una sola galleta fue lo que me dejaron.
Atención: Puede prescindirse de la tilde en el adverbio solo, pero es mejor colocarla cuando hay riesgo de
anfibología, como en el siguiente ejemplo: solo me quedé en casa = me quedé en casa sin compañía / sólo me
quedé en casa = solamente me quedé en casa, no hice otra cosa.
9, 10, 11. Éste, ése, aquél (pronombres demostrativos, en sus diversos accidentes) / este, ese, aquel
(adjetivos demostrativos, en sus diversos accidentes):
•
•
Éste es muy económico (éste, pronombre).
Este televisor es muy económico (este, adjetivo).
Notemos que la diferencia básica entre el pronombre y el adjetivo (dejándose aparte la tilde) es que el adjetivo
aparece acompañado de un sustantivo (aquí: televisor), mientras que el pronombre no. Puede prescindirse de
la tilde en los pronombres demostrativos, e incluso es preferible no colocarla si no hay riesgo de anfibología.
Atención: 1) Los demostrativos neutros esto, eso y aquello nunca llevan tilde. 2) En las expresiones
aquel(-llos) que..., aquella(-s) que..., aunque aquel/aquella son pronombres, nunca se les escribe la tilde. 3)
Distínganse bien las siguientes formas: ésta (palabra grave, pronombre demostrativo) ? está (palabra
aguda, 3.a pers. sing. de indicativo del verbo estar); éste (palabra grave, demostrativo) ? esté (palabra
aguda, 1.a y 3.a pers. sing. de subjuntivo del verbo estar).
12. Aún (adverbio de tiempo, “todavía”) / aun (adverbio de modo o cantidad, “hasta, incluso, siquiera”):
•
•
El profesor no ha llegado aún (= todavía).
Quiere tener la razón aun (= hasta, incluso) en lo que no sabe.
Atención: En la expresión conectiva aun cuando, la palabra aun no lleva tilde.
13. Ó (conjunción dis yuntiva, cuando se halla en medio de dos cifras) / o (la misma conjunción, cuando se
halla en medio de palabras o símbolos no numéricos):
•
•
En la receta se piden 3 ó 4 papas grandes. (La tilde evita que se lea “304”.)
En la receta se piden tres o cuatro papas grandes.
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Atención: Recuerde no escribir, p. ej., 7 ó 8, sino 7 u 8.
14. Té (bebida) / te (pronombre personal o nombre de la letra t)
• El té es un arbusto oriental, y con sus hojas se hace una infusión que lleva el mismo nombre.
• Te voy a traer (o voy a traerte) la comida.
• ¿Quieres que te prepare una taza de té?
15. Qué (pronombre, adjetivo o adverbio interrogativo o exclamativo) / que (conjunción o pronombre
relativo):
•
•
•
•
¿Qué les dije?
Nos preguntó qué queríamos comer
¡Qué belleza!
Le anunciaron que vino un hombre que quería hablarle.
16. Quién (pronombre interrogativo o exclamativo, “qué persona o cuál persona”) / quien (pronombre
relativo, “ el cual, la cual, la persona que”):
•
•
•
•
¿Quién estudió para el examen de hoy?
Ya te dije quién llamó por teléfono.
¡Quién iba a creer que terminaríamos así!
El venezolano Antonio José de Sucre, quien recibió el título de Gran Mariscal por la batalla de
Ayacucho, murió asesinado a los treinta y cinco años.
17, 18, 19, 20, 21. Cómo, cuál, cuándo, cuánto (cuán), dónde (interrogativos o exclamativos) / como, cual,
cuando, cuanto (cuan), donde (relativos):
•
•
•
•
¿Cuál amigo dices? ¿Cómo se llama, dónde estaba y cuándo vino?
No sé de cuál amigo me hablas, ni cómo se llama, ni dónde estaba, ni cuándo vino.
Mi amigo de Mérida, el cual ya conocen, se llama como yo, estaba donde venden hamburguesas y
vino cuando nosotros paseábamos por el parque.
¡Qué música tan bella! ¡Cómo me gusta escucharla!
Fuera de los que se han mencionado en la lista anterior, no hay más monosílabos que deban llevar
tilde en español.
NOTA SOBRE LAS INTERROGACIONES Y LAS EXCLAMACIONES INDIRECTAS
Con respecto a las palabras interrogativas y exclamativas de la lista anterior, debe recordarse que
no es indispensable que aparezcan entre signos de interrogación o exclamación para que se les marque la
tilde. Efectivamente, existen las interrogaciones o exclamaciones indirectas, es decir, las preguntas o los
enunciados exclamativos que están subordinados a un verbo, como en los siguientes ejemplos: ya saben qué
hace falta (< ¿qué hace falta?); dime cómo te va (< ¿cómo te va?); ya vimos cuánto ha crecido (< ¡cuánto
ha crecido!) . Nótese que en estas oraciones, aunque no aparecen los signos de interrogación o exclamación
(en efecto, las interrogaciones y exclamaciones indirectas no los llevan), los vocablos qué, cómo y cuánto
tienen carácter interrogativo o exclamativo, según el caso y, por tanto, deben llevar tilde.
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Los verbos que pueden subordinar o introducir una pregunta o exclamación indirecta son los que
significan “hacer una pregunta” (preguntar, interrogar), “exponer con palabras” (decir, expresar, manifestar,
explicar, aclarar), y los que denotan percepción física e intelectual (ver, observar, oír, escuchar, notar, saber,
conocer, entender, comprender). También se encuentran preguntas indirectas como oraciones subordinadas
completivas, en función de sujeto gramatical del verbo principal (v. Nociones de gramática, cap. II, 6, 1): Es
cosa muy sabida quién compuso la sinfonía “Coral”; no me importa cuándo llegó, sino por qué se fue.
Además, téngase en cuenta lo siguiente: el que las palabras numeradas en la lista anterior del n.° 15
al 21 aparezcan en una oración interrogativa o exclamativa, no es condición suficiente para que se les marque
la tilde. Para que lleven tilde, tales palabras deben ser por sí mismas interrogativas o exclamativas,
independientemente de que la oración o la frase lo sea como un todo. Por ejemplo:
•
•
•
¿Que me calle, acabas de decir? (Incorrecto: ¿*Qué me calle...?)
¿Leíste el libro cuando estabas en casa? (Incorrecto: ¿Leíste el libro *cuándo...?)
¿Lo dejaste donde lo encontraste? (Incorrecto: ¿Lo dejaste *dónde...?)
En estas tres oraciones interrogativas, la interrogación no recae sobre el que (conjunción
anunciativa), el cuando (adverbio relativo) o el donde (adverbio relativo), sino sobre las oraciones en su
totalidad. Entonces, cuando, que y donde no son interrogativos (aunque forman parte de oraciones
interrogativas), y por tanto, no llevan tilde.
Análogamente, en la oración: ¡Que me devuelvan mi libro!, el que no es exclamativo (aunque
aparece en una oración exclamativa), sino una conjunción anunciativa; en consecuencia, tampoco lleva tilde.
PARA SABER MÁS :
Linares Rivas, Arturo (2000). Hacia una competencia ortográfica integral. San Cristóbal (Venezuela):
Universidad de Los Andes Táchira, Laboratorio de Investigaciones Lingüísticas. Véase Capítulo
segundo, apartados Acentuación diacrítica de monosílabos, pp. 18-19; Acentuación de relativos e
interrogativos/exclamativos, pp. 20-21; y Acentuación diacrítica en diversas palabras, pp. 21-22.
Marsá, Francisco (1973). Ortografía. 5.a ed. Barcelona (España): De Gassó Hermanos. Véase Tercera
Parte, capítulo 1. El acento ortográfico.
Mesanza, Jesús (1995). Cómo escribir bien. 2.a ed. Madrid: Editorial Escuela Española. Véase la sección
1.2.4. Acentuación diacrítica; y 1.2.5. Acentuación diacrítica en palabras homófonas.
Real Academia Española (1999). Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. Véase la
sección 4.6. Tilde diacrítica.
Sabaté, Emilio (1998). Para escribir correctamente . 9.a ed., revisada y puesta al día por José María
Nebreda. Barcelona (España): Editorial Juventud. Véase el apartado Acento diacrítico, pp. 17-27.
EJERCICIO DE TILDACIÓN REGULAR Y DIACRÍTICA
Coloque las tildes que correspondan y justifíquelas:
— Yo si se redactar bien, ¿verdad?
— ¿Tu? Tu no sabes nada de redaccion.
—Si yo no se, tu tampoco.
—Pues mi texto tiene menos errores que el tuyo
—¿Que? ¿El mio? Perdoname, pero tu ejercicio tiene mas marcas rojas.
—¿Mas? ¿Como que mas?
—¿No ves?
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—Pues si mi texto tiene tantas marcas, es porque el profesor no entendio bien mi letra.
—Claro, claro, ¿quien puede negar que esa es la razon?
—Por lo menos no tengo marcas que indiquen errores graves. En cambio, a ti te puso tres de esas.
—¿A mi? ¿Cuales?
—Las que indican “idea extraña, contradictoria o ilogica”.
—¿Si? ¿Donde, a ver?
—Donde comienza el tercer parrafo, ¿ves?
—Bueno, sera porque el profe no leyo bien.
—¿Y por que no?
—Porque ese viejo apenas puede ver mas alla de sus narices.
—Entonces, según lo que dices, si el profe no pudo leer bien tu trabajo, tampoco pudo leer bien mi redaccion,
¿si o no?
—Pues...
—¿Que vas a replicar?
—Nada, nada. Pero, entonces, ¿quien tuvo la mejor calificacion?
—No se, los textos no traen nota. Preguntemosle al profe.
—Ahora no puedo. Tengo que irme a mi casa.
—Pero, ¿que va a pasar con la apuesta?
—Mira, yo se que hicimos una apuesta, pero no tengo tiempo de buscar al profesor, y ya no me importa quien
obtuvo mejor calificacion, si tu, o yo, o el, o ese, o aquel. Mas me interesa en este momento llegar a casa
para ver el partido de futbol.
—Epa, ¿a que hora es el partido?
—A las cuatro.
—Ah. Entonces, ¿cuando puedo ir para que me invites a ver el juego?
—¿Como?
—Anda, yo se que eres un tipo afable, generoso, que comparte su tremendo televisor estereofonico de
pantalla plana con los amigos, y de paso les brindas la cena.
—Claro, por supuesto. Bueno, ven a las tres y media, pero con una condicion.
—¿Cual?
—Que invites tambien a tu vecina. Tu sabes, aquella bien simpatica.
—Vale. Nos vemos, pues.
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