Lugares de interés en la ruta de los Picos

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Lugares de interés en la ruta de los Picos
Durante esta ruta de 26 kilómetros por Chóvar, en plena Sierra Espadán, podréis disfrutar de unas maravillosas vistas
y conocer parte del patrimonio que estas montañas guardan. Subiremos al Pico Bellota (956m), Puntal de l’Aljub
(944m), Sastre (764m), La Malladeta (801m), Castillo Castro (789m), La Nevera (876m) y al Carrascal (861). Además
durante el paseo nos encontraremos numerosos vestigios como son Embalse de Ajuez, Castillo Castro o La Nevera de
Castro. Ya más recientes encontramos los restos de la minería, también trincheras y nidos de ametralladora de la
Guerra Civil.
Comenzamos nuestra ruta con el ascenso al Pico Bellota y seguiremos la cresta del Collado de Aín que lo une con el
Puntal de l’Aljub, este último es conocido en Chóvar como La Mesquita. En la foto: nuestras dos primeras cumbres y
la cresta de la montaña que recorreremos.
Antes de llegar al sendero que nos lleve al Pico Bellota veremos un antiguo tollo ahora convertido en aljibe, el Tollo
la Rocha. Este nombre viene por un lado de tollo; nos referimos a “tollo” como charco formado por el agua de
lluvia. Y por otro lado a “rocha”, que es como en el municipio llaman a las cuestas, pendientes o repechos. Al igual
que “rocha” hay numerosas palabras que sólo se utilizan en el municipio y que puedes encontrarlas en el Diccionario
Chovero. Siguiendo la pista en busca de la senda que nos llevará hasta el Pico Bellota encontramos también El Cerezo
la Vaquera, allí encontramos una fuente en la que podemos refrescarnos con una magnífica agua de escasa
mineralización y gran calidad, también hacer un pequeño descanso.
Durante nuestro paseo disfrutaremos de unos paisajes maravillosos y de la naturaleza en estado puro, nos
adentraremos en un magnífico bosque de alcornoques, uno de los mejores conservados del territorio valenciano.
Combinados con el verde intenso de los alcornoques encontramos el rojizo tanto de los suelo de rodeno como del
tronco de los alcornoques, muchos de ellos con el corcho recién extraído. Ambos crean preciosos paisajes. Sumado a
ello también hay que mencionar las increíbles vistas que disfrutaremos de los dos picos que coronaremos, desde el
Bellota tendremos unas magníficas vistas del municipio de Chóvar, el Valle del Palancia, la Calderona, veremos el
Penyagolosa, etc . Desde el Puntal veremos Chóvar en el valle y todos los montes que lo rodean, además con una
magnífica foto panorámica podremos identificar cada uno de ellos. En este recorrido es importantísimo fijarse en la
cantidad de trincheras y restos de la guerra civil que encontramos, muchos de ellos se observan a simple vista como
los nidos de ametralladoras y algunas trincheras, en cambio otros cubiertos por vegetación y nos costará más
identificarlos.
Una vez en el Puntal de l’Aljub podremos observar nuestros próximos objetivos: el Castillo Castro a la izquierda, Pico
la Nevera en el centro o el Carrascal a la derecha de la imagen. ¡Allá vamos!
Durante los próximo kilómetros no tenemos lugares de interés (patrimonio) a destacar, pero si el maravilloso bosque
del que disfrutaremos y las vistas que tendremos desde el Sastre (764m) y la Malladeta (801m), desde el segunda
veremos claramente el municipio vecino de Eslida, el Castillo Castro, la Nevera de Castro y el pico la Nevera.
Tras este paseo llegamos al Castillo Castro, ya en término de Alfondeguilla, un castillo de origen árabe que fue
construido antes de la era cristiana y cuyos restos actuales pertenecen a la civilización islámica. El castillo se
encuentra sobre el Peñón de Castro, de ahí el nombre del Castillo, y con sus 789m domina un impresionante campo
visual desde el cual podemos disfrutar de unas increíbles vistas.
Antes de volvernos de nuevo a término de Chóvar visitaremos la Nevera de Castro con 12 metros de profundidad y
6 de diámetro. Así, encontramos uno de los pozos de nieve mejor conservados del territorio valenciano, con un
tejado cónico totalmente reformado y, como no puede ser de otro modo en plena Sierra Espadán, cubierto por
piedras de rodeno. Os animamos a que observéis cómo es por dentro desde su puerta o ventanas, ¡no hay peligro!
Como curiosidad, antiguamente las neveras eran utilizadas para recoger la nieve caída durante el invierno y durante
el verano, con la nieve ya convertida en hielo, la utilizaban para conservar los alimentos y ¡para refrescar a la
población con sorbetes y helados!
Una vez visitada la nevera coronaremos el pico del mismo nombre, aquí encontramos un vértice geodésico. Desde
aquí disfrutamos de unas magníficas vistas, incluso en un día soleado podemos llegar a ver las Columbretes o las
Baleares.
Siguiendo por la pista encontramos ahora los primeros restos de la minería en Chóvar. El municipio cuenta con un
rico patrimonio minero ya que durante décadas numerosas minas han sido explotadas en todo el término para la
obtención de cinabrio, que era fundido en hornos para obtener el mercurio. Desde los inicios del siglo XX hasta el
cierre de las minas en 1967, la minería del municipio vivió su periodo de mayor esplendor, heredado de este periodo
encontramos numerosos restos en el término. También consecuencia de esta herencia minera, y de las malas
condiciones en las que los mineros trabajan, muchos de ellos enfermaron y murieron.
Aquí encontramos restos de los Hornos Antiguos, de tipo aludel o Bustamante que se usaban para licuar el
mercurio. Estos restos son de los pocos hornos de este tipo que encontramos en España (sólo 2 más). No se sabe con
exactitud si llegaron a ser utilizados en el municipio. También durante este recorrido encontramos numerosos restos
de la Guerra Civil.
Tras bajar por el Carrascal y de nuevo en la pista volvemos a encontrarnos de nuevo con vestigios de las minas a
ambos lados de camino, los primeros que encontraremos será a la derecha del camino siguiendo un sendero poco
definido que nos llevará a la mina Diana. Aquí está la entrada de la mina a la que se puede acceder pero que no
accederemos, también encontramos los vestuarios de los trabajadores .
De nuevo volvemos a la pista y unos metros más adelante volveremos a encontrar restos de la minería en Chóvar, de
un lado en el barranco encontramos escombros y a la parte derecha del camino encontramos lo que era el pozo
Malacate, hoy tapado, restos de las casetas, etc.
Una vez llegamos a la balsa del Hembrar encontramos una senda que llevará hasta los Hornos Nuevos. Estos están
mejor conservados que los Viejos. Los siguientes restos de la minería ya los encontramos bajando por el sendero
hacia el pueblo, en la entrada a la mina el Socavón junto a ella vemos escombros, los raíles y alguna que otra
vagoneta ya oxidada. El acceso a la mina está prohibido.
Los suelos de rodeno que encontramos en el municipio hacen que el agua de Chóvar sea de gran calidad, de hecho
existe una empresa dedicada a la explotación de este recurso en el municipio. Así, en todo el término encontramos
numerosas fuentes naturales, siendo aún más apreciadas las que encontramos en plena montaña, como el Agüica
Bechi, Fuente Bellota, etc. pero sin duda la más apreciada por los habitantes del municipio y visitantes es la Fuente
Fresca que también veremos en nuestro recorrido.
No sólo por su agua, un agua de escasa mineralización y fresquísima, sino que es apreciada por el lugar donde se
encuentra. En el fondo del barranco, un lugar muy fresco y húmedo que hacen que aquí encontremos un sinfín de
vegetación donde destacan los grandes helechos que se amontonan, incluso tapando la fuente. Sin duda, uno de los
lugares más bonitos del municipio, sobretodo de abril a octubre. Esta es una parada obligatoria de la ruta y más aún,
¡probar su agua!.
Unos metros antes de llegar al pueblo encontramos el Embalse de Ajuez. Esta es una de las muchas huellas que
encontramos en el pueblo de los árabes, ya que estos fueron quienes fundaron el municipio. El nombre de Ajuez
proviene del árabe “ju’z” que significa “tierras comunales dedicadas al pastoreo”, de hecho en las proximidades de la
presa encontramos restos de antiguos corrales.
El embalse fue construido en el siglo XII por los musulmanes que poblaban el municipio, con la intención de retener
las aguas del barranco del mismo nombre y posteriormente poder utilizarlas para regar los campos que se
encontraban aguas abajo. La presa ha sido ampliada en varias ocasiones, una primera ampliación podría ser del siglo
XIV y la última fue en el año 1920, también se reconstruyó una parte tras la Guerra Civil ya durante el conflicto
quedó dañada.
Medio siglo atrás el embalse era utilizado por los vecinos del municipio como “playa” (ver foto) hasta la construcción
de la piscina municipal.
Actualmente el embalse está agrietado y pierde gran parte del agua que retiene, por ello es difícil encontrarlo lleno.
En cambio, en algunas ocasiones lo podemos ver incluso saltando, como muestra la foto de abajo (marzo 2009). Esto
sucede tras periodos de intensas lluvias que hacen que el Barranco de Ajuez llene poco a poco el pantano hasta
hacerlo saltar, cuando sucede esto todos los habitantes del pueblo se acercan a verlo ya que es una imagen
impresionante que no vemos con frecuencia.
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