“MI VIDA SIN MÍ” de Isabel Coixet © María Valera Pinedo1 ¿Qué harías si te dijeran que te faltan dos meses para morir? Ann tiene una vida aparentemente feliz. Tiene 23 años, vive con su marido y sus dos hijas en una caravana en el jardín de su madre. La vida no le ha sonreído: se quedó embarazada a los 17 años, su padre está en la cárcel, su madre siente rencor hacia ella y su marido pasa más tiempo en el paro que trabajando. Un día le diagnostican un cáncer terminal: le quedan dos meses de vida. En ese momento Ann se pregunta si es plenamente feliz, y hace una lista con diez cosas que le faltan por hacer. No dice nada a nadie, lleva el dolor de la muerte por dentro, pero paradójicamente aprovecha más estos meses que toda su vida, como dice en la película: “acabas de descubrir que tu vida es un sueño y ahora estás despertando”. Isabel Coixet trata en esta historia el tema de la muerte como algo cercano. Hay que aprovechar el tiempo que tenemos y no obsesionarnos con el futuro. Es una película que te hace pensar. La protagonista de la película es consciente del tiempo que le queda y lo aprovecha al máximo, cumpliendo todo lo que había apuntado en su lista. Decide guardar el secreto de su muerte, quiere evitar que sus hijas la recuerden enferma y que la gente se compadezca de ella. Pienso que el film tiene varios momentos estremecedores: uno es al principio, cuando el médico se sienta al lado de Ann, ésta le pregunta por qué no la mira a los ojos y el médico le contesta: “no soy capaz de sentarme frente a alguien y decirle que va a morir”; otro es cuando Ann escribe en la cafetería “Things to do befote I die” (cosas que hacer antes de morir); y otro es cuando al final, Ann está tumbada en su casa, enferma, a través de una cortina ve a su marido, sus hijas y su vecina poner la mesa para cenar y piensa: “rezas para que ésta sea tu vida sin ti” (en off). La cortina se convierte aquí en un símbolo, es como si separara el mundo de los vivos del de los muertos. Es una película sencilla, sin grandes costes de producción ni efectos especiales, pero que llega al público, incluso llevándolo a la confusión emocional, reír o llorar. Ann va a morir pero es feliz, el médico le dice que le quedan dos meses de vida y ella le pide un caramelo. La película despierta el lado sensible y amable del espectador. El film nos hace reflexionar sobre muchas cosas. ¿Qué harías si supieras que vas a morir?, ¿guardarías el secreto como hizo Ann?, ¿buscarías otro hombre para enamorarte?, ¿pensarías en alguien que te sustituyera como madre? Creo que estas preguntas son algunas de las que te plantea la película después de haberla visto, y por eso pienso que Isabel Coixet ha acertado al hacerla. 1 María Valera Pinedo es estudiante de primer curso de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid