RIESGOS DERIVADOS DEL TRABAJO EN VIAJANTES -VENDEDORAS Dr. Julio Aren Lic. Claudio Pietrantueno Prof. Lic. Silvia I. Valdez Los autores de este trabajo de investigación, Dr. Julio Aren, Lic. Claudio Pietrantueno y Lic. Silvia Valdez, reconocen la colaboración brindada por los Secretarios Generales de las Filiales de la Federación Unica de Viajantes de la República Argentina (F.U.V.A.), los Delegados de la Asociación de Viajantes Vendedores de la Argentina de Industria, Comercio y Servicios y las autoridades de la Asociación Viajantes Vendedores de la Argentina de Industria, Comercio y Servicios (A.V.V.A.). En esta oportunidad y frente a la concreción de un nuevo estudio queremos expresar un reconocimiento especial al Instituto Sindical Argentino de Salud y Ambiente de Viajantes Vendedores, ISASAVV quien reconociendo la importancia que tendría brindó espontáneamente todo el apoyo necesario para que se pudieran entrevistar en todo el territorio a las Viajantes, ampliando así los recursos utilizados A todos ellos, GRACIAS. INVESTIGACIÓN RIESGOS DERIVADOS DEL TRABAJO EN VENDEDORAS VIAJANTES Formulación del problema: ¿Cuáles son las características distintivas del trabajo cuando lo desempeñan viajantes vendedoras? ¿Cuáles de ellas se constituyen en riesgos? Justificación: Justifica la elección del tema satisfacer a través de la FUSA (Fundación Universalista Social Argentina) y del IDID (Instituto de Investigación, Docencia y Desarrollo) la necesidad de la Red Social FUVA, en establecer y determinar la problemática de los riesgos de trabajo en sus afiliados, para desarrollar posteriormente, acciones de prevención de dichos accidentes o enfermedades. Objetivo de la Investigación: Continuar la desarrollada durante el año 2006-2007 esta vez desde una perspectiva de género que permita: • Explorar acerca de cuáles son las características distintivas del trabajo de las viajantes vendedoras. • Identificar cuáles de ellas pueden constituirse en riesgos. • Controlar qué fenómenos de los descritos en el trabajo femenino se verifican en nuestra población. • Desarrollar medidas de prevención que eviten accidentes y enfermedades derivadas del ejercicio de la profesión. • Generar recomendaciones referidas a cambios que puedan mejorar la calidad de vida de las trabajadoras • Postular recomendaciones para generar ambientes de trabajo saludables. • Destacar la necesidad de implementar los cambios postulados en Bejing en 1995 referidos a la perspectiva de género Marco conceptual amplio: Nos referimos aquí a aquel que orienta nuestra tarea. Aquel que es válido tanto para hombres como para mujeres. Nuestra preocupación y nuestro servicio son por y para ambos. Es así que conocemos acerca de la estrecha relación que existe entre la cultura de la prevención y la cultura organizacional propia, en los marcos en los que se desarrolla el trabajo concreto de los vendedores viajantes. Este concepto de cultura proviene de un enfoque antropológico-sociológico. Y para describir esa cultura, lo primordial es atender a los valores compartidos a lo largo de la historia de la institución, que evolucionan generando una construcción que le da identidad. Las asociaciones sindicales de trabajadores viajantes han mostrado una permanente atención hacia lo que hoy día también se denomina cultura de la seguridad, desde sus orígenes y desde la sanción de la primera ley nacional en la materia, la Ley 9688, allá por 1915. En esta conducta histórica queda puesta de manifiesto una de las características intrínsecas de la cultura que es el compromiso, porque muestra la importancia dada por estas entidades sindicales, demostrada en el comportamiento y en las decisiones, la disposición de recursos y la administración del tiempo, el rechazo por consiguiente de condiciones inseguras y la confianza en que la participación y la capacitación son las herramientas de elección para una intensiva puesta en acción de los valores propuestos. En lo que a este grupo de trabajo refiere, adherimos a varias de las definiciones que a partir del episodio Chernobyl se han ido formulando en distintos países de Europa y las sintetizamos diciendo que seguridad preventiva es el producto de los valores, actitudes, percepciones, capacidades y patrones de conductas individuales y grupales que determinan el compromiso, el estilo y el profesionalismo en el manejo de la salud y la seguridad de la organización. No se deja de considerar como fundamental que cada miembro, sin importar su posición en la estructura, asuma un rol activo en la prevención de errores y ese rol debe ser apoyado por toda la estructura. Desde la perspectiva de la psicología organizacional, este concepto de cultura de la prevención se completa con el concepto de clima de seguridad. Ya hemos referido el primer concepto que sería el plano horizontal y permanente. El clima sería el plano vertical que nos da cuenta de un momento puntual y está vinculado con los aspectos psicológicos de las personas, los situacionales y los comportamientos. De la conjunción de ambos se obtiene el aquí y ahora de la cultura. La puesta en práctica cotidiana de ella. Marco conceptual de esta investigación Decimos que en este trabajo vamos a adoptar la perspectiva de género para continuar con nuestras investigaciones acerca de los riesgos de trabajo que enfrentan los viajantes vendedores. Será el género femenino. Algunas precisiones de a qué nos referimos cuando planteamos este enfoque: Este concepto se adoptó en Pekín en 1995, en ocasión de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, frente a 189 representantes ofíciales de países. Este concepto descrito en el marco de la Unión Europea, en el IV Programa de acción sobre igualdad de oportunidades en 1995, fue un principio reforzado en el Tratado de Amsterdam, 1996, cuando todos los representantes de los Estados Miembros se comprometieron a aplicarlo. Con el término género se hace referencia a los papeles de los hombres y las mujeres definidos social y culturalmente. Puesto que los papeles de los géneros se definen por las prácticas sociales y culturales, y no nos estamos refiriendo a un concepto biológico es que sostenemos que se los puede cambiar. Eso mismo fue lo que se sostuvo en todos los encuentros mencionados en los que se determinó que se harían todos los esfuerzos necesarios para lograrlo esta modificación La incorporación de una perspectiva de género en todas las actividades implica nada más ni nada menos que reorganizar los procesos de decisión en todos los ámbitos de la política y la labor de una estructura a fin de tomar en cuenta la existencia de relaciones desiguales de género. La finalidad es que se tome en cuenta con la idea de promover la igualdad de trato, así como la equitativa distribución de medidas y beneficios. Para esto es necesario determinar los procesos existentes y desarrollar políticas y prácticas destinadas a superar estas desigualdades. El mismo hecho que este tema sea uno de los que constituyen los tópicos que cuando de discriminación se habla enumere la SRT nos exime de más comentarios Como planteo teórico, nadie prácticamente ha dejado de pronunciarse al respecto En un documento con el que la Santa Sede invita a reflexionar sobre la colaboración de la mujer y el hombre en la Iglesia y en el mundo, comienza recordando que la Iglesia es experta en humanidad. La carta destaca el papel de la mujer en la vida extra familiar, reclama la igualdad de oportunidades y subraya que la maternidad no agota la valoración de lo femenino. Destaca por cierto el concepto desde una perspectiva ontológica y no de género. Y se refiere a la complementariedad de las diferencias masculinas y femeninas en los planos afectivo, social y sexual. Algunas cuestiones teóricas genéricas de la condición laboral femenina Fenómenos específicos en relación a las mujeres que trabajan La discriminación puede darse en dos planos: En un plano horizontal: se expresa en la desproporción entre la distribución de mujeres y varones por sectores específicos de actividad. En el plano vertical: la proporción de mujeres desciende a medida que asciende la jerarquía institucional, que es aquello que ha sido llamado el techo de cristal. A veces también se observa que pueden pasar este límite, pero el cargo le exige sacrificios personales o una dedicación que las lleva a renunciar al poco tiempo. Por mencionar sólo a una, una interrogada en la investigación nos afirmó: “era supervisora, llegó un jefe regional que me pasó a administración de ventas diciéndome que iba a trabajar menos horas; perdí premios y comisiones”. Más recientemente investigadores de la Universidad de Exeter han formulado un concepto a partir de las observaciones de la realidad laboral, que han llamado abismo de vidrio. Se refiere a que a las mujeres les dan en ocasiones puestos jerárquicos pero con un alto grado de riesgo, que aceptan como forma de ser promovidas. Son cargos que los hombres no asumirían. Es más, cuando tienen éxito y la situación encargada se estabiliza les ofrecen otro cargo de riesgo. Son puestos que según reconoce Adrian Lock, tienen una serie de presiones que no existen para otros cargos, en los que hay muchas posibilidades de fracasar. Los hombres no los aceptarían. Una viajante, durante la investigación, nos señaló que a las vendedoras les dan las peores carteras de clientes o para atender a quienes nunca fueron antes clientes. El tercer fenómeno se ha dado en llamar comatización de las mujeres. Define a aquella situación en la que la mujer pierde su especificidad y queda como otro más del universo que se describe por ejemplo como etnias, discapacitados, mujeres. La diferencia de género que existe entre estos grupos queda desdibujada, por eso la coma (alusión al signo ortográfico), pues bajo una supuesta diversidad se neutraliza la especificad femenina. En general presupone que las mujeres se ajusten a los modos de organización que resulten funcionales a la empresa con la pretensión que se igualen a la cultura masculina del trabajo. Es muy difícil aún cambiar la cultura de las empresas y que los directivos comprendan la necesidad de equilibrar trabajo y familia. Las mujeres que son más productivas, cuando esto se logra, deben ser proactivas e intentar promover estos cambios ya que benefician a ambas partes. Otros datos de interés los aporta el sociólogo Agustín Salvia, investigador del Conicet en la UBA y en la UCA, que explica que la discriminación de género se observa en el trabajo más calificado, el profesional; no así en el trabajo informal, en los niveles técnicos, ni técnicos operativos. Ello pone en evidencia que en realidad no hay una división sexual según su interpretación, sino alrededor del proceso de decisión y no del proceso del trabajo en sí. Aspectos económicos Estudio del World Economic Forum (mayo 2005). Es el primer estudio destinado a cuantificar la desigualdad entre los géneros. Entre 58 países encuestados, muestra a la Argentina en el puesto 55 respecto de la igualdad salarial, aunque se ubica en el tercer puesto en cuanto a los logros educativos (luego de Suecia y Uruguay). Es decir que a pesar de que la participación de la mujer en el ámbito laboral aumentó, no se respeta el principio de igual remuneración por la misma tarea. La situación empeoró en los últimos quince años y la brecha salarial actual es mayor que la de hace una década. Otras cifras: En el 2005, en el 45, 3% de los hogares las mujeres trabajan fuera de sus casas y aportan a la economía o son único sostén. Por la crisis económica del 2001, el 34% de las familias estuvo a cargo de mujeres con un salario entre un 28% y un 35% inferiores, porcentaje que varía según la fuente que se consulte. El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género elaboró una encuesta: una muestra de 1600 mujeres de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, arrojó que un 29% trabaja entre 35 y 45 horas semanales, un 29% más de 45 horas y estas en general son las que sostienen el hogar. El 43% tiene por lo menos una hora de viaje hasta su trabajo y una pequeña parte de este porcentaje tiene mas de tres horas de viaje. El 31% debe repartir sus días entre trabajo afuera y dentro de la casa. Sólo el 1% cuenta con guarderías en su lugar de trabajo para dejar los niños. En cuanto a mujeres que son sostén del hogar, en 1991 eran un 23%. En el 2001 ascendieron al 28,7% y en el primer semestre del 2006 habían trepado al 32 %, proporciones congruentes con los números de la encuesta antes mencionada. Para Marcela Cristini, economista de FIEL, en las mujeres el desempleo es entre un 30 y un 40% mayor que el de los hombres, sus puestos son menos estables y en momentos críticos de la economía, pueden eliminarse más fácilmente. La mayor participación femenina se observa en empresas de bajo rango y facturación, en los niveles intermedios de empleo y en las de rubros de servicios y comercio. En las de servicio, las mujeres aportarían el poder entender a los clientes de una manera diferente. Además poseen un conocimiento directo de mercados vinculados con el consumo y las necesidades. Se confirma la brecha salarial. Estas consideraciones parecieran desocupación publicados por el evidenciarse en los indicadores de INDEC. Ellos arrojaron para el cuarto trimestre del 2006, un 11% para las mujeres frente a un 6,9% entre los hombres. Según esta misma fuente, es mayor entre las mujeres de hasta 29 años (12, 2%). Entre los 30 y 64 años estaría en un 7,3% y entre los hombres en esa franja, en un 4,4%. La informalidad también es mayor entre las mujeres. No podemos dejar de mencionar a la maternidad y el período de lactancia: si bien son aspectos reconocidos en la legislación, en ocasiones llevan a la no contratación del personal. El médico español Ramos Bayón dice que es una discriminación que padece el sexo femenino, cuando las empresas no quieren abordar el “gasto extra” al tener que contratar a más personal para sustituir las licencias de esta clase. Aspectos organizativos de la vida laboral Experiencias comparadas que dan cuenta cómo la organización horaria influye en el doble trabajo femenino la vida familiar y el tiempo libre: Inglaterra: Si bien se trata de las mujeres que trabajan, las llamadas multifunción, demuestran en investigaciones inglesas ser más saludables a los 54 años (investigación publicada en el Journal of Epidemiology and Comuty Health) y no tener los problemas de peso de aquellas que sólo se dedican al trabajo doméstico. Quizás tenga que ver con los horarios laborales que dejan tiempo para una mejor organización doméstica y para algunas actividades de esparcimiento. También por cierto estará vinculado con el tipo de trabajo y la concreción de proyectos frente a la obligatoriedad de sostener ocupaciones que no demandan satisfacción. España: sobre sus horarios laborales, dice Mercé Pigem, diputada: somos uno de los países europeos con los horarios más largos y a la vez más improductivos, por lo que es difícil encontrar políticas conciliadoras para solucionarlo. Recientemente Margarita Ruiz publicó una nota en el Diario El País en la que hace referencia a una estadía en países en los cuales el horario de trabajo finaliza alrededor de las 17 hs., destacando que esto posibilitaría compatibilizar de una manera diferente la vida familiar, laboral y el tiempo para el esparcimiento. Su artículo se titula sin embargo “Fatiga de las mujeres y de todos” y define que su fatiga no es de ahora sino que es una fatiga acumulada, que a veces hace pensar en la jubilación anticipada en un momento en que aún se está muy pleno para su labor. En la Argentina: la mujer que realiza las doble función pierde entre otras cosas su tiempo libre. Los resultados de una encuesta realizada por el Consejo de la Mujer, entre mujeres de 30 a 50 años que viven en grandes ciudades y tienen alto nivel de formación, determinó que sólo dispone de una hora y media diaria, y eso siempre y cuando no haya situaciones de excepcionalidad en la familia, lo que le resta aún más autonomía. Es el trabajo no remunerado que las mujeres desarrollan. El siguiente cuadro publicado en el Diario Clarín ilustra esto: Pero respecto de esta cuestión del tiempo libre tan central en cuanto a la calidad de vida se refiere, podemos citar otros estudios como los de Alan Krueger, economista de Princeton, quien encontró analizando los estudios de las últimas cuatro décadas, que los hombres fueron dejando de lado las actividades que les resultaban desagradables, trabajan menos y descansan más. Terminan de trabajar y, por ejemplo, van al gimnasio o a realizar alguna tarea que les es grata ya que por lo común luego irán a la casa donde encontrarán las cuestiones domésticas resueltas. La mujer en cambio vuelve lo antes posible para realizar esas tareas o está pendiente de lo no hecho. Hace 40 años, dice ella, una mujer invertía alrededor de 23 horas por semana en una actividad que no disfrutaba, 40 minutos más que los hombres. Hoy la brecha aumentó a 90 minutos, lo cual puede no parecer importante en cuanto a la medida de tiempo, pero sí el aumento de la brecha. Esto nos hace recordar el libro de Arlie Hochschild al cual tituló Segundo Turno. El primero se refiere al trabajo asalariado, el otro al doméstico. Si bien la mujer destina menos tiempo a la limpieza y cocina domésticas, se agrega el cuidado de familiares que ahora son más añosos y que le produce culpa e impotencia cuando no lo pueden hacer como desearían. Salud: Como influye el distrés en su salud: los originados en diferentes cuestiones que afronta una trabajadora: Haremos una enumeración somera que en el trabajo final estará ejemplificado por el material obtenido en las entrevistas efectuadas a nuestras viajantes. Hay un estrés nocivo derivado de la organización del trabajo, no del trabajo en sí mismo. Estrés por acumulación de tareas: la doble presencia. Hay un aumento en las cargas de trabajo así como la dificultad para responder a las demandas del trabajo asalariado y el doméstico. Existen además algunas formas de estrés que les son propias, derivados de su fisiología, estrés derivados de los cambios de estadios en la vida, estrés de las mujeres solteras que sienten defraudar la finalidad de constituir un hogar y estrés de la que concretó esta aspiración propia y heredada y tiene su doble inserción. Estrés porque en el trabajo asalariado, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir carga mental, acoso sexual, violencia externa, falta de autonomía, menor control sobre el trabajo por no tener el control de la gestión, en general peores condiciones en el entorno, menores expectativas de progreso. El acoso sexual merece una mención en esta enumeración por ser una forma de violencia laboral que produce un efecto devastador en algunas mujeres. No es exclusivo padecimiento de las mujeres y lo sabemos bien, hay cuestiones que estamos expuestos a padecer todos los seres humanos, pero sí ellas los sufren en más ocasiones y esto no deja de estar vinculado con otros fenómenos como son los que inciden sobre quienes ostentan mayormente posiciones de poder en las estructuras laborales. Vamos a adherir aquí a la definición que de este fenómeno realizó Marie France Irigoyen por contundente y exhaustiva, para ponernos de acuerdo que queremos decir cuando decimos acoso. Ella lo refiere como “cualquier tipo de acercamiento o presión de naturaleza sexual tanto física como verbal, no deseada por quien la sufre, que surge de la relación de empleo y que da por resultado un ambiente de trabajo hostil, un impedimento para hacer las tareas y/o un condicionamiento de las oportunidades de ocupación de la persona acosada.” Crea, por tanto, un entorno laboral discriminatorio, hostil y humillante. Para la OIT deben estar presentes tres elementos: comportamiento de carácter sexual que nos sea deseado y que la víctima lo perciba como un condicionamiento hostil para su trabajo, convirtiéndolo en algo humillante. En España dicen que el último año el 15% de las mujeres han sido objeto de acoso. En Argentina las estadísticas del 2006 dicen que el 6,1% de los varones y el 11,8% de las mujeres dijeron haber sufrido este tipo de agresión el año anterior. En otros relevamientos se habla de un 16%. Estas cifras cobran un valor relativo si tenemos en cuenta que por ejemplo el 70% de las encuestadas por la Unión del Personal Civil de la Nación tenía una confusa conceptualización del acoso y que el 63% considera que era un problema privado no vinculado con el régimen laboral Elpidio González se refiere en su libro Acoso Sexual a que la mayor cantidad de denuncias en distintas partes del mundo se refieren a empleadas jóvenes, en general en su primer trabajo, con contratos por tiempo determinado que trabajan en empleos no regulados, encabezando la lista las empleadas que prestan servicios en los comercios minoristas. En nuestro trabajo en curso, en todas las entrevistas está presente esta conducta, en su mayor parte provenientes de clientes, los que subordinan la concreción de la operación a la satisfacción de su requerimiento, lo que provoca las siguientes expresiones: “me da mucha bronca, me siento humillada porque el otro se cree un “señor” y ella es una…” El estrés se verifica en la salud en múltiples dimensiones. Sólo citaremos algunas en este resumen: El estrés patológico interrumpe los hábitos normales de alimentación, tiene estudiado Daryl O´Connor de la Universidad de Leeds. Se come en forma más desordenada, fuera de hora en desmedro de las comidas principales, con menos verduras y frutas. Hay una mayor inclinación a “picotear”. Frente a situaciones de ansiedad, autoestima baja, tratan de desviar la atención hacia la comida: son las llamadas comedoras emocionales y eligen los alimentos que producen más gratificación pero que también son más dañinos como los que contienen más grasas, consumen más azúcares, toman mas café. La falta de tiempo lleva que hagan poca actividad física. Estos resultados no son muy diferentes que los obtenidos por Ana Jufe, médica nutricionista, asesora del Hospital de Clínicas quien dice que frente al estrés se recurre a alimentos de alta palatabilidad (hidratos de carbono, grasas) y a la cafeína. El estrés agrega, Marcela Leal de la Carrera de Nutrición de la Universidad Maimónides, rompe los hábitos de la alimentación y en el trabajo hay más posibilidades de transgredir normas porque no siempre hay opciones saludables. Según la Organización Mundial de la Salud las mujeres, viven entre 3 y 7 años más que los hombres pero su calidad de vida es peor que la de sus compañeros. Tienen peores índices en cuanto a tabaquismo, diabetes y problemas cardiovasculares, todas enfermedades que lo que requieren es de cuidado para no tener complicaciones. Las mujeres además descuidan su propia salud en tanto aparezcan ocasiones en que cuidan antes a otras personas de la familia: niños, viejos, enfermos. Pero también este estrés nocivo continuado repercute y se pone de manifiesto en ciertos hábitos perjudiciales que tarde o temprano repercutirán en su salud. En los últimos diez años en España por ejemplo refieren que se registra un aumento del consumo del alcohol según han podido estimar los informes de sus Comisiones Obreras y lo vinculan también con situaciones en las que se busca cierta distensión. Marco Metodológico: El trabajo se encuentra basado en una investigación de tipo descriptiva. La herramienta elegida para el estudio fue una encuesta nacional estructurada por cuarenta ítems o cuestiones, que permitieron tomar datos de fuentes primarias a través de preguntas cerradas de opciones dicotómicas y de opciones múltiples y se complementa con veintitrés entrevistas en profundidad. Se relevaron para ello a vendedoras viajantes de diversos puntos del país, por intermedio de un muestreo no probabilístico, dentro de la modalidad denominada por conveniencia y a través del método de contacto personal. La muestra ha sido tomada en las Asociaciones de base de la Federación Única de Viajantes de la República Argentina (FUVA) y en las Delegaciones de la Asociación de Viajantes Vendedores de la República Argentina de Industria, Comercio y Servicios. Esta encuesta sin embargo debió ser completada con una herramienta imprescindible: entrevistas personales orientadas por el entrevistador a la búsqueda de la información diferencial requerida que han permitido profundizar en el análisis sobre los puntos que nos parecen de relevancia por presencia, ausencia o por haber evaluado la incompatibilidad de algunas respuestas que a ellos se refieren, lo que será adjuntado en el trabajo final. La muestra relevada fue de un total de 208 vendedores viajantes, de los cuales 43 de los entrevistados fueron del género femenino, es decir un 21% sobre el total, cifra esta que es casi coincidente con el padrón de afiliados a la F.U.V.A.y se encuentra compuesta de acuerdo con la siguiente distribución geográfica: Localidad Provincia Ciud. Aut. de Bs. As. Cantidad de Viajantes 71 Córdoba Córdoba 24 La Plata Buenos Aires 18 Mar del Plata Buenos Aires 13 Mendoza Mendoza 17 Quilmas Buenos Aires 14 Rosario Santa Fe 22 Santa Fe Santa Fe 11 Trelew Chubut Tucumán Tucumán 8 10 Campo de Aplicación de los resultados: La transferencia de esta investigación será a través de la presentación de la misma ante las autoridades de la Red Social FUVA, para que puedan a partir de los hallazgos generar recomendaciones, planificar acciones de prevención que le permitan a las trabajadoras mejorar su calidad de vida, evitar accidentes y reducir el padecimiento de enfermedades. En definitiva sensibilizar con el fin último de llevar a la práctica cotidiana las conclusiones que en este marco teórico se obtengan. A su vez, la investigación será trasladada al ISASAVV, para que dicho instituto pueda realizar su aplicación posterior. Análisis de los aspectos más destacados de la encuesta La encuesta se realizó tomando una muestra sobre la base de 208 personas que se desempeñan en la profesión de viajantes vendedores, de las cuales 43 (21%) eran del sexo femenino, cifra este que se acerca al 25% del total de vendedoras que se encuentran registradas en el padrón de F.U.V.A., siendo la edad promedio de la población encuestada de 39 años. En cuanto a la antigüedad en el desarrollo de la actividad, las viajantes encuestadas en el 47% de los casos registran de 1 a 3 años de antigüedad de trabajo en el rubro, en tanto que en el 28% de los casos registran entre 4 y 7 años, el 16% posee entre 8 y 15 años y el 9% cuenta con más de quince años, lo que demuestra una diferencia con la encuesta general, en cuanto a que allí se evidencia una mayor estabilidad y continuidad en desempeño de su profesión debido a que en el 23% de los casos registran entre ocho a quince años de trabajo en el rubro, en tanto que el 36% cuentan más de quince años. Respecto de la distribución por grandes ramas de actividad en la que estas trabajadoras se concentran, pudo establecerse que en el 53% de los casos se desempeñan en la venta de productos, el 33% en la venta de servicios y el 14% restante comercializan tanto productos como servicios, cifras estas que son similares a la de la encuesta general. Con referencia al nivel de estudios, se verifica que las viajantes tienen en un 39% estudios secundarios, destacándose que el 26% ha cursado estudios terciarios y el 30% de nivel universitario, teniendo sólo el 5% de la población encuestada estudios primarios. De estos datos se desprende el alto grado de educación formal que en su mayoría califica a esta población. Esto si se lo compara con la encuesta llevada a cabo de carácter general, se destaca que las viajantes poseen un mayor nivel de estudios superiores (56% entre estudios terciarios y universitarios), destacándose el 30% de nivel universitario frente a el 17% de igual modalidad visto en la esa encuesta general. En cuanto a la modalidad de relación laboral en la que llevan adelante su actividad, el 84% dice estar en relación de dependencia, el 8% es monotributista o vendedor libre y el otro 8% participa de ambas modalidades, cifra coincidente con los resultados obtenidos de la encuesta general. Referido a la cobertura por el sistema de aseguradoras de trabajo, se respondió en el 77% de los casos de manera afirmativa respecto a la inscripción en alguna de las administradoras de estos riesgos y en un 23% de manera negativa, datos que son similares a los revelados en la encuesta general. Vinculando estas últimas cifras comparativamente con los que se desprenden de las respuestas anteriores, nos estarían dando indicios de la existencia de trabajadores no registrados. En relación al tiempo que las trabajadoras dedican a su actividad laboral en horas por día, se pudo establecer que el 49% trabaja más de ocho horas diarias y sólo el 26% en jornadas de ocho horas. El 25% restante manifiesta hacerlo en actividades de menos de ocho horas por día. En este punto y con referencia a la encuesta general, el 66% de los entrevistados respondió que trabaja más de ocho horas por día. En cuanto a la extensión de los días de trabajo por semana, se determinó que el 75% de las viajantes encuestadas tienen una semana laboral de cinco días, mientras que el 14% de ellos la prolonga a seis días. En los extremos, el 7% declara trabajar siete días a la semana y el 2%, cuatro días en igual lapso. El análisis de ambas informaciones sobre carga horaria y días de trabajo semanales, indica que un significativo porcentaje de los compañeros viajantes, desempeñan sus labores aproximadamente durante 8,26 horas cada día y 5,20 días por semana, resultando un promedio de 42,95 horas por semana de actividad. Como se advierte, un grupo numéricamente importante de la muestra, habitualmente excede la jornada legal máxima de trabajo de ocho horas. De acuerdo al análisis, se puede verificar que las vendedoras trabajan en promedio 11,76 horas menos por semana, en comparación con lo que se ha expresado en el trabajo general, ya que en éste último la encuesta arrojó un promedio de trabajo por semana de 54,71 horas. Cuando debieron evaluar la seguridad que le asignan a su trabajo en relación a la exposición a los riesgos (es decir, si entiende que su trabajo es seguro), las respuestas afirmativas fueron sólo del 35%, en tanto que el 65% respondió de manera negativa. Estos datos hablan por sí solos eximiéndonos de todo comentario, y si lo confrontamos con lo expresado en la encuesta general, allí sólo el 51% respondió que su trabajo no es seguro, por lo que debe destacarse la percepción que tienen la vendedoras sobre el punto en análisis. Con referencia al detalle de cuál es la percepción de riesgos a los que reconocen estar expuestos las viajantes, se pudo establecer que en primer término se encuentran los robos, luego los accidentes en la vía pública sin vehículo, en tercer lugar los accidentes en los ámbitos en los que realizan las visitas a sus clientes, en el cuarto los accidentes en la vía pública con vehículo, y por último las enfermedades por trastornos alimenticios. Estos datos pueden compararse con la encuesta realizada en el año 2002 en la Investigación sobre Riesgos Derivados del Trabajo en Viajantes Vendedoresi, en la que el resultado de la muestra indicaba que el mayor riesgo al que se estaba expuesto era el de accidentes de trabajo, seguido por el de resultar víctimas de delincuencia o robos. Esta percepción pone de manifiesto un cambio en la problemática social, habiendo cobrado vigencia un riesgo antes no percibido como relevante. Con referencia a la pregunta cuántos accidentes laborales ha sufrido durante su tiempo de trabajo como viajante, las vendedoras han respondido “ninguno” en un 56% de los casos, 2 a 3 en el 12% de las veces y sólo 1 en el 16% de las veces, siendo estas cifras similares a la de la relevada en la encuesta general. Es por la índole misma de la actividad de central importancia, analizar cómo efectúan sus traslados estas trabajadoras. El medio de transporte más utilizado a este fin por las vendedoras para realizar sus actividades, es el colectivo u ómnibus en el 40% de los encuestados, lo que sumado al 10% que realiza sus tareas usando el tren y el 24% indican que lo realizan a pie, hacen que en total el 74% no utilicen vehículos conducidos por ellas. Esta cifra es totalmente diferente a la de la encuesta general, en donde ese 50% estaba dado por el uso del automóvil, contra sólo un 18% de las mujeres que realizan sus actividades con ese medio. Debe destacarse como dato no menor que aparece un 8% de las vendedoras que dicen desplazarse en moto. Los automotores en el 100% de los casos son propios. Es decir que la empresa para la cual desempeñan sus tareas no les proporciona vehículo (guarismos que son similares a los de la encuesta general). El parque automotor de estas trabajadoras tiene entre seis y nueve años de antigüedad en el 43% de los casos, siendo solamente el 19% de los vehículos nuevos o de un modelo que no supera un año de antigüedad, y el 25% entre dos y cinco años y el 13% más de 10 años. Sabemos que el uso del vehículo de manera intensiva incrementa el riesgo de accidentes por la frecuencia estadística, pero además una serie de factores vinculados con el modo de relacionarse con la utilización de los vehículos, aumenta progresivamente esta circunstancia, a saber: - Reconociéndose al cinturón de seguridad como un vital elemento de protección en el automóvil, se ha producido un cambio de comportamiento que demuestra una toma de conciencia para las trabajadoras de nuestra área y convirtieron su aplicación cotidiana en un cambio de conducta como una modificación positiva. Todavía existe un 9% de ellas que sólo usan el cinturón de seguridad en rutas y un 9% que no lo hace en ningún momento. De todas formas, debe destacarse que las cifras enunciadas muestran un incremento en cuanto a su utilización, si se las compara con las del relevamiento del año 2002ii, ya que allí reconocían su uso en el 43% de los casos, frente a la respuesta afirmativa actual del 82% de los encuestados. - Cuándo no se realiza un mantenimiento programado. Sólo en el 19% de los casos que se han relevado se pone de manifiesto esta conducta de omisión; mientras que el 81% restante realiza el mantenimiento de su automóvil de acuerdo a lo indicado en los manuales, cifras coincidentes con los resultados que se observan en la encuesta general. - Toda vez que las viajantes declaran en un 13% (en la encuesta general era del 56%) de los casos que conducen indistintamente el automóvil durante el día como por la noche, incrementando el riesgo cuando se conduce en horarios nocturnos. Aquí se indaga sobre las actitudes de las viajantes cuando deben optar entre continuar con sus tareas o detenerse para entregarse al necesario descanso. Frente a estas cuestiones, las interrogadas responden que cuando sobreviene el sueño o el cansancio, siguen conduciendo en el 19% de los casos, mientras que el 56% se detiene, descansa un breve período y luego continúa y sólo el 25% de las entrevistadas se detienen por un largo período a descansar. A su vez, consultadas las viajantes acerca de cuál es la actitud que toman cuando deben realizar un viaje por ruta luego de un día de mucho trabajo y tensión, las respuestas fueron, en el 19% de los casos que realiza el viaje de todas formas, en un 31% que lo realiza de todas formas en función de la planificación de su trabajo y el 50% indicó que pospone el viaje en cuestión. Estos dos análisis demuestran la existencia de un alto riesgo potencial de sufrir accidentes de tránsito, a causa de estar conduciendo en condiciones inadecuadas de descanso. Resta evaluar si esta decisión obedece a la agenda de trabajo organizada por las vendedoras en la búsqueda de alcanzar los objetivos que se trazan, o si es impuesta por el imperativo de los empleadores. Las cifras mencionadas son prácticamente coincidentes o muy cercanas en comparación a aquellos resultados que se han obtenido de la encuesta llevada a cabo de carácter general ya mencionada. - Otro punto de análisis vinculado con el manejo de vehículos se relaciona con la ingesta alcohólica. Frente a esa cuestión, es decir frente a la pregunta “Durante su jornada laboral, ¿ingiere bebidas alcohólicas?”, la respuesta fue contundente, ya que el 100% afirmó “no beber” (casi idéntica respuesta generada en la encuesta de carácter general). En este punto es válido recordar lo que se ha respondido en la encuesta realizada en el trabajo de investigación sobre riesgos del trabajo oportunamente citadoiii, en el que frente a la pregunta “¿bebe?”, el 50% contestó de manera afirmativa y el otro 50% de forma negativa. Pero con referencia a poder establecer en qué momento ingiere bebidas alcohólicas, la interpelación “en general bebe en”, mostró que el 7% lo hace durante el almuerzo, el 43% en las reuniones con los clientes y el 50% en la cena. Esto permite establecer que un porcentaje mayor de personas de las que lo admiten, consumen bebidas alcohólicas durante su jornada laboral. Si se tiene en cuenta que un 26% de los encuestados se traslada conduciendo un vehículo, se podría ver incrementado el riesgo de accidentes de tránsito. Por otra parte se pudo establecer que el 51% de las encuestadas fuman; cifra que si se compara con el trabajo de investigación realizado en 2002, muestra una mayor tendencia al hábito de fumar que tienen las mujeres viajantes. Esta cifra es mayor casi un 20% respecto del trabajo de la investigación ya mencionada del año 2002iv, en el que el 30% afirmó fumar. De ellos, el 32% fuma de diez a veinte cigarrillos por día, el 50% de uno a diez cigarrillos diarios y el 18 % de veinte a cuarenta unidades al día. Estos guarismos, evidencian que las viajantes, se encuentran por sobre de la media del porcentaje de adultos fumadores de acuerdo a lo establecido por el Ministerio de Salud. Según cifras brindadas por el Ministerio de Salud de la Nación, el 33,5% de los adultos fuman, lo que denota un porcentaje similar al que surge del relevamiento realizado en el presente estudio. Según este organismo público, más de cuarenta mil personas mueren cada año (cien por día) a causa del tabaco, siendo que entre ellas, seis mil pierden la vida por efectos o como consecuencia del humo de tabaco ambiental. En acciones médicas se invierten elevadas cantidades para atender enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillos, equivalentes al 15.5% del gasto total de salud en el país. Las causas de muerte más frecuentes generadas por el consumo del tabaco devienen de enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratoriasv. Es por ello que el no fumar ayuda a proteger la salud de los trabajadores, reduce el ausentismo, aumenta la productividad y mejora la satisfacción del personal que no participa del hábito. A su vez, los espacios 100 % libres de humo, reducen la aceptabilidad social del fumar, disminuyen el consumo por parte de los fumadores y promueven el abandono del tabaquismo. Además se reducen los riesgos de accidentes, los incendios y el deterioro de las instalaciones y equipos a causa del humo en los interiores, incidiendo directamente en el medio ambiente laboral. Comenzando el segmento referido a los controles de salud, los viajantes consultados responden a la pregunta “¿se ha realizado últimamente algún control oftalmológico?”. En un 51% contestaron de manera negativa y el 49% de manera afirmativa, de los cuales sólo el 5% no ha implementado el uso de lentes que le han sido prescriptos por el oftalmólogo. Si esto se analiza dentro del marco de la conducción de vehículos, se aprecia que pueden surgir riesgos de accidentes. En el trabajo y evaluación efectuados por el Instituto de Investigación Docencia y Desarrollo (IDID) en el año 2002vi, los resultados reflejaron cifras similares a las actuales, debido a que el 50% de las personas se había realizado un control oftalmológico últimamente y el 50% no lo había hecho. Respecto a la frecuencia con la que se realizan chequeos médicos las viajantes vendedoras, se pudo establecer que el 23% de las encuestadas no los llevan a cabo de manera periódica; pero debe destacarse que el 77% de las viajantes respondió afirmativamente a esa pregunta. De este porcentaje, el 58% realiza chequeos médicos anualmente, el 27% lo hace cada seis meses, y en el 15% de los casos efectúan esos controles médicos preventivos con una periodicidad de entre un año y medio y dos años. Por lo que puede destacarse que las trabajadoras son proactivas frente a la prevención en medicina, coincidiendo con la opinión vertida por lo población de la muestra del trabajo general. El conjunto de preguntas que seleccionamos para averiguar datos acerca de qué carga psíquica soportan nuestras encuestadas, nos permitió conocer en primer término cómo reconocen sentirse al comenzar diariamente su actividad. En este sentido expresan encontrarse muy activas en el 57% de los casos, otro 16% dijo sentirse emocionalmente agotada, un 9% fatigada físicamente y finalmente, el 16% señaló que siente tanto agotamiento emocional como físico, existiendo sólo un 2% que no ha podido reconocer su condición en este momento de la jornada. Advertimos entonces que un 41% expresa alguna forma de padecimiento; esto significa casi un 10% más de quejas en cuanto a la problemática en análisis de parte de las mujeres con referencia a la encuesta general. Lo que a nuestro juicio evidencia la presión laboral que se manifiesta tanto en forma de extenuación física como psíquica, teniendo la mujer un reconocimiento más inmediato del tema por las propias características del género femenino, ya que los varones tienen naturalmente mayor dificultad para poder expresarse. La particularidad que nuestras trabajadoras estén regidas por la remuneración por rendimiento, incluye dentro de los factores vinculados con la carga psíquica, el tratamiento del tema salarial. Pudo establecerse que el 72% de las encuestadas entienden que su nivel de remuneración es variable o sumamente variable, el 19% señala que su salario es relativamente estable y sólo el 9% aprecia que su nivel de remuneración es estable, a diferencia de la encuesta general en la cual se puede apreciar que el 56% de las encuestados entienden que su nivel de remuneración es variable o sumamente variable, el 20% señala que su salario es relativamente estable y el 15% entiende que su nivel de remuneración es estable. Aquí se evidencia muy claramente que las trabajadoras viajantes conocen que, en esencia, su remuneración es a resultado, aunque admiten que las variaciones que se pueden producir en ella, a un importante porcentaje les crean incertidumbres. A su vez, se indagó a las viajantes acerca de cómo se relaciona el esfuerzo invertido con el logro de la remuneración conseguida. En este caso, el 56% afirmó que entienden que su nivel de remuneración depende totalmente de su propio esfuerzo; el 14% dice que sólo es en parte suya y el 26% señala que es en parte de los otros. Hay un 4% que dice que depende totalmente de los otros. Finalmente se quiso conocer cuál es el nivel de satisfacción de las viajantes vendedoras frente al logro de los objetivos personales en el trabajo diario. Con referencia a ello, pudo establecerse que el 56% de las viajantes afirman haber conseguido relativamente sus objetivos, el 19% ha conseguido los objetivos que se ha fijado, el 16% entiende que no ha conseguido los objetivos por el momento y el 9%, de manera contundente, indica que no ha conseguido alcanzar sus objetivos. Confiamos con esta investigación haber podido distinguir los principales riesgos que las viajantes vendedoras encuentran en el desempeño de su labor. En un afán de plantearlos acorde con su relevancia, consideramos que el tradicionalmente tenido en cuenta, referido a la exposición a la que son objeto por su preponderante modalidad de traslado, se ha visto incrementado por la emergencia vial y por el ritmo impuesto a las tareas. Detectamos que producto de los cambios sociales, ser víctima de un robo es para ellas el mayor riesgo que enfrentan. De lo que no nos cabe dudas, es que para la viajante vendedora hay un conjunto de factores que por la modalidad y las características del desarrollo de la actividad, generan la aparición del estrés mórbido y de la violencia laboral, expresados en múltiples formas, que no hacen más que realimentarse en un circuito que debemos analizar para romper a favor de la salud de nuestras trabajadoras en un sentido integral. Por último, este equipo advierte que la ecuación cuyos términos son estabilidadremuneración-esfuerzo-satisfacción profesional, es la situación de mayor inseguridad para su salud en la vida laboral. GRAFICOS ESTADISTICOS 1. Edad Promedio: 39 años 2. ¿Cuál es su nivel de estudios? ¿Cuál es su nivel de estudios? Universitario 30% Primario 5% Secundario 39% Primario Secundario Terciario 26% Terciario Universitario 3. ¿Cuál es su antigüedad como viajante? ¿Cuál es su antigüedad como viajante? 8 a 15 años 16% 4 a 7 años 28% Más de 15 años 9% 1 a 3 años 47% 1 a 3 años 4 a 7 años 8 a 15 años Más de 15 años 4. Actividad actual: Actividad actual Venta de Productos y Servicios 14% Venta de Servicios 33% Venta de Productos 53% Venta de Productos Venta de Servicios Venta de Productos y Servicios 5. Es vendedora: Es vendedora: Ambos 8% “Libre” o Monotributista? 8% “Libre” o Monotributista? En relación de dependencia? 84% En relación de dependencia? Ambos 6. ¿Se encuentra cubierta por una ART? ¿Se encuentra cubierta por una ART? No 23% Si 77% Si No 7. ¿Cuál es su ámbito de trabajo? ¿Cuál es su ámbito de trabajo? Buenos Aires e Interior del País 4% Gran Buenos Aires 45% Interior del País 22% Ns / Nc 2% Ciudad Autónoma de Buenos Aires 27% Ciudad Autónoma de Buenos Aires Gran Buenos Aires Buenos Aires e Interior del País Interior del País Ns / Nc 8. ¿Cuántas horas trabaja por día? ¿Cuántas horas trabaja por día? 10 a 12 9% 6 hs. 16% 6 a 8 hs 9% 6 hs. 8 a 10 hs 40% 6 a 8 hs 8 hs 26% 8 hs 8 a 10 hs 10 a 12 9. ¿Cuántos días trabaja por semana? ¿Cuántos días trabaja por semana? 7 días 7% 6 días 14% 2 días 2% 3 días 0% 2 días 4 días 2% 3 días 5 días 75% 4 días 5 días 6 días 7 días 10. ¿Ud. cree que su trabajo es seguro? ¿Ud. cree que su trabajo es seguro? No 65% Si 35% Si No 11. ¿Qué medio de transporte que utiliza para realizar su trabajo? ¿Qué medio de transporte utiliza para realizar su trabajo? Tren 10% Colectivoómnibus 40% A pie 24% Automóvil Moto 8% Colectivo- ómnibus Tren Automóvil 18% A pie Moto 12. De utilizar vehículo, indique ¿cuál es la antigüedad del mismo? De utilizar vehículo, ¿cuál es la antigüead del mismo? 2 – 5 años 25% 6 – 9 años 43% 0 – 1 años 0 – 1 años 19% 10 años o más 13% 2 – 5 años 6 – 9 años 10 años o más 13. Las necesidades de su trabajo la hacen conducir: Las necesidades de su trabajo la hacen conducir: De Día 87% Por la Noche 0% Ambos 13% De Día Por la Noche Ambos 14. ¿El vehículo es propio o de la empresa? ¿El vehículo es propio o de la empresa? Propio 100% De la Empresa 0% Propio De la Empresa 15. ¿Le realiza mantenimiento programado al vehículo? ¿Le realiza mantenimiento programado al vehículo? No 19% Si 81% Si No 16. ¿Realiza operaciones de carga y descarga de mercadería desde su vehículo? ¿Realiza operaciones de carga y descarga desde su vehículo? Si 19% Si No No 81% 17. En caso de contestar afirmativamente la pregunta anterior, las operaciones de carga y descarga, ¿por qué lado del vehículo las realiza? Las operaciones de carga y descarga, ¿por qué lado del vehículo las realiza? Por el lado mas alejado de la vereda 0% De manera indistinta 67% Por el lado mas cercano a la vereda 0% Por la parte posterior 33% Por la parte posterior Por el lado mas cercano a la vereda Por el lado mas alejado de la vereda De manera indistinta 18. Realiza esfuerzos físicos de carga o descarga de bultos o mercadería Realiza esfuerzos físicos de carga o descarga de mercadería Si 9% NS / NC 30% No 61% Si No NS / NC 19. Si realiza su actividad en automóvil: ¿utiliza cinturón de seguridad? Si realiza su actividad en automóvil, ¿utiliza cinturón de seguridad? No, nunca 9% Sí, en rutas o autopistas 9% Sí, siempre 82% Debería usarlo 0% NS / NC 0% Sí, siempre No, nunca Sí, en rutas o autopistas Debería usarlo NS / NC 20. ¿Qué hace cuando siente cansancio o sueño mientras está conduciendo? ¿Qué hace cuando siente cansancio o sueño mientras está conduciendo? Se detiene descansa un breve período y luego continúa 56% Sigue conduciendo Sigue conduciendo 19% NS / NC 0% Se detiene por un largo período a descansar 25% Se detiene descansa un breve período y luego continúa Se detiene por un largo período a descansar NS / NC 21. Ud. Debe realizar un viaje por ruta luego de un día de mucho trabajo y tensión. Señale, ¿cuál es su actitud? Ud. debe realizar un viaje por ruta luego de un día de mucho trabajo y tensión. Señale cuál es su actitud Lo realiza de todas formas en función de la planificación de su trabajo 31% Realiza ese viaje 19% Realiza ese viaje Pospone ese viaje Pospone ese viaje 50% Lo realiza de todas formas en función de la planificación de su trabajo 22. ¿Ha tenido accidentes en la vía pública durante su jornada de trabajo? ¿Ha tenido accidentes en la vía pública durante su jornada de trabajo? NS / NC 9% Si 26% No 65% Si No NS / NC 23. ¿Cuántos accidentes laborales ha sufrido durante su tiempo de trabajo como viajante? ¿Cuántos accidentes laborales ha sufrido durante su tiempo de trabajo como viajante? NS / NC 14% 1 16% 2a3 12% 1 3a5 2% Ninguno 56% 2a3 3a5 Más de 5 0% Más de 5 Ninguno NS / NC 24. ¿Fuma? ¿Fuma? No 49% Si 51% Si No 25. Cuántos cigarrillos fuma por día? ¿Cuántos cigarrillos fuma por día? 20 a 40 18% 10 a 20 32% 1 a 10 50% Más de 40 0% 1 a 10 10 a 20 20 a 40 Más de 40 26. ¿Durante su jornada laboral, ingiere bebidas Alcohólicas? ¿Durante su jornada laboral ingiere bebidas alcohólicas? Si 0% No 100% Si No 27. En caso de responder afirmativamente la pregunta anterior, marque las bebidas que bebe normalmente: NO CORRESPONDE 28. Referido a la pregunta anterior, ¿cuántos vasos bebe aproximadamente al día? NO CORRESPONDE 29. En general bebe en: En general bebe en: El almuerzo 7% Las reuniones con clientes 43% La cena 50% El almuerzo La cena Las reuniones con clientes 30. ¿Realiza chequeos médicos de forma periódica? ¿Realiza chequeos médicos en forma periódica? No 23% Si No Si 77% 31. ¿Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, por favor, indique con qué frecuencia? 6 meses Sólo cuando tiene alguna dolencia? 0% 2 años 3% 1 año y medio 12% 1 año 1 año y medio NS / NC 0% 2 años 6 meses 27% Sólo cuando tiene alguna dolencia? NS / NC 1 año 58% Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa: por favor indique con qué frecuencia. 32. ¿Se ha realizado últimamente algún control oftalmológico? ¿Se ha realizado últimamente algún control oftalmológico? No 51% Si 49% Si No 33. Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, de haberle sugerido el uso de lentes, ¿lo ha implementado? Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, de haberle sugerido el uso de lentes, ¿lo ha implementado? NS / NC 5% No 5% Si 90% Si No NS / NC 34. Consigne a qué riesgos se encuentra expuesta en su tarea habitual, indique un orden de importancia comenzando por el que considera más riesgoso con el número 1: 1º. 2º. 3º. 4º. 5º. Robos Accidentes en vía pública sin vehículo Accidentes en los lugares en los que realiza su venta (clientes) Accidentes en vía pública con vehículo Enfermedades por trastornos alimenticios 35. Antes del inicio de su actividad laboral Ud. se siente: Antes del inicio de su jornada laboral Ud. se siente: Emocionalmente agotado 16% Fatigado físicamente 9% Ambas sensaciones. 16% Emocionalmente agotado Fatigado físicamente Ambas sensaciones. Muy activo NS / NC 2% Muy activo 57% NS / NC 36. Entiende que su nivel de remuneración es: Entiende que su nivel de remuneración es: Relativamente estable. 19% Estable. 9% NS / NC 0% Sumamente variable 14% Estable. Variable. 58% Relativamente estable. Variable. Sumamente variable NS / NC 37. Entiende que su nivel de remuneración depende: Entiende que su nivel de remuneración depende: En parte suya 14% En parte de los otros 26% Totalmente de los otros. 4% NS / NC 0% Totalmente de su esfuerzo 56% Totalmente de su esfuerzo Totalmente de los otros. En parte suya En parte de los otros NS / NC 38. Con respecto a su trabajo cotidiano, entiende que: Con respecto a su trabajo cotidiano, entiende que: No ha conseguido sus objetivos 9% Ha conseguido relativamente sus objetivos. 56% NS/NC 0% No ha conseguido los objetivos por el momento 16% Ha conseguido los objetivos que se ha fijado 19% Ha co nseguido lo s o bjetivo s que se ha fijado No ha co nseguido lo s o bjetivo s po r el mo mento Ha co nseguido relativamente sus o bjetivo s. No ha co nseguido sus o bjetivo s NS/NC ENTREVISTAS PERSONALES ENTREVISTAS PERSONALES Con el objeto de poder comprender mejor la problemática de la mujer en el ámbito laboral, se han realizado veintitrés entrevistas en profundidad con vendedoras viajantes de diversos puntos del país durante el año 2008. Concepto de Entrevista en Profundidad: Las entrevistas profundas son una forma no estructurada e indirecta de obtener información, pero a diferencia de las sesiones de grupo, estas entrevistas se realizan con una sola persona. Este tipo de técnica en la investigación puede tener una duración de 30 minutos hasta más de una hora, dependiendo del tema y la dinámica de entrevista. Para ello se requiere la habilidad de un entrevistador que provoque un ambiente de confianza con el entrevistado a fin de que hable con libertad de sus actitudes, creencias, sentimientos y emociones, manteniendo el entrevistador la línea directriz acerca del tema objetivo. Dentro de una entrevista de estas características es posible combinar técnicas proyectivas (las cuales no se han utilizado en el presente trabajo) a fin de profundizar en algún tema o de obtener respuestas que muchas veces el entrevistado no está dispuesto en forma racional y espontánea a proporcionar. La entrevista debe ser realizada en una atmósfera tolerante, en la que exista libertad para que la persona se exprese sin temor a la desaprobación o la discusión y esté destinada a ofrecer una imagen amplia (profunda) de los sentimientos, creencias y motivaciones del sujeto entrevistado. La entrevista en profundidad es quizás, la técnica más utilizada para obtener información o saber que opina la gente. Está conformada por un entrevistado y un entrevistador, la que ha sido usada y sigue siendo empleada para múltiples propósitos y por una variedad de ámbitos: abogados para obtener información de los clientes, médicos para aprender acerca de sus pacientes, funcionarios o profesores determinan la conveniencia de los estudiantes para las escuelas, departamentos, etc. Como técnica de investigación, la entrevista, abarca diversas dimensiones: amplía y verifica el conocimiento científico, obtiene o posibilita llevar la vida diaria del ser humano al nivel del conocimiento y elaboración científica y permite la reflexión del entrevistado de “ese algo” —objeto del estudio—, que quizás no tenía sistematizado o “concientizado”. CARACTERISTICAS DE LAS ENTREVISTADAS Para este estudio se han realizado veintitrés entrevistas en profundidad a vendedoras viajantes de las siguientes provincias y localidades de Argentina. Provincia / Localidad Ciudad Autónoma de Bs. As. Córdoba Entre Ríos Buenos Aires Mendoza San Luis Santa Fe Salta • Edad promedio: 46 años • Antigüedad promedio como viajante: 17 años • Es vendedora actualmente de: Vende Actualmente 4% 4% 4% 27% Servicos de Salud 17% 0% 17% 27% Productos Alimenticios Productos de Cosmética Productos Textiles Artiuclos de Perfumería y Limpieza Automóviles NS/ NC ANALISIS DE LOS RESULTADOS Los resultados encontrados en el análisis de las veintitrés entrevistas (de acuerdo a la percepción de cada una de las viajantes) permiten plantear los siguientes aportes. 1. Actitud de la mujer frente al trabajo: en general las entrevistadas han señalado que la mujer tiene una mejor actitud hacia la venta ya que una vendedora: a. genera más confianza b. llega más fácilmente al cliente c. es más creíble d. es más paciente con el cliente e. es más perseverante con el cliente f. es más sincera con el cliente g. brinda más seguridad en lo que vende h. es mejor negociadora i. tiene más carisma para vender j. tiene más habilidad que el hombre para vender k. tiene mejor adaptabilidad frente al cliente l. es más persuasiva m. es más diplomática n. es más prolija / más minuciosa y está más en el detalle 2. Actitud de discriminación del hombre hacia la mujer: de las veintitrés entrevistadas siete de ellas han señalado se discriminadas dentro del ámbito laboral por trabajadores varones, por su condición de mujer. 3. Presión laboral sobre la mujer: de las entrevistas surgen dos opiniones coincidentes, en las que han manifestado que se ejerce mayor presión laboral sobre la mujer, debido en muchos casos a la necesidad de conservar el puesto. 4. Posibilidades de crecimiento en el trabajo: se han registrado siete respuestas que señalaron la dificultad existente para que la mujer llegue a ocupar cargos de relevancia dentro de las empresas. Señalan que en general que estos cargos son detentados por hombres. Por lo tanto entienden que la mujer tiene pocas probabilidades de ocupar cargos de mayor jerarquía dentro de las organizaciones o subir dentro de la escala jerárquica, lo que implica discriminación. 5. Acoso sexual en el ámbito de la empresa: cuatro de las entrevistadas han declarado haber sido víctimas de acoso sexual por parte de jefes o compañeros de trabajo. En algún caso le ha sido muy dificultoso poder expresarlo en el momento en el que sucedió el hecho, dentro de la empresa y su grupo de pertenencia. 6. Acoso sexual por parte de clientes: es un tema grave ya que once de las veintitrés entrevistadas han revelado haber sido acosadas por clientes. Pero es de destacar que muchas de las viajantes pudieron resolver la cuestión ayudadas por sus propios jefes o compañeros de trabajo. 7. Actitud de discriminación por condición de madre: se ha encontrado en cinco entrevistadas que las mismas habían sido discriminadas y/o presionadas por su condición de madre soltera o divorciada, en tanto y en cuanto a cargo del hogar monoparental se encuentran más necesitadas de conservar la estabilidad laboral, al tiempo de ser más requeridas en el ámbito doméstico. 8. Avasallamiento sobre la cartera de clientes: varias de las entrevistadas han señalado que se han cercenado sus derechos sobre la cartera de clientes que han desarrollado. Esto se realiza con diferentes modalidades entre las cuales se destaca el cambio de zona de las vendedoras una vez que han desarrollado los clientes y consolidado la zona. Consideraciones Finales: Para llevar adelante este enfoque hombres y mujeres deberán aceptar la responsabilidad de cambiar las relaciones de género. En cuanto a los intereses específicos son un reflejo de sus condiciones de vida, los hombres deberían tener los mismos intereses si comparten las mismas condiciones de vida: es necesario para ello que ambos modifiquen su posición subjetiva compartiendo de manera diferente el escenario familiar y doméstico (que a veces a la mujer también le cuesta compartir). La revolución sexual ha sido incompleta: las mujeres inundaron el mercado laboral pero no se ha enfrentado el cambio en forma completa. Cambian las leyes pero es más lento el cambio de las mentalidades. El progreso es lento y requiere tanto esfuerzo adicional por parte de las mujeres que muchas experimentan una fatiga histórica. Además que algunos cargos como por ejemplo, las áreas que destinan sus esfuerzos a los temas de igualdad de oportunidades estén ocupadas por mujeres, nos da cuenta de que sigue siendo un tema de ellas y no de interés de todos. Es muy difícil aún cambiar la cultura de las empresas que es el reflejo de una cultura más extensa y que los directivos comprendan la necesidad de equilibrar trabajo y familia. Aquellas mujeres que logran ser más productivas en su trabajo deben ser proactivas e intentar promover estos cambios ya que benefician a ambas partes. BIBLIOGRAFIA i Instituto de Docencia, Investigación y Desarrollo (IDID) – F.U.S.A. - Investigación sobre Riesgos Derivados del Trabajo en Viajantes-Vendedores – Bs. As. – 2002 ii Op. Cit. Nota 1 iii Op. Cit. Nota 1 iv Op. Cit. Nota 1 v Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación. vi Op. Cit. Nota 1