4.º 1.ª (CS-ETP) Economía El pensamiento económico (I) UNIDAD DIDÁCTICA N.º 2: Apuntes teóricos y actividades (primera parte) Las cuestiones económicas siempre han sido una preocupación para el ser humano. La manera de enfocarlas, las preguntas formuladas al respecto y las respuestas logradas fueron variando a lo largo del tiempo. Esta unidad se propone sintetizar las principales ideas económicas surgidas hasta Marx, y observar su evolución, agregando simultáneamente algunos conceptos básicos de la disciplina. Escuela de Educación Técnica n.º 2 «Canónigo Narciso Goiburu» 2010 Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Contenidos conceptuales (primera parte) ¿Cuándo se empezó a discutir sobre economía? Estado versus mercado: mercantilismo y fisiocracia; mercantilismo: la quimera del oro; fisiocracia: los primeros economistas. Adam Smith: el padre de la economía política; la división del trabajo; el mercado; la mano invisible. El librecambio en el comercio internacional: David Ricardo y las ventajas comparativas; la renta diferencial de la tierra; la teoría de las ventajas comparativas en el comercio exterior. Marx: el capital y el trabajo; la teoría de la plusvalía; la mercancía; el dinero; la plusvalía. ¿Cuándo se empezó a discutir sobre economía? El ser humano siempre estuvo preocupado por resolver los problemas de la vida material. «¿Qué comeremos en el invierno?»; «¿Qué beberemos en las épocas de sequía?»; «¿Con qué nos vestiremos?»; «¿Dónde habitaremos por las noches?»; «¿Cómo sembraremos y criaremos el ganado?»… Las primeras preguntas se referían a las técnicas de producción y a las correspondientes formas organizativas. P. ej., si como respuesta a la necesidad de contar con agua en épocas de sequía se resolvía almacenarla, ello requería construir reservorios, lo que, a su vez, demandaba un saber técnico especial. «¿Es justo que me cobren un interés al devolver un préstamo?»; «¿Cuál es el justo precio al que debo vender algo?»; «¿Cuál es el salario justo para los trabajadores dependientes?»… Este segundo tipo de preguntas, propio de la Edad Media (siglos V a XV), giraba en torno a los principios morales y religiosos de las comunidades. En general, se sostenía que las cuestiones económicas debían subordinarse a un orden superior, dado por la Ética y la Teología. «¿Qué es la riqueza y de dónde proviene?»… En un tercer momento, ciertas personas comenzaron a realizarse planteos apartados de lo meramente técnico y moral-religioso. Esto sucedió entre los siglos XV y XVIII, período en el que surgieron los Estados nacionales modernos en Europa. Contestar aquellas preguntas sobre la riqueza no habría presentado mayores dificultades anteriormente, cuando no existían unidades complejas como las naciones actuales; así, en la Edad Media, la riqueza se percibía como la acumulación de bienes materiales (alimentos, oro, armas, caballos, herramientas…) por parte de los señores feudales. Pero si de unas pocas cosas concretas (los bienes del individuo, la familia o el feudo) y de unidades relativamente pequeñas (el individuo, la familia, el feudo) pasamos a la idea de un Estado, será preciso un mayor grado de abstracción y la elaboración de un concepto teórico. Los primeros en reflexionar sobre ese tema fueron los consejeros de los reyes absolutistas, quienes debían idear soluciones concretas para hacer más poderosos a sus reinos. «¿Con qué recursos armamos el ejército?»; «¿A quién gravamos con impuestos?»; «¿Somos más o menos ricos que tal nación enemiga y, por tanto, más o menos poderosos?»… Tales soluciones se medían en términos de eficacia1, y ya no de contenidos morales o religiosos; de este modo, la Economía se iba independizando de la Moral y de la Teología para lograr posteriormente su plena autonomía. Pensamiento económico: No sistematizado y sistematizado La idea de sistema, hablando de una rama del conocimiento, alude a un conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí, independiente de los pertenecientes a otras disciplinas. Ubicamos el pensamiento económico no sistematizado en la Antigüedad y en la Edad Media, períodos en que la Economía no actuaba como una ciencia independiente, sino integrada a la Moral, la Teología y la Política. En las sociedades de la Antigüedad (israelitas, griegos, romanos…), las actividades económicas, con excepción de la agricultura, no tenían ningún tipo de prestigio, siendo asignadas a los esclavos. Los israelitas plasmaron algunas de sus ideas económicas en el Antiguo Testamento (concepto de Año Sabático 2, Jubileo3, etc.). En 1 Eficacia: Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera. Año sabático: Cada siete años, se dejaba uno sin sembrar ni cosechar, se condonaban las deudas a los hebreos y se liberaban los siervos también hebreos ―sometidos por deudas―. 2 Página 2 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Grecia, las bases de la Economía fueron sentadas por filósofos como Platón (428 a. C. - 347 a. C.) y Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.); su ideal era una economía modesta, restringida, agrícola, que no distrajera a los ciudadanos de sus deberes políticos. Los romanos, quienes también rescataban la agricultura del desprecio hacia las actividades económicas, introdujeron instituciones jurídicas como la propiedad y el contrato, además de legislación agraria. La Edad Media se caracterizó por el teocentrismo4 y el poder eclesiástico. El principal pensador de la época fue Santo Tomás de Aquino (Italia, 1225 - 1274), quien se inspiró en las ideas de Aristóteles. Uno de los grandes cambios fue la dignificación y obligatoriedad del trabajo como medio para alcanzar la felicidad, estableciéndose Jesucristo como modelo de vida ―y particularmente de trabajador―. Aparecieron así los conceptos de salario justo para los trabajadores dependientes (debían ser remunerados según el trabajo que realizaban) y el de precio justo para los independientes (se debía pagar el precio que correspondiera a los bienes o servicios que proveían). Se declaró, asimismo, el derecho a la propiedad privada (resultado del esfuerzo efectuado por el trabajador) y se prohibió ―inicialmente― el interés en los préstamos (usura). El capitalismo se presentaría finalmente como una amenaza al poder hegemónico de la Iglesia y de los señores feudales. La etapa del pensamiento económico sistematizado se inició hacia el siglo XV, cuando surgieron los primeros Estados nacionales en Europa. A partir de entonces, los hechos y procesos económicos pasaron a ser considerados parte de una disciplina independiente: la Economía, separándose de la Moral, la Teología y la Política. Los consejeros de los reyes fueron los primeros en tratar las cuestiones relacionadas con las economías nacionales. Ulteriormente, las escuelas de pensamiento económico ―fisiocracia, economía clásica, etc.― comenzaron la sistematización propia de la ciencia. Estado versus mercado: Mercantilismo y fisiocracia Mercantilismo: La quimera del oro El mercantilismo no constituyó una escuela económica (un movimiento teórico), sino un sistema económico o un cuerpo de medidas ejecutadas por hombres de gobierno. Puede ser entendido como la política y la práctica económica de los Estados nacionales europeos en el período de transición del feudalismo al capitalismo (siglos XVI, XVII y primera mitad del XVIII). Sus orígenes están ligados a la centralización del poder, que alcanza su plenitud con el Estado absolutista. Uno de sus principales difusores fue Antoine de Montchrétien (Francia, 1576–1621) y entre los hombres de gobierno se destaca Jean-Baptiste Colbert (Francia, 1619 - 1683). La preocupación de los mercantilistas giraba en torno a la acumulación de metales preciosos, fundamentalmente oro. Dicho oro debía quedar en manos del propio Estado para lograr un mayor poderío sobre las demás naciones. Había tres vías para obtenerlo: a) Extraerlo de las colonias, como hacía España en América. b) Alcanzar el superávit comercial, vendiendo productos locales en el extranjero (exportaciones) y prohibiendo o restringiendo la compra de producción extranjera (importaciones). c) Recurrir a la guerra y a la piratería. Los mercantilistas dieron origen al proteccionismo y a la intervención del Estado en la economía. Si bien reconocían el papel creciente del mercado, no lo consideraban un libre juego donde todos se beneficiaban, sino uno donde, si se ganaba, era porque el otro estaba perdiendo. Ergo, el Estado tenía que defender la industria y el comercio locales frente a los productores y comerciantes extranjeros. La producción nacional debía cubrir el mercado de consumo interno, que ya no abastecían las importaciones. Las colonias, por su parte, proveían de materias primas y metales preciosos a la metrópoli, a la vez que adquirían los productos elaborados en esta última, teniendo prohibido el comercio con otras naciones. El mercantilismo en el Virreinato del Río de la Plata Durante más de dos siglos la actividad económica del Río de la Plata se rigió por los principios mercantilistas de la corona española. Buenos Aires no tuvo derecho al comercio marítimo sino hasta 1776, cuando surgió el Virreinato del Río de la Plata y la ciudad se convirtió en su sede. Anteriormente, las manufacturas provenientes de España ingresaban en Panamá, viajaban por el Pacífico hasta Lima y de allí llegaban a Buenos Aires por tierra. Esto encarecía tremendamente los productos, pero era la única vía permitida. Fisiocracia: Los primeros economistas 3 Año jubilar o jubileo: Cada cincuenta años, además de dejar descansar la tierra y de liberar a los esclavos israelitas, se devolvían los campos a sus primitivos dueños ―quienes los habían perdido a causa de su endeudamiento―. 4 Teocentrismo: Tendencia que considera a Dios como el centro del universo, por oposición al antropocentrismo. Página 3 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Esta escuela, la primera del pensamiento económico, nació en Francia a mediados del siglo XVIII, teniendo como principal exponente a François Quesnay (Francia, 1694 - 1774). Consideraba que la tierra, mediante la agricultura, era la fuente única de la riqueza de las naciones y que el Estado debía intervenir lo menos posible en la economía, dejando que el sector privado organizara la mayor parte de la actividad económica a través de los mercados. Para los fisiócratas, el único sector económico genuinamente productivo era la agricultura; las restantes actividades, como la industria y el comercio, aunque necesarias, eran estériles y requerían indefectiblemente de las materias primas producidas por la primera. Por ello, estos autores preconizaban la mejora de los sistemas de cultivo para aumentar la productividad agrícola; así los terratenientes recibirían una mayor renta, aumentando la demanda de productos manufacturados y, en consecuencia, la riqueza de la nación. El eje de esta argumentación afirmaba que las sociedades se hallaban regidas por un orden natural (fisio‘naturaleza’ y –cracia ‘gobierno’) dispuesto por Dios y apoyado en leyes universales e inmutables. Por consiguiente, el Estado no podía intervenir más allá del mínimo indispensable para proteger la vida y la propiedad individuales y para mantener la libertad de contratación. Cualquier acción estatal en materia económica trabaría el sutil mecanismo de la sociedad, provocando resultados aun más desfavorables que la situación previa a la intervención. El lema de la escuela fue laissez faire, laissez passer ‘dejad hacer, dejad pasar’, en otras palabras, asegurar la libertad de comercio interior y exterior (librecambio). En síntesis y a diferencia de los mercantilistas, los fisiócratas: explicaron la actividad económica como un todo sujeto a determinadas relaciones y leyes; reflexionaron sobre temas como la circulación, el producto social y la distribución de este último; adhirieron al librecambio, rechazando el proteccionismo; ubicaron la fuente de la riqueza de una nación no en la cantidad de metales preciosos que atesorara, sino en su capacidad de producción, centrada en la agricultura. La fisiocracia en nuestro país El gran fisiócrata argentino fue Manuel Belgrano (Buenos Aires, 1770 - 1820), considerado, además, el primer economista de nuestro país. Como secretario del Consulado de Buenos Aires ―organismo colonial dedicado a fomentar y controlar las actividades económicas―, procuró impulsar y mejorar la agricultura. También se nutrió de la enseñanza liberal de Smith, viendo en la industria una posibilidad de desarrollo que debía complementarse con la agricultura. Adam Smith: El padre de la economía política En 1776, Adam Smith (Escocia, Reino Unido, 1723 - 1790) publica Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, obra que pasa a constituir el núcleo del pensamiento clásico y a sentar las bases de la economía política. Ante el gran incremento en la producción de bienes que experimenta Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII como resultado de la Revolución Industrial, Smith se pregunta, como los mercantilistas y los fisiócratas, acerca del origen de la riqueza de una nación. Su respuesta se construye a partir de dos conceptos claves: 1- la división del trabajo como fuente de productividad y 2- el papel del mercado. La división del trabajo Para Smith, a mayor división del trabajo, mayor productividad 5. Es decir que, si las diversas tareas son distribuidas entre especialistas, se elevará la capacidad de producir cierta cantidad de bienes con un conjunto de recursos dados (mano de obra, máquinas, tiempo). Cada trabajador que se especializa en una determinada función (p. ej., en una fábrica de alfileres: corte del alambre, estiramiento, afilado, etc.), pasa a conocerla en detalle, pudiendo realizarla más rápido y mejor, sin perder tiempo con cambios de actividad. Smith sostiene que esta idea de división técnica del trabajo, aplicable en una fábrica mediante la especialización, puede ser trasladada al conjunto de la economía nacional, logrando la división social del trabajo. Así, si en una comunidad cada individuo se ocupa particularmente de la producción de un determinado bien (ropa, pan, carne, viviendas, etc.) e interactúa con los demás, habrá un ahorro de tiempo y, por ende, más y mejores bienes. Por el contrario, si cada miembro debe procurarse todos los bienes necesarios, sin interactuar con otros, la calidad de los mismos será seguramente baja y se desperdiciará mucho tiempo. 5 Productividad: Relación entre la producción obtenida por un sistema de producción o servicios y los recursos utilizados para obtenerla. Matemáticamente: Productividad = Producción / Recursos. Página 4 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) El mercado En una comunidad con división del trabajo entre sastres, panaderos, carniceros, constructores, etc., resta un problema: cómo distribuir los bienes entre todos. Para Smith, ello debe lograrse mediante el intercambio de mercado. Él señala que el ser humano, a diferencia de otros seres, tiene una propensión natural a hacerlo, contando con «la razón y el habla» necesarios. Los individuos que producen los bienes en los que se especializaron se los ceden a otros no por caridad, sino por interés, a la espera de conseguir un beneficio. Gracias a esos intercambios, la sociedad sale beneficiada. El mercado es, pues, el lugar donde los sujetos intercambian los bienes y donde consiguen aquello que efectivamente necesitan para su consumo personal. La esencia de la economía de mercado es que en ella todo se convierte en mercancías con un precio y que la oferta de estas mercancías es sensible a los cambios de precio. La mano invisible Smith explica que el mercado posee una «mano invisible» que no solo asigna las tareas, sino que también dirige a las personas en la elección de su ocupación y hace que se tengan en cuenta las necesidades de la sociedad. Del mismo modo, el mercado determina qué mercancías han de producirse. Cada individuo trata de obtener para sí, egoístamente, el máximo beneficio del intercambio. A tal fin, intenta producir los mejores bienes al menor costo posible, para ganarles a sus competidores. Como los demás sujetos harán lo mismo, el conjunto de bienes aumentará al máximo y, sin que nadie lo decida centralmente, a partir de un sinnúmero de decisiones individuales, se obtendrá un máximo u óptimo social. Por ende, Smith defiende el laissez faire, esto es, la no intervención del gobierno en los asuntos económicos, considerando a aquel como ineficaz. Para promover el bienestar, en su opinión, la mejor vía es el estímulo del propio interés y el desarrollo de la competencia. La acumulación de beneficios Los asalariados, a juicio de Smith, no podían acumular ningún excedente sobre sus necesidades, pero sí podían hacerlo los terratenientes y, especialmente, los capitalistas 6. Smith ve en la acumulación (ahorro) de los beneficios de los empresarios el motor para el mejoramiento de la sociedad, pues tales fondos se reinvierten luego en maquinaria, lo que brinda mayores posibilidades de división del trabajo, aumento de producción y, en consecuencia, mayor riqueza. El librecambio en el comercio internacional: David Ricardo y las ventajas comparativas David Ricardo, el segundo economista clásico, un estudioso de la obra de Smith, debió enfrentar los primeros conflictos generados por el crecimiento industrial. Su libro Principios de economía política y tributación vio la luz en 1817. Deseaba descubrir la base de las relaciones del intercambio de las mercancías. Para él, estas toman su valor de dos fuentes: la escasez y la cantidad de trabajo necesario para producirlas. Como lo deja ver incluso su definición de Economía, debatió principalmente sobre la distribución del ingreso entre tres clases sociales, es decir, sobre la forma de repartir lo producido en la economía nacional, donde: los trabajadores perciben salarios; los empresarios obtienen beneficios o ganancias; y los terratenientes se apropian de la renta de la tierra. Estos últimos se veían favorecidos por la prohibición de importar granos, pudiendo exigir altas rentas aunque sus campos no fueran productivos. Ello elevaba los costos de producción industrial por las rentas mismas y por los mayores salarios que exigían los trabajadores a causa del encarecimiento de los alimentos. En defensa de los empresarios, Ricardo pidió la derogación de aquella prohibición, basando su postura en dos teorías: 1- la renta diferencial de la tierra, y 2- la teoría de las ventajas comparativas en el comercio exterior. 6 Capitalista: Dueño del capital, propietario de los medios de producción. Página 5 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) La renta diferencial de la tierra Para Ricardo, «los salarios se estabilizan en el nivel de subsistencia»: si aumentan sin que crezca la cantidad de alimentos, los precios de estos se elevarán y los trabajadores podrán adquirir solo la misma cantidad que antes. (Se habrá dado una suba de salarios nominales, pero no de salarios reales 7). Como los beneficios de los empresarios están en función de los salarios que se estabilizan como vimos― y las rentas, será central saber cómo se determinan estas últimas. Ricardo define la renta como «aquella parte del producto que se le paga al terrateniente por el uso de las energías originarias e indestructibles del suelo», o sea, el alquiler o arrendamiento del mismo. Su cuantía depende de la calidad del suelo; a mayor fertilidad, mayor renta, y viceversa. Por ende, a medida que tierras menos fértiles fueran explotadas, el mayor costo de producir en ellas (por los requerimientos adicionales de fertilizantes, riego, labores agrícolas, etc.) induciría a pagar rentas más altas en las mejores tierras. Esta cuestión, según el autor, estaba relacionada con la dinámica del capitalismo, en el que el crecimiento económico y el aumento de la población harían que aumentara la necesidad de alimentos y, por tanto, de tierras para el cultivo. En consecuencia, los terratenientes percibiProlongación del sistema clásico rían rentas superiores. Los precios de los alimentos producidos a costos mayores también Jean-Baptiste Say (Francia, 1767 1832): La economía siempre tiende a se incrementarían y, para poder mantener el nivel de subsistencia una situación de equilibrio con pleno de los trabajadores, se tendrían que elevar los salarios nominales. empleo. La oferta crea su propia deMayores rentas y salarios conducirían a menores beneficios para los manda; todo lo producido se vende empresarios. porque la producción está proyectada Ricardo avizoraba una situación trágica, ya que el crecimiento para la compra. económico y el incremento del bienestar mediante el aumento de Thomas Malthus (Inglaterra, 1766 la riqueza estaban basados en la capacidad de acumulación de 1834): La población humana aumenta capital a partir del beneficio empresarial. En el esquema clásico, con progresión geométrica; los recurel empresario se situaba en el eje político y social del progreso sos, con progresión aritmética. La regulación se produce mediante guerras, económico, dada su capacidad de arriesgar y su dinámica, más el epidemias, plagas y hambre. Es precihecho de que reinvertía los beneficios en una producción crecienso evitar los «vicios», recurriendo a la te. En cambio, los terratenientes representaban el atraso; el hecho abstinencia y al refrenamiento moral. de que obtuvieran sus ingresos (las rentas) prácticamente sin traEs posible un «atascamiento general», bajar y de que los gastaran improductivamente en artículos sunesto es, la inundación de mercancías tuarios convertía a este sector en un peligro para el industrialismo; sin posibles compradores. el aumento de su renta diferencial a costa de las ganancias de los John Stuart Mill (Inglaterra, 1806 empresarios industriales acarrearía el estancamiento de la econoFrancia, 1873): Revisión de algunas mía. premisas clásicas. Existencia de dos La teoría de las ventajas comparativas en el comercio exterior tipos de leyes económicas: (a) Leyes de producción: Son inmutables por estar fijadas por la naturaleza y la tecnología. (b) Leyes de distribución (del producto social): Están sujetas al control humano (vía impuestos y transferencias del Estado). Se necesita más educación para elevar los gustos y las aspiraciones de la población; así esta disminuirá proporcionalmente respecto del capital. El Estado debe recoger fondos invertibles y financiar con ellos proyectos socialmente beneficiosos. Toda la teoría de la renta diferencial no es más que un desarrollo conceptual para llegar a una conclusión política más importante: la «mano invisible» que menciona Smith solo funciona si se aplica a escala internacional. También en el nivel internacional tiene que darse la división del trabajo: cada país debe especializarse en aquellas producciones en las que tenga ventajas comparativas, o sea, las que pueda llevar a cabo con un costo relativo menor que el de otros países. Ergo, no era lógico que Inglaterra produjera granos, teniendo que pagar rentas elevadas a los terratenientes locales; simplemente podía importarlos de otros países que los producían a menor costo. En cambio, Inglaterra debía especializarse en lo que sabía y podía hacer mejor y a menor costo: la producción industrial. En síntesis, según la teoría de las ventajas comparativas en el comercio exterior, cada país debe especializarse en aquellos productos que tuvieran un costo comparativo menor e importar aquellos cuyo costo comparativo fuese más elevado. Así se distribuye el trabajo con eficiencia8 y aumenta la cantidad total de bienes, lo que contribuye al bienestar general, armonizándose, asimismo, los intereses de las distintas naciones en los asuntos internacionales. Esa es la base de la política de libre comercio de Ricardo para las manufacturas. Ventajas absolutas vs. ventajas relativas o comparativas Teoría de la ventaja absoluta: Cada país se especializa en todo aquello que obtiene o produce de una manera más eficiente (a menor costo, insumiendo menos recursos) que el resto del mundo. 7 Nominal vs. real: Una variable nominal está expresada en moneda (p. ej., $ 1240), mientras que una variable real está expresada en cantidades de bienes (p. ej., una canasta básica de alimentos, otros artículos y servicios). 8 Eficiencia: Capacidad de lograr el efecto deseado o esperado con el mínimo de recursos disponibles, optimizándolos. Página 6 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Ejemplo: Supongamos que la Argentina necesita una hora para fabricar un zapato y cuatro horas para fabricar un mueble, mientras que Brasil necesita dos horas para fabricar un zapato y tres para fabricar un mueble… ¿Qué ocurrirá?… Pues que la Argentina se especializará en la fabricación de zapatos (ya que lo hace mejor que Brasil), mientras que este país se especializará en la fabricación de muebles (lo hace mejor que la Argentina). La Argentina venderá zapatos a Brasil y le comprará muebles; si así no lo hiciera, debería destinar sus medios a elaborar ambos bienes, obteniendo cantidades y calidades inferiores. Según Adam Smith, un país exportará los bienes para los que cuente con ventaja absoluta en costos, es decir, aquellos cuya producción le cueste menos. Teoría de la ventaja relativa o comparativa: Cada país se especializará en aquello que produzca de manera más eficiente entre las distintas alternativas de producción que tenga. Ejemplo: La Argentina necesita una hora para fabricar un zapato y tres horas para fabricar un mueble, mientras que Brasil necesita dos horas para fabricar un zapato y cuatro para fabricar un mueble. En tal caso, la Argentina tiene ventaja absoluta respecto a Brasil en ambos productos. Pero analicemos el costo de oportunidad9, pues puede ser que el comercio internacional sea, de todos modos, conveniente. Si nuestro país fabrica un zapato (una hora) dejará de producir un tercio de mueble (cada mueble necesita tres horas; 1/3 0,33), luego, el costo relativo es: 1 zapato = 0,33 mueble. En cambio, si fabrica un mueble dejará de producir tres zapatos; luego, el costo relativo es: 1 mueble = 3 zapatos. Si Brasil fabrica un zapato (dos horas) dejará de producir medio mueble (cada mueble necesita cuatro horas; 2/4 = ½ = 0,5). El costo relativo es: 1 zapato = 0,5 mueble. Si fabrica un mueble dejará de producir dos zapatos. Por ende, el costo relativo es: 1 mueble = 2 zapatos. Si comparamos la situación de ambos países, la Argentina posee ventaja comparativa frente a Brasil en la fabricación de zapatos (0,33 mueble vs. 0,5 mueble en Brasil), mientras que Brasil posee ventaja comparativa en la fabricación de muebles (2 zapatos vs. 3 zapatos en la Argentina). Esto llevará a que nuestro país se especialice en la elaboración de zapatos (dedicando todos sus recursos a ello) y Brasil, en la de muebles. De este modo, el comercio internacional será conveniente, pues permitirá aumentar la producción en cantidad y calidad. Según David Ricardo, un país venderá a otros no porque le cueste menos producir el bien, sino porque le cuesta menos producir ese bien que otros bienes. La doctrina liberal de Alberdi Juan Bautista Alberdi (Argentina, 1810 – Francia, 1884), integrante de la Generación del 37, se alimenta de las ideas liberales del pensamiento francés y alemán y retoma las de la Generación de Mayo. Hacia la década de 1840 entra en pleno contacto con las obras de los economistas de la Revolución Industrial, en especial, Adam Smith. Estas influencias se ven claramente reflejadas en la Constitución Nacional de 1853, nutrida de la obra cumbre de Alberdi: Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina (1852). Alberdi propone la libertad de comercio y propugna por limitar la intervención estatal en la esfera económica. Sostiene que América Latina necesita riqueza y que la misma debe ser traída desde Europa, mediante la inmigración de anglosajones, a quienes admira por su espíritu laborioso y progresista. Recomienda el desarrollo de los recursos agrícolas y ganaderos en nuestro país para su intercambio por manufacturas europeas. La teoría de las ventajas comparativas: Origen de los discursos políticos del librecambio Principios de economía política y tributación se convirtió, hacia la segunda mitad del siglo XIX, en la obra central del pensamiento económico. En nuestro país, la teoría de las ventajas comparativas repercutió especialmente en las figuras políticas posteriores a la Organización Nacional. Mitre, Avellaneda, Roca, entre otros políticos de la Generación del 80, hicieron suyo el discurso del librecambio en el comercio internacional y de la división internacional del trabajo. En este esquema, la Argentina debía desempeñar el rol de productor de granos y carnes, sin desarrollar su industria, la que quedaría en manos de quien estaba mejor dotado: Inglaterra. Pese a que también hubo una postura industrialista con muy buenos defensores como Carlos Pellegrini, se implantó el llamado «modelo agroexportador», donde se privilegió absolutamente la exportación de granos y carnes por sobre la industria. 9 Costo de oportunidad: Es el valor más alto al que se debe renunciar cuando se cuenta con varias alternativas y se decide por una opción determinada. Ejemplo 1: Si un empresario decide interrumpir sus actividades en la empresa por tres horas para cumplir con determinados trámites (en bancos, instituciones, etc.) sacrifica tres horas de ganancia ―como si las abonara de su bolsillo por incurrir en otra actividad que no le genera beneficios. Ejemplo 2: Si un alumno falta a Educación Física para poder visitar a un amigo, renuncia a las ventajas que puede acarrearle la realización de ejercicio físico ―acumulando, además, media falta y opta por disfrutar de la compañía de su amigo. Página 7 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Marx: El capital y el trabajo. La teoría de la plusvalía Karl Marx (Alemania, 1818 – Londres, 1883) no solo fue economista, sino también filósofo, historiador, sociólogo, escritor y propagandista. La base de su teoría fue el análisis de la historia. Su concepción materialista de esta arranca del principio de que la estructura económica (qué y cuánto, cómo y para quién se produce) condiciona y determina todo orden social (división de clases, revoluciones…). Dedicó los últimos treinta años de su vida a desarrollar su crítica a la economía política, partiendo del estudio minucioso de los trabajos de Smith y Ricardo. En 1867 publicó el primer volumen de su obra magna, El Capital: Crítica de la economía política. La mercancía Marx observa que la mercancía se presenta como la «célula» de la vida económica en la sociedad capitalista y que su acumulación constituye la noción de riqueza. En dicha sociedad, la gente se vincula a través de la mercancía, con lo cual esta adquiere características «mágicas», aparentando tener una voluntad independiente de la de sus productores. El resultado es, entonces, la apariencia de una relación directa entre cosas y no entre personas. Es lo que Marx llama fetichismo10 de la mercancía. La mercancía tiene dos tipos de valores: Valor de uso: Es la aptitud o capacidad para satisfacer alguna necesidad humana, de cualquier tipo. Valor de cambio: Es la proporción en que se intercambian diferentes mercancías en el mercado. P. ej., un kilo de carne se intercambiará por cinco kilos de pan, seis de papas, etc. Si dos mercancías se intercambian en el mercado, es porque existen valores de uso diferentes entre ellas: el carnicero vende la carne para obtener a cambio el pan o las papas que necesita y no posee. Mercancías distintas, con valores de uso distintos, se intercambian en una relación cuantitativamente igual, siendo iguales los valores de cambio. Para que mercancías diferentes puedan expresarse en iguales valores de cambio, es preciso encontrar lo que poseen en común, o sea, aquello que determina su valor y las hace comparables. Para Marx, esto es la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlas, es decir, el tiempo que se tarda para producir una mercancía determinada en las condiciones normales de producción y destreza media en un momento histórico determinado, en una zona geográfica determinada. Así, Marx explica que las mercancías, aunque vistas como el origen de la riqueza, en realidad no son más que el producto del trabajo humano, o sea, valor. El dinero La cantidad de trabajo humano necesario para producir las mercancías permite, entonces, compararlas e intercambiarlas. Pero, en las sociedades modernas, los bienes no se intercambian directamente, pues tienen precios, es decir que su valor se materializa en dinero y este se emplea como medio de pago. Entendemos por precio la valoración de un bien en unidades monetarias o en otro instrumento de cambio. No es valor, sino la expresión de este en pesos, reales, dólares, euros… La riqueza es el valor de esas mercancías materializado en dinero. El capitalismo es una economía de mercado en la que existen múltiples transacciones que toman dicha forma. Luego, la riqueza es la posesión de dinero: quien más dinero tiene más rico es. Se trata de un proceso de circulación mercantil. Las mercancías producidas en un sitio, por un productor que se ha especializado en ellas, deben ser intercambiadas por otras, porque a él no le sirven como valores de uso. ¿Cómo las cambia? Por dinero. ¿Y para qué quiere el dinero? Para comprar otras mercancías, las que sí le van a interesar por su valor de uso. Marx señala que este razonamiento permite entender cómo funciona una economía de mercado tal como la imaginaba Adam Smith, aunque la realidad es otra. En la sociedad capitalista moderna, continúa Marx, hay gente que tiene dinero desde el comienzo: los capitalistas. Ellos compran mercancías, pero no cualesquiera, sino máquinas, insumos, horas de trabajo de otras personas; con todas esas cosas producen otras mercancías y después salen a venderlas y a cambiarlas por dinero. No lo harían si no fuera porque cada vez obtienen más dinero. Ese es el principio de la acumulación en el capitalismo. Dicha cantidad mayor de dinero vuelve, se reinvierte y otra vez da inicio al proceso. 10 Fetichismo: Devoción o fuerte atracción hacia determinados objetos materiales (cosas). Página 8 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) La plusvalía ¿De dónde sale este dinero mayor que el inicial?... Para obtener la respuesta a esa pregunta hay que salir del mundo de la circulación de mercancías y pasar al mundo de la producción. Pero preguntémonos primero de dónde salió ese dinero inicial. Para Marx, esto es un producto histórico que tiene que ver con la formación del capitalismo. Tanto el capitalista con dinero como el trabajador sin dinero que debe vender su fuerza de trabajo son productos históricosociales. Es la larga consecución de un proceso que Marx llama el proceso de la acumulación originaria. Marx sostiene que la fábula justificativa de la economía clásica dice que algunos tienen dinero y otros no porque los primeros trabajan más que los otros o porque ahorran más que los otros o porque tuvieron un padre que ha trabajado más que el otro o ha sido más inteligente para hacer negocios. Marx se dedica a demostrar en El Capital que todo esto ha sido un proceso de expropiación política. Allí cuenta cómo se formó el dinero original y cómo de las masas campesinas de los siglos XIV y XV nació el proletariado moderno. Los protagonistas que Marx necesita para explicar de dónde sale aquel dinero son el capitalista y el obrero o proletario. La fuerza de trabajo de este último es su energía física para producir un bien con las máquinas e insumos que le provee el capitalista. Además de materias primas, insumos, máquinas, el capitalista también compra la mercancía fuerza de trabajo. Se trata de una transacción de mercado pues ambos son hombres libres que deciden hacer un intercambio― consistente en el alquiler de horas a hombres que colocan a disposición de un empleador su esfuerzo físico y mental. La fuerza de trabajo se ha constituido en mercancía: ha de poseer valor de uso y de cambio. ¿Cuál es el valor de cambio de la mercancía fuerza de trabajo?… El salario, que no es muy distinto del salario de subsistencia, o sea, lo necesario para que el trabajador ―y su familia, ya que se piensa a los proletarios como una clase social que debe reproducirse en el tiempo pueda vivir y reponer su esfuerzo físico y mental. Ahora bien, ¿cuál es valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo? … Es el trabajo mismo, la capacidad de todo ser humano de producir más de lo que se necesita para el consumo inmediato, es decir, de generar un excedente, de agregar valor. El capitalista lleva al trabajador que ha contratado al mundo de la producción. Allí se acaban las equivalencias, porque existen relaciones de autoridad mediante las cuales el patrón exige al obrero la generación de mayor valor. El capitalista ha contratado al trabajador para que le rinda más de lo que le paga como salario. Durante la primera parte de la jornada de trabajo ―la que Marx denomina tiempo necesario , el trabajador produce los bienes que, expresados en dinero, permiten pagar su jornal. A partir de entonces, el operario continúa agregando valor y produce más de lo que él consume; en esta segunda parte de la jornada laboral, que no se remunera al trabajador, aparece la plusvalía. La mercancía producida tiene así más valor que la suma de insumos utilizados (materia prima, fuerza de trabajo, otros materiales). Con este producto, el capitalista vuelve al mercado y recibe dinero que es reinvertido en el proceso productivo. Se reanuda de esta manera el ciclo de acumulación indefinida, que forma parte de la lógica del capitalismo. Podemos definir la plusvalía como la diferencia entre el salario pagado al obrero y la parte del valor que este aporta al producto con su esfuerzo físico y mental. En el capitalismo, dicho excedente es apropiado por el capitalista y forma la base de la acumulación indefinida. Marx plantea que la explotación en el capitalismo está dada por la apropiación privada por parte del capitalista de la plusvalía generada por el obrero. Para el autor, las contradicciones de la sociedad capitalista, que se expresan en la lucha de clases entre trabajadores y capitalistas, darán lugar, tras un proceso de revolución social, a otro modo de producción, el socialismo, en el que no habrá propiedad privada de los medios de producción ni apropiación privada de la plusvalía; será una sociedad comunista, sin clases sociales ni organismos de opresión. Bibliografía MAAS, PABLO y CASTILLO, JOSÉ: Economía, Aique Grupo Editor, Bs. As., 2005, cap. II. BELAUNDE, CÉSAR: Economía política, Editorial Troquel, Bs. As., 1986. MOCHÓN, FRANCISCO y BEKER, VÍCTOR: Elementos de micro- y macroeconomía, Mc Graw Hill, Bs. As., 2005, cap. V. LICARI, JUAN MANUEL: Pensamiento económico de Alberdi. La doctrina liberal, FCE, Univ. Nacional de Córdoba, 2002. STELLA, JOSÉ ALBERTO: Relaciones económicas argentinas con el mundo, http://frsf.utn.edu.ar/matero/visitante/bajar_apunte.php?id_catedra=133&id_apunte=244. DATACRAFT - ESTRATEGIAS DE NEGOCIOS: ¿Qué es el costo de oportunidad?, http://datacraft.com.ar/estrategia-costo-oportunidad.html. CULTURA Y SOCIEDAD 398: Fetichismo de la mercancía - Plusvalía – Marx, http://eem398.wordpress.com/2008/09/22/fetichismo-de-lamercancia-plusvalia-marx/ WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 22.ª edición, 2001, http://drae.rae.es/. Página 9 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Actividades 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 1. ¿Cuándo comienza la sistematización de la Economía y a qué se asocia? 2. Según los mercantilistas, ¿quién debe atesorar el oro y cómo debe obtenerlo? 3. A diferencia de los mercantilistas, ¿cómo ven la economía y dónde ubican la fuente de la riqueza nacional los fisiócratas? 4. Adam Smith explica el origen de la riqueza nacional partiendo de dos conceptos, ¿cuáles son? 5. Según Smith, ¿qué lleva a los individuos a realizar los intercambios de mercado? Para los economistas clásicos, ¿cuál es la esencia de la economía de mercado? ¿Cuál de las siguientes frases describe la idea de «la mano invisible» en la economía de mercado? 7.1. El derecho de los trabajadores a ejercer el control sobre la producción. 7.2. La capacidad del mercado de autorregularse y de conducir a un óptimo social. 7.3. La necesidad del gobierno de regular la competencia. ¿Por qué, en el capitalismo, la acumulación de beneficios es el motor para el mejoramiento social? Relacionar con una flecha la clase social con la retribución pertinente: Terratenientes Salarios Empresarios Renta Trabajadores Beneficios ¿Qué preocupa a Ricardo en relación a la dinámica del capitalismo? ¿Y qué dice sobre la «mano invisible»? El país X tendrá una ventaja comparativa sobre el país Y en la producción de soja si: 11.1. El país X utiliza menos recursos para producir soja que el país Y. 11.2. En el país X, comparado con el Y, la soja se puede producir a costos menores en términos de otra producción alternativa. 11.3. La demanda de soja es mayor en el país X que en el Y. 11.4. La soja se vende a un precio mayor en el país X que en el Y. Supongamos que Egipto puede producir alfombras con el trabajo de 100 hombres en un año y perfume con 120 hombres en el mismo tiempo, mientras que Francia requiere, para la producción de alfombras, 90 hombres durante un año y, para la producción de perfume, 80 hombres en el mismo tiempo. 12.1. Pensando en las ventajas absolutas, ¿conviene el comercio entre dichas naciones? 12.2. ¿Y considerando las ventajas comparativas? ¿A qué pensador nos remitimos? 12.3. De corresponder, ¿qué bien exportaría y cuál importaría cada país? En el esquema de la división internacional del trabajo, ¿qué papel le correspondió a la Argentina? «La limonada permite calmar efectivamente la sed, teniendo además buen sabor; en el mercado, un litro de ella equivale a media docena de alfajores». Distinguir el valor de uso y el de cambio de la limonada. Para Marx, ¿qué determina el valor de las mercancías? ¿Cómo lo define él? ¿Cómo funciona la circulación mercantil desde la óptica de Smith? ¿Por qué disiente Marx? ¿Qué es la plusvalía? ¿Cuál es el valor de uso y de cambio de la mercancía fuerza de trabajo, según Marx? ¿En qué consiste el principio de acumulación y cómo es esa acumulación en la lógica del capitalismo? Para Marx, ¿qué determina la explotación del obrero en el sistema capitalista? En la visión marxista, ¿qué sistema se implantará tras la revolución social y qué ventajas acarreará? Señalar si las siguientes proposiciones son correctas o bien incorrectas; corregir las incorrectas. 21.1. El pensamiento económico sistematizado se subordina a la Moral, a la Teología y a la Política. 21.2. Para los mercantilistas, no hay motivos para preocuparse por los déficits comerciales. 21.3. Los mercantilistas dan origen al proteccionismo y a la intervención del Estado en la economía. 21.4. Dado el mercantilismo imperante, Buenos Aires podía comerciar libremente con cualquier nación. 21.5. Desde la perspectiva de la fisiocracia, primera escuela económica, los únicos sectores económicos genuinamente productivos son la industria y el comercio. 21.6. Conforme a los fisiócratas, las leyes que rigen la sociedad son naturales, universales e inmutables; luego, no es recomendable la intervención estatal en la economía. 21.7. Según Smith, si cada individuo tuviera que producir todos los bienes que necesita, la calidad de los mismos sería baja y se perdería mucho tiempo; conviene dividir el trabajo técnica y socialmente. 21.8. La escuela clásica defiende el laissez faire, por lo que el Estado debe limitar su intervención a asegurar condiciones mínimas, como el estímulo del propio interés y el desarrollo de la competencia. 21.9. Smith opina que los oferentes (vendedores) no tienen en cuenta los cambios de precios. 21.10. Belgrano, Alberdi y los presidentes de la Generación del 80 adhirieron a las ideas del liberalismo. 21.11. Precio es sinónimo de valor. 21.12. Si dos mercancías se intercambian es porque tienen distintos valores de uso y de cambio. 21.13. Para Marx, los capitalistas tienen dinero porque han trabajado y ahorrado más o negociado mejor. 21.14. Según el marxismo, las contradicciones del capitalismo se manifiestan en la lucha de clases. 21.15. Ricardo desplaza el centro del análisis económico de la producción a la distribución, con una visión pesimista a largo plazo, por la reducción de la tasa de beneficios ligada a la expansión económica. Posteriormente, Marx se dedica a la crítica de la economía política y anuncia la destrucción de la sociedad capitalista a raíz de la explotación del proletariado. Página 10 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Resumen 1. La etapa del pensamiento económico sistematizado se inició hacia el siglo XV, cuando surgieron los primeros Estados nacionales en Europa. A partir de entonces, los hechos y procesos económicos pasaron a ser considerados parte de una disciplina independiente: la Economía. 2. Según los MERCANTILISTAS (siglos XVI, XVII y XVIII), la política económica debe procurar un excedente de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones). Para ello es preciso adoptar medidas proteccionistas que restrinjan las importaciones y favorezcan las exportaciones. El oro también puede extraerse de las colonias y obtenerse mediante la guerra y la piratería. 3. Los FISIÓCRATAS (siglo XVIII) se oponen a toda medida gubernamental que interfiera con la actividad económica; son partidarios del librecambio (laissez faire, laissez passer). Consideran que la agricultura es el único sector genuinamente productivo y que de él dependen todos los demás. 4. La ECONOMÍA CLÁSICA (siglos XVIII y XIX) tiene como principales exponentes a Adam Smith y a David Ricardo. 4.1. SMITH sostiene que es preciso recurrir a la división técnica y social del trabajo para aumentar y mejorar la producción. Para él, la base del funcionamiento económico de la sociedad descansa en las leyes del mercado. La «mano invisible» de este asigna las tareas y regula cuáles mercancías han de producirse. Los individuos, actuando en interés propio, benefician a la sociedad; la iniciativa privada y la competencia son, por ende, aspectos claves. La acumulación de beneficios constituye el motor de la sociedad; al invertirse en maquinaria, permite mayor división del trabajo, mayor productividad y mayor riqueza. 4.2. RICARDO tiene una visión pesimista acerca del desarrollo a largo plazo. El crecimiento económico (aumento de la producción) acompaña la expansión económica, pero esta conlleva crecientes necesidades de alimentos, las cuales pueden ser satisfechas solo a mayores costos. Los trabajadores pasan a exigir mayores salarios y los terratenientes, mayores rentas por las tierras de mejor calidad; así disminuyen los beneficios de los empresarios, resultando afectada la acumulación neta y el crecimiento. La «mano invisible» se aplica a nivel internacional; un país vende a otros no porque le cueste menos producir un cierto bien, sino porque le cuesta menos producir ese bien que otros bienes (ventaja comparativa). 5. Para MARX (siglo XIX), crítico de la economía política, el sistema capitalista se basa en la explotación de la fuerza de trabajo, que es capaz de crear un valor superior a su propio costo, dando origen al beneficio que obtiene el capitalista (apropiación de la plusvalía). Dicha explotación conducirá a la destrucción del capitalismo y a la implantación del socialismo, en la sociedad comunista, donde no habrá propiedad privada de los medios de producción ni organismos de opresión. Página 11 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) 4.º 1.ª (CS) Economía El pensamiento económico (II) UNIDAD DIDÁCTICA N.º 2: Apuntes teóricos y actividades (2.ª parte: El pensamiento económico moderno) El siglo XX planeó nuevos problemas a la Economía, que por primera vez debió encarar fenómenos como la inflación y el desempleo a gran escala. Asimismo, hoy estamos siendo testigos de una nueva crisis económica mundial. Esta parte de la unidad didáctica n.º 2 —la segunda— abarca desde los principales desarrollos de la economía neoclásica hasta las nuevas tendencias en materia de pensamiento económico. Escuela de Educación Técnica n.º 2 «Canónigo Narciso Goiburu» 2009 Página 12 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) El pensamiento económico moderno: Contenidos conceptuales La economía neoclásica; diferencias entre el pensamiento clásico y el neoclásico. Keynes: El desempleo y la intervención del Estado; ideas fundamentales del pensamiento keynesiano; la política monetaria y fiscal. Las nuevas tendencias: Samuelson y la síntesis neoclásica; la «economía de la oferta»; el desarrollismo o estructuralismo en América Latina. La economía neoclásica La escuela neoclásica de pensamiento económico se conformó principal y simultáneamente en Gran Bretaña, Austria y Suiza entre la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX. Nació, en parte, como una respuesta a la demanda de rigor científico en la Economía y, en parte, como una reacción contra el historicismo11 del marxismo. La economía del último tercio del siglo XIX experimentó un gran salto tecnológico y productivo conocido como Segunda Revolución Industrial o Revolución Científico-Tecnológica y caracterizado básicamente por el desarrollo de las industrias química, eléctrica, del petróleo y del acero, destacándose asimismo la introducción del motor de combustión interna, el desarrollo del aeroplano, la comercialización del automóvil, la producción en masa de bienes de consumo, la refrigeración mecánica, la invención del teléfono… Esos cambios materiales implicaron modificaciones significativas en las percepciones sociales y políticas. El positivismo12 alcanzó en aquel entonces su auge, con una confianza generalizada en que la ciencia podría resolver los diversos problemas de la humanidad. La conducta del individuo pasó a ocupar un lugar central, como parte del progreso de la filosofía política liberal 13. Diferencias entre el pensamiento clásico y el neoclásico Las diferencias fundamentales pueden resumirse así: Aspecto Escuela clásica Sujetos de referencia Los agregados sociales, como la nación, la clase social, etc. Las mercancías llegan al mercado con un valor establecido durante la producción. Luego, las oscilaciones de la oferta y de la demanda pueden elevar o disminuir ligeraTeoría del valor y la mente el precio respecto del valor real. formación del precio Se aplica la teoría del valor-trabajo, pues el valor de un bien depende directamente de la cantidad de trabajo que lleva incorporado. Escuela neoclásica El individuo como protagonista de la economía. (La sociedad no es sino una aglomeración de individuos). Los bienes arriban al mercado sin un valor establecido de antemano; este se confunde con el precio y se define precisamente en el mercado. El problema a estudiar es, entonces, el proceso de formación de precios. Rige la teoría subjetiva del valor, según la cual el valor de un bien depende de la satisfacción que este brinda al deseo o la necesidad del individuo (utilidad) y no del costo de producción del mismo. En consecuencia, desde la óptica neoclásica: 1. La actividad económica es realizada por el individuo porque siente una serie de necesidades y busca satisfacerlas, debiendo elegir el uso a dar a los medios escasos con que cuenta para ello. 2. La realidad económica puede reducirse a una red de transacciones comerciales en el mercado, teniendo que explicar tres fenómenos: (a) la oferta, (b) la demanda y (c) el precio. 3. Si el sistema económico es un conjunto enorme de mercados interdependientes, el problema a estudiar es el proceso de formación de precios, más allá de las fluctuaciones u oscilaciones del mercado; esa explicación es la llamada teoría subjetiva del valor o teoría de la utilidad marginal. Historicismo: Tendencia filosófica que considera toda la realidad como el producto de un devenir histórico. Positivismo: Corriente filosófica para la cual el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, el que solo puede obtenerse a través del método científico. Encuentra sus orígenes a inicios del siglo XIX en la obra del pensador francés Auguste Comte y del británico John Stuart Mill. 13 Liberalismo: Sistema filosófico, económico y de acción política que promueve las libertades civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos sobre las personas, y que se caracteriza principalmente por: (a) el individualismo (el individuo por encima de todo aspecto social), (b) la libertad como un derecho inviolable, (c) la igualdad entre las personas (en los campos jurídico y político), (c) el respeto a la propiedad privada. 11 12 Página 13 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Las leyes de la conducta humana según Gossen Hermann Gossen (alemán, 1810-1858), partiendo del supuesto de que el objeto de toda la conducta humana es lograr el máximo de goce o placer, define dos leyes sobre este último: Primera ley: La satisfacción adicional obtenida del consumo de un bien disminuye progresivamente a medida que aumenta la cantidad consumida del mismo, y se anula al alcanzar la saciedad. Esto se denomina utilidad14 marginal15 decreciente. Un ejemplo sencillo y cotidiano es la saciedad del hambre, con el goce decreciente que producen los bocados sucesivos de alimento. Segunda ley: Cuando un consumidor deba satisfacer simultáneamente varias necesidades diferentes sin disponer de tiempo suficiente para lograr el máximo goce en cada caso, lo hará de tal manera que, en todo momento, la intensidad o el grado de satisfacción de cada una de ellas sea la misma. Ello, puesto que es imposible obtener todo el placer posible satisfaciendo todas las necesidades a la vez; esta es la base del problema económico: siempre se sufre alguna escasez. A la restricción de tiempo hay que adicionar la restricción de dinero: no se cuenta con tanto dinero como para comprar todos los bienes que producen placer. Por consiguiente, para Gossen, el valor de un bien será mayor si es capaz de proporcionar más goce. Así como el placer define la utilidad de un bien, el dolor determina lo contrario, esto es, su desutilidad. Gossen define el trabajo como dolor. En este orden de ideas, el individuo trabaja en tanto y en cuanto el dolor que le causa trabajar sea menor que el placer que le reportan los bienes que puede adquirir con la remuneración. La primera generación neoclásica Como dijimos, esta corriente se conformó conjuntamente en Gran Bretaña, Austria y Suiza en la segunda década del siglo XIX. Sus principales protagonistas fueron William Jevons, Carl Menger y Léon Walras, líderes del marginalismo, escuela y teoría económica enfocada —por medio de la subjetividad— en la satisfacción del consumidor (utilidad marginal). Para William Jevons (británico, 1835-1882), las leyes económicas pueden reducirse a unos cuantos principios derivados de los grandes resortes de la acción humana: los sentimientos de placer y dolor; deben tener carácter general y ser susceptibles de expresarse en modelos matemáticos, por tratarse de cantidades, como las leyes de la Física. En relación al valor, afirma que depende enteramente de la utilidad que el bien brinde al individuo, a quien define como una máquina de placer cuyo fin es maximizar tal goce. Dicha utilidad es, por tanto, subjetiva; no depende de una cualidad intrínseca del bien (no es objetiva), sino de la percepción que cada individuo tenga de él. «No puede caber ninguna duda de que es extraordinariamente deseable difundir las verdades de la Economía política entre todas las clases de la población y por todos los medios disponibles, pues de la ignorancia de esas verdades nacen, en su mayoría, los peores males sociales». – William Jevons Carl Menger (austríaco, 1840-1921) fue el fundador de la escuela austríaca de Economía o escuela de Viena. Sostiene que, para entender las conductas económicas de una sociedad, es preciso llegar a su elemento básico: el individuo (el «átomo» de la sociedad). Define la Economía como la ciencia de la escasez, entendiendo que interesan los bienes que sean escasos, pues aquellos que son ilimitados no constituyen un problema económico. Según su concepción, el intercambio de mercado ocurre no por una simple propensión a trocar – como explicaba Smith–, sino porque distintos individuos tienen distintas percepciones de la satisfacción que consiguen de cada bien: se desprenden de los que les reportan menos placer para ob- Utilidad: Capacidad que tiene un bien de dar satisfacción a una necesidad. Sensación de placer o satisfacción que se obtiene del consumo. 15 Utilidad marginal: Variación de la utilidad total obtenida al incrementar en una unidad la cantidad consumida de un bien. 14 Página 14 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) tener a cambio aquellos que le generan más goce, variando esto de sujeto a sujeto (lo que no interesa a uno, sí interesa a otro). Por ende, en el comercio pueden ganar todos, siendo el intercambio una actividad provechosa, que permite a sus participantes lograr más utilidades de las que poseían previamente. Léon Walras (francés, 1834-1910) aportó al esquema neoclásico su teoría general del equilibrio, en la cual realizó una demostración matemática, mediante un sistema de ecuaciones múltiples, de la afirmación clásica de que el mercado es el mejor asignador de los recursos. Para este autor, en un mercado donde rija la libre competencia16, el equilibrio se logrará cuando se igualen la oferta y la demanda, a partir de sucesivas aproximaciones entre una y otra. Ilustra esto con el caso de un remate: se pregona públicamente un precio ofrecido, los compradores responden con otro (la demanda), se vuelve a pregonar otro, y así sucesivamente hasta que se alcanza una igualdad entre la oferta y la demanda y se determina el precio. Según Walras, todos los mercados de los distintos bienes operan a la vez y el equilibrio al que se llega es el simultáneo entre todos esos mercados. Así, un comprador deberá no solo acordar con su vendedor, sino también estar atento a lo que ocurre en los otros mercados, donde se están negociando otros bienes que le interesan; a la vez, tiene que distribuir su dinero dándole óptimo uso. El método de análisis walrasiano destaca la interdependencia de todos los precios del sistema económico y, además, atenúa la distinción entre los enfoques micro y macro de la economía. La segunda generación neoclásica En la segunda generación neoclásica se destacaron economistas como Alfred Marshall, Friedrich von Wieser, Eugen von Böhm-Bawerk y Vilfredo Pareto. En el siglo XX aparecieron exponentes como Friedich von Hayek, Lionel Robbins y Milton Friedman. Alfred Marshall (británico, 1842-1924) fue el fundador de la escuela de Cambridge y el neoclásico inglés más importante. De espíritu abierto, con una sólida formación matemática, histórica y filosófica, introdujo en sus enseñanzas las críticas a la escuela clásica inglesa procedentes del historicismo alemán y del socialismo, así como también de la escuela marginalista. Estableció como determinantes del valor de un bien tanto el costo de producción como la utilidad. A partir del valor del bien, la formación de los precios vendría dada por la confluencia de la oferta y la demanda; la primera, determinada por los costos de producción, y la segunda, por la utilidad marginal. También instituyó una relación entre precio y cantidad demandada cuya sintaxis gráfica (curvas de oferta y de demanda) sigue vigente hoy día. El concepto de demanda como una tabla de relaciones entre precio y cantidad era crucial para este estudio, siendo necesaria una reducción en el precio para inducir a comprar más. Por otro lado, dado que los consumidores tenían que escoger entre más de un bien y menos de otro(s) para maximizar su utilidad, debían hallar la distribución óptima de gastos entre los diferentes bienes. A la vez, era importante considerar las condiciones en que los productores estaban dispuestos a vender sus bienes. Se suponía que ellos buscaban racionalmente el máximo beneficio, lo que implicaba minimizar los costos. A los factores de la producción clásicos (los definidos por Smith: la tierra, retribuida con la renta; el trabajo, remunerado con el salario; y el capital, recompensado con el interés) añadió uno nuevo: la organización industrial o capacidad empresarial, retribuida con el beneficio, definiéndola como aquella «cuya función característica es la de organizar y combinar los factores productivos, planificar y dirigir el sector productivo para satisfacer las necesidades del sector consumo». Según esto la importancia de las labores de combinación de factores es la característica fundamental del empresario. «Toda frase breve acerca de economía es intrínsecamente falsa». - Alfred Marshall Friedrich von Wieser (austríaco, 1851-1926) fue uno de los fundadores de la escuela austríaca. Se refería a la economía social, a medio camino entre el liberalismo clásico y las corrientes económicas socialistas. Acuñó el término utilidad marginal y dio forma al concepto. Una de sus aportaciones fundamentales fue, además, la teoría del costo alternativo, ahora llamada teoría del costo de oportunidad, referida a lo que renuncia el comprador, en términos de disposición, aceptando pagar el costo de la opción elegida. Este sería el comienzo de la distinción entre el costo contable («costo de obtención») y el costo económico («costo de obtención» más «costo de oportunidad de no poder obtener otra alternativa»). 16 Libre competencia: Principio económico por el cual la oferta, la demanda y la iniciativa privada son las variables que determinan el equilibrio del mercado. Página 15 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Keynes: El desempleo y la intervención del Estado ¿Quién fue Keynes? John Maynard Keynes (inglés, 1883-1946), uno de los economistas más influyentes del siglo XX, nació en el seno de una familia de académicos. Estudió en Cambridge y tuvo como profesor a Marshall. Se destacó tanto en el mundo de los negocios como en la vida académica. Aceptó una cátedra de economía en Cambridge, desde la cual comenzó a construir su reputación. Pronto fue nombrado para la Comisión Real para la Moneda y Finanzas de la India, donde mostró considerable talento para aplicar la teoría económica a los problemas prácticos. Fue el máximo exponente de la delegación del Tesoro británico en la conferencia de paz que siguió a la Primera Guerra Mundial (Paz de Versalles) y jefe de la comisión de su país para la organización del Fondo Monetario Internacional y del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo. Ocupó el cargo de Consejero Financiero de la Corona y de Presidente del Banco de Inglaterra. Se desempeñó, además, como director de varias compañías y de periódicos y publicaciones especializadas. En 1936 publicó su principal obra: La teoría general del empleo, el interés y el dinero. El desempleo y la intervención del Estado Por su formación, Keynes llegó a ser considerado un brillante exponente de las doctrinas neoclásicas, en una época en que las posturas en contrario eran consideradas signo de incompetencia. Esa pertenencia y aceptación le permitieron ejercer gran influencia entre sus colegas. Keynes criticaba a los neoclásicos porque suponían que los factores de la producción estaban ocupados en su totalidad. Una economía con desempleo, según ellos, era considerada anormal. El libre juego de las fuerzas de mercado conducía la economía hacia una situación de equilibrio con pleno empleo; cualquier perturbación resistente era atribuida a la injerencia del Estado o de los monopolios privados. Los neoclásicos creían en las posibilidades ilimitadas de expansión de los mercados libres, tanto internos como externos. A inicios del siglo XX, pese a acontecimientos como la Primera Guerra Mundial o la Revolución Rusa, el clima general era de optimismo sobre la evolución de la economía capitalista. Sin embargo, hacia 1929 esa economía fue arrastrada a la depresión, produciéndose en octubre el «jueves negro» o crack de la Bolsa de Wall Street. La producción cayó drásticamente, la demanda se desplomó y el desempleo se disparó, siendo las «fuerzas del mercado» incapaces de moderar esos efectos. La Gran Depresión hizo caer en crisis la teoría económica tradicional, la cual afirmaba –por aplicación incondicional de la ley de Say17- que era imposible que sucediera lo que en la realidad estaba sucediendo. Si bien Keynes fue respetado en el campo doctrinario18, fue en el de la política económica donde más se destacó. De hecho, esta llevó la impronta keynesiana desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta los setenta. Ejemplos típicos son las medidas del Presidente norteamericano Roosevelt conocidas como el New Deal y la continua intervención estatal a través de la construcción de grandes obras de infraestructura tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Ideas fundamentales del pensamiento keynesiano La teoría general Según Keynes, las elaboraciones de sus predecesores representaban solo «una teoría particular», ya que concebían únicamente el equilibrio de mercado con pleno empleo. La teoría keynesiana es, en cambio, general, pues se ocupaba de todos los equilibrios posibles en una economía de mercado, lo que incluía las situaciones en que había pleno empleo, pero también las de desempleo. En la realidad, el sistema económico moderno no se adapta normalmente al pleno empleo, siendo este solo un caso especial. La preferencia por la liquidez La gente demanda dinero por tres motivos: transacciones (medio de intercambio), precaución (gastos inesperados) y especulación (incertidumbre, temor a la pérdida de riqueza). Lo que hoy llamaríamos coloquialmente «guardar bajo el colchón», Keynes lo denomina preferencia por la liquidez. El autor pone mucho énfasis en el miedo al futuro que existe entre los individuos; este temor al riesgo es el motivo por el que muchos eligen atesorar, o sea, conservar ese dinero en efectivo o disponible, y no invertirlo para que dé ganancias (en una empresa, p. ej.) o intereses (prestarlo a un particular o a un banco, etc.). Por ejemplo, que el precio de los bonos disminuya implicaría una pérdida al venderlos, por lo que sería preferible sacrificar el rendimiento que puedan producir y mantener la riqueza en forma de dinero. Sin embargo, Keynes sabe que esa preferencia no es infinita, sino que puede «convencerse o, mejor aun, tentar a los individuos para que cedan su dinero a cambio de un interés». Así, para él, «la tasa de interés es 17 Ley de Say: «La oferta crea su propia demanda». 18 Doctrina: Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, económicas, etc., sustentadas por una persona o grupo. Página 16 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) el premio por no atesorar dinero», y por eso depende de la preferencia por la liquidez y de la cantidad de dinero (en circulación y en depósitos). La inversión Keynes sostiene que esta cumple una función determinante para el empleo. La inversión abarca actividades como elaborar o construir todo tipo de bienes que no sean para consumo directo e inmediato (fábricas, casas, ferrocarriles, rutas…) e implica el empleo de trabajadores para dicha labor. Los trabajadores percibirán un salario con el que, a su vez, comprarán bienes; en consecuencia, otros empresarios decidirán contratar más empleados al ver que sus productos se venden y necesitan reponerlos. Esos nuevos empleados comprarán nuevos bienes, motivando la contratación de más trabajadores, y así sucesivamente hasta alcanzar la situación de pleno empleo. Pero, si la inversión es insuficiente no se podrá salir de un nivel de desempleo alto. El rol del Estado Si los privados no invierten por causa de la «irracionalidad psicológica por el miedo a la inestabilidad del futuro», la única salida para alcanzar el pleno empleo será la inversión que realice el Estado; de ahí la relevancia de su papel. La política monetaria y la política fiscal Para Keynes, los determinantes inmediatos del ingreso nacional -el cual se encuentra fuertemente interrelacionado con el empleo- son el consumo de las familias y la inversión de las empresas. El gasto público (el del Estado) constituye una adición al gasto total, mientras que los impuestos se convierten en una reducción de la corriente de ingresos. Cuando el consumo y la inversión resultan insuficientes para mantener el pleno empleo, el Estado debe estar dispuesto a incrementar la corriente de ingresos por medio del manejo del gasto público (y de los impuestos). La secuencia es: aumento del gasto público, aumento de la demanda agregada (global), aumento de la producción y el empleo, y aumento de la inversión (de empresas privadas para atender la mayor demanda), generándose un ciclo virtuoso. Es por ello que Keynes puso acento en impulsar la demanda agregada. Keynes apunta directamente a la política económica aplicada, la cual debe resolver los problemas de la crisis del 29-30: el desempleo y la caída del nivel de precios (deflación). Ello supone un rol dinámico del Estado, el cual ha de intervenir en los mercados, direccionando las distintas variables macroeconómicas y moderando sus fluctuaciones. Para esto cuenta con dos herramientas fundamentales: la política monetaria y la política fiscal. Mediante la política monetaria19, el gobierno puede, en general a través de sus Bancos Centrales, hacer variar la cantidad de dinero o bien la tasa de interés. Ante una situación de desempleo, Keynes recomienda lanzar dinero a la economía a los efectos de lograr una reducción de la tasa de interés y, por tanto, viabilizar una mayor cantidad de proyectos de inversión. Si la recesión20 es muy profunda y el miedo al futuro es tan alto que ninguna tasa de interés –por reducida que sea– puede motivar la inversión, el Estado debe movilizar sus propios recursos e invertir, produciendo 19 Política monetaria: Política económica que usa la cantidad de dinero como variable de control para asegurar y mantener la estabilidad económica. 20 Recesión: Período en el que se produce una caída de la actividad económica de un país o región. Página 17 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) bienes y servicios (sobre todo, proyectos públicos, como carreteras y otras construcciones) y pagando salarios por ello; estará, de este modo, poniendo en práctica su política fiscal21. Como parte de la política fiscal, el gobierno podrá recurrir también a la reducción de impuestos para aumentar el ingreso disponible de las familias, incentivando un mayor consumo y una mayor inversión de las empresas. «Pienso que modificando el capitalismo, sabiamente, puede volverse probablemente más eficiente para alcanzar los fines económicos que todos los sistemas alternativos hasta el momento, pero este sistema es, en muchos aspectos, extremadamente criticable». – John Maynard Keynes Las nuevas tendencias El monetarismo de Friedman Milton Friedman (estadounidense, 1912-2006, miembro de la Escuela de Chicago, Premio Nobel de Economía 1976) ha sido uno de los continuadores más importantes de las ideas de Smith. Para él, el Estado debe mantenerse completamente alejado de los asuntos económicos, debido a que su naturaleza despilfarradora produce un permanente déficit presupuestario22; ello hace suponer el rechazo de Friedman hacia las ideas keynesianas. Entiende que el Estado debe ser un simple veedor de las relaciones entre los particulares, dejando en libertad las fuerzas del mercado y regulando la emisión de dinero. Según este economista, las variaciones en la cantidad de dinero circulante son la causa esencial del problema económico. Como la cantidad u oferta de dinero depende del volumen de transacciones y del nivel general de precios, en la economía debe haber una cantidad de dinero que permita mantener esas transacciones. Las autoridades (del Banco Central) deberían limitarse a ejercer un control eficaz sobre la oferta de dinero, programando una determinada tasa de crecimiento de la cantidad de dinero. De la precisión con que la oferta monetaria se maneje depende, en parte, la inflación23, pues, para Friedman, esta última es un fenómeno monetario causado por el excesivo crecimiento de la cantidad de dinero. «Los gobiernos nunca aprenden; solo la gente aprende». - Milton Friedman Samuelson: La síntesis neoclásica Aunque la crítica keynesiana sobre cuestiones macroeconómicas se consideró valiosa, el enfoque marginalista seguía siendo visto como un enfoque riguroso especialmente para explicar el comportamiento microeconómico de ciertos aspectos. Es por eso que algunos autores trataron de construir un enfoque más amplio que sintetizara las ideas más valiosas de ambos enfoques, el resultado se conoció como «síntesis neoclásica» o «neokeynesianismo», siendo ambos nombres equivalentes aunque preferidos por unos autores o por otros en gran medida dependiendo de sus simpatías ideológicas. Paul Samuelson (estadounidense, n. 1915, Premio Nobel de Economía 1970) es el autor del libro Economía, el más vendido de todos los tiempos. Este economista desarrolló la «síntesis neoclásica» sobre la base del pensamiento económico tradicional (anterior al keynesiano) y del moderno (keynesiano). Dicha síntesis afirma que los países pueden controlar tanto la inflación como la recesión por medio de políticas monetarias y fiscales. «Un primer curso de economía no permite dominar todos sus intrincados y esotéricos temas, pero puedo decirle basándome en la experiencia de estudiantes de todo el mundo que el mejor curso de economía es el de intro- 21 Política fiscal: Política económica que usa el gasto público y los impuestos como variables de control para asegurar y mantener la estabilidad económica. El gasto público son las erogaciones que realiza el Estado para comprar bienes y servicios y así atender las necesidades públicas. Los impuestos (tributos) constituyen un ingreso de recursos para el Estado, estando los particulares obligados a pagarlos. 22 Déficit presupuestario: Por oposición a superávit presupuestario, es la situación en la cual los gastos realizados por el Estado u otras entidades públicas en un determinado período de tiempo –normalmente un año– superan a sus ingresos. 23 Inflación: Aumento sostenido en el nivel general de precios en la economía de un país, implicando la pérdida de poder adquisitivo de la moneda. Página 18 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) ducción. Una vez que haya entrado este nuevo y extraño jardín de ideas, el mundo nunca será igual. Y cuando dentro de unos años recuerde la experiencia, incluso lo que no entendía mucho entonces habrá madurado claramente». - Paul Samuelson La «economía de la oferta» A los economistas que asumen una posición crítica frente a los planteamientos teóricos de inspiración keynesiana (encarados desde el lado de la demanda) se los conoce con el nombre de economistas del lado de la oferta o supply siders. Estos sostienen que si el Estado rebajara los impuestos, generaría un verdadero círculo virtuoso en la economía, pues habría más incentivos para trabajar y producir: las familias pueden demandar más y las empresas tienen más dinero para contratar personal, invertir y satisfacer esa mayor demanda. Al haber más actividad económica, el Estado percibirá más en impuestos. El economista estadounidense Arthur Laffer explica que si en un país dado los impuestos fueran 0, no habría Estado; y si fueran del 100%, nadie se molestaría en trabajar; pero puede determinarse una tasa óptima T que permite maximizar la actividad económica y los ingresos públicos. El desarrollismo o estructuralismo en América Latina Un rasgo distintivo del desarrollismo o estructuralismo, el cual alcanzó su auge a mediados del siglo XX, fue el cuestionamiento de la doctrina ideológicamente dominante: el liberalismo clásico y neoclásico, incluyendo el esquema de división internacional del trabajo. Los economistas desarrollistas, entre los que se encuentran los argentinos Raúl Prebisch, Julio Olivera y Aldo Ferrer, explican que, como la oferta de productos intermedios, de bienes de capital y de productos alimenticios es rígida (no varía), al ampliarse la demanda con el desarrollo de la economía, crecen los precios. Proponen un desarrollo económico continuado, con el que se corregirán las deficiencias estructurales básicas. Lentamente, a largo plazo, ello reducirá las tendencias inflacionarias. El crecimiento24 de los países no desarrollados depende principalmente de la evolución de sus exportaciones, que son fluctuadas y poco diversificadas. El esquema centro industrial-periferia agrícola (países desarrollados-países subdesarrollados), con el consecuente deterioro de los términos de intercambio, reproduce el subdesarrollo y amplía la brecha entre países desarrollados y países subdesarrollados. Por lo anterior, afirman que los países no desarrollados deberían tener Estados activos con políticas económicas que impulsaran la industrialización para alcanzar una situación de desarrollo autónomo. Sugieren, a la vez, prevenir las contracciones de la economía mediante transformaciones estructurales que diversifiquen el sistema productivo, y construir obras de infraestructura que reduzcan costos. Bibliografía básica MAAS, PABLO y CASTILLO, JOSÉ: Economía, Aique Grupo Editor, Bs. As., 2005, cap. III. BELAUNDE, CÉSAR: Economía política, Editorial Troquel, Bs. As., 1986. MOCHÓN, FRANCISCO y BEKER, VÍCTOR: Elementos de micro- y macroeconomía, Mc Graw Hill, Bs. As., 2005, cap. V. WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 22.ª edición, 2001, http://drae.rae.es/. Actividades 1) Durante la Gran Depresión de la década de 1930, ¿cuál fue la propuesta del keynesianismo? a. b. c. d. El El El El gobierno debe aumentar los impuestos para equilibrar el presupuesto. gobierno debe incrementar el gasto. gobierno no debe reducir los precios, sino bajar la producción. gobierno debe ahorrar tanto como sea posible. 24 El concepto de crecimiento económico se refiere al incremento porcentual del producto bruto interno de una economía en un período de tiempo. Un concepto más amplio es el de desarrollo económico, que incluye, además, aspectos estructurales como la educación de la población, indicadores de mortalidad, esperanza de vida, etc., y nociones más abstractas como la libertad política, la seguridad social, etc. Página 19 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) 2) ¿Quiénes sostienen que la inflación es un fenómeno monetario causado por el excesivo crecimiento de la cantidad de dinero? a. b. c. d. Los Los Los Los keynesianos. marxistas. monetaristas. neoclásicos. 3) ¿Quiénes son los economistas que sostienen que los cambios en la demanda tienen un efecto significativo y duradero sobre la producción? a. b. c. d. Los clásicos. Los neoclásicos. Los keynesianos. Otros. (Indicar quiénes). 4) ¿Qué línea dirían que seguía Domingo Cavallo durante su desempeño como Ministro de Economía, entre 1991 y 1996, sabiendo que rebajó impuestos para estimular la inversión de las empresas? a. b. c. d. Monetarista. Supply sider. Neoclásica. Otros. (Indicar quiénes). 5) Afirmaban que los países no desarrollados deberían tener Estados activos con políticas económicas que impulsaran la industrialización y permitieran superar otras fallas estructurales para así alcanzar una situación de desarrollo autónomo: a. b. c. d. Los marxistas. Los keynesianos. Los neoclásicos. Otros. (Indicar quiénes). 6) Se enfocan en el individuo, desarrollan la teoría subjetiva del valor y determinan los precios de mercado a través de la interacción de la oferta y la demanda, aplicando considerablemente la Matemática: a. b. c. Los clásicos. Los neoclásicos. Los monetaristas. 7) En el siguiente texto, tachen lo que consideren incorrecto. Para Friedman, la función del Estado es/no es la de un simple veedor de las relaciones entre los particulares que mueven la economía, su rol es regular/dejar en libertad las fuerzas del mercado y dejar en libertad/regular la emisión de dinero para mantenerla a un ritmo variable y dependiente del crecimiento de la actividad económica. Para Keynes, el temor al futuro hace que los individuos atesoren/se desprendan del dinero, pero puede tentárselos mediante un interés. 8) ¿Cómo podría salir un país de una crisis económica? Planteen una posible solución y expliquen en qué conceptos teóricos se basan. Digan quién fue el economista creador de la teoría. 9) Imaginen un país que intenta aplicar la teoría keynesiana para sus políticas económicas. ¿Qué acciones concretas podría llevar a cabo? Citen dos ejemplos en distintos campos de la actividad económica. 10) Unir las opciones que se encuentren vinculadas: a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. k. l. m. Ley de Say Inflación Recesión Política monetaria Costo contable Costo económico Alfred Marshall Política fiscal León Walras Paul Samuelson Primera ley de Gossen Tasa impositiva óptima Crecimiento 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Síntesis neoclásica Supply siders. Aumento generalizado y sostenido de los precios de una economía. Curvas de oferta y de demanda Interdependencia de todos los precios del sistema económico Gasto público e impuestos como variables de control Cantidad de dinero como variable de control Utilidad marginal decreciente Aumento porcentual del PBI de un país durante un período. «La oferta crea su propia demanda». Costo de obtención + Costo de oportunidad Caída de la actividad económica. Costo de obtención Lecturas sobre las crisis Domingo 12 ago 2007 Turbulencias en los mercados financieros Las claves de una crisis financiera global que ya se siente en Argentina25 CLARÍN.COM – 2007 – Las claves de una crisis financiera global que ya se siente en Argentina – http://www.clarin.com/diario/2007/08/12/elpais/p-02001.htm 25 Página 20 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Los problemas con las hipotecas en EE.UU. se difunden y su alcance es aún incierto. 1 ¿Cómo empezó la crisis? Se inició con la burbuja inmobiliaria en EE. UU. y el aumento de las hipotecas impagas. Al aumentar la tasa de interés, comenzó a incrementarse la morosidad, sobre todo en los créditos hipotecarios que fueron otorgados a tasa variable con pocas exigencias, mercado al que se denomina subprime. La tasa de referencia en Estados Unidos -fijada por la Reserva Federal- subió desde el 1% en 2004 al 5,25% actual. 2 ¿Cuál fue el detonante de la baja de los mercados? La calificadora de riesgo Standard & Poor's pasó en julio de estable a negativa la perspectiva para el banco de inversión Bearn Stearns, por la tenencia de hipotecas de baja calidad en su cartera de activos. Los inversores comenzaron a retirar el dinero de los fondos de hipotecas, y la compañía American Home Mortgage anunció a fines de julio que podría ir a la quiebra. Sus acciones cayeron más de 80% en un solo día y otras entidades financieras comenzaron a soportar fuertes bajas, que terminaron difundiéndose a otros sectores. Desde Wall Street el desplome se contagió al resto de los mercados mundiales. 3 ¿Adónde va el dinero que se retira de los fondos y las acciones que se venden? Principalmente, a Bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Cuando el temor domina los mercados, se produce lo que se denomina flight to quality (vuelo a la calidad). Los inversores buscan los activos más seguros, que están representados principalmente por los Bonos del Tesoro de Estados Unidos. Por eso sus precios crecen. 4 ¿Cómo llegó la crisis a los bancos europeos? Los grandes bancos de muchos países, como el francés BNP Paribas, administran fondos que incluyen títulos respaldados por hipotecas de los Estados Unidos. Los inversores quieren poner a resguardo su dinero y cuando piden rescatarlo, los bancos se encuentran con que no tienen liquidez. Por eso el BNP tuvo que recurrir a una suerte de "corralito" para preservar dos de sus fondos. Otro banco muy expuesto es el alemán IKB. 5 ¿Qué logran la Reserva Federal y el Banco Central Europeo al inyectar liquidez? La intervención de los bancos centrales al proveer de fondos busca frenar la liquidación de activos en las principales plazas financieras para evitar un crac. Cuando la liquidez desaparece se puede generar una reacción en cadena que se va transmitiendo por los mercados. Una entidad no puede hacerse de dinero para devolvérselo a otra que tampoco podrá cumplir con una tercera. Entre el jueves y el viernes la Reserva Federal y el BCE aportaron alrededor de US$ 280 mil millones, y prometieron más. 6 ¿Por qué cae Argentina? Los sacudones llegan a través de los mercados. Cae Wall Street y retroceden también las acciones de otros países, incluidas las de Argentina. Pero aquí están resultando muy golpeados los títulos públicos, por cuestiones al margen de la crisis internacional. La desconfianza respecto del manejo de los índices y las acusaciones a los bancos habían provocado una tendencia bajista que venía de antes y se agravó. 7 ¿Puede dispararse acá el dólar? Nadie lo cree posible. Hay consenso en que el dólar podría dispararse sólo si el Gobierno lo permitiera. Como tendría efectos peligrosos, se cree que el Banco Central seguirá manteniéndolo controlado. Tiene la fuerza de US$ 44 mil millones de reservas. 8 ¿Qué efectos tendrá en Argentina? Un primer efecto es el de la dificultad para financiarse, tanto el Estado como las empresas. El Gobierno tuvo que recurrir a Venezuela, y muchas empresas suspendieron sus planes de colocar deuda. Aunque el Central está tratando de evitar una suba de las tasas, los particulares también podrían soportar mayores costos, sobre todo si la crisis se extiende. Si esto ocurre también podría afectar el crecimiento de la economía. Publicada 22/09/2008 Al inicio de la semana / Roberto Cachanosky La crisis del 29 y la actual26 Un análisis de las diferencias y semejanzas entre ambas crisis financieras, junto con algunas observaciones respecto al papel de la Argentina. Muchos se preguntan si la crisis financiera que está viviendo el mercado internacional, particularmente EE. UU., puede llegar a ser igual a la de 1929 que luego se prolongó en una depresión. Mi impresión es que –si bien el desenlace depende de lo que hagan el gobierno americano y el resto de los países– esta crisis puede ser más corta y no tan profunda como la del 29 en relación al impacto sobre la economía real. ¿Cuál fue la causa que inició la crisis de 1929? En ese entonces, el derrumbe de la bolsa de Nueva York fue consecuencia de la política monetaria llevada a cabo por la Reserva Federal a partir de 1924. El objetivo de esa política monetaria había sido depreciar el dólar para estimular las exportaciones americanas y bajar la tasa de interés de modo tal que los capitales fluyeran hacia Europa para que se fortalecieran las monedas que habían quedado debilitadas, especialmente la libra esterlina, como consecuencia de los costos asumidos durante la I Guerra Mundial. La baja de la tasa de interés en EE.UU. generó un auge de la bolsa norteamericana que llevó el índice bursátil de 79,8 puntos en 1920 a 260,2 en 1929. Es decir que, en 9 años, la bolsa subió un 226%. La libra esterlina mejoró notablemente su cotización frente al dólar, pero no por mejoras en la productividad inglesa, sino por la política expansiva de EE.UU. (algo parecido, a mi juicio, a la relación dólar-euro de los últimos años). Lo mismo ocurrió con el franco francés a partir de 1926, cuando Poincaré se hizo cargo de la administración de las finanzas públicas en Francia. 26 ECONOMÍA PARA TODOS – 2008 – La crisis del 29 y la actual – www.economiaparatodos.com.ar Página 21 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Si uno observa el inicio de la crisis del 29 y la compara con la actual, encuentra que hay un denominador común: la política monetaria laxa de la Reserva Federal. Es que, luego del atentado a las Torres Gemelas, la Reserva Federal bajó fuertemente la tasa de interés para estimular la economía que había quedado afectada por el ataque terrorista. ¿Otro denominador común? En ambos casos la expansión monetaria generó auges bursátiles artificiales (si bien en la actualidad se recurrió a diferentes instrumentos financieros más sofisticados), presiones inflacionarias y la depreciación del dólar frente a las otras monedas. Además, tanto en 1927 como en 2004, la Reserva Federal comenzó a revertir la política de bajas tasas de interés para frenar o disminuir la inflación y el auge bursátil. ¿Qué provocó la suba de la tasa de interés en EE.UU. en 1927? Se desaceleró la economía y el índice bursátil empezó a disminuir hasta terminar en pánico con masivos retiros de fondos en el conocido octubre de 1929. ¿Qué pasó con la suba de la tasa de interés en EE.UU. en los últimos años? Primero afectó los créditos hipotecarios, las famosas hipotecas subprime, dado que en EE.UU. esos créditos son a tasa variable, la gente se encontró con que no podían pagar los préstamos. Las carteras de los bancos perdieron valor y comenzó el efecto desplome derivando en los commodities. Es decir, en ambos casos, primero tenemos políticas monetarias expansivas que generan auges artificiales en los mercados financieros. Cuando esas políticas expansivas se tornan peligrosas por las burbujas financieras y las presiones inflacionarias, se empiezan a subir las tasas generando caída de activos, pérdidas patrimoniales, impacto sobre el nivel de actividad económica y crisis financieras. Es decir, los mismos que generan las burbujas luego las pinchas cuando se asustan por el tamaño que adquieren. Un dato a destacar, sobre todo en el caso de la crisis del 29: no fue el mercado libre ni el patrón oro los que generaron la crisis, sino justamente el intervencionismo estatal en las políticas monetarias, al igual que en la actual crisis que estamos viendo actualmente. ¿Qué diferencias encuentro, por ahora, entre esta crisis y la del 29? La crisis del 29 fue profunda y larga porque el gobierno trató de paliarla actuando sobre el sector real de la economía con regulaciones al por mayor, no solo en EE. UU., sino en buena parte del mundo occidental. Aumentos del gasto público, cierre de la economía, nueva expansión monetaria, regulaciones de precios. Por ejemplo, en EE. UU. se aprobaron subsidios para que los productores agropecuarios norteamericanos dejaran de producir. La idea es que si frenaban la producción los precios se recuperarían. También se declaró la inconvertibilidad del oro en EE.UU. Lo que se hizo en los años 30 fue trabar la economía y prolongar la agonía. Es decir, en vez de dejar que los precios volvieran a su valor normal luego de la burbuja, el Estado norteamericano aplicó el New Deal que produjo más distorsiones de precios profundizando la recisión y prolongándola en el tiempo. A diferencia de la crisis del 29, en la actual no se observa que el gobierno norteamericano, por ahora, intervenga en el sector real de la economía con medidas como las del New Deal, regulando los precios, aumentado absurdamente el gasto en obras públicas o cerrando la economía al comercio exterior. Su intervencionismo, que por cierto es altamente cuestionable, está centrado en el sistema financiero. Lo que está haciendo es cubrir los quebrantos financieros con los recursos de los contribuyentes y, probablemente, con una política monetaria expansiva que privilegia la reactivación por sobre la inflación, lo cual puede traer nuevas consecuencias en el futuro. Además, deja de lado la teoría de la sanción moral y sale como el séptimo de caballería a salvar bancos y entidades financieras, con lo cual está sentando las bases para que, en el futuro, nuevamente los inversores asuman riesgos desmedidos con la esperanza de que si se equivocan venga el Estado a salvarlos. Si el gobierno americano no comete los mismos horrores económicos que cometió Roosevelt con su New Deal, podría ser que esta crisis sea más corta y menos profunda que la del 29 o, en el peor de los casos, que sean tan profunda como la del 29 pero no tan larga, dado que, una vez asumidas las pérdidas de la explosión de la burbuja, los precios relativos se reacomodarían rápidamente y la economía podría comenzar a reactivarse nuevamente. ¿Y por casa cómo andamos? Dediquemos algunos párrafos a la Argentina. Los comentarios de Cristina Fernández de Kirchner de que el primer mundo se cae como una burbuja y nosotros estamos bárbaros muestran el poco conocimiento de la presidente en materia económica. Primero, porque si la crisis afecta el precio de las commodities, se acabaría el salvavidas que durante todos estos años le permitió al matrimonio mantenerse a flote a pesar de los destrozos económicos que hicieron. Ya no tendrían que luchar para intentar revivir la resolución 125, sino que les sería imposible sostener los actuales niveles de impuestos a las exportaciones. Y esto significaría, ni más ni menos, que la caja se les agotaría más rápido de lo que se les está agotando actualmente. Puesto en términos políticos, no habría caja para sostenerse en el poder. De manera que no entiendo la alegría con que denuncia al primer mundo, salvo que, por su escasa formación intelectual, no termine de advertir cómo esta crisis puede llegar a golpear a su propio gobierno. Segundo, que intente convencernos de que el modelo argentino es “el modelo” a imitar refleja que todavía no se enteró de que en Argentina hay inflación, pobreza e indigencia crecientes y ausencia de inversiones. Y creer que no pagar la deuda y defaultear los bonos ajustables por CER es una genialidad financiera también luce como pretender vendernos que hacerse fama de mal pagador de las deudas aumenta la capacidad crediticia. Toda una nueva teoría económica. En definitiva, es cierto que la Reserva Federal –sobre todo bajo la gestión de Alan Greenspan– cometió gruesos errores, pero los americanos todavía tienen que recorrer un largo camino para alcanzar los dislates de los Kirchner. Por lo tanto, mejor que Cristina remueva la viga en el ojo propio antes de concentrarse en ver la paja en el ojo ajeno. Página 22 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) El crac financiero, ayer y hoy27 En 1929 el mundo se sumergió en la peor crisis del siglo; a 80 años de aquellos días, la economía internacional vuelve a temblar Lunes 16 de marzo de 2009 | 11:39 A 80 años del crash de Wall Street y el comienzo de la mayor depresión del último siglo, las comparaciones con la incipiente crisis económica global son inevitables, aunque aún sea prematuro intentar determinar cuál será su intensidad real o analizar su duración y su alcance. La crisis actual parece contener similitudes con muchas de las pasadas grandes turbulencias, aunque combinada con elementos nuevos. Algunos de ellos provenientes de la propia complejización del sistema financiero, sumados a la fuerte intervención estatal, producto de las enseñanzas dejadas por otros períodos críticos, según expresaron los especialistas consultados por lanacion.com. La intensa contracción del producto y el comercio de las principales potencias económicas y su impacto sobre los países emergentes, la ralentización del crecimiento de los precios o la deflación, la reaparición de medidas proteccionistas de las naciones -como intentos de no empeorar sus saldos comerciales- son algunas de las indeseadas consecuencias ya sufridas en otros contextos, con variadas intensidades. Esto se suma a la aparición de complejos instrumentos financieros que pusieron en evidencia problemas estructurales en los sistemas bancarios. Dentro de este panorama, la principal diferencia con la mayor crisis sufrida por el capitalismo se centra en que "ahora sí se empiezan a tomar las políticas monetarias contracíclicas para evitar la recesión y su prolongación en una depresión", según advirtió el profesor emérito de la Universidad de San Andrés Roberto Cortés Conde. "Pero ahora que se están implementando las medidas necesarias, sigue siendo dudoso el alcance de estas políticas. Con la visión histórica de lo que pasó en los años 30, están actuando rápidamente a contramano de la inacción pasada, pero por ahora no se ve que esto surta mucho efecto", agregó. En los Estados Unidos, los precios minoristas mostraron una nueva tendencia desde el comienzo de la crisis y cayeron consecutivamente en los últimos cinco meses de 2008, avivando los temores de deflación, como se registró en la Gran Depresión. Cortés Conde asegura que los precios no experimentarán mayores variaciones por la compensación entre el gran aumento de la demanda de dinero y la masiva ampliación de la oferta. "Si la oferta de dinero se multiplica como lo hizo, uno esperaría que suban los precios, pero hay una enorme demanda de liquidez, que aumentó igual que la oferta, y eso mantiene los precios", indicó el especialista en historia económica. "La crisis del 29 duró cuatro años en su primera fase, todo el gobierno de [Herbert] Hoover. Se había formado una burbuja especulativa financiera y para contrarrestarla no se les ocurrió nada mejor que subir las tasas y restringir la liquidez", analizó el economista de Fimades Luis Palma Cané. Así, agregó, "terminó la burbuja pero todo llevó a una recesión terrible. Después llegó Roosevelt y con él las políticas keynesianas, pero el empujón final para salir de la crisis lo da la Segunda Guerra Mundial". También destacó la velocidad de expansión con la que actúa el fenómeno en la actualidad: "A diferencia de lo ocurrido en el ´29, hoy la crisis es global desde el día siguiente a su comienzo". Para Palma Cané, las políticas implementadas por la Reserva Federal y el Tesoro de los Estados Unidos son adecuadas. "Hicieron lo que hay que hacer. Diseñaron políticas diferentes y adecuadas a las pasadas. En vez de retringir la liquidez y subir tasas, se hizo lo contrario", analizó. El economista señaló que la aparición de medidas proteccionistas en la actualidad es una coincidencia entre ambos períodos y algo que debe tratar de evitarse. "Ese tipo de medidas son las que hicieron que la Gran Depresión dure más. La teoría indica que el comercio internacional acorta la crisis, si bien en un primer momento puede complicar un poco la situación, a mediano plazo la alivia", destacó. Consecuencias El desempleo fue otro de los grandes dramas producidos por la crisis desatada en octubre de 1929. El índice, que ese año se situaba apenas por encima del 3% en los Estados Unidos, se disparó por encima del 8% en 1930 y rozó el 25% en su peor momento, 1933. El avance de la proporción de ocupados respecto de la población activa también es un problema en la actualidad. La tasa, que rondó el 4,5% durante todo el 2007, se ubicó en 4,8% en febrero de 2008 y trepó hasta el 8,1% -nivel que no alcanzaba desde fines de 1983- en el mismo mes de 2009, según informó recientemente el Departamento de Trabajo estadounidense. Al respecto, Palma Cané aseguró que la cifra no llegará a los niveles que experimentó durante la Gran Depresión, por las activas políticas estatales que harán que "todo sea más suave", según el economista. En general, todos los indicadores de la economía mostrarán caídas más moderadas, para el especialista: "Es impensable que el PBI vaya a caer un 35%, el nivel general de la bolsa un 75% y el desempleo llegue al 25%. Los desempleados llegarán a lo sumo al 10%", dijo. Y añadió que las políticas que se están diseñando son las adecuadas, pero que "ahora hay que implementarlas eficazmente y coordinadamente con todos los países". Palma Cané consideró que, si se aplican las medidas de manera eficaz, el comienzo de la salida de esta crisis en los Estados Unidos "no debería extenderse más allá de fin de año". "Desde septiembre hasta ahora, la Fed y el Tesoro han hecho de todo para evitar la recesión", señaló, por su parte, Cortés Conde. "Bernanke hizo lo contrario a lo que se había hecho en el 30. Inyectaron mucha liquidez en el sistema, pero hoy el problema tremendo es el miedo. El interrogante es la solvencia de los bancos, en un momento en que todos los instrumentos monetarios ya se usaron", añadió. Conclusiones 27 LANACION.COM – 2009 – El crac financiero, ayer y hoy – http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1108446 Página 23 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte Economía – 4.º 1.ª (CS-ETP) Tres causas que se han constituido en el denominador común de las crisis28 1. La anarquía del sistema financiero que asumiendo los dictados de la maximización de su propia rentabilidad, direcciona fondos hacia la economía especulativa evitando direccionarlos hacia la economía real. 2. El manejo discrecional de la tasa de interés que primero baja para tentar al mundo a comprar, endeudándose con el sistema financiero y luego sube para imposibilitar el pago de los créditos tomados con garantía real, permitiendo que unos pocos especuladores se apropien del excedente económico que queda como residuo de tal mecanismo. 3. La permisividad excesiva de la aplicación de los postulados del liberalismo económico (y lo que es peor del neoliberalismo) que impide que el Estado intervenga tempranamente frente a posibles crisis. El error consiste en requerir la ayuda estatal cuando ya es demasiado tarde, es decir, cuando emulando a un peligroso virus infectocontagioso, la crisis desparrama sus efectos nocivos en toda la economía, permitiendo que unos pocos se enriquezcan a costa de una inmensa mayoría que quedará sin trabajo, sin bienes y sin futuro. Principales efectos en nuestro país29 El ritmo de crecimiento y el nivel de empleo se ven afectados por el tembladeral planetario. La caída en el precio de las materias primas a escala internacional afecta irremediablemente la economía del país y el financiamiento del Estado, que depende en parte de las retenciones a las exportaciones de granos. La producción industrial se ve afectada doblemente. Por un lado la Argentina no puede permitir una devaluación de la moneda tan veloz como la que está ocurriendo en Europa o Brasil, por sus posibles consecuencias inflacionarias, de modo que las condiciones de competitividad industrial se verán afectadas. Por otro, al reducirse el ritmo de crecimiento local y desaparecer el crecimiento global, las compañías extranjeras con inversiones en Argentina han comenzado ya a reducir sus inversiones e, incluso, a despedir personal. Otro problema importante para la economía argentina tiene que ver con el financiamiento del sector público y privado. En este sentido, la crisis financiera no afectó demasiado las condiciones de financiamiento externo del país, que por diversos motivos (desde el default previo hasta la desconfianza actual) ya no tenía acceso a los mercados crediticios internacionales. Así las cosas, el Gobierno tuvo que recurrir a Venezuela, y muchas empresas suspendieron sus planes de colocar deuda. En resumen, la Argentina parece estar en mejores condiciones que en crisis mundiales anteriores para enfrentar el terremoto actual, pero de todas formas es evidente que la crisis está desencadenando efectos importantes también aquí. 28 29 FBA XXI – Dos crisis mundiales y un denominador común – http://buenosaires-xxi.org/crisis-mundial.pdf EDUCARED, CALEIDOSCOPIO – La crisis económica internacional – http://www.educared.org.ar/enfoco/caleidoscopio/2008/11_04 Página 24 de 24 Unidad didáctica n.º 2, primera parte