CAPITULO XV EDUCACIÓN DE POSTGRADO Nuestra Sociedad siempre tuvo como prioridad la formación de postgrado. Para ello organizó permanentemente Cursos de Actualización y de Perfeccionamiento sobre diferentes temas cardiológicos, y desde 1982, Cursos Anuales de Cardiología destinados a la formación de médicos cardiólogos, los cuales se fueron sucediendo, con las lógicas modificaciones estructurales, durante el transcurso del tiempo. Sin lugar a dudas el Sistema de Residencias es la mejor metodología de formación médica de postgrado. La primera residencia médica (fue de cirugía) se inició en Estados Unidos en el año 1890 en el John Hopkins Hospital de Baltimore bajo la dirección de William Stewart Halsted, y los resultados de la evaluación de esta experiencia se publicaron en las memorias de dicha Institución en el año 1897. Más de 20 años pasaron para que fuera reconocida oficialmente y el sistema tuviera un rápido y progresivo desarrollo en ese país. En 1910 el “Journal American Medical Association” (JAMA), publica la lista de los Hospitales que contaban con Residencias Médicas reconocidas por esa Asociación. La primera vez que aparece en Argentina la denominación de Residencia Médica, según refiere el Dr. Manuel del Carril, fue en 1945. Ocurrió en la Cátedra de Semiología del Prof. Dr. Tiburcio Padilla y los primeros residentes fueron el Dr. Jerónimo Horacio Alvarez y el Dr. Julio Berreta. Pero en realidad, las residencias médicas como sistema de enseñanza fueron recién introducidas en la Argentina en 1951 por el Dr. Augusto H. Moreno, Jefe de Cirugía del Hospital General de Avellaneda, quien a su regreso de EEUU, convocado por el Dr. Ricardo Finochietto lo implementó tal cual lo había conocido en ese país. Poco tiempo después el Pabellón Modelo del Hospital Rawson, que era una sala cátedra de la Facultad de Medicina, también comenzó a tener residentes en Clínica Médica. A partir del año 1957, gracias al esfuerzo de un grupo de médicos distinguidos de la ciudad de Buenos Aires encabezados por el Profesor Dr. Mario Brea, quien junto a su Prof. Adjunto, Dr. Andrés Santas, instituyó la primera residencia en cirugía en la Capital Federal en el Hospital Durand, el sistema tuvo mayor difusión en nuestro país con la iniciación de cinco programas en el ámbito de la Facultad de Medicina de Buenos Aires. El Instituto de Investigaciones Médicas que dirigía el Dr. Alfredo Lanari inició la Residencia en Clínica Médica también en 1957, siendo los instructores Jorge Rodó, Alberto Agrest y Henry Teitelbaum entre otros. El 1º de octubre de 1958 se ponen en marcha las Residencias Médicas del Ministerio de Salud Pública de la Nación, iniciándose la de Pediatría en la Sala Primera del Hospital de Niños de Buenos Aires, bajo la jefatura del Dr. R. Maggi y la coordinación directa de su inspirador, el Dr. C. Gianantonio y la Residencia de Cirugía en el Hospital Caxtex, bajo la dirección del Dr. A. Introzzi y la coordinación del Dr. J. Manrique. En noviembre de 1959 se organizaron las Primeras Jornadas de Residencias Hospitalarias y al término de las mismas se resolvió proponer a la Asociación Médica Argentina la creación de un Subcomité de Residencias Hospitalarias, hecho que se concretó el 30 de mayo de 1960. Este Subcomité fue el primer organismo que en la Argentina cumplió cabalmente con las funciones de definir los objetivos y en normatizar el sistema constituyéndose luego en un instrumento evaluador que aprobaba o no servicios y programas de residencias. Es oportuno recordar que sus primeros integrantes, presididos por el Profesor Dr. M. Brea fueron los Dres. G. di Paola, J. Firmat, C. Gianantonio, E. Holberg, J. Manrique y A. Mendizábal. En la década del 60 hubo una verdadera eclosión del sistema siendo el Dr. Andrés Santas, discípulo del Dr. Brea quien más impulsó este programa de formación profesional. El 9 de mayo de 1961 el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de Buenos Aires oficializó el funcionamiento de la Residencias Médicas fijando los requisitos básicos que establecería el sistema de Residencias en el ámbito de la Facultad. En enero 1967, la Secretaría de Estado de Salud Pública por Resolución N° 622/67 resuelve crear el Consejo Nacional de Residencias Médicas (CONAREME) como organismo dependiente de esta Secretaría de Estado integrado por representantes del Estado Nacional, Municipal, Fuerzas Armadas, Hospitales Privados y del Interior, C.O.M.R.A. y Residencias de Sanatorios de Obras Sociales que siguió cumpliendo eficientemente, ahora con aval oficial, la funciones del Subcomité de Residencias Médicas de la Asociación Médica Argentina antes mencionado. Fue su primer Presidente el Dr. Mario Brea, Vicepresidente el Dr. Jorge Manrique y Secretario Técnico el Dr. Oscar Aguilar. La labor que desarrolló el Consejo fue realmente sobresaliente pero lamentablemente la vida del CONAREME fue efímera, ya que fue disuelto en 1974 quedando el sistema sin el contralor adecuado. En 1979 se intentó la normatización de las residencias a través de la ley nacional 22127 b del Poder Ejecutivo Nacional que creó el Consejo Nacional de Residencias de la Salud (Conaresa) pero, sin embargo, no funcionó adecuadamente como lo había hecho anteriormente el CONAREME. Las residencias en el Hospital Nacional del Centenario se iniciaron en 1967. Fueron creadas la de Medicina Interna, (el Dr. Linares Casas integró el primer grupo de Residentes), la de Cirugía bajo la dirección del Dr. Carlos Silvestre Begnis, la de Ginecología en la Cátedra del Dr. Pedro Figueroa Casas y la de Oftalmología, esta última, bajo la dirección del Dr. Juan Vila Ortíz, la cual representó ser la primera residencia en esa especialidad en todo el país. En el año 1971, los miembros del CONAREME visitaron la Facultad de Medicina de Rosario, a solicitud de la misma, con el fin de evaluar el Hospital Nacional del Centenario y los Servicios que en él funcionaban. Luego de varias objeciones que fueron salvadas gracias al accionar de varios Profesores de la casa, encabezados especialmente por el Profesor Dr. Juan J. Boretti, varias Cátedras, además de las que ya funcionaban con residentes, fueron habilitadas y reconocidas oficialmente para ser centros formadores. En 1972 se creó la residencia de Cardiología en la Cátedra del Profesor Dr. Fernando Gaspary, Sala 14 del Hospital Centenario. El primer residente y luego Jefe de Residentes de Cardiología de Rosario fue el Dr. Miguel Lodi, integrando la primera plantilla los Dres. Héctor Vottero, Adelquis Calcaterra y Germán Godoy. Como sucedía con todos los Programas que por entonces comenzaban a funcionar, el sistema al principio contó con pocos adeptos en el Hospital. Se enfrentaban dos sistemas, el tradicional con una dinámica de trabajo diario reducido, contra otro que requería un hospital funcionando las 24 horas del día. Al iniciarse las actividades de los residentes, los médicos de planta por no conocer suficientemente el funcionamiento ni los objetivos del nuevo sistema, se sintieron desplazados por médicos jóvenes de reciente graduación. Pero con el tiempo las dificultades se fueron solucionando. Además, el hecho de que pocos años antes, habían sido designados en la Facultad varios Profesores Adjuntos con dedicación exclusiva, favoreció para que el sistema pudiera desarrollarse normalmente permitiendo que se pudiera llevar a cabo en forma eficiente un programa de formación continua. Poco a poco se integraron progresivamente otros Servicios, y con el esfuerzo individual de cada uno de ellos, la Residencia se consolidó en el Hospital. A los pocos años, algunas Instituciones privadas de Rosario comenzaron a implementar las residencias en Cardiología como el Sanatorio Delta en 1984, por iniciativa de los Dres. Eduardo San Martín, Ernesto Paolasso y Guillermo Ravizzini, luego el Sanatorio Británico bajo la dirección del Dr. Osvaldo Robiolo, y un poco más tarde el Hospital Italiano y otros, siendo hoy numerosos los centros formadores existentes en nuestra ciudad. En 1982, la F.A.C., a través de su Comité de Docencia, creó el sistema de becas de residencias en Cardiología por 3 años, destinadas a médicos del interior del país radicados en ciudades no universitarias, con el fin de que puedan realizar su formación en centros jerarquizados de Córdoba, Rosario, La Plata, etc. El primer residente de F.A.C. que realizó su residencia de Cardiología en Rosario fue el Dr. Orlando Lépori, procedente de Posadas, Misiones, quien estuvo desde 1982 a 1985 en el Hospital Italiano para luego, completada su formación, regresar a su ciudad de origen. Posteriormente, durante varios años, numerosos médicos recibieron su formación cardiológica tanto en ese Hospital como en el Sanatorio Británico y el Sanatorio Delta de nuestra ciudad, becados por la F.A.C. Antes de la implementación de Sistema de Residencias, es decir, en las décadas de los años 50 y 60, era dificultoso para quienes deseaban en nuestra ciudad hacer la especialidad, poder lograr una formación sólida. Generalmente lo hacían estando al lado de alguno de los reconocidos y destacados cardiólogos como el Dr. Luis González Sabathié, el Dr. Fernando Gaspary y años más tarde el Dr. Osvaldo Robiolo. La otra posibilidad era concurriendo voluntariamente a algún Servicio de Cardiología jerarquizado y asistiendo a los Cursos de Actualización de dos a tres días de duración y que sobre Temas específicos (Electrocardiografía, Radiología simple y contrastada Cardiovascular, Farmacología y Terapéutica, Cardiopatías Congénitas, Arritmias, Insuficiencia Cardíaca, Ergometría y Rehabilitación, Grandes Síndromes Cardiológicos, Valvulopatías, Hipertensión, Cardiopatía isquémica, Urgencias en Cardiología etc.) organizaban anualmente tanto la Sociedad de Cardiología de Rosario como la Cátedra de Cardiología en la Sala 14 del Hospital Centenario. En esos años, solo un reducido número de médicos logró su formación en el extranjero gracias a becas u otros medios de ayuda. Por ejemplo, el Dr. Alberto Guimpel estuvo algunos años en Kansas City, EEUU y el Dr. Héctor Balbarrey realizó el Curso de Postgrado de 2 meses de duración en el National Heart Hospital de Londres mediante una beca del British Council. En mi caso, gracias a una beca de un año del Instituto de Cultura Hispánica, completé mi formación en 1964 en Europa como integrante del Servicio de Cardiología del Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas de Madrid, para luego asistir al Curso de Postgrado del National Heart Hospital de Londres y hacer una pasantía en el Guy’s Hospital de esa misma ciudad. Años después también asistió al National Heart Hospital de Londres mediante una beca, el Dr. Oscar Saravalli para formarse como cardiólogo pediatra junto a la Dra. Jane Sommerville para luego ejercer durante varios años esa especialidad en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, España, antes de regresar definitivamente a nuestra ciudad. Lo mismo sucedía con quienes deseaban realizar su formación en cirugía cardiovascular. El Dr. José Luis Ameriso por ejemplo, luego de recibirse en 1959, hizo su adiestramiento en cirugía durante algunos años con el Dr. Juan José Boretti en el Hospital Italiano de Rosario, para luego estar 6 meses con el Dr. Zerbini en San Pablo. En 1965, mediante una beca, continuó su formación en cirugía cardiovascular en Dusseldorf y Munich, Alemania, y en los servicios de los Dres. Denton Cooley y Michael DeBakey en EEUU hasta el año 1968. En 1971, es designado Profesor Asociado de Cirugía Torácica y Cardiovascular de la Facultad de Medicina de Rosario y en la actualidad es uno de los cirujanos más prestigiosos de nuestro medio. Ya en la década del 70, un grupo importante de médicos pudo realizar Residencias en el extranjero. El Instituto de Cardiología de México, fue el centro formador elegido por los Dres Carlos Dumont, Carlos Compá y el Dr. Juan C. Linares Casas, quien estuvo dos años en esa Institución y luego continuó su formación dos años más en el Institut de Cardiologie (Hôpital Laval) de Québec , Canadá. El Instituto do Coração do Hospital das Clínicas da Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo (luego Instituto del Corazón - InCor) fue otro centro al cual se dirigieron un número importante de médicos de nuestra ciudad en esa década. Entre los clínicos, realizaron el Curso de Postgrado en Cardiología de un año los Dres Alejandro Robiolo, Eduardo Sosa, José María González García, Horacio Locatelli, Enrique Tuero, Ernesto Paolasso y Eduardo San Martín. Muchos cirujanos también realizaron su adiestramiento en cirugía cardiovascular al lado del Dr. Zerbini en esta Institución, como por ejemplo los Dres Miguel Barbero y Marcial y Rodolfo Neirotti entre otros. Algunos de ellos decidieron luego de su formación, quedarse definitivamente en Brasil como es el caso de los Dres Eduardo Sosa, hoy Profesor Asociado de la Universidad de San Pablo y Director de la Unidad Arritmias y Marcapasos del InCor y el Dr. Miguel Barbero y Marcial donde es Profesor Asociado de Cirugía de la Universidad de San Pablo y Jefe de Cirugía Cardíaca Pediátrica del mismo Instituto. Otros lograron su formación en Centros cardiológicos de Buenos Aires como el Dr. Néstor Vita, quien realizó su residencia en el Hospital Alejandro Posadas de Buenos Aires, obteniendo, además, el título de Médico Universitario de la Universidad de Buenos Aires para luego hacer su especialización en Medicina Nuclear como Fellow en la Universidad de Yale, EEUU, y los Dres. José San Dámaso, Jorge Garguichevich, Atilio Ratti y Mario González, quienes realizaron su residencia en el prestigioso Pabellón Inchauspe del Hospital Ramos Mejía dirigido por el Dr. Blas Moia y luego por Mauricio Rosembaum. El Sanatorio Güemes fue otro de los centros formadores importantes, especialmente en cirugía cardiovascular. Como ya hemos comentado los Dres Ernesto Weinschelbaum, Víctor Caramuti, Juan C. Chachques, fueron algunos de los cirujanos que recibieron su formación como cirujanos cardiovasculares en dicho centro junto al Dr. René Favaloro, siendo muchos más quienes luego siguieron ese camino. Con el paso del tiempo, a partir de la década del 80, las posibilidades de viajar fueron menos dificultosas y más accesibles económicamente y muchos cardiólogos de nuestra ciudad, se dirigieron a distintos lugares del mundo en busca de formación y especialmente de perfeccionamiento. Tanto clínicos dedicados a distintas subespecialidades como cirujanos cardiovasculares, hicieron pasantías por numerosos Centros de jerarquía, especialmente en EEUU (en Cleveland, Houston, Los Angeles, etc.) como también a algunos países de Europa. Algunos de ellos decidieron quedarse luego a residir definitivamente en el extranjero. Un ejemplo es el Dr. Mario González, quien luego de hacer su residencia en Buenos Aires, y durante algunos años desempeñarse como docente de la Facultad de Medicina, donde realizó importantes trabajos de investigación sobre arritmias, en 1990 decide viajar a EEUU para perfeccionarse en electrofisiología en la Universidad de Oklahoma. A partir de allí continuó su carrera médica en ese país, siendo hoy Profesor Asociado de Medicina y Director del Laboratorio de Electrofisiología de la Universidad de Florida en Gainesville destacándose en esa subespecialidad. Algo similar sucedió con el Dr. Rodolfo Neirotti, quien luego de graduarse en nuestra Facultad en 1964, hizo su entrenamiento en Cirugía en el Hospital Centenario y su residencia en Cirugía Cardiovascular junto al Dr. Zerbini, continuando su formación junto al Dr. Donald Ross en el National Heart Hospital de Londres. Al regresar al país en 1972, integró el equipo de Cirugía Cardíaca Pediátrica del Hospital de Niños y del Hospital Italiano de Buenos Aires. En 1988 decidió viajar a Holanda donde es designado Jefe de Cirugía Cardíaca Pediátrica en la Universidad de Amsterdam, para posteriormente, en 1993, fijar su residencia en Grand Rapids, Michigan, EEUU, donde se desempeña como Profesor del Departamento de Cirugía de la Universidad de dicho Estado. Otros, luego de recibirse en nuestra Facultad y realizar la Residencia en nuestro país emigraron casi inmediatamente al exterior. Tal es el caso del Dr. Juan C. Chachques, ya mencionado anteriormente y también del Dr. Julio Panza, quien luego de graduarse en 1981 en la Facultad de Medicina de Rosario, y de realizar su Residencia en Cardiología en el Hospital Italiano de Buenos Aires, continuó su formación en el National Heart, Lung, and Blood Institute de Bethesda, Maryland. En 1990 asumió la Dirección del Laboratorio de Ecocardiografía de esa prestigiosa institución, siendo en la actualidad Profesor Asociado del Departamento de Medicina de la Universidad de Georgetown, Washington, EEUU. Sobre la base de la experiencia adquirida por algunos de los que integrábamos la Cátedra de Patología Médica (Cardiología) en el Curso de Post Grado en Cardiología que se desarrollaba en National Heart Hospital en Londres y siguiendo su metodología, se decidió organizar en el año 1968, un Curso de Médicos Cardiólogos en dicha Cátedra de la Facultad bajo la dirección del Prof. Dr. Fernando Gaspary. Dicho Curso estaba reconocido por la Facultad de Medicina de Rosario y era de 2 años de duración, con inscripción limitada y actividades de 4-6 horas diarias 3 veces por semana. El mismo tuvo un resonante éxito, ya que muchos jóvenes médicos de nuestra ciudad y de localidades cercanas a Rosario, incluso de la ciudad de Santa Fe, lograron conseguir una sólida formación cardiológica. En 1978 el Curso se transformó en Carrera de Médico Cardiólogo por resolución del Consejo Superior de la Universidad pero lamentablemente, después de más de 10 años de dictarse, a partir del año 1989, debió ser suspendida. En el año 2000, nuevamente la Cátedra de Cardiología, ahora a cargo del Dr. Enrique Mariani, consigue nuevamente la implementación de la Carrera de Médico Cardiólogo Universitario que está en funcionamiento en la actualidad. Por su parte la Sociedad de Cardiología comenzó a organizar Cursos anuales a partir de 1982, el primero de los cuales fue el Curso Anual de Cardiología para el Postgrado Inmediato que luego con diferentes características se siguieron desarrollando y a partir de 1996, se realizan en forma conjunta con la Cátedra de Cardiología de la Facultad de Medicina.