La escuela, un espacio para la democratización peruana. Un estudio comparado entre la propuesta educativa tradicional y una propuesta educativa alternativa1 Lars Gunnar Stojnic Chávez. 1. El problema social: importancia y justificación: Luego de 10 años en que el Perú vivió sumido en un régimen dictatorial2, desde finales del año 2000 las elites políticas y gubernamentales mantuvieron un discurso constante que hacía referencia a la consolidación del proceso de “democratización” en nuestro país. Sin embargo, dicho planteamiento llama la atención cuando poseemos una historia caracterizada por gobiernos autoritarios y opresivos, y una sociedad marcada por grandes desigualdades económicas, sociales, culturales y políticas. La historia republicana de los últimos 50 años, no sólo muestra una mayor cantidad de años marcados por gobiernos de tipo autoritario que de tipo “democrático”3, sino que los índices de desarrollo social grafican una situación social alarmante: 48% de los niños en nuestro país están en una situación de desnutrición crónica, el 42% de la población económicamente activa se encuentra en la categoría de “subempleados”4, etc. Esta situación se agrava al analizar la convivencia cotidiana de nuestra sociedad y episodios que se repiten sistemáticamente como los de protestas violentas, que además evidencian la ineficacia del gobierno central para establecer mecanismos de diálogo, participación y soluciones efectivas5. Lo antes mencionado, entre otras cosas, nos llevó a hacernos un par de preguntas muy básicas pero esenciales frente al proceso de democratización del que tanto se habla: ¿Qué tipo de “democracia” está recuperando el Perú? y ¿sobre qué elementos se funda este proceso de democratización al que el actual gobierno, y las elites políticas en general, se refieren? La existencia, reproducción e institucionalización de cualquier sistema social, sea democrático o no, exige la consolidación de dos elementos fundamentales: las instituciones y los sujetos como portadores de la cultura política y social. En el marco de esta investigación el interés se enfocó en el segundo de los elementos: el proceso de consolidación de una cultura democrática. 1 Este resumen ha sido elaborado a partir de la investigación del mismo nombre, la cual fue presentada por el autor en agosto del 2006, como tesis de sustentación de licenciatura en sociología de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). 2 Hacemos referencia a la década de 1990, la cuál estuvo marcada por el control casi absoluto del gobierno sobre los medios de comunicación, donde la manipulación simbólica, el engaño y la corrupción fueron el pan de cada día de nuestra sociedad, y donde las libertades personales y colectivas, reconocidas constitucionalmente (como el derecho al reclamo social por ejemplo), estaban fuertemente limitadas,. 3 Así tenemos a Odria, entre 1948 y1956, Velasco Alvarado y Morales Bermúdez, entre 1968 y 1980, y Fujimori, entre 1990 y el año 2000. 4 Tomado de “Evaluación Social del desarrollo humano en el Perú”. Eguren López, Fernando et al. Acción Ciudadana Lima, 1997. 5 Un episodio significativo en este sentido, fue lo sucedido en junio del año 2002 en Arequipa, en que se desataron un sinnúmero de protestas por la privatización de las compañías de electricidad EGASA y EGESUR. Dicho episodio, marcó un momento de cambio en las relaciones Estado-sociedad, ya que se podría decir que a partir de dicho momento se ha ido institucionalizando un patrón de negociación, que se caracteriza por el uso de la violencia como una forma de llamar la atención del gobierno. Esto se vive hasta la fecha, como quedó claramente demostrado en Moquegua a fines de junio del 2008. 1 Al hablar de democracia, partimos por reconocer que como cualquier forma de organización política y social no es una forma natural de organización sino que es posible sólo a través de un proceso de formulación, elaboración y consolidación de los dos aspectos antes mencionado. En tal sentido nos pareció fundamental reflexionar en el rol que cumple la escuela como institución primordial en el proceso de socialización de los sujetos. Consideramos que la educación formal, representada por la escuela, debe ser abordada como poseedora de un rol esencial en el proceso de democratización de nuestra sociedad; entendiendo que la democracia sólo puede ser aprendida a través de la experiencia cotidiana, planteamos que la escuela debería ofrecerles a los niños y niñas, la posibilidad de crecer en un espacio que les permita adquirir los valores cívicos de la ciudadanía y en el que las estructuras de poder y el tipo de relaciones sociales “sean congruentes con los imperativos sociales y políticos de la democracia”6. 2. Objetivos o propósitos de la investigación: La investigación realizada enfocó sus esfuerzos de análisis en entender cómo es que la escuela, como institución social fundamental, asume el rol de formación y socialización de individuos democráticos, no sólo con conocimiento teóricos, sino como sujetos capaces de reproducir en su vida cotidiana y en su relación con sus semejantes y su medio social, discursos y prácticas sociales de tipo democrático. Los objetivos específicos que se plantearon fueron: 1. Hacer un análisis en las escuelas de la organización, de las estructuras de autoridad, de las relaciones entre los actores educativos, de los recursos pedagógicos utilizados y los niveles de participación del alumnado en la organización educativa, con el propósito de conocer si es que institucionalmente se plantea y promueve la formación ciudadana de los estudiantes. 2. Analizar los discursos y prácticas democráticas, entre los estudiantes provenientes de una y otra realidad educativa, identificando si existen o no diferencias entre los estudiantes de ambos colegios. 3. Analizar, en caso de que se encontrasen diferencias, las causas que las generan, poniendo énfasis particular en evaluar la influencia de las estructuras escolares, de los recursos pedagógicos utilizados cotidianamente y del tipo de relaciones sociales que se promueven y reproducen. 3. Perspectivas o aproximación conceptual: i. Democracia Partimos por reconocer la existencia de distintas corrientes teóricas, desde las cuales puede plantearse el análisis de la actual situación socio-política de nuestro país. Sin embargo para el presente trabajo nos adscribimos a la corriente denominada Democracia Radical. Este concepto es tomado del trabajo de Chantall Mouffe, “El retorno de lo político”, donde la citada autora hace una definición de la democracia fundada en las ideas de: libertad de los individuos, comunidad política y formación 6 GIROUX. Op. Cit. p. 132 2 ciudadana. Este tipo de democracia se caracteriza por ser la combinación, en primer lugar de un sistema legal que protege las libertades individuales de los sujetos (promoviendo sus derechos) y la implementación de instituciones democráticas que se aboquen a la protección constante de dichos derechos y libertades, y en segundo lugar de un constante trabajo en la formación de ciudadanos pertenecientes a una comunidad, que participen activamente en la consecución de un bien común, previamente definido socialmente. La definición de democracia antes mencionada presenta dos elementos que pueden ser separados conceptualmente. El primero de ellos, hace referencia a las instituciones que deben asegurar una convivencia fundada en la igualdad y la justicia; en tal sentido se entiende la importancia de asegurar un marco legal, que asegure los derechos y libertades de todos. El segundo elemento es la consolidación y formación constante de ciudadanos democráticos; así pues, se plantea la necesidad de promover una forma de vida que permita a los sujetos convertirse en personas, no solamente responsables de sus futuros individuales, sino además responsables del futuro de la comunidad a la que pertenecen. ii. El rol socializador de la escuela como eje fundamental en la democratización de la sociedad. La formación de ciudadanos democráticos dependerá en gran medida de asegurar que el medio social al que se enfrentan las personas, tanto en las estructuras como en el tipo de interacción que se desarrollan, presente patrones estables de vida democrática a partir de los cuáles cada persona pueda aprender a vivir en una real democracia. La socialización de los sujetos deberá plantear una direccionalidad moral determinada que promueva la formación de sujetos democráticos. Si bien es cierto que los medios de socialización son diversos, la escuela es uno de los más importantes en lo que se refiere a la formación de las personas. La relevancia de investigar la escuela recae en dos hechos. En primer lugar, la escuela es la única institución social formalmente reconocida con el objetivo de formar a las generaciones futuras. La escuela asume el rol de formación de las personas para y en ese sentido representa al Estado en dicha labor. En segundo lugar la escuela se presenta como el primer espacio en que las personas se relacionan formalmente con lo público. Es en la escuela que los niños y niñas tienen la oportunidad, por primera vez, de enfrentar un ambiente marcado por reglas formales, por figuras de autoridad y en donde tienen la posibilidad de relacionarse con sus semejantes dentro de marcos institucionales formales. De esta manera, la forma en que la escuela se organiza, explícita o implícitamente, influye directamente en la manera que los estudiantes empiezan a aprender a vivir en sociedad. 4. Métodos, técnicas o modos de análisis y fuentes de información: Para abordar el objeto de estudio, se planteó un trabajo de investigación comparado entre dos colegios que representaran dos propuestas distintas, una tradicional y otra alternativa. El trabajo de campo se llevó a cabo en la ciudad de Lima y se seleccionó una escuela alternativa y una tradicional que poseyeran una situación económica y socio-cultural similar. El trabajo de campo en la primera etapa de la investigación, tuvo como objetivo aproximarnos a conocer el tipo de formación democrática que los estudiantes de los colegios seleccionados poseían. En dicha etapa: 3 - Se aplicó una encuesta para evaluar de forma comparada el tipo de formación democrática que poseían los alumnos del colegio tradicional y alternativo7. - Se realizaron grupos focales, en las que buscamos aproximarnos a los discursos y actitudes de los estudiantes en relación a su formación democrática. La segunda etapa de la investigación estuvo dirigida a analizar los aspectos de la vida institucional que pudiesen influir en el tipo de actitudes y discursos que los estudiantes presentaron. En esta etapa: - Se analizaron las estructuras de organización escolares, con el fin de entender las posibilidades de intervención de los estudiantes en los asuntos “públicos” de la escuela. - Se realizaron observaciones de clases y otras actividades escolares con el objetivo de tener una visión más clara del tipo de relaciones y estructuras sociales que se reproducían en la cotidianeidad. - Se llevaron a cabo entrevistas a profundidad a ambos directores, con el objetivo de corroborar las situaciones cotidianas recogidas en las observaciones8. Los instrumentos de recojo de información de la primera etapa, se aplicaron a estudiantes de cuarto y quinto de secundaria de ambos colegios seleccionados. Escoger a dicho grupo nos permitió entender el impacto de la formación de cada escuela en las actitudes democráticas de los estudiantes, entendiendo que al estar en los últimos grados de secundaria, el grupo objetivo elegido sería representativo del tipo de formación que se recibe en la escuela de procedencia. Dado que nuestro interés fue analizar el papel de las escuelas en la formación de ciudadanos democráticos, se identificaron tres cualidades o virtudes ciudadanas que nos permitieron evaluar los logros de cada escuela en el proceso de formación democrática9: participación ciudadana; responsabilidad social; y reconocimiento de derechos y obligaciones. 5. Hallazgos de la investigación: Los resultados fueron muy claros al mostrar las diferencias actitudinales de los estudiantes de ambos colegios en relación a las dimensiones de estudio. Un primer aspecto que se pudo corroborar fue que los estudiantes del colegio alternativo demostraron mayor identificación y responsabilidad frente a su escuela, mientras que los resultados plantean un alto nivel de aislamiento de los estudiantes del colegio tradicional frente a la cotidianeidad pública de su institución, además de una preocupación restringida a su desarrollo individual más que al colectivo. 7 Las encuestas en el colegio tradicional se aplicaron en octubre del año 2003, mientras que en el colegio alternativo se aplicaron a principios de diciembre del 2003. 8 Las entrevistas a los directores de ambos colegios se llevaron a cabo en julio del 2004 en el colegio tradicional y en agosto del 2004 en el colego alternativo. 9 En el presente trabajo partimos de reconocer la necesidad de formar a los sujetos en distintas virtudes cívicas para la consolidación de una cultura democrática, como la tolerancia, la autonomía, el reconocimiento de las diferencias, sentido de pertenencia, etc. Sin embargo, para el desarrollo del siguiente trabajo planteamos el estudio y análisis de tres que nos parecieron fundamentales. 4 Un segundo aspecto que llama significativamente la atención, son las diferencias que demostraron los estudiantes de ambos colegios en el modo en que conciben y se apropian de la idea de participación pública. Aunque los estudiantes de ambos colegios reconocieron la importancia de la participación ciudadana como pilar de la democracia, fueron los estudiantes del colegio alternativo los que demostraron disposición real para participar activamente de los asuntos públicos, tanto de su escuela como en otros espacios sociales. Los estudiantes del colegio tradicional, por el contrario, se mostraron más reacios a asumir una participación activa dentro del espacio escolar y, peor aún, se auto conciben como actores secundarios de la cotidianeidad pública. Dichos estudiantes asumen un rol pasivo dentro de la institución y trasladan la responsabilidad del cambio a las autoridades escolares. Un tercer aspecto analizado tuvo que ver con la manera en que los estudiantes de ambos colegios asumían el respeto y cumplimiento de las normas y acuerdos que regulan la convivencia social. En este aspecto no se encontraron mayores diferencias entre ambos grupos de estudiantes, ya que la mayoría de los mismos demostraron que su concepción del respeto a las reglas es relativa y se encuentra condicionado por la evaluación personal que puedan realizar en ese momento y por la situación a la que enfrentan. Las diferencias halladas en relación al compromiso de los estudiantes con su medio se pueden deber fundamentalmente a dos aspectos: por un lado, al desarrollo de un sentido de identificación y pertenencia de los estudiantes frente al espacio escolar y por otro lado, al desarrollo de espacios que permitan a los estudiantes asumir responsabilidades como miembros del colectivo al que pertenecen. En el proceso de construcción de un sentido de pertenencia por parte de los estudiantes del colegio alternativo, encontramos que el trato afectivo y la consolidación de relaciones horizontales, el reconocimiento y la valoración institucional, así como la existencia de espacios institucionales para el intercambio entre los diferentes actores, son sumamente importantes para lograr que los estudiantes sientan al espacio escolar como propio. Por el contrario, el tipo de relaciones distantes y en muchos casos hasta poco respetuosas que se reproducen en el colegio tradicional influyen a que los estudiantes de dicho colegio no se sientan miembros valiosos de la comunidad escolar, ni que se sientan reconocidos por la misma. Esto influye a que estos sujetos se distancien de la vida institucional y que la asuman como ajena a ellas y ellos. El desinterés de los estudiantes del colegio tradicional se ve reforzado por el rol pasivo y de poca relevancia que tienen en los asuntos públicos y colectivos. Las limitadas posibilidades de participación de los estudiantes fuera de lo académico, influye en el desinterés estudiantil, en que los estudiantes desarrollen una actitud de aislamiento a sus asuntos privados y que proyecten una expectativa paternalista sobre las autoridades escolares. La construcción del sentido de responsabilidad en la escuela tradicional está abocada a cuestiones académicas, con lo cual se limita las posibilidades de desarrollar un sentido de pertenencia y responsabilidad frente al colectivo. Las diferencias encontradas entre los estudiantes en relación a su disposición para participar, se relaciona directamente a los mecanismos y posibilidades generadas desde la institucionalidad escolar en tal sentido. La propuesta del colegio alternativo, con sus espacios de asamblea de aula y de ciclo, facilita que los estudiantes vayan no sólo asumiéndose como actores protagónicos de la vida institucional, sino que además permite que éstos vayan desarrollando habilidades necesarias para la participación pública. 5 Sin embargo, en un espacio de formación, como es la escuela, es también importante reconocer la necesidad de que institucionalmente se apoye la consolidación de dichos espacios asegurando que tengan influencia efectiva en asuntos relevantes y asegurando un acompañamiento adulto permanente. Los resultados demuestran que la falta de este apoyo, o del reconocimiento y valoración institucional, tiene efectos negativos como se encontró en el caso de las instancias de representación estudiantil en ambos colegios. En el caso del colegio alternativo el que se haya dejado que el Consejo Estudiantil funcionase de manera “autónoma” es una de las razones que explicaban su limitado posicionamiento en la institucionalidad escolar. En el colegio tradicional los estudiantes tienen muy pocas posibilidades de participar de la vida pública, debido en parte, a que institucionalmente se limitan los espacios y las instancias de participación y por otra, a que el tipo de organización y estructuras de poder existentes influye en el desarrollo de sujetos pasivos y sumisos frente a la autoridad, así como desmotivados y desilusionados frente a sus posibilidades de acceder al espacio público. El tercer aspecto analizado fue la forma en que ambas escuelas influían en las actitudes de respeto y cumplimiento de las reglas y acuerdos, que sus estudiantes demostraban. Aunque se puede hablar de una actitud similar entre los estudiantes de ambos colegios, la investigación nos mostró que las razones que influyen en la actitud de ambos dos grupos de estudiantes eran distintas. En el caso de los estudiantes del colegio alternativo, la falta de una homogeneidad institucional para presentar una autoridad firme que promueva y haga respetar los acuerdos y reglas en la escuela, permite que los estudiantes asuman el cumplimiento de éstas como algo relativo. Una necesidad fundamental de cualquier propuesta educativa para lograr el desarrollo moral de sus estudiantes, como bien lo menciona Durkheim, es la repetición cotidiana y sistemática de la misma. Esto, en el caso de la normatividad, es un aspecto débilmente abordado desde la institucionalidad escolar, lo cual lleva a que en la vivencia cotidiana del colegio alternativo no se refleje claramente la propuesta educativa en lo que a manejo de normas y disciplina se refiere. Al analizar lo que sucede en el espacio escolar tradicional, podemos identificar que los estudiantes perciben la normatividad escolar como algo ajeno a ellas y ellos y, como tal, el cumplimiento de las mismas se percibe como una obligación. El que los estudiantes del colegio tradicional no reconozcan la importancia de las normas escolares y el que no se apropien de las mismas, influye a que éstos cumplan las reglas, en muchos casos, sólo cuando hay una autoridad, o un representante de la misma. En el espacio escolar tradicional se apunta a una imposición de las normas escolares con el objetivo de asegurar y reproducir el orden establecido. Este hecho se refuerza, debido a que institucionalmente no se promueven espacios de reflexión sobre las normas. Ambos elementos producen sentimientos de rechazo ante las reglas y la autoridad, e influye en el desarrollo de actitudes rebeldes y de incumplimiento, incluso como una forma de fortalecimiento de la identidad personal de los sujetos. 6