Linfomas y paniculitis mesentérica: relación causal según el tipo histológico y tratamiento. Poster no.: S-0632 Congreso: SERAM 2014 Tipo del póster: Presentación Electrónica Científica Autores: L. Fatahi Bandpey, G. Martinez Sanz, C. Roig Salgado, E. Santa Eulalia Mainegra, F. O. Lenghel, J. Torres Nuez; Teruel/ES Palabras clave: Inflamación, Enfermedades hematológicas, Linfoma, Quimioterapia, Procedimiento diagnóstico, TC, Hematología, Abdomen DOI: 10.1594/seram2014/S-0632 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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La paniculitis mesentérica es una rara patología benigna caracterizada por la inflamación crónica inespecífica del mesenterio. Suele afectar el mesenterio del intestino delgado, sobre todo su raíz, pero en ocasiones puede también afectar el mesocolon. Su etiología no está muy clara; puede aparecer independientemente de o en asociación con otras patologías como fibrosis retroperitoneal, colangitis esclerosante, tiroiditis de Riedel y pseudotumor orbitario. Infecciones, traumatismos e isquemia se han mencionado también como posibles factores causantes. Otras condiciones asociadas con la PM son las que pueden afectar la vascularización del mesenterio, como la cirugía abdominal y la trombosis mesentérica. Se ha descrito la asociación de la PM con neoplasias como linfomas, melanoma, cáncer de mama, de pulmón y de colon. En una serie se ha descrito la coexistencia de la PM y procesos malignos en hasta un 69% de los pacientes (1). No queda claro si la PM precede o sigue a una enfermedad maligna y tampoco el mecanismo patológico que las relaciona. Se ha sugerido que la PM es una respuesta inespecífica a un proceso maligno abdominal subyacente, pero en muchos pacientes con PM la enfermedad maligna resulta ser de localización extraabdominal (como en el cáncer de mama o de pulmón). La tomografía computarizada (TC) es la prueba de imagen de referencia para el diagnóstico de la PM. Los hallazgos pueden variar desde un sutil aumento de densidad de la grasa mesentérica hasta una masa de densidad partes blandas que envuelve los vasos mesentéricos (con o sin cápsula pseudotumoral), calcificaciones mesentéricas y adenomegalias mesentéricas o retroperitoneales. Varias enfermedades mesentéricas (tales como la carcinomatosis, el tumor carcinoide, el linfoma, el tumor desmoide, el edema mesentérico y el mesotelioma mesentérico primario) pueden simular la PM en TC. Página 2 de 19 El linfoma se puede manifestar como un conglomerado adenopático en la raíz del mesenterio, pero no va a contener calcificaciones (salvo que haya sido tratado previamente). Ambas patologías pueden envolver los vasos mesentéricos, pero el linfoma casi nunca va a ocasionar isquemia. El "signo del anillo graso" es más característico de PM. El linfoma es el diagnóstico más probable si se aprecian adenopatías mesentéricas de gran tamaño aisladas; el linfoma tratado puede producir también un mesenterio nebuloso (Figura 1). Cuando por la clínica o por los hallazgos radiológicos se sospecha una PM, a veces puede ser necesaria la realización de biopsia excisional y análisis patológico para hacer el diagnóstico definitivo. Images for this section: Página 3 de 19 Fig. 1: Paniculitis mesentérica en paciente con Linfoma No Hodgkin folicular estadio IV-A. TC abdominal con contraste intravenoso. A, B - TC al diagnóstico. Adenopatías mesentéricas y retroperitoneales de gran tamaño. Esplenomegalia. C, D - TC postquimioterapia (un año más tarde). "Mesenterio nebuloso" residual en linfoma tratado. Desaparición de los otros hallazgos radiológicos. Página 4 de 19 Material y método Hemos realizado un estudio retrospectivo de pacientes diagnosticados de linfoma en los últimos 12 años (2000 - 2012) en nuestro hospital, partiendo del registro del servicio de hematología, con revisión posterior de los estudios de TC y de los historiales clínicos de los pacientes. Todos los estudios TC (al diagnóstico y los controles sucesivos) fueron revisados en las estaciones de trabajo por tres radiólogos con experiencia (aunque no con dedicación exclusiva) en imagen abdominal, para valorar la posible existencia de PM. Cada uno de ellos realizó una nueva valoración de las imágenes de TC, sin tener en cuenta el informe radiológico original (elaborado previamente por otros radiólogos de nuestro servicio). Los mismos radiólogos apuntaron, por consenso, los hallazgos compatibles con PM, de acuerdo con los criterios diagnósticos aceptados en literatura, y seleccionaron los casos más ilustrativos. • • • • • • • • • Aumento de la atenuación del mesenterio (con valores de atenuación más altas que las de la grasa retroperitoneal (Figura 2). Preservación de la grasa que rodea a los vasos mesentéricos (el llamado "signo del anillo graso"), un hallazgo muy frecuente (Figura 3) y especifico de la PM, que puede ayudar a distinguirla de otros procesos mesentéricos como el linfoma, el tumor carcinoide o la carcinomatosis. Desplazamiento de las asas de intestino delgado adyacentes sin evidencia de invasión de las mismas (Figura 4). Presencia de masa bien delimitada de densidad grasa que rodea a los vasos mesentéricos sin afectación vascular (Figura 5). Presencia de una banda hiperatenuada (pseudocápsula tumoral) que rodea la masa, como hallazgo característico en TC (Figura 6). Calcificaciones mesentéricas, generalmente en la porción central necrótica de la masa, probablemente relacionadas con necrosis grasa. Componentes quísticos mesentéricos (como resultado de obstrucción venosa o linfática). Adenomegalias mesentéricas y menos frecuente retroperitoneales (vistas como nódulos bien definidos de densidad partes blandas menores de 5 mm) (Figura 7). Aumento de la atenuación del mesenterio con pequeñas adenopatías sin clara evidencia de masa de densidad partes blandas ("mesenterio nebuloso") (Figura 8), como hallazgo frecuente pero no específico de PM; cualquier proceso que infiltre el mesenterio (como hemorragia, edema o tumor) puede causar un mesenterio nebuloso. Las historias de los pacientes fueron revisadas por otros tres radiólogos, que apuntaron los tratamientos recibidos (quimioterapia - fármacos y número de ciclos y/o radioterapia), Página 5 de 19 y también el tiempo transcurrido entre el comienzo del tratamiento y la aparición de la PM, para poder establecer así la relación causal temporal. Images for this section: Fig. 2: Aumento de la atenuación del mesenterio. PM en paciente con LNH difuso de células grandes B estadio III-A. Página 6 de 19 Página 7 de 19 Fig. 3: "Signo del anillo graso" (flecha). PM en paciente con LH clásico tipo esclerosis nodular estadio II - AE. Fig. 4: Desplazamiento de asas de intestino delgado adyacentes sin evidencia de invasión. PM en paciente con LH estadio I. Página 8 de 19 Fig. 5: Vasos mesentéricos rodeados por una masa grasa bien delimitada sin afectación vascular. PM en paciente con LNH folicular estadio IV-A. Página 9 de 19 Fig. 6: Banda hiperatenuada (cápsula pseudotumoral) que rodea la masa, como hallazgo en TC característico de PM (mismo paciente que en la Figura 5, 18 meses postquimioterapia). Página 10 de 19 Fig. 7: Adenomegalias mesentéricas (vistas como nódulos bien delimitados de densidad partes blandas, menores de 5 mm de diámetro). PM en paciente con LNH difuso de células grandes B estadio IV-A. Página 11 de 19 Página 12 de 19 Fig. 8: Aumento de la atenuación del mesenterio con pequeños ganglios pero sin evidencia de masa definida de partes blandas ("mesenterio nebuloso"). PM en paciente con LNH difuso de células grandes B estadio III-A. Página 13 de 19 Resultados Todos los estudios TC se realizaron en un equipo GE High Speed LX helicoidal de una sola corona (cortes axiales de 7 mm de grosor), después de la administración de contraste oral (Gastrografin® 370 mgI/ml, diluído al 1,5%). Se administró contraste intravenoso (Ioversol ®) a una dosis de 120 ml a la gran mayoría de los pacientes (salvo a los que presentaban insuficiencia renal o alergia al contraste yodado). De los 48 pacientes incluidos en el estudio, 26 fueron hombres (54,2%) y 22 mujeres (45,8%), con una edad media de 61 años (rango entre 20 y 88 años). El tiempo medio de seguimiento fue de 38,4 meses (mín. 2 - máx. 96). Revisamos 383 estudios TC en total, con una media de 8 estudios por paciente (min. 2- máx.17). En cuanto al tipo histológico, 11 (23%) fueron linfomas Hodgkin (LH) (5 LH tipo clásico esclerosis nodular, 2 LH de celularidad mixta, 2 LH rico en linfocitos y 2 LH sin especificar) y 37 (77%) no Hodgkin (LNH) (27 LNH difuso de células grandes B, 8 linfoma folicular, 1 linfoma gástrico MALT y 1 LNH polimórfico de células B). Los estadios en el momento del diagnóstico del linfoma fueron: estadio I en 7 pacientes (14,6%), estadio II en 5 (10,4%), estadio III en 11 (23%) y estadio IV en 15 (31,2%). En 10 pacientes (20,8%) el estadio al diagnóstico no se mencionaba en la historia clínica. De los 48 pacientes estudiados, 16 (33%) pacientes presentaron PM: 7 de ellos (43,75%) al diagnóstico y 9 (56,25%) posteriormente. De los 7 pacientes con PM al inicio de la enfermedad, 3 fueron LNH folicular, 2 LH, 1 LNH gástrico tipo MALT y 1 LNH difuso de células grandes B. Los estadios al diagnóstico fueron IV en 4 pacientes (57%), II en 2 pacientes (28,6%) y I en un paciente (14,3%). De los 9 pacientes que desarrollaron PM a lo largo de la evolución de la enfermedad, 5 tenían LNH (2 casos de linfoma folicular y 3 casos de LNH de células grandes B) y 4 tenían LH (2 de tipo esclerosis nodular - Figura 9 - y 2 LH rico en linfocitos). El estadio al diagnóstico fue IIB en un paciente, III en 6 pacientes y IV en 2 pacientes. La quimioterapia recibida por éstos 9 pacientes fue R-CHOP (Rituximab - Ciclofosfamida, Doxorrubicina (o Adriamicina), Vincristina (Oncovin) y Prednisolona) en 5 pacientes Página 14 de 19 (55,55%), ABVD (Adriamicins, Bleomicina, Vinblastina and Dacarbazina) en 3 pacientes (33,33%) y ABVD + BEACOPP-14 (Bleomicina, Etopósido, Adriamicina, Ciclofosfamida, Oncovina, Procarbazina y Prednisona) + ESHAP (Etopósido, Metilprednisolona, Citarabina y Cisplatino) en 1 paciente (11,11%). El tiempo medio entre el inicio de la quimioterapia y la aparición de la PM fue de 14,3 meses (min. 3 - máx. 27). Solamente 3 de los 16 pacientes con PM recibieron también radioterapia (además de la quimioterapia); en uno de ellos la PM estaba presente en el momento del diagnóstico, y en los otros dos apareció durante la evolución de la enfermedad. Todas las PM afectaron la raíz del mesenterio del intestino delgado. En cuanto a los hallazgos radiológicos, de los 16 pacientes con PM se observaron adenomegalias mesentéricas (menores de 5 mm de diámetro) en 10 pacientes, aumento de la atenuación del mesenterio en 9 pacientes, desplazamiento de las asas de intestino delgado adyacentes sin evidencia de invasión de las mismas en 9 pacientes, masa de densidad grasa en 9 pacientes, pseudocápsula en 4 pacientes, "mesenterio nebuloso" en 3 pacientes y el "signo del anillo graso" en 2 pacientes. Ninguno de los pacientes presentó calcificaciones mesentéricas ni componentes quísticos mesentéricos. Mencionar que una vez observada en un paciente, ninguna PM desapareció completamente (Figura 10), aunque en algunos de ellos presentó leve mejoría o empeoramiento, dependiendo sobre todo de la evolución de la enfermedad de base. Images for this section: Página 15 de 19 Fig. 9: Paciente con LH tipo esclerosis nodular estadio III-EB que desarrolla PM durante la evolución de la enfermedad. A, B - TC al diagnóstico. No se observa PM. C, D - TC post-quimioterapia (2 años más tarde). Leve PM: desplazamiento de las asas de intestino delgado adyacentes sin evidencia de invasión, pequeños ganglios mesentéricos y leve aumento de la atenuación del mesenterio. Página 16 de 19 Fig. 10: Paciente con LNH folicular estadio III-A y PM: aumento de la atenuación mesentérica, masa grasa, pseudocápsula (B, D, E) y "signo del anillo graso" (E). A, B PM presente al diagnóstico. C, D - 3 años post-quimioterapia: la PM persiste sin cambios significativos. Página 17 de 19 Conclusiones Cuando fue presente al diagnóstico, la PM se relacionó sobre todo con el LHN folicular (42,9%) y con el LH (28,6%), con una mayor prevalencia en estadios avanzados de la enfermedad (85,7% en estadios III y IV). En cuanto a la quimioterapia administrada, la PM fue más frecuente en los pacientes que recibieron R-CHOP (55,55%) y ABVD (33,33%). Una limitación de este estudio es la falta de confirmación histológica de PM en nuestros pacientes. El análisis anatomopatólogico suele ser necesario para un diagnóstico definitivo, porque es importante descartar la existencia de una infección o de malignidad subyacentes. Todos nuestros pacientes estaban ya diagnosticados de linfoma, así que a ninguno de ellos se le realizó punción-aspiración con aguja fina, biopsia abierta u otras técnicas de confirmación histológica. En todos los pacientes el diagnóstico se basó en los hallazgos tomodensitométricos. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Daskalogiannaki M, Voloudaki A, Prassopoulos P, Magkanas E, Stefanaki K, Apostolaki E, Gourtsoyiannis N. CT evaluation of mesenteric panniculitis: prevalence and associated diseases. AJR Am J Roentgenol. 2000 Feb; 174(2):427-31. Horton KM, Lawler LP, Fishman EK. CT Findings in sclerosing mesenteritis (panniculitis): Spectum of disease. RadioGraphics. 2003; 23:1561-7. 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