INTRODUCCIÓN. 5 saltados de sus viajes á dichas islas, que ofrecen sumo interés. Pero el primer autor que supo imprimir á la Ornitología de aquellas regiones y á la de las partes meridionales de la América septentrional, un verdadero carácter científico, fué sin contradicción Catesby que en una magnífica obra, publicó las descripciones exactas y figuras bastante bellas de muchas Aves que frecuentan simultáneamente las islas de Bahama y la América del norte. Hállanse aun algunas especies propias de Cuba, en Barreré * que habló mas particularmente de las Aves de Cayena, y sobre todo en la importante obra de B r o w n sobre la Jamaica, en la cual reconocemos las especies viajeras mas comunes en las Antillas. 1 3 Aquí debe terminar nuestra revista de los autores que durante el siglo xvm han publicado observaciones propias sobre las islas del golfo de Méjico, pues después solo se han ocupado otros en reunir los materiales esparcidos en distintas obras, en dar á las Aves nombres específicos y en clasificarlas en los géneros establecidos por L i n n e o . Asi aparecieron succesivamente Brisson , L a t h a m , Gmelin , recogiendo todo lo que no habia reunido el célebre sueco, disponiendo las mas veces de una manera arbitraria y sin crítica, todas las Aves descritas por los autores que venimos de citar, poniendo frecuentemente la misma especie en muchos géneros y bajo distintas denominaciones específicas. Reinaba un verdadero caos en la Ornitología americana, cuando W i l s o n en 1808 comenzó su Historia de las Aves de la América del norte, en la cual describe las especies que yendo á habitar las Antillas, se adelantan en el verano hasta los Estados Unidos. Este celoso naturalista y su sabio continuador el Príncipe de Musiñano, Carlos Luciano Bonaparte, lo mismo quePennant^y Vieillot hablando accidentalmente de las Aves de las Antillas, esparcieron mucha luz sobre su sinonimia é historia. Pero desde que la ciencia, haciéndose mas positiva, tomó otra dirección, no apareció obra alguna especial sobre dichas islas, y estábamos limitados á los antiguos autores, cuando en 1827 M. Yigors" recibió una colección de Aves de la isla de Cuba, enviadas por M. W . Sharp Mac-Leay. Aquel sabio conoció la importancia de los trabajos zoológicos especiales en localidades circunscritas, tanto para fijar las ideas sobre la verdadera patria de los seres, cuanto para ofrecer datos sobre las leyes que presiden á su distribución geográfica. Así es que, no retardó un momento la publicación de dichas Aves cubanas, bajo la forma de 4 5 6 7 8 10 1 The natural History of Carolina, Florida and the Ba- hama island. London, 1731 y 1743, en fol., con làminas ilu* minadas. naturelle de la France equino viale. Paris, 1775, 1 vol. en 12°. The Civil and Saturai history of Jamaica. London, 1756, Systema 6 vol. in-4°. Paris» 1770. * General Stjn. of Birds. 1782, London, y Index 7 ornitho- nalarœ. •NTBOI). Syst. nat., ed. 13, 1788. Leipsig. • American Ornithology. Philadelphiae, 1808 a 1814. \ Arctic, toology, en 4°, 2 vol* , 0 1 vol. en fol. 4 Ornithologie, logicus. London, 1790. * Essai sur l'Histoire 3 5 Oiseaux de l'Amérique méridionale, " ZoologicalJournal, en fol. 1827, t. III, p. 4 3 2 . H