Reflexiones sobre el envejecer (Aportes desde una experiencia) Dra. Virginia V. de Viguera tiempo@psicomundo.com Introducción. La mayor expectativa de vida lograda en las últimas décadas de este siglo, gracias a los avances de las ciencias y de la tecnología, plantean nuevos puntos de interés para el estudio y la reflexión. Por otra parte da lugar a serias preocupaciones de tipo social en otros ámbitos frente a una nueva problemática. ¿ Qué hacer con una sociedad que envejece? ¿ qué lugar deben ocupar estos cada vez más numerosos , lúcidos y sanos adultos mayores? Qué hacer frente a sus reclamos, por demás justos, de ocupar espacios dentro de la sociedad y no quedar marginados de ella?. ¿ Cómo hacer para que los años en que se ha extendido la esperanza de vida, transcurran con una calidad de vida más satisfactoria? Solamente trataré de acotar en este artículo a aquello que, desde el campo de la salud, considero como de vital importancia: la promoción de la salud mental. Promoción de salud mental además en lo que entiendo como período de envejecimiento, esto es la etapa que más se ha extendido con el aumento de la expectativa de vida. Según nos muestra nuestra propia experiencia práctica, los años en que, a pesar del viejo dicho de que " se envejece como se ha vivido", podemos constatar que existe todavía una importante posibilidad de cambios en actitudes que permite un posicionamiento más saludable frente al envejecer. No se me escapa que los factores socio-económicos tienen una influencia muy decisiva en relación a la calidad de vida de las personas y que la lucha que llevan los jubilados no solo habla de su justeza sino también de la fuerza puesta en ella. Hacemos una división entre período de envejecimiento y vejez. Consideramos como el envejecer, el período de tiempo que va entre los 55 y los 75/79 años ( la edad cronológica es siempre relativa y nunca se la puede tomar como única variable) y vejez, el período que se extiende a partir de los 80 años. Cuando hablamos de calidad de vida , término también nuevo en las investigaciones psicosociales, tomamos en cuenta por tanto, los múltiples factores que la determinan y no exclusivamente lo cronológico. Dejamos de lado en este enfoque el modelo deficitario, bio-médico, que encaró siempre al envejecimiento como una etapa de deterioro, donde lo que predomina son las pérdidas, y lo miramos como un proceso de crecimiento, complejo, multidimensional. Aspectos Psicológicos del envejecimiento El envejecimiento es un proceso gradual, natural, universal, inexorable; estructurado a través del tiempo y evidenciado por cambios y transformaciones a nivel bio-psico-social. Los envejescentes, como antes nunca lo habían hecho, toman conciencia del tiempo, se sienten como pasajeros del tiempo,y el tiempo es la más implacable, tirana e inexorable de las dimensiones en donde transcurre el hombre. Este contacto con la idea de tiempo que no solo marca nuestra finitud, sino lo que hicimos y lo que dejamos de hacer, los años que se fueron cumpliendo, los hijos que se fueron independizando, la jubilación, los nietos que significan la abuelidad, las muertes cercanas, el cuerpo que ha cambiado, la menopausia, las arrugas, las canas, la necesidad de lentes o de audífonos. Cambios en lo biológico que el cuerpo denuncia y que implican cambios psicológicos importantes. Son las pérdidas con las que se enfrenta el Adulto Mayor y el trabajo de duelo que se pone en marcha, en forma necesaria y saludable en la mayoría de los casos; en forma patológica en otros. Marcamos entonces que la toma de contacto con la idea de tiempo y la vivencia de pérdida, son dos de las características del envejecer. También en relación a estas características , aparece la necesidad de conectarse con su mundo interno, la interioridad al decir de Salvarezza , la subjetividad como apunta Conde. De todos modos es lo que nosotros vemos como toma de conciencia de su situación de envejescentes, con limitaciones y posibilidades y el posicionamiento frente a esto. Aparece entonces la función de la reminiscencia, función psíquica saludable, aunque mal vista dentro del imaginario social. La reminiscencia, es la posibilidad de recordar pensando, o relatando hechos del pasado, reforzando la identidad, al darle una vivencia de continuidad a la vida, de historia de vida. Encontrarse con muchas cosas vividas y hechas a lo largo del tiempo aumenta la auto-estima. Decimos también que a través de la reminiscencia se logra la integridad al articular este presente con el pasado y desde ahí proyectar el futuro. El valorar el pasado ayuda además a poder trasmitir a las nuevas generaciones hechos de la historia y así mantener la memoria colectiva. Otra función de la reminiscencia es permitir la resignificación de lo vivido, volver a ver algún acontecimiento traumático o no , pero muchas veces conflictivo y efectuar una relectura de una manera menos dolorosa. A la luz de nuevas experiencias y con el tiempo como telón de fondo, se pueden dar significados distintos a las cosas vividas. Y de esta manera se estimulan los duelos, necesarios para poder dejar energías libres y utilizarlas en el presente. La reminiscencia muestra además el triunfo de la longevidad porque solo se puede llegar a envejescentes y a viejos si la muerte no ha llegado antes. Otro aspecto significativo que aparece en los Adultos Mayores es lo referido a los miedos . Los miedos los asaltan con mayor o menor intensidad y tienen que ver con la toma de conciencia del tiempo, con la idea de la vejez y con la idea de la muerte propia. Si bien están ligados entre sí, se manifiestan de distinta manera y tienen, como todas las cosas que suceden en el envejecimiento, características singulares, únicas, propias de cada envejecer. La vejez es identificada como deterioro físico y psíquico, y pérdida de la autonomía; el miedo a la muerte propia tiene que ver en especial con la cuota de dolor o sufrimiento con la que se relaciona y en otros casos al desconocimiento del "después". Aparece también con mucha frecuencia el miedo a la soledad. La soledad, como apunta Quinodoz : " ...tiene dos rostros, puede ser una mortal consejera, pero, cuando se la domestica, puede convertirse en una amiga infinitamente preciosa." "...domesticar la soledad no es suprimir la angustia sino aprender a hacerle frente y a utilizarla para ponerla al servicio de la vida". La Educación para el Envejecimiento Hablar de educación y envejecimiento hubiera parecido un total despropósito hasta hace pocas décadas porque siempre la educación estuvo dirigida a niños, jóvenes, adultos, pero para prepararlos para la producción y el trabajo. Hoy, esa cada vez mayor cantidad de mayores que, terminada su mal llamada " vida activa", jubilados de sus trabajos, tienen frente a ellos una casi tercera parte de su vida por vivir, necesitan, reclaman, buscan, espacios de aprendizaje y de actividad para seguir insertos en la sociedad. Se resisten a permanecer pasivos observadores de la vida, es su tiempo y quieren vivirlo. Acorde a esto y bajo los auspicios y recomendaciones de los organismos mundiales de la salud, surgieron movimientos culturales que tratan de incluirlos. Entre ellos el de la Educación Permanente para Adultos Mayores, que bajo el lema " se puede aprender durante toda la vida", abre lugares y lucha contra uno de los prejuicios muy arraigados todavía en el imaginario social y que condiciona a toda la sociedad y a los mismos adultos mayores ; dando como verdadero y universal el concepto referido a la pérdida de la posibilidad de aprender en el envejecimiento. El modo y el tiempo son diferentes. Es importante resaltar acá " lo diferente" para comprender que se puede aprender siempre, con otro ritmo, otras motivaciones, otros objetivos. Ahora bien, dentro de la Educación Permanente y diríamos dando ingreso a ella, ubicamos la Educación para el envejecimiento, como manera de cubrir lo que a continuación puntualizo en 10 pautas: Brindar información para una mejor comprensión del proceso del envejecer y de los cambios y transformaciones que ello implica.. Posibilitar un conocimiento de las potencialidades de aprendizaje de que se dispone. Favorecer a través de la información brindada, la manera de desaprender los prejuicios e ideas erróneas acerca de la vejez que están instalados en el imaginario social. Los prejuicios e ideas erróneas más comunes son: • • • • • • considerar al envejecimiento y a la vejez como una enfermedad. Tomar la pasividad como el estado natural para alguien que , llegado a los 60 o 65 años debe jubilarse de su trabajo. El viejismo, prejuicio bastante generalizado en nuestra sociedad, producto del desconocimiento y en especial del miedo; el viejo es como un espejo en el que muchos no se quieren mirar. Creer que el Adulto Mayor ya no puede seguir aprendiendo. De hecho, siempre el aprendizaje estuvo ligado a la producción pero ahí terminaba . Ahora todos los estudios muestran como se puede aprender y educar a lo largo de toda la vida. Considerar el recordar como insano. La reminiscencia es una función psíquica de singular importancia en esta etapa de la vida. Permite reconstruir la historia personal integrándola al presente. Refuerza así la identidad y la auto-estima dándole continuidad a la vida. Otorgar al envejescente el carácter de "asexuado". La sexualidad ( que no debe confundirse con genitalidad) es una función del ser humano desde que nace hasta que muere. Es un prejuicio que hace mucho daño al Adulto Mayor porque le quita o le menoscaba la posibilidad de amor, de ternura, de contacto corporal con un otro. Ayudar a hacerse cargo del tiempo libre del que se dispone, abriéndose a actividades corporales, intelectuales, sociales que tengan como fin el esparcimiento, el placer, el desarrollo personal, el goce que da una tarea libremente elegida y ejercitada por y para el individuo. Nuestros Adultos Mayores no fueron educados para el buen uso del tiempo libre, " el ocio, madre de todos los vicios" pesó siempre al igual que la represión sexual, como parte de una cultura de comienzos de siglo. Aportar elementos para una mejor adaptación a un medio tan cambiante y al uso de los instrumentos que la tecnología impone, para no quedar marginados e insertarse de la mejor manera en la sociedad actual. Auspiciar programas de preparación para la jubilación y la nueva forma de participación en la comunidad una vez alejados de la "vida activa", término surgido del área de la producción. Promover la salud a través de conocer la forma que debe tomar el auto-cuidado y el mantenimiento y preservación de la autonomía. Proporcionar datos y recursos para la adquisición de buenos hábitos de vida o para retardar un mal envejecer. Sabemos que hay hábitos que ya en el envejescente es imperioso cambiar: el tabaquismo, el alcoholismo, el sedentarismo; la rutina y el aburrimiento también hacen estragos en la gente mayor y aceleran un mal envejecer. Difundir los conceptos acerca del envejecimiento y el accionar de los nuevos Adultos Mayores, al resto de la sociedad, niños, jóvenes, adultos, para ir logrando una mejor intercomunicación generacional. Apoyar con estos elementos la formación de un nuevo modelo de envejecimiento, basado en la actividad, el goce y el aporte de la experiencia a las nuevas generaciones. Aplicación Lo someramente dicho en los puntos anteriores es el sustento teórico con el que encaramos la aplicación de la Educación para el Envejecimiento en grupos que llamamos Reflexiones sobre el envejecer. Este Taller forma parte de un Programa de Educación Permanente para Adultos Mayores que funciona desde mayo de 1994. Depende de la Secretaria de Extensión Universitaria de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata. Es importante hacer notar que se inició a partir de una inquietud planteada por un grupo de la comunidad que buscaba espacios para poder seguir aprendiendo. La inquietud , fue tomada por las autoridades de la Facultad , se realizó el proyecto primero y luego fue implementado. A medida que el Programa de Educación Permanente se va conociendo, difundiendo a través de distintos medios,la cantidad de inscriptos se acrecienta en todos los talleres que funcionan: algunos centrados en el aprendizaje, otros en la posibilidad creadora, otros en la reflexión: Literatura, Historia, Lectura compartida, Aproximación al Arte, Computación, Dibujo, Pintura, Música, Expresión teatral, Cuerpo en movimiento, actividad coral, entre otros. El Taller de Reflexiones funciona con grupos de 20 a 25 participantes con edades que oscilan entre 55 y 80 años ( con algún integrante de menos y alguno de mas). Funciona una vez por semana durante un cuatrimestre, en general son 12 o 13 las clases planificadas y con una duración de una hora y media. Está bajo mi coordinación, soy médica psiquiatra, psicoterapeuta y con dedicación a la atención de Adultos Mayores, cuento además con una observadora psicóloga que actúa a su vez, para los Adultos Mayores, como una escucha joven y es recibida de buen grado. La metodología empleada se fue adecuando con el pasar de los grupos que empezaron a funcionar en 1995. Es decir que ya llevamos 10 grupos hasta fines de 1998. Este año, dada la mayor inscripción hubo que desdoblar en dos los grupos del Taller de Reflexiones. El Taller de Reflexiones está centrado en brindar información acerca del proceso del envejecimiento, estimulando la reflexión y posibilitando el cambio. Se priorizó desde el primer momento la participación aunque eso significara no terminar con el tema propuesto. La experiencia en ese sentido es riquísima, en su mayoría los participantes hablan, opinan, escuchan. El grupo actúa de sostén emocional muy fuerte que da lugar a que se puedan expresar ejemplos personales muchas veces cargados de angustia y dolor. El Taller está centrado en la información y no en la problemática de los integrantes. A su vez los participantes tienen muy claro que asisten para aprender sobre su envejecer y para poder lograr una mejor calidad de vida. Una de las participantes, en su discurso de fin de curso decía que creía que el taller de Reflexiones era el Taller-madre y que de ahí se podían aprovechar mejor los otros talleres. Como es de libre elección, cada uno se inscribe en los talleres que prefiere ( por gusto, por horario, por disponibilidad). Algunos concurren a más de un cuatrimestre; siempre encuentran nuevos temas o nuevos participantes con los que intercambiar opiniones y emociones. A diferencia de otras experiencias, nos manejamos con una temática establecida. La dinámica grupal hace su parte y en las conclusiones veremos los resultados. Conclusiones: Recorté algunas opiniones de los participantes de los dos talleres del año 1997, que muestran como se puede lograr los objetivos que nos planteamos al programar el trabajo. Reflexiones.....sobre Reflexiones "Se cubrieron ampliamente mis expectativas con relación al Taller porque me sentí motivada en mi cambio, en mi posición frente al futuro, pude ver mi situación presente y me permitió rever mi pasado con valentía. .... les diría que desechen los temores y enfrenten el envejecer como algo natural que nos puede ofrecer satisfacciones de toda índole si aprendemos a hacerlo con valentía, dándole a cada momento de nuestro día el valor que se merece." C. "El Taller de Reflexiones ha cubierto todas las expectativas que tenía y algo más, porque ha dejado la inquietud en mí de seguir profundizando sobre muchos temas o aspectos que se trataron en el mismo.... Me siento posicionado y mejor preparado para envejecer que antes de iniciar el taller, en el cual no sólo he adquirido nuevos conocimientos, sino que me he enriquecido con las vivencias y experiencias de otros participantes. La reflexión que quisiera trasmitir a los otros talleres es que: No es verdad que la vejez convierta al ser humano en improductivo, por el contrario, hay muchos que despliegan su verdadera fuerza creativa recién entonces. Quiero agregar otra reflexión. Hay dos situaciones tristísimas y lamentables: un viejo que se cree joven y un viejo que se cree muerto. En cambio hay una tercera que me parece estupenda: un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje como la primera" H . "... aprendí que uno tiene que quererse, valorarse como persona, tener sus tiempos, estar incluido como los demás en todas las vivencias, que cada día que pasa tenemos un presente para realizar y un futuro con proyectos. El concurrir a este taller me resultó placentero, tener un horario, una obligación importante, compartir con personas que me hicieron sentir muy bien, con clases dictadas por profesionales con una calidad humana y afectiva que a todos nos hace sentir de la misma manera y por tanto agradezco haber encontrado este lugar , poder recomendarlo y continuar en el mismo el año próximo." A. "Se cubrieron las expectativas en relación al Taller de Reflexión....porqué? No sabía de qué se trataba , buscaba algo... encontré mucho. La experiencia de concurrir al taller me modificó en mucho, en materia de " proyecto semanal", voy a extrañar los jueves de taller y el contenido de cada clase, reflexionar con "pares" y oír sus reflexiones me hicieron bien." M. B. "Mis expectativas en relación al Taller de Reflexión se cumplieron, porque incorporé el bien envejecer. Quisiera profundizar en algunos temas como por ej. Los miedos. Creo que pude modificar cosas al concurrir al taller." Ch. " El haberme incorporado al taller, me fue muy beneficioso y pude ver, desde otro punto de vista, situaciones que no tenía claras. Fue muy importante recibir el material escrito sobre los temas tratados en clase pues nos permitió volver a leerlos...La experiencia de concurrir al taller fue muy positiva y lamento no haber sabido antes de su existencia pues en él no solo encontré la información que me fue muy útil sino también un grupo humano que me hizo sentir muy bien". N. "Yo creo que Reflexiones sobre el Envejecer debería llamarse reflexiones para mejor vivir, porque lo aquí tratado no es útil solo para envejecer mejor, sino también para vivir un hoy más pleno y vital, lo cual nos conducirá a vivir mejor el mañana. A lo largo de las diversas charlas fui descubriendo como se me daba una segunda oportunidad de recrear mi vida, de ocupar mi tiempo libre con actividades que me dan placer, aprender sin sentirme presionada, aprender a convivir conmigo misma y a compartir agradables momentos con contemporáneos que tienen las mismas inquietudes e intereses que yo y cuyas experiencias de vida me abren mucho la cabeza". E. "...cuando leí el aviso en el diario anunciando estos cursos y cuando leí el temario pensé que era lo que necesitaba y no me equivoqué. Los temas tratados fueron muy interesantes y creo que muy necesarios. Me gustaría seguir reflexionando y mejorando mi calidad de vida". M.R. "...empecé los cursos con curiosidad pero los temas que desde el primer día fueron expuestos, atrajeron mi atención y entonces mi expectativa surgió y no fue defraudada, sino que los temas tratados y complementados con las clases escritas, fueron de mucho interés". E. "Yo concurro a varios talleres del programa, todos con profesores excelentes. Cada uno tiene su particularidad y su beneficio, pero a mi me pasa que al escuchar y aprender los temas de este taller me ayuda en los otros, los puedo disfrutar más , conociendo mis limitaciones y mis tiempos... modifiqué mi actitud frente a la vida, soy más egoísta. Me doy permisos. Hago lo que me gusta y me tomo tiempo para el placer y a veces para no hacer nada. Además cambié interiormente." M.K. "...que el dialogar, escribir y compartir sobre vivencias de esta etapa ayuda a aclarar dudas, a dimensionar mejor los supuestos problemas y en consecuencia a alivianar nuestras preocupaciones, lo que nos dejará energías libres para proyectos del futuro. Deseo prepararme para transitar mi envejecimiento lo mejor posible, cultivando mi autocuidado, mi autonomía, es decir agregando vida a mis futuros años". S. "Puedo decir que se cumplieron todas las expectativas que estaban pautadas en el programa . El curso fue muy enriquecedor por los temas que se abordan, por compartir con un grupo, por aportar todos ideas, conflictos, miedos, experiencias. El tema de la muerte es sumamente interesante porque el mirarlo desde distintos puntos de vista hace que se pierda un poco el temor. Personalmente me hace valorar más la vida y disfrutarla". L. "Las expectativas antes de empezar el taller eran muy importantes, era algo diferente y nuevo para mí. Escuchando las charlas de la Dra. y las distintas opiniones vertidas por los compañeros del grupo, se aprendió y se ayudó. Llevar las clases por escrito me fue muy útil, leer y releer, ayuda a recordar y recapacitar sobre actitudes a tomar o corregir". I. " Aceptar el envejecimiento como una etapa natural de la vida y no pretender tener la eterna juventud del cuerpo...este taller me enseña que puedo seguir madurando, que debo aceptar las pérdidas, que debo recordar sin tristeza los momentos vividos que me trajeron felicidad porque ello enriquece mi mundo interior y que puedo y debo elegir las tareas vitales que me permitan vivir plenamente sin desertar de mis ideales. Hago hincapié en la comunicación que existe entre todos los que participamos de este taller...además los momentos de reflexión se acompañan con momentos jocosos en los que se refleja la alegría de vivir que contagia a aquellas personas que dolidas por alguna pérdida no se largan a exteriorizar sus momentos de dicha. André Maurois escribió que el arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza. Para mí la esperanza es una esperanza de vida pero de vida productiva; no hay que dejar de entrenarse, ejercitemos la atención y la memoria. Actividad y una mejor calidad de vida". M.O. Las conclusiones a mi juicio válidas para agregar son: 1. La atención sostenida e interesada que durante la hora y media de duración de 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. la reunión, pueden demostrar la mayoría de los participantes. La posibilidad de ir integrándose a un grupo, escuchando y siendo escuchado, con formación de nuevos vínculos que muchas veces se continúan fuera del lugar. Reforzamos la idea de la necesidad de una Educación para el envejecimiento que no solo ayude a desaprender las ideas erróneas acerca del mismo, sino que logre cambios importantes en la búsqueda de un buen envejecer. A través de la Educación para el envejecimiento se muestra en distintas formas la importancia de la actividad ( corporal, intelectual, social), indispensable para el logro de una mejor calidad de vida. Una experiencia muy valiosa es trabajar con material bibliográfico ( las copias de las clases y otros) que les permite leer lo tratado en el grupo, pensarlo y responder a pequeños trabajos que se les pide como reflexiones, preguntas, sugerencias. El clima emocional y marcadamente solidario que se da en las reuniones ayuda a expresar situaciones vividas, a veces traumáticas, conflictivas o agradables, o a preguntar sobre temas en general de difícil comunicación para los mayores como la sexualidad o la muerte. La asistencia casi completa de los participantes, al igual que la puntualidad es también un índice del compromiso que cada uno tiene con el Taller. Que se puede articular el concepto básico de un buen envejecer, con las posibilidades psíquicas del Adulto Mayor de hacer modificaciones que lo llevan a tener una actitud para posicionarse y buscar desde allí una mejor calidad de vida. 9. Que no es factible aplicar pautas generales de envejecimiento: hay vejeces, 10. cada una con su singularidad propia tanto en la manera de envejecer como en la vivencia que se tiene de este envejecer. La interacción en el grupo, la comunicación y formación de nuevos vínculos, opera como bien dice Fernández Lópiz como "...una suerte de oxigenación social, vital para la supervivencia mental, personal y afectiva..." Algunas Referencias Bibliográficas 1-Burdeos Cortés Preparación para la vejez. Rev. Geriatra Vol.7.93. España 1991 2-Carré P. Education des Adultes et Gérontologié. Origine d’une rencontre. Rev. Gerontologié et Societé. Cahier N* 33. 3-Conde J.L. Subjetividad y Vinculación en el proceso de envejecimiento. Rev. Anuario de Psicología. N·73. Barcelona. 1997. 4-Epstein R. Envejecimiento, vida vivida y sobrevivir. En Salvarezza L. (comp.) El Fantasma de la Vejez. Tekne. Bs.As. 1995. 5-Fernandez L. Envejecimiento y personalidad. En Psicología de la Vejez. Ed. 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