LAS CIVILIZACIONES DEL CERCANO Y DEL MEDIO ORIENTE: EGIPTO y MESOPOTAMIA Egipto y Mesopotamia fueron los sitios donde, por primera vez en la historia de la Humanidad, ocurrió un extraordinario desarrollo de la agricultura que posibilitó el surgimiento de sociedades complejas, con gran número de individuos dedicados a distintas actividades; con riquísimos y poderosos gobernantes que ordenaron la construcción de pirámides y suntuosos palacios. También ocurrió un extraordinario adelanto de las artes, de la astronomía y de la escritura. Egipto se extiende a lo largo del valle del Nilo, desde la primera catarata hasta el mar. El país se alarga de sur a norte junto a las riberas del río Nilo, como un cinturón de fertilidad entre desiertos rocosos. El río constituye un extraordinario nicho ecológico favorable al desarrollo de una agricultura de gran rendimiento, pues recoge las aguas provenientes de las torrenciales lluvias de primavera que se producen en el interior de Africa. La enorme masa de agua vertida en el río provoca inundaciones en distintas partes del trayecto del río en su camino hacia el mar Mediterráneo. Las aguas que provocan las inundaciones transportan toneladas de rico suelo, las cuales van a depositarse en los terrenos contiguos al Nilo, dando una gran fertilidad a estas tierras. Los antiguos egipcios desconocían las razones por las que el río provocaba estas periódicas inundaciones por lo que lo adoraban como si fuera un dios. La riqueza de los sedimentos de aluvión arrastrados anualmente por las periódicas inundaciones del río crearon en las riberas del río uno de los suelos más ricos para el desarrollo de la agricultura en el mundo. Se considera que estos suelos son capaces de una producción agrícola capaz de alimentar unas 450 personas por kilómetro cua- drado de tierras cultivadas, aún con la aplicación de las técnicas más rudimentarias. Pero estos terrenos apenas si tienen una anchura de alrededor de tres kilómetros de ancho a ambos lados del río, pues más allá de éstos se encuentran los desiertos rocosos de enorme extensión. La separación entre las ricas tierras regadas por el Nilo y los desiertos es tan abrupta que casi es posible colocar un pie en el desierto y el otro en las ricas tierras de aluvión. Cerca de su desembocadura en el Mar Mediterráneo, el Nilo se abre como un aba- nico, en una serie de pequeños ramales, creando así un amplio delta, de cerca de 250 kilómetros de largo por 160kilómetros de ancho, con terrenos planos, bien irrigados y con suelos de gran fertilidad. La cercanía del mar y la gran cantidad de vías de agua en que se divide el Nilo, suavizan el calor extremo característico de esta región de desiertos. En torno a este delta, denominado el Bajo Egipto, se concentraría la población egipcia en la Antigüedad y en la actualidad. Fue precisamente en esta zona de delta donde la agricultura alcanzaría su mayor desarrollo. ¡EN VERDE E TÁN REPRESENTADA LAS ÁREAS CUI.TlVADA • N AMARI 1.1.0, I.OS DE I RTO . CHIP DESIERTO DE LIBIA ALTO EGIPTO ( Entre los meses de junio y octubre el río inunda regularmente las planicies. En diciembre las aguas se han retirado completamente pero los suelos se encuentran húmedos, entonces los antigüos egipcios aprovechaban para sembrar el trigo, cuya cosecha sería recogida cuatro o cinco meses más tarde. Pero la riqueza de las tierras del valle del Nilo era también aprovechada para sembrar otros granos como la cebada, así como legumbres, cebollas, pepinos, melones e higos. Había también ricos pastizales que permitieron la cría de animales domesticados, especialmente ganado ovino, bovino, porcino y cabras. Por su parte el río era abundante en recursos pesqueros. Gracias a esta riqueza en recursos alimenticios, la población se incrementó y además un gran número de personas pudo dedicarse a actividades no relacionadas con la producción de alimentos, tales como artesanías o sino en trabajos que requirieron el esfuerzo de miles de personas: la construcción de gigantescos palacios y pirámides, cuyos restos se mantienen aún hoy, después de cinco mil años. Jeroglíficos: sistema de escritura empleada por los egipcios. Significa simplemente "escritura sagrada de los sacerdotes" pero por extensión se llama así a todo sistema de escritura que tiene un alto contenido pictográfico, es decir el objeto o la idea, cualidad o acción es representada por un signo. En realidad los egipcios tenían dos sistemas de escritura. Uno era el de los jeroglíficos empleado para las inscripciones formales. El otro era un sistema simplificado y más avanzado, que empleaba signos cursivos escritos con pincel y tinta en un papel hecho a partir de la planta de papiro, que crecía en el Valle del Nilo. Esta escritura fue descifrada en 1822 por el francés Champolion. Gracias a su ubicación en el desierto, a que la extensión del área de delta en la costa del Mediterráneo no era muy grande y al hecho de que en el sur el río se encuentra cortado por varias cataratas, la amenaza de una invasión a su país sólo podía provenir del nordeste. Por ello los egipcios lograron desarrollar y mantener su civilización durante muchísimo tiempo, cerca de tres y medio milenios. En esta gran extensión de tiempo, los egipcios pudieron elaborar una refinada cultura, logrando grandes avances en el arte, la arquitectura e igualmente inventaron un sistema de escritura gracias al cual hoy día podemos conocer gran parte de su historia. Hacia el año 3200 a. C. se logra la unificación del Bajo y el Alto Egipto, bajo la dirección de un soberano que toma el nombre de Faraón. La palabra Faraón significa "Señor de la doble morada", y para indicar que era el rey de todo este territorio, quien portaba la doble corona, símbolo de la unificación de estos territorios. En adelante, Egipto sería gobernado por estos grandes faraones, quienes instalaron su capital primeramente en Menfis y luego en Tebas. El Faraón llegó a considerarse como un dios y gobernaba con poder absoluto, empleando para ello un gran cuerpo de funcionarios administrativos. El dominio absoluto del monarca es claramente reflejado en los textos conservados, así como en los fastuosos entierros de los reyes, acompañados en la muerte por sus administradores reales, quienes eran sacrificados para que les sirviesen también en la eternidad. A mediados del tercer milenio antes de Cristo, Egipto tuvo un período de esplendor. Fue cuando se construyeron muchas de las más grandes pirámides y palacios, en tanto que las artesanías brillaban por su excelencia. Pendiente egipcio con el escarabajo sagrado y decorado con oro, lapislazuli, turquesas y otras piedras. Máscara funeraria gobernó los dos reinos La cobra y el alto del rey Tutankamón quién en 1.350 años antes de Cristo. el buitre simbolizan y bajo Egipto. Durante estos años Egipto era una sociedad muy compleja, con un gran número de nobles, propietarios de extensas tierras. También existía un importante grupo de sacerdotes, encargados de la comunicación con los dioses, en tanto que del extenso cuerpo de funcionarios destacaban los escribas, quienes constituían el selecto grupo que dominaba el arte de la escritura. Ellos eran los encargados de escribir las órdenes del Faraón, levantar censos, llevar la contabilidad de las finanzas del Estado, así corno vigilar el ejército y todo lo relacionado con el aprovisionamiento de las tropas y de los palacios reales. Había igualmente un importante sector de artesanos especializados, quienes esculpían, pintaban y fabricaban los refinados objetos y joyas que empleaban los nobles y la familia del Faraón. La esfinge de Giza y las pirámides La mayor parte de la población la constituían los campesinos, encargados de trabajar en los campos. Para esta tarea empleaban el arado tirado por bueyes. Una vez que sembraban, debían velar por que los campos estuviesen bien irrigados. El agua era distribuida por un sistema de canales, vigilado por los funcionarios del Estado. Los campesinos también suministraban la mano de obra necesaria para la construcción de las enormes pirámides, templos, y palacios. Así, por ejemplo, se considera que para la construcción de las pirámides de Giza, cuya masiva ejecución se basaba en una compleja ingeniería, una diestra ejecución de la piedra labrada y la precisa planificación del proyecto, se requirió de la masiva participación de la población campesina. En la edificación de la mayor de las pirámides de Giza fue necesario transportar 2 300 000 bloques de piedra, con un peso promedio de 2,5 toneladas cada bloque, para lo que se calcula que tuvo que recurrirse al empleo de unas 84 000 personas, quienes habrían trabajado ochenta días al año durante 20 años, especialmente en las estaciones en que se utilizaba menor mano de obra en la agricultura. Mientras se edificaron estas gigantescas pi• rámides, es probable que gran parte de la economía de Egipto estuviese orientada casi exclusivamente a levantar estas extraordinarias construcciones. Ello fue posible mediante la autoridad centralizada en el poderoso Faraón, quien dirigía una jerarquizada burocracia estatal, la que finalmente controlaba al conjunto de la población campesina. Egipto llegó a ser una potencia militar en el mundo de la Antigüedad. Sus relaciones de comercio de larga distancia se extendieron en el Mediterráneo, hacia Creta, las islas del Mar Egeo y Fenicia. También en Africa,los egipcios impusieron su dominio, especialmente en Nubia, en donde obtenían grandes cantidades de oro, así como los enormes bloques de piedras empleados en la construcción de templos, pirámides y palacios en el Valle del Nilo. Las fértiles planicies y valles de Mesopotamia, irrigadas por los ríos Tigris y Eúfrates, poseían en la Antigüedad un alto potencial para el desarrollo agrícola. Pero, a diferencia de la región del Valle del Nilo, en Egipto, éste era un territorio sujeto a un frágil y delicado equilibrio, ya que carecía de fronteras naturales y podía ser invadido por conquistadores procedentes del desierto, al oeste, o de las montañas del norte y del este. También, a diferencia de las inundaciones periódicas y regulares del Nilo, el comportamiento de los ríos Tigris y Eúfrates era irregular e impredecible. Así, mientras un año podía ser de gran sequía, el siguiente se caracterizaría por violentas y destructivas inundaciones. De allí que para controlar el flujo de estas aguas, por medio de canales y diques, fue necesario el desarrollo de una elaborada sociedad que lograra hacer frente a los desafíos impuestos por la naturaleza. A finales del cuarto milenio y hasta mediados del segundo milenio antes de Cristo, cuatro grupos étnico-culturales llevaron a cabo la tarea de dominar la naturaleza y defender la región contra invasiones externas. Estos fueron los Sumerios, los Cassitas, los Hititas y los Hurrianos. El pie de monte y las planicies adyacentes a las montañas Taurus y Zagros constituyen el área donde surgieron algunas de las primeras aldeas agrícolas en el mundo. En estos territorios, la lluvia anual es adecuada para el desarrollo de una agricultura estable y existen buenas condiciones para el pastoreo. En el norte y noroeste de la actual ciudad de Bagdad, en Irak, se encuentran las onduladas y secas planicies de Mesopotamia. La lluvia es aquí insuficiente para estos terrenos no irrigadas, excepto en algunas áreas. Durante los tiempos prehistóricos tardíos, estas zonas se encontraban cubiertas de espesas praderas, aptas para la ganadería y muy adecuadas -con la introducción del arado- para el desarrollo agrícola. Limite del ~i3atM- l6nco de Hamuntbi (~ Menlls. XVIII Antes de Cristo) \ Linvte del imperio Asirio ' su méxima extensión (sigIc) XVIII Antes de Costo) \ Limrte del imperio Persa de . Regiones f6rtiIes Sistemas montallosos El Tigris y el Eufrates, con sus avenidas anuales, aportan el cieno y la arcilla que constituyen un suelo de aluvión de gran fertilidad. Con irrigación 100 km / ----adecua da, aqUlprosperaron el trigo, la cebada, los dátiles, los olivos, las lentejas, las naranjas, las cebollas y otros productos. Por otro lado, el río aportaba el agua necesaria para los cultivos. Las tierras pantanosas de las orillas de los ríos estaban cubiertas de una gran variedad de plantas silvestres utilizables, tales como el lino para textiles y los juncos para cestería. Además, en el río abunda la pesca, la cual era fundamental en la dieta alimenticia de estos pueblos. El desarrollo de los asentamientos en las planicies aluviales del Tigris y del Eúfrates, se sustentó en una dieta basada en el trigo, la cebada y la lenteja, complementada con proteínas de pescado, carne de ovejas, cabras y ganado. En los sitios arqueológicos que datan aproximadamente del 4 500 a.c., aparecen las primeras evidencias de la evolución hacia el desarrollo de sociedades complejas. En el sur de Mesopotamia, hacia el año 3 000 a. c., los Sumerios desarrollaron grandes y compactas organizaciones sociales que propiamente pueden identificarse como ciudades. Este pueblo perfeccionó las técnicas de irrigación inventadas por sus predecesores. En realidad, los Sumerios lograron grandes avances en todos los campos: inventaron la escritura cuneiforme, la metalurgia del cobre, la rueda, la navegación a vela y el arado. Los primeros grafismos conocidos aparecen en tablillas sumerias como éstas. La de la izquierda, de casi tres mil años de antigüedad, presenta una serie de números. La otra registra las dimensiones de dos parcelas de terreno. La organización política de los Sumerios, en la primera mitad del tercer milenio antes de Cristo, estaba basada en la ciudad estado. Existían diversas ciudades que eran políticamente independientes, las cuales se disputaban la hegemonía. Estas ciudades desarrollaron relaciones comerciales entre sí y con regiones alejadas. Cada ciudad tenía su dios rey, al que pertenecían las tierras y quien controlaba la mano de obra de los productores campesinos. Igualmente, en cada ciudad existían templos sagrados. Estos santuarios eran al mismo tiempo centros de comercio, pues en ellos se almacenaban víveres y toda clase de productos. La administración en esta sociedad teocrática exigía llevar una cuenta exacta de entradas y salidas, lo que llevó a la invención de los signos de la escritura. También inventaron un sistema de numeración de base sexagesimal (es decir de base sesenta), el cual perdura en nuestros días en la forma en que calculamos el tiempo de cada día, cuando dividimos la hora en sesenta minutos y éstos en sesenta segundos. La administración era altamente centralizada y el estado controlaba la producción y distribución de alimentos. También era el encargado de repartir el agua y asignaba los derechos de ocupación y explotación de las tierras. La escritura estaba entonces al servicio de toda una compleja gama de actividades coordinadas desde los centros administrativos. El primer intento por crear un imperio unificado la llevó a cabo Sargón de Acad (Akkad o Agade) y sus sucesores, quienes, por medio de una serie de exitosas campañas militares, unificaron las anteriores ciudades estado independientes bajo un gobierno centralizado. Esta dinastía igualmente inició una política de conquista, anexando territorios situados actualmente en Irak e Irán. No obstante, este primer intento de unificar Mesopotamia fracasaría, como consecuencia de la invasión de pueblos procedentes de las montañas de Zagros. Después de la caída de la dinastía Acad ocurriría un renacimiento del sistema de ciudad estado sumerio y de estas ciudades emergería Dr como centro que se impuso, para establecer un nuevo imperio, más compacto y estable que el de Sargón de Acad. Sin embargo, este no lograría mantenerse por muchos años y a su vez desapareció hacia el 2 000 a. c., como consecuencia de las invasiones de pueblos procedentes del este de Siria. Los pueblos invasores terminarían por asentarse gradualmente, estableciendo un período marcado nuevamente por el ascenso de ciudades estado el cual se mantendría hasta el momento en que el gobernante de una de ellas, Hammurabi de Babilonia, logrará imponer su dominio sobre las demás, hacia 1 792 a. C. Pero Babilonia se mantendría solamente dos siglos, pues fue saqueada por los invasores Hititas en 1 595 a. C. Después de las invasiones de los hititas y de los desórdenes causadas por ellos, un nuevo grupo procedente de las montañas de Zagros, los cassitas, tomarían control de Babilonia, asimilándose a su cultura e instaurando una nueva unificación política, que se mantendría durante cuatro siglos. No obstante, a partir de estos años la iniciativa política se desplazaría de Mesopotamia hacia el noroeste, donde un nuevo grupo, los hurrianos impondrían su dominio militar sobre un extenso territorio, desde las costas del Mediterráneo oriental hasta las montañas de Zagros en Mesopotamia. La hegemonía de los Hurrianos la llevó a cabo el reino de Mitanni, quien introdujo nuevas tácticas militares como consecuencia de la introducción del carro de guerra tirado por caballos. La importancia de los hurrianos estriba en que fueron intermediarios en la transmisión de la cultura de Mesopotamia hacia pueblos situados en las costas del Mediterráneo, a los palestinos y a los fenicios y de manera indirecta a Grecia y el mundo occidental. Hacia 1 415 a. C. existía un intercambio regular entre Egipto y Babilonia;caravanas con productos de Mesopotamia (caballos, carros, lapislázuli) se desplazaban hacia Siria, Egipto y Anatolia, y los faraones de Egipto intercambiaban correspondencia con los gobernantes de Mesopotamia, hacia donde enviaban oro, y Carro de guerra mesopotámico objetos de lujo (marfil, madera de ébano, entre otros). Las relaciones entre los gobernantes de ambas regiones llegarían a ser tan estrechas q'!e las familias reales de ambos estados terminarían por vincularse, por medio de lazos matrimoniales. Asiria, situado en las márgenes del río Tigris había sido un reino sujeto a los mitanni. No obstante, lograría a su vez convertirse en un estado poderoso, adoptando el carro de guerra, de manera que hacia el siglo 12 a. e se había apoderado de territorios controlados con anterioridad por los mitanni. Al mismo tiempo, en el sur de Babilonia un nuevo grupo se asentaría alrededor de la ciudad de Ur, la cual en adelante se conocería como "de los caldeos" . Asiria se mantendría como un estado poderoso e imperialista. Bajo la dirección de poderosos reyes, el estado de Asiria lograría extender sus fronteras y mantenerse como potencia militar durante varias centurias. No obstante, hacia mediados del siglo sétimo a. e, empezó su colapso, consecuencia en gran medida de lo extenso que se había convertido este imperio, cuyas fronteras se extendían desde el Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico. En 612 a. e la capital de los Asirios, Nínive, caería ante los ataques combinados de caldeos y de hordas de pueblos procedentes del Mar Caspio. La caída de los asirios traería el resurgimiento de Babilonia bajo la égida de Babilonia y de su famoso rey, Nabucodonosor (604-562 a. C), quien es muy citado en la Biblia debido a las campañas militares que lanzara contra Jerusalén, donde habría capturado 10 000 hebreos que llevó en cautiverio hacia Babilonia. Pero poco se sabe de los últimos años del reinado de Nabucodonosor y de sus sucesores. Un nuevo monarca llevaría nuevamente a Babilonia al pináculo de su desarrollo. Este fue Ciro, quien instauró una dinastía de origen persa, aunque sin realizar modificaciones en la religión y la administración del Imperio Babilonio. No obstante, para los años en que Ciro asume el poder (hacia el 550 a. C), otras ideas religiosas y sociales se abrían paso en el medio Oriente. Un nuevo alfabeto, de sólo 22 letras y mucho más eficiente que el cuneiforme comenzaba a suplantar el viejo alfabeto de origen sumerio. Ciro moriría en combate en el año de 530 a. C y sus sucesores ampliarían los dominios de la Babilonia persa, llegando incluso a anexionar a Egipto, constituyendo de esta forma el Imperio más grande que hasta esa fecha se había constituido. El imperio babilónico, bajo la hegemonía de los persas, se mantuvo alrededor de doscientos años. Entre sus más destacados gobernantes se encuentra Darío (521-486 a. C) quien llevó a cabo una reorganización del Imperio, al que dividió en 20 "satrapías" o grandes provincias, al tiempo que impuso un uniforme sistema legal y construyó un sistema de carreteras, para controlar mejor el extenso territorio desde una nueva capital, la ciudad de Persépolis. En los últimos años de su reinado ocurrió el primer enfrentamiento con los griegos, en Maratón, donde los persas serían derrotados el año de 490 a. C El último siglo y medio de hegemonía perso /babilónica se caracterizó por constantes revueltas de las provincias del Imperio, causadas por el descontento provocado por las enormes cargas tributarias impuestas por el Estado, así como por rivalidades entre quienes se disputaban el trono. Por último, Babilonia caería ante el empuje militar de una nueva potencia que se había levantado en el este del Mediterráneo. En el 331 a. C, Alejandro de Macedonia, quien había dominado Grecia y Egipto, cruzaría el río Eufrates al mando de una fuerza compuesta de 7 000 soldados de caballería y 30.000 de infantería, derrotando al último de los gobernantes persas de Babilonia, al tiempo que integraba este imperio al dominio de los griegos macedonios. Entre los grandes legados de Mesopotamia a los pueblos posteriores destaca el sistema educativo conocido como la "edubba" o la "casa de las tabletas", en alusión a las tabletas de arcilla sobre las que se imprimían las inscripciones cuneiformes. La "edubba" sería fundamental en la difusión del conocimiento y de la literatura en todo el Asia occidental, transmitiendo estos conocimientos a los griegos, quienes a su vez los transmitirían a los romanos y éstos al mundo occidental.