Es motivo de satisfacción darles la más cordial bienvenida y agradecer vuestra presencia en este prestigioso lugar de la Universidad Católica, con ocasión de los 900 años de la Soberana Orden de Malta. Transmito mis agradecimientos a las autoridades de esta Casa de Estudios, representada por su Secretario General aquí presente, también Caballero de la Orden, don Mario Correa Bascuñán. Antes de entregar la palabra a don Raúl Irarrázaval, Presidente de la Asociación Chilena de la Orden de Malta, deseo sucintamente referirme a la labor diplomática de la Orden en Chile y en el mundo. Las relaciones diplomáticas con Chile se establecieron en 1956. La Embajada, explora aquellos espacios de interés común relacionados con su misión de carácter humanitario y fomenta los vínculos de amistad que existen con Chile y su Gobierno. Como la Orden de Malta desarrolla una gran labor que no atañe sólo a los enfermos, sino también a los marginados, a los perseguidos, a los refugiados, a todos los olvidados, sin distinción de etnia o religión, la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó en 1994 a la Orden a participar en sus sesiones, en calidad de Observador Permanente. Así, se reconoce la soberanía de la Orden como miembro en pie de igualdad de la comunidad internacional y pone de manifiesto que: "Los miembros de la Orden son ciudadanos leales de sus países respectivos; esa lealtad no queda comprometida por el hecho de que formen parte de la Orden, lo cual constituye un honor supranacional suplementario". Dos años después, en 1996, la Asociación Chilena de la Orden de Malta -con sus hermanos de Alemania- crea el Auxilio Maltés (primero de América Latina), cuya presidenta es doña Alexandra de Habsburgo aquí con nosotros. Estamos presentes en Santiago, Chépica, Graneros, Loncoche y Liquiñe. En el campo médico, de común acuerdo con las autoridades nacionales se ha encargado de potenciar las acciones existentes en favor de la rehabilitación de enfermos respiratorios crónicos de escasos recursos en varios hospitales de esta capital y organizar operativos médicos en zonas rurales. En Chile, la Orden participa activamente en la “Red Humanitaria Internacional”, creada por el Memorándum de Entendimiento suscrito por el Ministerio de Relaciones Exteriores; la Oficina Nacional de Emergencia y las Naciones Unidas. El Coordinador del Sistema de Naciones Unidas en Chile y Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, preside los trabajos de la Red que está conformada por diversas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, y otras que integran el sistema de protección civil. Con ocasión del terremoto de 2010 la Orden trajo recursos a Chile destinados a proyectos que permitieron a muchos damnificados recuperar sus fuentes de trabajo" En la permanente búsqueda de la Pax Christiana, haciendo abstracción de las doctrinas sobre qué guerras son justas o injustas, la Orden está trabajando activamente siempre. Hoy, en aliviar la tragedia de los emigrantes de África del norte hacía Europa a través de Lampedusa; y, para ayudar a los refugiados del conflicto sirio, la Asociación libanesa intensifica sus actividades médicas y sociales en la frontera con el centro médico de Khaldieh, cerca de la ciudad siria de Homs, epicentro de los primeros enfrentamientos que encendieron Siria en marzo de 2012. Muchas gracias.