SUCESOS DE CIPAQUIRA. Pt¡..¡?0~6t:;:JC 00 O \ O l O ¡ o 1- V TeAtigos presenciales de los escánnalos que acaban de tener lugar en esta ciudad, como resultado d~ la perfidia i de la traicion del Gobernador del Estado, Daniel Aldana, nos creemos obligados a anticipar por medio de esta hoja la relacion de esos sucesos para conocimiento de la Nacion, i como un alerta dado al digno Jefe de ella, señor doeto!' Zaldúa, i a todos los liberales que sostienen la nueva Administracion. Los hechos tuvieron lugar del modo siguiente: Notorio es para todos que en los últimos días del malhadado Gobierno del señor Núñez se estrajeron dc los parques nacio nalas i se entregaron al Gobernador Aldana, 1,000 fusiles remington~ i más de 500,000 rápsulas, para distribuirlas entre sus cómplices i entre los jefes de las guerrillas conservadoras, que son los naturales aliados del actual Gobierno dc Cundinamarca. De esas armas, las destinadas a las guerrillas de Casa-blanca, Pacho, Sopó, &.", fueron conducídaH a esta ciudad por el tránsfuga José Joaquin Gaitan, el 31 de marzo último, Apénas se apercibió d9 esto el pueblo liberal de Cipa.quirá, que tantos sacrificios ha hecho en defensa de las instituciones, se estableció la debida vijilancia para tratar de impedir que llegaran dichos elementos de guerra a poder de los enemigos de la República, Alarmados los trai dores por esta actitud dieron inmediato aviso a Bogotá, i Aldana se apresuró a mandar: en la noche del 3 del corriente, 2 5 ho~bres de la fuerza del Estado, a órdenes del titulado Capitan N. Jirnénez, que ha servido a todos los Gobiernos, i de un Subteniente Duran, con instrncciones de ponerse a disposicion del citado Gaitan para as egurar la entrega de las armas a los jefes de las guerrillas, que fneron llamados a esta ciudad. La espresada fuerza se presentó aquí a las cinco de la tarde i a la misma hora comenzaron a llegar los jefes conservadores, que se acuartt;)laron i municionaron aprestándose para un combate al que nadie los provocaba, pues algunos liberales apénas permanecian ocultos, en espectativa. A las diez i média de la noche, el Administrador principal de Salinas, señor Jeneral Alejo Moráles, completamente desapercibido, salió de su casa de habitacion, que es la misma de la oficina, i se dirijió hácia la Fábrica, preguntando en voz alta a dos guardas que corrian, qué motivaba esa alarma. Al pasar por frente a la botica del doctor Venanci~ Ortiz, que está situada debajo de la casa de los señores González Benito, i al ser reconocido por la voz, la fllel'za acuartelada en la Casa municipal, que queda al frente, le hizo varias descargas, por órden de sus jefes, cayendo mortalmente herirlo el malograrlo J eneral Moráles, que espiró pocos momentos despues en la casa del señor Manuel Quijano Wallis. Los agresores no se conformaron con este asesinato premeditado, sino que continuaron los fuegos sobre todo grupo o persona que se acercaua a la plaza. En presencia de esta infame agresion, i no obstante lo avanzado de la noche, careciendo de municiones, i sin concierto i acuerdo prévio, los liberales de C ipaquirá viendo amenazadas sus vidas resolvieron escarmentar a los traidores °i a los guerr illeros a quienes habian vencido en todos los encuenÍl'os que tuvieron lugar en 1876 i 1877. Al efecto, emprendieron un ataque contra la fuerte i amurallada posicion que ocupaban, el que se prolongó hasta las nueve de lanoche del dia de hoi, en que llegó a esta ciudad el Batallan 6. de línea a las órdenes del bravo i entusiasta Coronel Benito Martínez. Bastó que este Jefe dictara sus primeras disposiciones de ataque, i que fueron secundadas activamente por los Oficiales i soldados, a los gritos de " j Viva la un ion liberal!" "j Viva el doctor Zaldúa!" para que los traidores i guerrilleros se rindieran a discrecion, contentándose con daf'l.ar algunas armas i vociferar protestas contra el digno Presidente Zaldúa. Son acreedores al reconocimiento público por la espontaneidad i el denuedo con que combatieron en defensa de las instituciones, los liberales de Cipaquirá, i especialmente los señores José Antonio MoráJes R, Pedro Benítez, Joaquin Delgado, Antonio Ramírez Elorga, Cárlos Návas, Luis S. Calle, José María González O, Pablo Márq uez, Antonio Cañon, Pedro Gómez Cubillos, Pablo Vélez, Jacinto Pinilla, Ricardo Mora, i en jeneral, todos los miembros de la Sociedad de "Salud Pública" de este distrito. El plan del Gobernador A.ldana (que tan dispuesto está s iempre a recorrer el camine de la traicion) ha quedado fl'Dstrado; pero tenemos que lamentar la sensible pérdida del enérjico, incorruptible i denodado patriota, Jeneral Alejo Moráles, i ]a del E'impático i honrado artesano Eujenio Várgas, que fué siempre un modelo de virtudes privadas i de lealtad a la causa liberal. Estraño contraste! miéntras el Gobernador Aldana se ocupaba con sus cómplices en distribuir entre los conservadores nuñistaEl, las armas de la República, con el mismo cinismo con que preparó en 1879 la traidora revolucion de Antioquia, el patriota Jeneral Moráles luchaba en el campo legal contra los Visitadores i ajentes del Gobierno que terminó el 31 de marzo, por salvar de la vorájine rejeneradora, los últimos recursos nacionales de los cuales fué fiel Administrador, en favor de la nueva Administracion, a quien se quiso privar de todo elemento de subsistencia. 1 este fué, sin duda, el último pecado político que decretó la muerte de tan valeroso Jefe. Cipaquirá, abril 5 de 1882. LOS LIBERALES DE CIPAQUIRA. 0 o O