Trabajo Práctico de Derecho Administrativo II Denuncia de Ilegitimidad Profesor: Dr. Carlos Agostinelli Alumno: Lofredo, Alejandro Mariano UAI – Localización NORTE La denuncia de ilegitimidad carece de plazos y puede ser deducida en cualquier momento, con la única salvedad de la prescripción. En la práctica Argentina la administración ha reconocido desde antaño un tipo especial de denuncia, la denuncia de ilegitimidad, mediante la cual es posible impugnar actos administrativos que afectan derechos subjetivos o intereses legítimos; por ej. cuando el término para recurrir ha expirado. Con sentido más restrictivo, en cambio, se sustituye dicho criterio amplio por una norma expresa. Y así lo establece el Art. 1 inc. e) ap. 6) de la ley 19.549 LPA que dice: Interposición de recursos fuera de plazo. Una vez vencidos los plazos establecidos para interponer recursos administrativos se perderá el derecho para articularlos; ello no obstará a que se considere la petición como denuncia de ilegitimidad por el órgano que hubiera debido resolver el recurso, salvo que éste dispusiere lo contrario por motivos de seguridad jurídica o que, por estar excedidas razonables pautas temporales, se entienda que medió abandono voluntario del derecho. Claramente que la intención del legislador fue la de reconocer un tipo especial de denuncia, mediante la cual pueden impugnarse actos administrativos que lesionen derechos subjetivos o intereses legítimos, cuando el término para recurrir ha expirado. Ello por cuanto, al dejar vencer los términos sin deducir el recurso respectivo, el interesado ya no podrá interponerlos en el futuro, y la presentación que tardíamente formule, no revestirá los caracteres de un verdadero recurso, y sí sólo, los de una denuncia de ilegitimidad. Hay doctrina que, razonable y lógicamente, ha sostenido que resulta incoherente negar la acción procesal administrativa a quienes se les ha denegado, por motivos formales o sustanciales, la denuncia de ilegitimidad; aunque otra parte de la doctrina y alguna jurisprudencia durante el transcurso de la historia, intentan tornar inútil la denuncia de ilegitimidad. Lo que en tiempos no autoritarios nació como una forma más de controlar y evitar la eventual vigencia de actos ilegítimos de la administración pública por el mero transcurso del término para recurrirlos, en tiempos autoritarios, esta tolerancia temporal a algunos parece resultarles intolerable. La justicia en varios cuestionables pronunciamientos ha resuelto que el particular pierde incluso la vía judicial si no interpone en término el recurso administrativo tomando como plazo máximo el del Art. 25 de la LPA que es de 90 días hábiles judiciales. Contrariamente a la naturaleza jurídica de la denuncia de ilegitimidad, que fue creada como obligación administrativa emergente de su obligación de velar por la legalidad objetiva. Gordillo considera que resulta imprescindible el control judicial del acto administrativo, independientemente del momento en el que el administrado lo haya impugnado. Pero la justicia se ha alejado de esos cauces. Diez, Cassagne y Hutchinson, lo consideran un recurso informal y debilitado. Dromi opina que es un recurso formalmente improcedente que por imperativo legal se convierte en recurso procedente. Fiorini expresa que se trata de un recurso administrativo autónomo. Abad Hernando lo considera una especie singular dentro del género recurso y lo denomina "pararrecurso administrativo". Según Marienhoff, quien consignó -en el que pasó a ser artículo 4 del decreto 1684, reglamentario de la ley 951 de la Provincia de La Pampa- que; Una vez vencidos los plazos establecidos para interponer los recursos administrativos se pierde el derecho para articularlos. En ningún caso el mero recurso rechazado por extemporáneo será considerado como denuncia de ilegitimidad. A esto lo fundamento por razones generales de seguridad jurídica, a fin de evitar una incertidumbre continua en la vida administrativa, razones esenciales para la buena marcha de la administración.