Mis encuentros con la neurocirugía española Neurocirugía -imprescindibles en la sociedad de consumos- de infraesalemanes, suizos, norteamericanos y también de otros paítructuras adecuadas y de gratificaciones morales siguen ses- siendo los gastos sufragados por el sistema sanitario nacional, cuya burocracia, aparentando una súbita afición incrementando. Para una generación que puso al vértice por las leyes del mercado, parece aceptar sin quebrantos el de sus aspiraciones el problema del conocimiento esto era gravísimo y objetivamente sigue siéndolo, a pesar de que fracaso de sus propias estructuras. El papel del sector privado como correctivo de las dela mayoría no le haga mucho caso. El resultado es que queda un lastre muy pesado constituido por el atraso culficiencias de lo público aún no está claro, sin embargo, de momento los privados no aparentan demasiado interés, tural y la dependencia de países extranjeros, en los cuales excepto en particulares y contadas ocasiones, por hacerse la investigación científica es concebida de otra forma. cargo de la patología más cara, complicada y poco rentaCarece de sentido trabajar toda una vida para alcanzar, ble. Esto puede ocurrir sólo en el contexto de instituciones o no alcanzar las más veces, objetivos que en otras partes de gran envergadura que todavía no menudean. Aunque constituyen un punto de partida ya lejano en el tiempo. No no posea datos fehacientes tengo la impresión de que la es posible seguir contando con el entusiasmo y la intelihospitalización privada en las grandes capitales se encuengencia de unos pocos, cuyos esfuerzos acaban malográntra en una fase algo más estructurada en España que en dose en un contexto tan desalentador. Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 19/11/2016.Aunque Copia para esporádicamente uso personal, se prohíbepuedan la transmisión de este documento por cualquier m conseguirse resultaItalia. De todas formas, en el campo neuroquirúrgico, tras la dos apreciables éstos no pueden constituir ninguna base euforia y la megalomanía de hace algunas décadas, se sólida para el futuro. prospecta un desarrollo más equilibrado supeditado a las Es deseable que la integración europea consiga, granecesidades reales y a la disponibilidad de recursos. cias a la institución de organismos supranacionales, imLo que, en cambio, en nuestros países ni siquiera se pulsar a este campo de actividad en la cual los países mevislumbra es una política coherente y estructurada de la diterráneos han quedado hasta ahora rezagados. investigación. Lo que más preocupa -en esto Sixto ObraCon esta nota de esperanza se termina mi viaje a lo dor, desgraciadamente, fue muy clarividente- es la escasa largo de la neurocirugía española que he seguido con inte: inquietud científica, que la falta de alicientes materiales rés y simpatía de su primera infancia hasta su edad adulta. NOTA DEL EDITOR Una vez más la Neurocirugía española está en deuda con Isaac Papo. Si en muchos Congresos, en numerosas conferencias y en incontables visitas nos expuso su experiencia, su saber neuroquirúrgico y sus observaciones clínicas, ahora nos ofrece un análisis extraordinariamente lúcido de la historia reciente de la Neurocirugía española. Dice Laín que la historia no es, no debe ser, una mera ennumeración de los hechos acaecidos, sino más bien «un recuerdo de lo que fue, al servicio de una esperanza de lo que acaso sea». La visión que Papo nos presenta entra de lleno en esa idea. No es sólo historia de la Neurocirugía, sino también filosofía de la historia de la especialidad. No nos dice únicamente lo que sucedió, sino que trata de indagar en el por qué y en el para qué, de los acontecimientos, a más de relatar con maestría el m.nbiente en el que se producen. Isaac Papo, hombre de inmensa cultura, vastísimos conocimientos, y extraordinaria capacidad de análisis de cualquier hecho o problema, nos da, con este enjundioso y deleitoso artículo, una prueba más de su fina y aguda penetración histórica, y de su interés y cariño por la Neurocirugía y los neurocirujanos españoles. J.M. Izquierdo. 9