Escuela Universitaria de Enfermería Gimbernat Trabajo de final de grado Curso académico 2013-2014 Detección de sintomatología psicótica a través de una herramienta de screening para enfermeras de Atención Primaria Laia Buitrago Torrijos Noelia Gómez Fernández Cecilia Brando Garrido Sant Cugat del Vallés, Junio de 2014 TUTOR DEL PROJECTE: Cecilia Brando Garrido______, Professor/a d’Infermeria de la E.U.I. Gimbernat CERTIFICA Que el projecte “_Detección de sintomatología psicótica a través de una herramienta de screening para enfermeras de Atención Primaria”, presentat/da pel alumne/a, Noelia Gómez Fernández y Laia Buitrago Torrijos__ ha estat realitzat sota la meva direcció i es troba en condicions de ser llegida. Signat,____________________________________________________________ __ 2 Índice Pág. Resumen/Abstract 4 Introducción 7 Hipótesis y objetivos 16 Metodología 17 Resultados 27 Discusión 32 Conclusiones 35 Agradecimientos 38 Bibliografía 39 Anexos 43 3 Resumen En España, la prevalencia de padecer un trastorno mental a lo largo de la vida es de un 19,5%. Dentro de los cuales, encontramos la Psicosis; estado mental en que la persona padece una pérdida o distorsión del contacto con la realidad sin llegar a un deterioro del estado de conciencia. La persona que padece esta enfermedad, puede manifestar diversos signos y síntomas como; alucinaciones, delirios, alteración del comportamiento, suspicacia, etc. y puede pasar por tres fases diferentes que son los siguientes: duración de la enfermedad sin tratar; duración de la psicosis no tratada y recuperación. Los profesionales de Atención Primaria, no cuentan siempre con el tiempo suficiente, las condiciones y las herramientas necesarias para poder estudiar debidamente al paciente y hacer un diagnóstico apropiado, lo que conlleva a derivaciones y tratamientos incorrectos que no benefician ni al paciente ni al Sistema Sanitario. Por todo ello, el objetivo que se plantea en este trabajo es crear una herramienta de screening para las enfermeras de Atención Primaria, con el fin de que puedan detectar a los pacientes que presenten una sintomatología prodrómica al primer brote psicótico y hacerles un seguimiento o derivarlos correctamente a un servicio especializado. Para conseguir este objetivo, se ha desarrollado una metodología que se divide en dos partes: en la primera, se ha revisado la bibliografía existente sobre las escalas que se utilizan para la detección de éste trastorno mental, teniendo como referencia el Programa De Detección Precoz De Psicosis (P3), pionero en España desde el año 2000. A partir del análisis de los ítems más prevalentes y su asociación a diagnósticos de enfermería se ha creado una herramienta para facilitar la labor de los profesionales de Atención Primaria. 4 La segunda parte de la metodología, será comprobar la eficacia de la herramienta proporcionándosela a los profesionales de los centros de Atención Primaria y comprobar su validez. El resultado del proyecto ha sido una herramienta de screening de detección de sintomatología psicótica para las enfermeras de Atención Primaria. Abstract In Spain, the prevalence of having a mental disorder throughout life is 19, 5%. There are a lot of mental disorders, and one of them is psychosis; a mental state in which the person loses the contact or distortion of reality, but the person doesn’t lose his or her conscience. The person who suffers this illness may manifest a lot of different signs and symptoms, such as hallucinations, deliriums, behaviour disorder, suspicion… A person with psychosis can undergo three different states: the first one is an untreated illness; the second one is the duration of their untreated psychosis and the last one is the recovery phase. Normally, the professionals of Primary Health Care do not have enough time to attend the patients and sometimes they have not the conditions or necessary working tools which can proportionate the best quality assistance. Therefore, the professionals of Primary Health Care cannot sometimes make the correct diagnosis, giving instead an incorrect treatment. As a consequence, they do not give a correct referral to Mental Health Centre. These situations do not mean a benefice for the patient and for the Healthcare System. This work deals with the objective to give a health work tool for the nurses of Primary Health Care. With that tool, they can detect the patients who have the prodromal symptoms of the first psychotic episode and, hence, make a specific follow up or derivation to that kind of patients. In order to get this objective, the literature for the detection of this kind of mental illness scales has been reviewed. 5 For the creation of this work toll, we have taken to reference Early Detection Psychosis Program (P3), a pioneer program in Spain from 2000. In order to facilitate the work of Primary Health Care professionals, we have created a tool departing from the analysis of the most prevalent items and their association with nursing. Other future part of this project will be give this work tool to Primary Health Care professionals and cheek the efficiency of that. The result of this research is a screening work tool of psychosis for nurses of Primary Health Care. 6 Introducción Los trastornos psicóticos abarcan una gran cantidad de enfermedades mentales. Todas ellas tienen en común la presencia de psicosis(1). El término psicosis, se refiere a un estado mental en el que la persona experimenta una pérdida o distorsión de contacto con la realidad, sin deterioro del estado de conciencia(2). La psicosis, según postula el DSM IV, se puede asociar a enfermedades mentales severas como la depresión mayor, trastornos bipolares, esquizofrenia y todos sus subtipos, demencias como el Alzheimer y el Parkinson(3). Sin embargo, realizar un diagnóstico tras el primer episodio psicótico resulta una tarea muy complicada, esto se debe a que los síntomas pueden ir variando y evolucionando a lo largo de los años, y requiere un seguimiento de los mismos para dar un diagnóstico correcto(1). En lo que a enfermedades mentales se refiere, en España, la prevalencia de padecer un trastorno mental a lo largo de la vida, es del 22,9% en mujeres y un 15,7 % en hombres. De toda la población española, al final un 19,5%, presentará algún trastorno mental a lo largo de su vida. En el año 2006 existía un 21,5% de personas que habían sido visitadas en algún servicio sanitario, dentro de esta proporción, el número de pacientes diagnosticados con alguna enfermedad aumenta con la edad. El hecho de sufrir una enfermedad mental, se ve afectada por factores externos a la persona como por ejemplo el nivel socioeconómico, teniendo más riesgo de sufrir este tipo de enfermedades mentales si se pertenecen a clases sociales más bajas; nivel de estudios, las personas con estudios primarios tienen una mayor prevalencia que las que tienen estudios superiores; personas en situación de desempleo, inmigrantes, estado civil, teniendo una más alta prevalencia las mujeres viudas, divorciadas y separadas, personas con limitación en la realización de actividades. Sin embargo no se ha visto diferencia en la incidencia de enfermedad mental entre zonas rurales o urbanas. 7 Por otra parte un factor intrínseco a la persona es la edad, ya que se ha visto un aumento de los casos de enfermedad mental en pacientes mayores de 65 años (4). Una vez explicada la prevalencia, creemos importante, describir los signos y síntomas que se pueden manifestar cuando una persona sufre psicosis(1): - Pensamiento confuso: los pensamientos no tienen una relación adecuada entre sí, esto se ve reflejado en la dificultad de seguir una conversación, o recordar cosas. Por otra parte el ritmo de pensamiento esta alterado o se acelera o va más lento. - Delirios: pensamientos ilógicos que no se pueden argumentar y que no corresponden a ninguna creencia cultural. - Alucinaciones: percepciones que no tienen un estímulo real, a partir de las cuales el individuo puede oler, ver, escuchar, percibir o sentir a través de sus papilas gustativas cosas que en realidad no se están produciendo. - Cambios afectivos y de percepción: la persona experimenta cambios bruscos en el estado de ánimo, pérdida de intensidad en las emociones que provoca un sentimiento de rareza y aislamiento del mundo. - Cambios de conducta: la persona cambia su conducta normal a un estado en el que tienen una gran sobreactividad o entrar en un estado de apatía. Dependiendo de los síntomas presentes, factores causales, y duración, la persona puede desarrollar, según el DSM IV, diferentes tipos de psicosis(3, 5): - Psicosis inducida por drogas - Trastorno psicótico breve - Trastorno psicótico compartido - Trastorno psicótico asociado a enfermedad médica - Trastorno no especificado - Trastorno delirante - Esquizofrenia - Trastorno esquizofreniforme - Trastorno bipolar (maniaco depresivo) - Trastorno esquizoafectivo 8 - Depresión psicótica Cuando una persona comienza a sufrir algún síntoma psicótico, supone un gran impacto para ella. El desarrollo de un episodio psicótico, tiene tres fases: La primera fase, se inicia con un periodo de duración de la enfermedad sin tratar (DUI), la cual abarca la aparición de la primera sintomatología inespecífica en un individuo sano (depresión, ansiedad, insomnio, etc) hasta la aparición de los primeros síntomas psicóticos atenuados (suspicacia, aislamiento social, pérdida de interés en las labores diarias, deterioro de la higiene, del cuidado personal) ésta es la etapa que también se denomina como etapa prodrómica o estado mental de riesgo que puede durar de dos a cinco años(1, 6). Dentro del estado mental de riesgo, podemos encontrar diferentes características(1, 6): -Historia familiar de trastorno psicótico en familiares de primer grado o trastorno esquizotípico, déficit funcional persistente o significativo dentro del último año. -Síntomas positivos no suficientemente severos o persistentes para el primer brote. -Síntomas psicóticos breves intermitentes e ilimitados de no más de 7 días de duración y que revierten espontáneamente. En la segunda fase, tiene lugar el primer brote psicótico conocido como tal, la aparición de éste suele ser de forma brusca e insidiosa. El tiempo que pasa desde que se reconoce el brote, hasta que el paciente recibe tratamiento se llama duración de la psicosis no tratada (DUP). En la actualidad, se sabe que cuanto menor sea este tiempo mejor será la respuesta de la persona al tratamiento, y menor será el perjuicio que vivirá la persona dentro de los ámbitos emocional, social y cognitivo. En esta fase tienen lugar síntomas más claros de psicosis como alucinaciones, ideas delirantes, suspicacia, etc (1, 6). Por último la tercera fase sería la de la recuperación, en este período, es importantísimo que el paciente sea tratado, es una fase en la que la persona está muy vulnerable, en la que son importantes los factores sociales y biológicos. El 9 tratamiento psicológico y social son imprescindibles para tratar síntomas positivos, negativos y para la prevención de futuras recaídas(1). Antes hemos nombrado algunos síntomas prodrómicos, sin embargo creemos que es importante hacer un mayor hincapié en ellos y en los factores que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad, ya que si conseguimos identificarlos a tiempo, podremos derivar al paciente a un servicio especializado en el que pueda recibir la ayuda que necesita en cada momento de su enfermedad. Los síntomas que aparecen en la psicosis se encuentran dentro de dos grandes grupos, positivos y negativos(7): Síntomas prodrómicos Síntomas positivos: Alucinaciones Síntomas negativos Deterioro funcional, no lineal. Ideas persecutorias Deterioro social Contenido inusual de pensamientos Anhedonia Pensamiento empobrecido y extraño Abulia Expresión de emociones y experiencia de éstas disminuida Comportamiento raro Deterioro de la higiene personal Humor disfórico Disminución de la tolerancia al estrés 10 Por el momento, no se conoce ninguna etiología que cause la Psicosis, pero sí que hay factores que interaccionados entre ellos pueden provocar que una persona desarrolle un episodio psicótico, entre ellos encontramos (8-10): - Tener entre 15 y 30 años. - Antecedentes familiares, uno o dos de los progenitores padecen un trastorno psicótico. - Presencia de síntomas psicóticos atenuados, pero con una frecuencia repetida a lo largo de una semana y durante varias semanas o limitado intermitente durante menos de una semana, resuelto sin necesidad de intervención sanitaria. - Factores de riesgo perinatales como: complicaciones obstétricas, exposición materna a infecciones virales durante el segundo trimestre del embarazo, bajo peso al nacer, infecciones en el sistema nervioso central, prematuridad, uso de la incubadora, mala nutrición durante el embarazo, uso de sedantes por parte de la madre durante el embarazo, signos de asfixia neonatal, depresión materna durante el embarazo y depresiones puerperales, uso de tóxicos durante el embarazo, incluido el hábito tabáquico. - Situación familiar: familia monoparental, edad avanzada de los padres, bajo nivel socio-económico o déficit de integración social. - Salud: inapetencia y relaciones infrecuentes en la primera infancia, retraso en la deambulación, ingresos o intervenciones frecuentes. - Alteraciones en las primeras relaciones madre-padre-hijo. - Desarrollo cognitivo: déficit de atención, problemas de aprendizaje, déficit neurocognitivo, alteraciones del desarrollo del lenguaje, mutismo selectivo. - Alteraciones en el desarrollo de los hábitos psicosomáticos. - Relaciones con los demás: inhibición, pasividad, enfados frecuentes, baja expresividad emocional y menos de dos amigos en la etapa escolar. - Hiperactividad de la dopamina o a una mayor sensibilidad de los receptores dopaminérgicos a nivel cerebral. - Consumo de sustancias tóxicas. 11 - Estrés. Una de las principales barreras en el momento de reconocer la sintomatología psicótica y por lo tanto el inicio de la psicosis son: - La tardanza en la identificación de las conductas psicóticas de la persona, que conlleva a una no precepción de la necesidad de ayuda. - Demora de la búsqueda de ayuda por parte de los familiares, se minimiza la importancia por miedo al diagnóstico de una enfermedad mental. - Retraso en la identificación de la psicosis por parte de los médicos de Atención Primaria, esto está asociado a los pocos casos de psicosis que se suelen tratar por cada médico, por limitaciones de formación, poco tiempo disponible para cada paciente o a la confusión de la psicosis con características de los jóvenes o el hábito del consumo de drogas. - Demora en las derivaciones de los centros de Atención Primaria a los servicios de salud mental, las listas de espera y los problemas de coordinación entre diferentes niveles de atención sanitaria. - Tardanza desde los propios servicios de salud mental en el inicio de un tratamiento adecuado debido a una falta de preparación para realizar estrategias de intervención precoz.(11) Enfermería, debe realizar una valoración centrada en las necesidades del paciente, proporcionando una atención integral. A partir de esta valoración, debemos intentar fomentar la relación enfermera-paciente, evaluando el estado de salud de la persona, identificando los problemas reales o potenciales, creando un plan de cuidados para satisfacer sus necesidades, y realizando las intervenciones enfermeras específicas en cada caso. (1) En ella exploraremos la capacidad para el autocuidado y detección de las necesidades no cubiertas, se deben utilizar cuestionarios estandarizados que permitan complementar la información con la proporcionada por el paciente, además es recomendable utilizar la taxonomía NANDA (North American Nursing Diagnosis Association)(12) para que queden registrados los problemas de salud del paciente y puedan ser comprendidos por cualquier profesional sanitario. 12 Dicha nomenclatura, se recoge en el libro Nanda Internacional Diagnósticos Enfermeros, Definiciones y Clasificación 2012 – 2014, que es la última guía actualizada para los diagnósticos de enfermería, creada con el fin de proporcionar un lenguaje enfermero común, poder detallar un plan de cuidados, definir unos resultados esperados (NOC) y las intervenciones de enfermería (NIC) necesarias, para poder brindar los cuidados adecuados a cada caso, que permitan la consecución de los resultados NOC, de la forma más eficaz y eficiente posible mejorando la calidad en los cuidados del paciente. Cada diagnóstico que aparece en la guía, está comprendido por una etiqueta o nombre del diagnóstico, una definición, características, factores de riesgo y/o factores relacionados. En esta edición 2012-2014 los diagnósticos aparecen clasificados por conceptos según los dominios de la Taxonomía II: promoción de la salud, nutrición, eliminación e intercambio, actividad/descanso, percepción/cognición, auto percepción, relaciones de roles, sexualidad, afrontamiento/tolerancia del estrés, principios de vida, seguridad/protección, confort y crecimiento/desarrollo. Cabe destacar, que cada diagnóstico de enfermería ha pasado por un riguroso proceso de evaluación por el Comité de Desarrollo de Diagnósticos de NANDAI. Tras la realización de esta valoración, la enfermera deberá registrar todos los datos en la historia clínica del paciente para que quede constancia y se pueda realizar un correcto seguimiento(13). El equipo de atención primaria atiende a un gran abanico de pacientes, no sólo los pacientes que tienen trastornos mentales, sino que también atienden a personas que pueden tener problemas psicosociales en determinados momentos de su vida(14). Una correcta relación entre el equipo de Atención Primaria y el paciente, permite un mejor seguimiento y detección de posibles problemas, mentales o no, en los pacientes. Se calcula que entre el 25% y 29% de los pacientes que acuden a la consulta de algún médico a lo largo del año tiene una enfermedad mental. Sin 13 embargo la detección de estos casos varía en función de diferentes factores; uno de ellos sería la sensibilidad que tienen los profesionales que los atienden, ya que si el profesional no se plantea la opción de que el paciente pueda sufrir una enfermedad mental, es improbable que identifique los síntomas precoces como lo que son. Por otro lado, otro factor que puede afectar a la identificación o no de la persona que padece un trastorno, es el modelo de atención que se aplique, ya que si es totalmente biologista, no se realizará una valoración integral. Por último, otro factor, que adquiere gran importancia, es el tiempo que tienen los profesionales de Atención Primaria para realizar las consultas, que en ocasiones es bastante reducido, hecho que les dificulta la identificación de la problemática de cada individuo(14). Los diagnósticos enfermeros más utilizados en la fase prodrómica de la psicosis según Camara,N, Carretero,J, García,A, Menéndez,M, Sánchez,J, Sekade,N, en su artículo promoción de la salud mental de un centro hospitalario a través de la enfermera en el equipo de enlace (15) y que coinciden con los diagnósticos NANDA (North American Nursing Diagnosis Association)(12, 16) son: - Desequilibrio nutricional: ingesta superior a las necesidades. - Desequilibrio nutricional: ingesta inferior a las necesidades. - Déficit de autocuidado: baño - Déficit de autocuidado: vestido - Riesgo de lesión - Ansiedad - Temor - Riesgo de violencia dirigida a otros - Riesgo de violencia autodirigida - Desempeño ineficaz del rol - Interrupción de los procesos familiares - Mantenimiento inefectivo de la salud - Baja autoestima situacional - Deterioro de la comunicación verbal - Deterioro de la interacción social 14 - Aislamiento social - Trastorno del patrón de sueño - Déficit de actividades recreativas - Trastorno de la percepción sensorial - Trastorno de los procesos de pensamiento - Desesperanza 15 Hipótesis Al proporcionar una herramienta de screening en psicosis a las enfermeras de Atención Primaria, podrán identificar y derivar a los pacientes que lo necesiten, actuando de la forma más adecuada posible ante un paciente psicótico, consiguiendo así una reducción de la duración de la psicosis sin tratar. Objetivos - A partir de la herramienta de screening, las enfermeras de Atención Primaria, serán capaces de detectar signos y síntomas prodrómicos positivos y negativos presentes en pacientes con psicosis y así poder realizar una derivación adecuada de los mismos a centros especializados. - Las enfermeras de Atención Primaria a partir de la herramienta de screening asociarán los síntomas psicóticos que presenten los pacientes con los diagnósticos de enfermería NANDA, pudiendo así realizar derivaciones más certeras a los servicios especializados. 16 Metodología La metodología de éste trabajo, se divide en dos partes: Primera parte: Dado que los objetivos que nos planteamos en este trabajo, se orientan a crear una herramienta para las enfermeras de Atención Primaria, con el fin de que puedan detectar a los pacientes que presenten una sintomatología prodrómica al primer brote psicótico, se ha realizado una búsqueda exhaustiva de la bibliografía existente, sobre detección y diagnóstico de trastornos mentales, se ha encontrado una gran variedad de escalas utilizadas en diferentes patologías como por ejemplo; trastornos debido al consumo de sustancias psicotrópicas, alcohol y otras drogas, trastornos mentales orgánicos, trastornos de personalidad, esquizofrenia …(17) Puesto que la esquizofrenia comparte gran cantidad de sintomatología con los estados psicóticos, ya sean prodrómicos o instaurados, hemos decidido revisar las escalas que se utilizan para detectar esta enfermedad. Éstas son: - Escala de Anhedonía Física Revisada (Revised Physical Anhedonia Scale, RPhA). - Escala de Anhedonía Social Revisada (Revised Social Anhedonia Scale, RSAS). -Cuestionario de Estilos de Pensamiento y de Percepción (Thinking and Perceptual Style Questionnaire, TPSQ). - Escala de Predisposición Alucinatoria de Launay-Slade Revisada (Launay-Slade Hallucination Scale-revised, LSHS-R). - Entrevista Estructurada para Síndromes Prodrómicos (Structured Interview for Prodromal States, SIPS). - Escala de Síntomas Prodrómicos (Scale of Prodromal Symptoms, SOPS). - Escala para el Síndrome Positivo y Negativo de la Esquizofrenia (Positive and Negative Syndrome Scale, PANSS). - Escala Breve de Evaluación Psiquiátrica (Brief Psychiatric Rating Scale, BPRS). - Escala de Peso, Imagen Corporal y Autoestima, E-PICA (Body Weight, Image and Self-Esteem Evaluation Scale, B-WISE). 17 - Escala de Agresividad Manifiesta (Overt Agression Scale,OAS). - Escala de Evaluación del Insight (Scale Unawareness of Mental Disorders, SUMD). - Evaluación de Habilidades Basadas en la Ejecución de la Universidad de California (University of California Performance Skills Assessment, UPSA). - Escala GEOPTE de cognición social para la psicosis,Inventario de Actitudes hacia la Medicación (Drug Attitude Inventory, DAI). - Escala Pronóstica para la Esquizofrenia de Strauss y Carpenter (StraussCarpenter Scale, SCS). - Escala de Valoración de Necesidades y Satisfacción del Paciente (2-COM Checklist). (17) Éste proyecto, se orienta hacia la detección temprana de psicosis, por lo que es necesario analizar las escalas que se utilizan en el Programa De Detección Precoz De Psicosis (P3), que en la mayoría de los casos coindicen con las utilizadas para la detección y diagnóstico de la esquizofrenia, nombradas anteriormente. El motivo de utilizar como criterio de inclusión la escalas de este programa es que se considera pionero en España, tiene sus inicios en el año 2000 y se basa a su vez en programas ya instaurados en otros países como; Noruega, Gran Bretaña e Inglaterra(18). El programa P3 utiliza diferentes escalas para valorar la psicosis y estas se dividen en dos grandes grupos: El grupo uno, que se utiliza para la evaluación de estados mentales de alto riesgo: - Escala de Señales Tempranas (ESS). (Birchwood. M. et al. 1989). - Inventario Psicopatológico de Frankfurt (FBF-3) (Süllwold & Huber, 1986), en versión española de, Jimeno y Vargas (1996). - Escala breve de evaluación psiquiátrica (BriefPpsychiatric Rating Scale, BPRS). -Escala de los Síndromes Positivo y Negativo (PANSS) de Kay, Opler & Fiszbein. (1986) en su versión española de Cuesta y Peralta. - Escala de Funcionamiento Social (S.F.S.) Birchwood & Cochrane, (1990). - Escala de Síntomas Prodrómicos (Scale of Prodromal Symptoms, SOPS). 18 Y el grupo dos, que evalúa los primeros episodios psicóticos utilizando las escalas del grupo uno y también las escalas: - Cuestionario sobre Creencias Personales (PBIQ). (Birchwood, Mason, MacMillan & Healy. 1993). - Entrevista para la Evaluación Retrospectiva del Inicio de la Esquizofrenia (IRAOS) de Hafner et al. (1992) (19). Por lo tanto, nuestra herramienta, se realiza a partir del análisis de las escalas del grupo uno porque son las encargadas de valorar la sintomatología prodrómica del brote, de ellas hemos extraído los ítems más prevalentes. Las escalas analizadas son: - La Escala de síntomas prodrómicos (SOPS)(17, 20), se utiliza para describir y valorar los síntomas prodrómicos que el paciente ha presentado en el último mes. Se divide en cinco secciones; síntomas positivos, síntomas negativos, síntomas de desorganización y síntomas generales, estos ítems, coinciden con los de la entrevista SIPS ya que la encuesta SOPS es un complemento de la misma. Se puntúa del cero al seis, siendo el cero ausencia de síntomas y seis síntomas extremos. (ANEXO 1) - Escala Breve de evaluación psiquiátrica (BPRF) (17, 20), evalúa 18 ítems, a partir de los cuales determina si ha habido cambios en la sintomatología de los pacientes mentales. Se valora puntuando con un uno ausencia de síntomas y siete sintomatología extremadamente grave. (ANEXO 2) - Escala de señales tempranas de Birchwood et Cols (17, 20), se encarga de valorar la necesidad de un seguimiento estrecho, la necesidad de realizar una intervención terapéutica ante una episodio psicótico o predecir recaídas. Esta escala está compuesta por 34 ítems divididos en; señales de psicosis incipiente, desinhibición, negativismo y ansiedad. Además de esto, evalúa las veces que una persona padece los ítems establecidos a la semana, dando una puntuación de cero si no los vive en toda la semana, y una puntuación de tres si le supone una problema serio y los vive como mínimo una vez al día. (ANEXO 3) - Escala para el síndrome positivo y negativo de la esquizofrenia (PANSS)(17, 20), esta escala, proporciona información sobre síntomas positivos, negativos y 19 psicopatología general. Se evalúa asignando un uno en situación de ausencia de síntomas y siete un problema extremo. Además esta escala permite transformar los resultados obtenidos en percentiles, a través de una tabla que asocia estos con las puntuaciones directas de los ámbitos positivos, negativos y generales. (ANEXO 4) -Inventario psicopatológico de Frankfurt, escala que evalúa la pérdida de control, percepción simple, percepción compleja, lenguaje, cognición y pensamiento, anhedonia, angustia e irritabilidad por sobre estimulación(21). (ANEXO 5) - La Escala de Funcionamiento Social (S.F.S.) Birchwood & Cochrane, (1990) está compuesta por seis subescalas que son: Escala SFS AIS (aislamiento/ integración social), Escala SFS COM (comunicación interpersonal), Escala SFS AE (autonomía ejecución), Escala SFS O (ocio), Escala SFS PRO (prosocial), Escala SFS AC (autonomía competencia)(2). (ANEXO 6) Una vez analizadas las escalas y extraído los ítems más prevalentes, se orienta la herramienta hacia la franja de edad de 15- 30 años, dado que es la tasa de edad más prevalente para el inicio de la sintomatología y el primer brote psicótico tanto en hombres como en mujeres (8), un ejemplo de esta sintomatología sería: deterioro de la comunicación verbal, alteraciones del pensamiento, disminución de la tolerancia al estrés, deterioro de la higiene personal, comportamiento extraño, anhedonia, abulia, etc.(1) Por otra parte la herramienta, va dirigida a las enfermeras de Atención Primaria ya que se calcula que entre un 24% y un 30% de los pacientes visitados en Atención Primaria, tienen o están en riesgo de padecer un trastorno mental, y el 80% de los pacientes psiquiátricos atendidos en Salud Mental, proceden de Atención Primaria, por lo que la figura de la enfermera no especialista, supone un filtro hacia los servicios especializados, y es fundamental que sepa realizar una derivación adecuada de este tipo de pacientes (22). Si hablamos de derivaciones, la bibliografía refleja que existe poca concordancia entre las derivaciones de Atención Primaria y Salud Mental, y que además dan preferencia a derivaciones que el personal del centro especializado, considera en 20 su mayoría ordinarias. Según el médico de Atención Primaria son ordinarios el 65,7%, preferentes el 32,7% y urgente el 1,6%, sin embargo según el especialista de salud mental, de los casos anteriores un 92,7% eran ordinarios, preferentes 6,8% y urgentes 0,5%. A todo esto debemos de sumarle, que si valoramos la pertinencia de la derivación, encontramos que de todos los casos anteriores un 1,5% fue muy inadecuada, un 6,3% inadecuada, un 19,9% dudosa, un 68,8% adecuada y un 3,6% muy adecuada (23, 24). Además, a todo esto, debemos sumarle las diferencias en el lenguaje entre profesionales de ambos ámbitos, que se hace especialmente palpable en el momento de la derivación. Para que no existan estas diferencias, es necesario el uso de la hoja de derivación, que es una herramienta fundamental de comunicación entre estos dos niveles (23, 24) Sin embargo los estudios demuestran que un 40,3% de los casos la información que se trasmite es escasa, en un 56,7% correcta y solo en un 3% completa. Además en este 40,3%, no se empleó ninguna escala de medición de calidad, sino que fue cada profesional el que valoró según su criterio la derivación. (23, 24) Por otra parte, otro indicador de que la comunicación entre Atención Primaria y el Centro de Salud Mental debería mejorarse, es que en un 5,9% de las ocasiones el médico de Atención Primaria, no había mantenido ninguna comunicación con el especialista de Centro de salud Mental. En el 23% de los casos el médico de Atención Primaria, no señaló ningún diagnóstico en la hoja de derivación, y en el 5,1% de las derivaciones realizadas por Atención Primaria, el especialista no diagnosticó ninguna enfermedad psiquiátrica.(23, 24) Además de todo esto, una derivación correcta, comporta un beneficio tanto para el Sistema Sanitario como para el propio paciente. En el caso del primero, si conseguimos realizar una derivación correcta, evitaremos interconsultas innecesarias o poco adecuadas con el especialista, como también una reducción en las visitas a urgencias, consiguiendo así un ahorro económico, de material y de recursos humanos (25). Refiriéndonos al paciente, conseguiremos una reducción de los reingresos, una menor duración del tiempo de demora en la primera consulta y por consiguiente una reducción de la duración de la enfermedad sin tratar (DUP), lo cual, nos permitirá iniciar un tratamiento adecuado a las 21 necesidades del paciente y su sintomatología, con el fin de evitar o retrasar la aparición de un brote psicótico(23, 26). Además, a partir de la comunicación profesional-paciente, se generará una mayor confianza, gracias a esto se creará un vínculo a partir del cual, el paciente podrá ser más comunicativo con respecto a los cambios sensoriales, de pensamiento o de su vida diaria que perciba y que en otro momento sin esta comunicación podrían pasar desapercibidos.(27) Siguiendo con nuestro análisis, hemos encontrado como criterio de exclusión el tiempo disponible en Atención Primaria para realizar las consultas con los pacientes, este tiempo no es superior a los 10 minutos (28, 29). Por ello, creemos conveniente excluir las entrevistas que para su correcta y completa realización se necesita un periodo de tiempo más largo que los minutos actualmente disponibles, que se necesitarían entre unos 45- 90 minutos aproximadamente.(30) Ante la percepción de esta realidad, es necesario que la herramienta, relacione los ítems con los diagnósticos y patrones de Enfermería NANDA (North American Nursing Diagnosis Association) (12), este hecho permitirá mejorar la comunicación y proporcionará una mayor calidad al contenido de las derivaciones realizadas desde Atención Primaria al Centro de Salud Mental. - Déficit de actividades recreativas asociado al patrón prevención de la salud. - Mantenimiento ineficaz de la salud asociado al patrón prevención de la salud. - Desequilibrio nutricional ingesta inferior a las necesidades asociado al patrón nutrición. - Desequilibrio nutricional ingesta superior a las necesidades asociado al patrón nutrición. - Intolerancia a la actividad asociado al patrón actividad/reposo. - Déficit de autocuidado: baño asociado al patrón actividad/reposo. - Déficit de autocuidado: vestido asociado al patrón actividad/reposo. 22 - Déficit de autocuidado: uso del inodoro asociado al patrón actividad/reposo. - Déficit de autocuidado: alimentación asociado al patrón actividad/reposo. - Trastorno del patrón del sueño asociado al patrón actividad/reposo. - Deterioro de la comunicación verbal asociado al patrón asociado al patrón percepción/cognición. - Perturbación de campo de energía percepción/cognición. - Trastorno de la identidad personal asociado al patrón percepción cognición. - Síndrome del deterioro en la interpretación del entorno asociado al patrón percepción/cognición - Baja autoestima situacional asociado al patrón autopercepción - Desesperanza asociado al patrón autopercepción - Deterioro de la interacción social asociado al patrón rol y relaciones - Desempeño ineficaz del rol asociado al patrón rol y relaciones - Interrupción de los procesos familiares asociado al patrón rol y relaciones - Patrón sexual ineficaz asociado al patrón sexualidad - Afrontamiento/tolerancia al estrés asociado al patrón afrontamiento/tolerancia al estrés. - Afrontamiento ineficaz asociado al patrón afrontamiento/tolerancia al estrés. - Ansiedad asociado al patrón afrontamiento/tolerancia al estrés. - Temor asociado al patrón afrontamiento/tolerancia al estrés. - deterioro de la adaptación asociado al patrón afrontamiento/tolerancia al estrés. - Riesgo de violencia autodirigida asociado al patrón seguridad/protección - Riesgo de violencia dirigido a otros asociado al patrón seguridad protección. - Riesgo de lesión asociado a patrón seguridad/protección - Aislamiento social asociado al patrón de confort. 23 Diseño de la herramienta Para la realización de nuestro proyecto, hemos analizado todos los ítems de las escalas antes mencionadas, ESS, FBF-3, BPRS, PANSS, SFS y SOPS y los asociamos con los diagnósticos NANDA (North American Nursing Diagnosis Association) partiendo de la definición recogida dentro de la última edición del libro NANDA 2012-2014.(12). Una vez realizado este listado, hemos elaborado un recuento para comprobar la prevalencia de los diagnósticos, y por consecuencia de los ítems más valorados en las escalas de detección precoz. Después, tras el análisis de los ítems más prevalentes, hemos elaborado la herramienta para la detección precoz de psicosis con los mismos, estos son: -Deterioro de las actividades recreativas. - Déficit de concentración - Alucinaciones -Alteración de la percepción de la realidad. -Alteración de la conducta. - Retraimiento social -Alteración del estado de ánimo -Alteración del pensamiento. -Trastornos del proceso de pensamiento. En la herramienta, se puede ver la relación entre el ítem o síntoma y el diagnóstico de enfermería NANDA, ambos dos están asociados y ordenados en los diferentes patrones funcionales de salud. Además se proporciona indicaciones sobre cuándo se debe realizar la derivación o el seguimiento del paciente. 24 Segunda parte: Una vez creada la herramienta y como opción de desarrollarse en un futuro, proponemos un proyecto cuantitativo, cuasi-experimental de estudios no controlados (de antes- después) ya que no hay un grupo control, ni experimental sino que se realizará la misma intervención en todos los sujetos de estudio, que son las enfermeras de los centros de salud de Eras de Renueva y La Condesa de Sagasta de León. Se realizaría un análisis de las derivaciones realizadas en éste área demográfica, se proporcionaría la herramienta de screening de detección precoz de psicosis, creada en la fase uno, a las enfermeras de Atención Primaria y después se realizaría un análisis de las derivaciones hechas tras la utilización de la herramienta para comprobar su eficacia. Éste proyecto se llevaría a cabo en la localidad de León, cuya población es de 142.493 habitantes, para obtener información sobre la eficacia de nuestra herramienta y su aplicabilidad en diferentes centros de Atención Primaria. Nuestra población diana, serían las enfermeras de los Centros de Atención primaria que realizan sus derivaciones al Centro de Salud Mental La Condesa de León, distrito de salud mental tres, cuya área de influencia en León, son los centros de Atención Primaria de (31): - Eras de Renueva: que atiende a una población de 24.509 habitantes, de los cuales 11.289 son varones y 13.220 son mujeres. - La Condesa Sagasta: que presta servicio a una población de 21.516 personas de las cuales 9.636 son hombres, y 11.880 son mujeres. Los criterios de inclusión para elegir las enfermeras que participarían en nuestro proyecto son: -Turno de mañana, tarde y noche. - Todas las enfermeras que atiendan a pacientes de entre 15 y 30 años. Esta edad supone un 33,25% de la población actual de la ciudad de León (32) 25 -Enfermeras con o sin formación especializada en salud mental. De forma indirecta, este proyecto va destinado también, al ratio de pacientes que tiene cada enfermera, que tengan una edad comprendida entre los 15 y 30 años (edad de máxima incidencia en el debut psicótico). Un criterio de exclusión de los pacientes de cada enfermera, serían los que no presentasen ninguna alteración de los patrones funcionales (Prevención de la salud, Nutrición, Actividad/reposo, Percepción-cognición, Autopercepción, Rol y relaciones, Sexualidad, Afrontamiento/tolerancia al estrés, Seguridad /Protección, confort) nombrados en nuestra herramienta. El tamaño de la muestra correspondería a la totalidad de pacientes comprendidos en la edad antes mencionada(15 a 30 años) y que tengan un profesional enfermero de referencia perteneciente a los Centros de Atención Primaria dentro del área de influencia de La Condesa de León (el total de la muestra es de 46.025 personas)(31). 26 Resultados Después de analizar las escalas de detección precoz de psicosis: Escala de Señales Tempranas (ESS). (Birchwood. M. et al. 1989), Inventario Psicopatológico de Frankfurt (FBF-3) (Süllwold & Huber, 1986), en versión española de Jimeno y Vargas (1996), Escala Breve de Evaluación Psiquiátrica (Brief Psychiatric Rrating Scale, BPRS), Escala de los Síndromes Positivo y Negativo (PANSS) de Kay, Opler & Fiszbein. (1986) en su versión española de Cuesta y Peralta y Escala de Funcionamiento Social (S.F.S.) Birchwood & Cochrane, (1990) y Escala de síntomas prodrómicos (SOPS), hemos observado, que los ítems más prevalentes en todas ellas son: En primer lugar la alteración de la conducta con un 10,65%, seguido con un 10,38% de deterioro de las actividades recreativas, un 9,56% en retraimiento social, seguido de un 9,02% en alteración de la percepción de la realidad, después encontraríamos igualadas en un 8,74% las alucinaciones y el deterioro del proceso de pensamiento, seguido con un 5,46% de una alteración del estado de ánimo y de la autoestima, deterioro de la capacidad de concentración con un 4,37%, alteración del autocuidado con un 3,55%, por último, suspicacia y deterioro de la comunicación verbal con un 3,28%. ÍTEMS PORCENTAJE Alteración de la conducta 10,65% Deterioro de las actividades recreativas 10,38% Retraimiento social 9,56% Alteración de la percepción de la 9,02% realidad Alteración del proceso de pensamiento 8,74% Alucinaciones 8,74% Alteración del estado de ánimo y 5,46% autoestima Deterioro de la capacidad de 4,37% concentración Alteración del autocuidado 3,55% 27 Suspicacia 3,28% Deterioro de la comunicación verbal 3,28% Por otra parte, analizando los patrones funcionales según la taxonomía NANDA (North American Nursing Diagnosis Association)(12), encontramos que el que tienen una mayor prevalencia, es el patrón percepción/cognición con un 48,55%, el siguiente patrón sería el de rol y relaciones con un 15,60%, en tercer lugar encontramos el patrón de prevención de la salud con un 9,53%, el siguiente patrón sería el de actividad/reposo con un 8,36%, seguido de autopercepción con un 6,96%, el siguiente confort con un 4,04% siguiéndole afrontamiento/tolerancia al estrés con un 2,90%, seguido de seguridad/protección con 1,74%, después sexualidad con 1,73% y finalmente nutrición con 1,15%. PATRÓN PORCENTAJE Percepción/cognición 48,55% Rol y relaciones 15,60% Prevención de la salud 9,53% Actividad/reposo 8,36% Autopercepción 6,96% Confort 4,04% Afrontamiento/tolerancia 2,90% Seguridad/protección 1,74% Sexualidad 1,73% Nutrición 1,15% Si lo analizamos desde la perspectiva de los diagnósticos de Enfermería, asociado a los ítems de las escalas citadas anteriormente y relacionados con los patrones funcionales según la NANDA (North American Nursing Diagnosis Association) encontramos que tienen una mayor incidencia : Trastorno de la identidad personal con un 33,81%, seguido de desempeño ineficaz del rol con un 8,96%, siguiendo con déficit de actividades recreativas con un 7,80%, después encontramos perturbación del campo de energía con un 6,94%, seguido de baja autoestima 28 situacional con un 6,67%, después, encontraríamos el deterioro de la interacción social con un 4,62%, seguido de 4,04% asociado a los diagnósticos de síndrome de deterioro de la interpretación del entorno y el aislamiento social, después deterioro de la comunicación verbal con un 3,76%, seguimos con un 2,02% asociado a los diagnósticos de intolerancia a la actividad y ansiedad, y finalmente asociado a un porcentaje de 1,73% encontramos los diagnósticos de mantenimiento ineficaz de la salud, déficit de autocuidado: baño, trastorno del patrón del sueño y patrón sexual ineficaz. DIAGNÓSTICOS DE PORCENTAJE ENFERMERÍA Trastorno de la identidad personal 33,81% Desempeño ineficaz del rol 8,96% Déficit de actividades recreativas 7,80% Perturbación del campo de energía 6,94% Baja autoestima situacional 6,67% Deterioro de la interacción social 4,62% Síndrome de deterioro de la 4,04% interpretación del entorno Aislamiento social 4,04% Deterioro de la comunicación verbal 3,76% Intolerancia a la actividad 2,02% Ansiedad 2,02% Mantenimiento ineficaz de la salud 1,73% Déficit de autocuidado: baño 1,73% Trastorno del patrón del sueño 1,73% Patrón sexual ineficaz 1,73% Además de los resultados de nuestro análisis y basándonos en su prevalencia, el resultado es el diseño de nuestra herramienta de screening de psicosis a través de la cual, enfermería puede realizar una valoración de los síntomas que manifiesta el paciente y asociarlos a los patrones y diagnósticos de enfermería NADA. 29 Una vez analizados los mismos y siguiendo las instrucciones que aparecen en la herramienta, el profesional enfermero de Atención Primaria, sabrá cuando debe realizar una derivación y cuando tiene que realizar un seguimiento de la persona. Para determinar cuándo se debe derivar, algunos ítems, aparecen con un asterisco (*), esto indicará que la persona necesita una derivación directa al centro de salud mental especializado. Otra opción posible, sería que el paciente padeciera, tres o más síntomas correspondientes a diferentes patrones, hecho por el cual, también se recomienda la derivación. Éste sistema se basa en el que se utiliza en la valoración de la escala EDIE de Manchester(33). 30 (ANEXO 7) 31 Discusión En la escala de patrones y diagnósticos coinciden en los más prevalentes, el patrón cognición/percepción que se asocia con el trastorno de la identidad personal con un 48,55% y un 33,81% respectivamente. Sin embargo, tras revisar la prevalencia de los ítems más frecuentes en las diferentes escalas de psicosis, hemos encontrado que el ítem más prevalente es la alteración de la conducta, que pertenece al patrón rol y relaciones que tiene una prevalencia del 15,60% y que además se asocia al diagnóstico NANDA de desempeño ineficaz del rol, con una prevalencia del 8,96% situándose ambos (patrón y diagnóstico) en el segundo puesto de prevalencia. En la lista de los ítems, el que ocupa el segundo lugar, es el deterioro de las actividades recreativas con un 10,38%, este ítem, está asociado al patrón de prevención de la salud que ocupa el tercer lugar con un 9,53% y al diagnóstico de déficit de actividades recreativas que también ocupa el tercer puesto con un 7,80%. A pesar de que a primera vista puede parecer que no hay concordancia entre la lista de ítems y la de patrones y diagnósticos, si la analizamos en profundidad, se puede comprobar que el patrón de percepción/cognición que ocupa el primer lugar y el diagnostico de trastorno de la identidad personal antes mencionados ocupan los puestos, cinco, seis y ocho de la lista de ítems, siendo estos la alteración del proceso de pensamiento y alucinaciones con un 8,74% y el deterioro de la capacidad de concentración con un 4,37%. Dado que todos estos ítems, se refieren a un diagnóstico común, si sumáramos la prevalencia de todos ellos podríamos comprobar que los ítems más prevalentes en las escalas de valoración psicótica analizadas, son aquellos que estudian algún tipo de variación en la forma de pensamiento. Otro punto interesante tras el análisis de los datos, es que además de los ítems antes mencionados, también ocupan los primeros puestos de prevalencia los que se refieren a alteraciones del estado de ánimo y autoestima y a los que se refieren a una alteración del autocuidado, con un 5,46% y 3,55% respectivamente. Ambos 32 dos se relacionan directamente con los patrones de actividad y reposo y va seguido del patrón autopercepción que ocupa el cuarto puesto con un 8,36% y al patrón de autopercepción con un 6,96% , sin embargo si lo comparamos con la lista de la prevalencia de los diagnósticos enfermeros, podemos ver que el ítem de alteración del estado del ánimo y autoestima que se relacionaría con el diagnóstico enfermero de baja autoestima situacional ocuparía el quinto puesto en el ranquin de prevalencia. El patrón de la alteración del autocuidado, se encontraría en el décimo puesto de la lista de prevalencia de diagnósticos enfermeros. Si comparamos los resultados del análisis de las escalas con la bibliografía(16) estudiada, podemos comprobar que según ésta, los diagnósticos de enfermería NANDA más prevalentes son; el trastorno de la identidad personal, deterioro de la interacción social, afrontamiento ineficaz, déficit de autocuidado: baño, déficit autocuidado: vestido, riesgo de violencia autodirgida, riesgo de violencia dirigida a otros, conflicto de decisiones, deterioro de la adaptación, gestión ineficaz de la propia salud, mantenimiento ineficaz de la propia salud y por ultimo trastorno del patrón del sueño. De todos estos, encontramos que tras el análisis de las escalas seleccionadas, los diagnósticos que coinciden en ambos son: trastorno de la identidad personal, el deterioro de la interacción social que en nuestra lista de prevalencia de diagnósticos, realizada a partir de las escalas analizadas, ocupa el sexto lugar con un 4,62%, a éste le seguiría el mantenimiento ineficaz de la propia salud, que tendría un 1,73%, con este mismo porcentaje encontraríamos también los diagnósticos de déficit de autocuidado en el baño y de mantenimiento ineficaz de la propia salud. En cuanto al resto de los diagnósticos que aparecen nombrados en la bibliografía(16), en las escalas estudiadas tienen una prevalencia más pequeña, estos serían: el déficit de autocuidado: vestido con un 1,44%, riesgo de violencia autodirigida con 0,58%y violencia dirigida a otros con un 0,87% Si relacionamos los diagnósticos con la prevalencia de los ítems de las diferentes escalas analizadas, encontramos una correlación entre la alteración de la percepción de la realidad, del proceso del pensamiento, alucinaciones y un 33 deterioro de la capacidad de concentración con un trastorno de la identidad personal tal y como se describe en la bibliografía, pese a que tal y como se ha comentado en los resultados, la prevalencia de estos ítems no ocupa los primeros sitio, en la lista de ítems más repetidos. También encontramos una relación entre la alteración del autocuidado, nombrada en la lista de los ítems, que se podría asociar con un déficit de autocuidado tanto de baño como de vestido, teniendo éste una prevalencia de 3,55% en las escalas analizadas. El ítem de retraimiento social, que aparece en nuestra lista con un 10,38%, lo podemos encontrar en los diagnósticos según la bibliografía relacionado con el deterioro de la interacción social. Sin embargo del resto de diagnósticos enunciados en la bibliografía, no se encuentra relación con los ítems más prevalentes de las escalas estudiadas. Al analizar la concordancia entre los patrones más prevalentes de las escalas estudiadas con los patrones pertenecientes a los diagnósticos mencionados en la bibliografía(16), los más prevalentes son los correspondientes al patrón actividad/ reposo, reflejado en los problemas, déficit de autocuidado: baño, déficit de autocuidado: vestido y trastorno del patrón del sueño. Sin embargo, éste patrón en nuestra lista de prevalencia ocupa el cuarto puesto con un 8,36%. El siguiente patrón más prevalente es el de afrontamiento/tolerancia al estrés, que se refleja en los diagnósticos de: afrontamiento ineficaz y deterioro de la adaptación. Al igual que en el caso anterior, este patrón, en nuestro análisis de la prevalencia ha partir de las escalas se encuentra en puestos inferiores, en este caso se encuentra en el séptimo puesto con un 2,90%. El resto de patrones que aparecen en la bibliografía, se encontrarían detrás de los dos anteriormente nombrados y tendrían todos la misma prevalencia. Estos patrones son: percepción/cognición, rol y relaciones, seguridad/protección y prevención de la salud. Sin embargo al igual que en los casos anteriores de diagnósticos y de ítems, encontramos diferencia entre la bibliografía y el resultado de nuestro análisis y es que los patrones más prevalentes según éste serian: percepción y cognición con un 48,55%, seguido de rol y relaciones con un 15,60% y seguido de prevención de la salud con un 9,53%. 34 Conclusiones A modo de conclusión, podemos decir que la psicosis es una enfermedad mental que afecta a un 19,5% de la población española, teniendo su máxima incidencia de aparición en personas con una edad comprendida entre los 15 y 30 años. La psicosis comparte sintomatología con enfermedades mentales como la esquizofrenia, la depresión mayor, trastornos bipolares, demencias… . Esta enfermedad, en su fase inicial, provoca en el paciente una sintomatología prodrómica, siendo en un primer momento inespecífica, y haciéndose cada vez más notable y específica, hasta que se desencadena el primer brote psicótico. La bibliografía, demuestra de forma clara, que cuanto mayor sea la tardanza en la detección de este tipo de pacientes, y cuanto más se retrase el inicio de las medidas para tratar su sintomatología, a la larga, tendrá como consecuencia un peor pronóstico para el paciente, ya que cada brote supondrá un mayor deterioro cognitivo. Existen diferentes barreras en la detección de los primeros síntomas en psicosis, entre las que se destacan: retraso en la detección por parte de profesionales de Atención Primaria, debido a las limitaciones de formación, poco tiempo para cada paciente o confusión de psicosis con consumo de drogas o características propias de la adolescencia, demora en las derivaciones de los centros de Atención Primaria y los servicios de Salud Mental y problemas de coordinación entre ambos niveles. A raíz de estas barreras, surge la necesidad de crear una herramienta de detección precoz de psicosis que guie a los profesionales de Atención Primaria en la detección, seguimiento y/o derivación de las personas que presenten sintomatología de la enfermedad. Tras el análisis de las escalas utilizadas en la detección de psicosis y de la bibliografía, se comprueba que los ítems más prevalentes en la etapa prodrómica de la psicosis son: alteración de la conducta, deterioro de las actividades recreativas, retraimiento social, alteración de la percepción de la realidad, alteración del proceso de pensamiento, alucinaciones, alteración del estado de 35 ánimo y autoestima, deterioro de la capacidad de concentración, alteración del autocuidado, suspicacia y deterioro de la comunicación verbal. Dado que una de las barreras que hemos nombrado antes, es la falta de formación de los profesionales de atención primaria en el ámbito de la salud mental, hemos asociado la sintomatología a los diagnósticos de enfermería NANDA, con los que el personal ya está familiarizado, para que puedan realizar un mejor seguimiento, y que además a la hora de realizar la derivación, los profesionales de los dos ámbitos (Atención Primaria y Salud Mental) puedan tener un mismo lenguaje que facilite a los profesionales que reciben al paciente, tener una visión real y holística de su estado actual. Como hemos visto en el apartado de discusión, el patrón más alterado desde un principio, en este tipo de pacientes, es el de percepción/cognición, que se asocia con síntomas como: alteración del habla, preocupación, alucinaciones, suspicacia, delirios, alteración de la percepción de la realidad, alteración del pensamiento, desorganización conceptual, déficit de concentración y alteración motora. Partiendo de estos patrones relacionados con ésta sintomatología, se han asociado los diagnósticos de enfermería NANDA: Trastorno de la identidad personal, desempeño ineficaz del rol, déficit de actividades recreativas, perturbación del campo de energía, baja autoestima situacional, deterioro de la interacción social, síndrome del deterioro de la interpretación del entorno, aislamientos social, deterioro de la comunicación verbal, intolerancia a la actividad, ansiedad, mantenimiento ineficaz de la salud, déficit de autocuidado: baño, trastorno del patrón del sueño y patrón sexual ineficaz. Una vez realizado el análisis de las escalas, se comprobó que en la mayoría de los casos, el patrón más prevalente, es el de cognición/percepción que está asociado a al diagnóstico más prevalente, trastorno de la identidad personal. Siguiendo con la conclusión, el ítem más prevalente de todos, es el de alteración de la conducta, asociado al patrón rol y relaciones y asociado al diagnóstico de enfermería NANDA, desempeño ineficaz del rol, ocupando ambos el segundo lugar de sus respectivas listas. 36 También se ha comprobado que en el segundo lugar de la lista de los ítems más prevalentes, aparece el de deterioro de las actividades recreativas, que está asociado al patrón de actividad/reposo, que ocupa el cuarto lugar en la lista de prevalencia de patrones y en cuanto a los diagnósticos de enfermería el que va asociado a éste, ocupa el tercer puesto en el ranquin y es el déficit de actividades recreativas. Otra conclusión a la que se ha llegado, es que aunque en la lista de prevalencia de ítems no aparece como más prevalente una alteración del pensamiento, sí que encontramos en ella alteraciones del patrón de cognición/percepción, reflejado en los ítems de: alucinaciones, alteración del proceso de pensamiento, deterioro de la capacidad de concentración, suspicacia, deterioro de la comunicación verbal, todos ellos suman una prevalencia de 28,93% que supone un gran peso dentro de la tabla de prevalencia de los ítems. Partiendo de estos resultados y basándonos en la prevalencia de patrones y diagnósticos de enfermería, se ha desarrollado la herramienta de screening propuesta en el trabajo y que se muestra en el anexo siete. Esta herramienta, tiene el objetivo de ayudar a la enfermera de Atención Primaria a reconocer y saber actuar, frente a un paciente que se encuentre en un estado mental de riesgo. En ésta, encontramos los síntomas más frecuentes asociados a un patrón y a un diagnóstico NANDA y se indica cuando se debe realizar un seguimiento o una derivación. 37 Agradecimientos Queremos agradecer la colaboración y ayuda para la realización de éste trabajo a nuestra tutora Cecilia Brando Garrido por orientarnos y resolver nuestras dudas a lo largo de éste camino y también al personal del Hospital Psiquiátrico Santa Isabel de León, en éste centro trabaja un equipo interdisciplinar formado por psiquiatras, psicólogos, enfermeras y auxiliares con una amplia experiencia en el tratamiento de los enfermos psicóticos. Así mismo, queremos agradecer la colaboración en la realización de éste trabajo a Prefecta Cazón Casado enfermera especialista en salud mental que nos ha facilitado información que ha servido de una ayuda inestimable. 38 Bibliografía 1. Ortiz A, Alonso I, Ubi A, Ruiz M. Trastornos psicóticos. Barcelona: Elsevier Masson; 2011. 2. Lemos S, Vallina O. 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Guia de desenvolupament del programa d' atenció específica a les peresnoes amb traston psicòtics incipients del pla director de salut mental i adiccions. In: salut Dd, editor. 1ª ed. Barcelona: Generalitat de Catalunya; 2011. p. 69. 42 ANEXOS 43 ANEXO 1 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 ANEXO 2 66 ANEXO 3 67 68 69 70 ANEXO 4 71 ANEXO 5 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 ANEXO 6 84 85 86 87 88 89 90 ANEXO 7 91 ANEXO 8 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111