AMBIENTE SEDIMENTARIO EÓLICO, DE PRECIPITACIÓN Y GLACIAR Purificación Medina González D.N.I. 78685107-Z Licenciada en Biología 1.- INTRODUCCIÓN. DEFINICIÓN DE AMBIENTE SEDIMENTARIO Y TIPOS DE AMBIENTES. Podemos definir ambiente sedimentario como un conjunto de condiciones físicas, químicas y ecológicas, bajo las cuales ocurre la depositación de un sedimento. El ambiente determina en gran parte, la naturaleza y propiedades del sedimento depositado. Los ambientes se clasifican en continentales, costeros o transiciones y marinos. Entre los ambientes continentales se hallan dos ambientes en tierra: eólico y glacial; y tres en agua: fluvial, lacustrino y paludal. Los ambientes costeros o transicionales incluyen deltas, marismas, playas y barras, entre otros. Los ambientes marinos van de someros o plataformales, con llanuras y arrecifes de barrera, a profundos, caracterizados por abanicos submarinos y planos abisales. En el estudio de las rocas sedimentarias antiguas, el ambiente de cada unidad puede ser inferido a partir de las rocas mismas, comparando con sedimentos recientes de ambientes similares en los que se refiere a composición, naturaleza del sedimento, disposición espacial de las capas y estructuras internas, incluyendo fósiles. 2.- AMBIENTE EÓLICO El viento es un eficiente agente de erosión y su acción, particularmente en zonas de climas áridos, semiáridos y desérticos, es responsable del transporte y deposición de grandes volúmenes de sedimentos con desarrollo de un paisaje eólico típico. El viento transporta las partículas de los suelos de tres maneras: • Por arrastre: las partículas más gruesas (500 - 2000 micrones). • Por saltación: las partículas medianas (100 - 500 micrones). • En suspensión: las partículas pequeñas o livianas ( < 100 micrones). La erosión eólica se ejerce mediante dos procesos: ABRASION y DEFLACIÓN. Cuando las partículas sueltas que se hallan sobre la superficie del suelo son barridas, arrastradas o levantadas por el aire, estamos hablando de DEFLACION (derivado del latín "soplar"); este proceso actúa donde la superficie del terreno está completamente seca y recubierta de pequeños granos de arena sueltos procedentes de la meteorización de la roca o previamente depositadas por el agua en movimiento, el hielo o las olas. Por lo tanto, los cursos de los ríos secos, las playas y las áreas recientemente cubiertas por depósitos glaciares son muy susceptibles a la deflación; este proceso eólico de deflación es selectivo. Las partículas más finas, las que constituyen el barro, la arcilla y los limos, son levantadas muy fácilmente y transportadas en suspensión. Los granos de arena se mueven únicamente si el viento es fuerte y tienden a desplazarse a poca altura del suelo. La grava y los cantos de 5 a 8 mm de diámetro suelen rodar por el suelo llano cuando el viento es muy intenso, pero no recorren grandes distancias ya que es muy fácil que queden retenidos en agujeros. La acción erosiva del viento cargado de arena contra las superficies de las rocas se limita a las primeras decenas de centímetros basales de un acantilado, colina u otra masa de rocas que se eleva sobre una llanura, relativamente plana ya que los granos de arena no pueden alcanzar dichas alturas. En cambio, cuando el viento arrastra arena y polvo contra las rocas y el suelo, se denomina a este proceso ABRASION EOLICA o CORROSION. La abrasión requiere del transporte de elementos cortantes por el viento. La abrasión del viento origina orificios y acanaladuras en la roca. Si una masa rocosa pequeña destaca sobre un llano, puede ser erosionada por la base del modo antes descrito y adoptar la forma de una seta, por lo que se denominan rocas fungiformes. La principal forma de erosión producida por la deflación son cuencas de pequeña profundidad denominadas depresiones de deflación; las cuales pueden tener de unos pocos metros a varios kilómetros de diámetro, pero se caracteriza por que su profundidad raramente pasa de unos pocos metros. Su origen se da en las regiones llanas de clima árido y en donde particularmente no está protegida por vegetación. Cuando las precipitaciones llenan esta depresión, se origina una charca o laguna, a medida que el agua se evapora, el barro del fondo se seca, se agrieta y da lugar a escamas y fragmentos de barro seco que son fácilmente transportados por el viento. En aquellos lugares en donde también se halle ganado doméstico, éste pisotea los bordes de la depresión hasta convertirla en una masa de barro, eliminando su protección vegetal y facilitando así su erosión cuando esté seca. Causada por la acción del aire en movimiento fenómeno importante en las regiones con bajas precipitaciones, vientos fuertes y desecantes; al ser destruida la vegetación, los procesos eólicos conducen a la erosión de los suelos susceptibles. Los principales factores actuantes en la erosión eólica son: a. Clima: Los factores climáticos - precipitación, temperatura, humedad atmosférica y vientos - tienen una influencia central en la generación y desarrollo de los procesos de erosión eólica. A mayores precipitaciones y contenidos de humedad, el suelo es más resistente a las voladuras, mientras que las elevadas temperaturas, la baja humedad del aire y los vientos fuertes influyen en la evapotranspiración determinando la pérdida del agua edáfica. No obstante, a ello, las pérdidas de suelo están estrechamente relacionadas con la lluvia, en parte por el poder de desprendimiento del impacto de las gotas al golpear el suelo y, en parte, por la contribución de la lluvia a la escorrentía. Esta contribuye particularmente a la erosión por flujo superficial y en regueros, fenómenos para los que la intensidad de precipitación se considera, generalmente, la característica más importante. La respuesta del suelo a la lluvia puede estar determinada, también por las condiciones meteorológicas previas. b. Características del suelo: La erosionabilidad del suelo por causa de los vientos esta relacionada con la textura y estabilidad estructural. Los suelos de textura gruesa son más susceptibles a erosionarse y menos propenso a formar estructuras estables. c. Rugosidad de la superficie: Al aumentar la rugosidad de la superficie se reduce la velocidad del viento y, por lo tanto, disminuye la posibilidad de traslación de las partículas del suelo. d. Exposición a la acción eólica: Las exposiciones prominentes del relieve, en general coincidente con formaciones medanosas, se encuentran considerablemente más expuestas a la acción del viento, respecto de los ambientes intermedanosos planos o plano - cóncavos, naturalmente protegidos. e. Vegetación: Es uno de los factores más importantes de protección contra la acción del viento. La vegetación actúa como una capa protectora o amortiguadora entre la atmósfera y el suelo. Los componentes aéreos, como hojas y tallos, absorben parte de la energía de las gotas de lluvia, del agua en movimiento y del viento, de modo que su efecto es menor que si actuaran directamente sobre el suelo, mientras que los componentes subterráneos, como los sistemas radiculares, contribuyen a la resistencia mecánica del suelo. También reduce la velocidad, frena o atrapa a las partículas en movimiento. En nuestra provincia, la erosión puede ser clasificada como: incipiente y avanzada; la erosión incipiente generalmente no es advertida en su iniciación pudiendo ser por acumulación de materiales entre las plantas y/o dentro del follaje adoptado en forma de semicono acostado o sotavento de las plantas o Pavimento de erosión - es lo que queda después del paso de un médano entre el pastizal en forma irregular cubiertas por ripio. La erosión avanzada es la expresión máxima de los procesos erosivos, dentro de ésta tenemos: a. Médanos: acumulaciones de material de suelo con un 80% de arena. b. Dunas: su material formativo es la arena arrojada por el mar con algo de conchillas, se observan en áreas de la costa Atlántica. c. Manchones: áreas desprovistas de vegetación de forma aproximadamente circular. 3.-AMBIENTE DE PRECIPITACIÓN Erosión laminar Es la forma más perjudicial ya que, con frecuencia no se la reconoce. Este tipo de erosión, es provocada por las precipitaciones. A medida que las gotas de lluvia golpean el suelo, se desprenden de éste partículas de tierra que luego el agua arrastra al escurrirse; convirtiéndose en agua barrosa que luego desemboca en los desagües, arroyos y ríos. Este tipo de erosión da origen a otras formas más impresionantes de erosión: Surcos y Cárcavas. Los efectos de la erosión laminar pueden apreciarse más fácilmente en las zonas boscosas que carecen de mantillo, donde la pérdida de suelo deja al descubierto las raíces de los árboles. La cantidad de suelo que se pierde a causa de la erosión laminar es alarmante. Sobre la superficie terrestre se han presentado desde tiempos inmemoriales procesos de erosión que han dado lugar a la formación de los suelos. El proceso de alteración de rocas que se presenta por la acción de agentes físicos y químicos, continúa con los procesos de erosión que remueven sus partículas constituyentes principalmente por acción del agua. A lo largo de los años se presenta un proceso dinámico en que las diferentes acciones se compensan dando lugar al equilibrio. Sin embargo, los niveles de fragilidad alcanzados por el medio físico, dan lugar a la aceleración de los procesos de pérdida de suelo, rompiendo el equilibrio; lo cual es motivo de preocupación debido a las consecuencias negativas que conlleva. En las zonas con protección de cobertura vegetal, la energía cinética de las gotas de agua es atenuada por el sistema vegetal, por lo que la erosión laminar se mantiene en los rangos que define el equilibrio. La presencia de vegetación en niveles insuficientes, da lugar a superficies de suelo susceptibles a la acción directa de las aguas, ya que un suelo desprotegido recibe el impacto directo de las gotas de lluvia en una proporción equivalente al diámetro de las mismas elevado a la tercera potencia. El impacto desagregará las partículas, liberando a las más pequeñas y trasladándolas inmediatamente aguas abajo. Esta primera acción es complementada por el escurrimiento superficial, formado por la unión de las gotas de lluvia, generando filetes de agua con suficiente fuerza para arrastrar las partículas liberadas. Los filetes de agua continúan transportando partículas de los sectores ubicados aguas abajo sin formar canales definidos, dando lugar al desgaste de la superficie del terreno. A este proceso se denomina erosión laminar. La erosión laminar acelerada depende de los siguientes factores naturales: • Características físicas tales como: textura, estructura, permeabilidad, entre otros. • Características ligadas a la morfología del terreno, principalmente relacionadas con la pendiente. • Características ligadas al clima, principalmente relacionadas al régimen de precipitaciones y tormentas. Ejemplo: A: Piedras que el escurrimiento ha dejado atrás debido a que pesan demasiado para ser arrastradas; B: o montículo de tierra y otros desechos atrapados bajo ramas, ramitas, e incluso manojos de paja (C). El agua, ejerce una fuerza de arrastre sobre la superficie del suelo, arrancando partículas de material mineral cuyo tamaño varia desde la fina arcilla hasta la arena gruesa o grava, dependiendo este hecho de la velocidad de la corriente y del grado en que las partículas estén unidas por las raíces de las plantas o mantenidas bajo un manto de hojas caídas. La lenta remoción del suelo forma parte del proceso natural geológico de denudación de las masas continentales que es universal e inevitable, bajo condiciones naturales estables, la erosión es lo suficientemente lenta como para permitir la formación y el mantenimiento de varios horizontes en el suelo, lo que permite a la vegetación mantenerse. En contraste, la erosión del suelo puede ser enormemente acelerada por las actividades humanas o por raros acontecimientos naturales. Originando un estado de erosión acelerada, que transporta el suelo a un ritmo mucho más rápido que aquel a que puede ser formado. Las gotas de lluvias que caen sobre una superficie árida, son agentes de erosión notablemente efectivos, pues cada gota tiende a arrojar al aire partículas de material son consolidar. Las mediciones han demostrado que pueden mover hasta 250 toneladas de material por hectárea, simplemente por medio de la salpicadura. En una superficie a nivel las partículas se mueven hacia delante y hacia atrás, pero en una superficie inclinada tienden a moverse pendiente abajo. Dando lugar a un proceso denominado erosión por salpicadura; en una vertiente, por ejemplo, este tipo de erosión tiende a transportar el suelo hacia niveles inferiores, disminuyendo la capacidad del mismo para que se infiltre el agua, debido a que las aberturas naturales del suelo quedan taponadas por las partículas movidas por la salpicadura de las gotas de lluvia. 4.- AMBIENTE DE GLACIAR (HIELO) Glaciares son grandes cantidades de hielo en regiones polares o de altas montañas. Hoy existen este acumulaciones de hielo en la Antártica, Groenlandia y Chile (Campo hielo sur). La cantidad de hielo en el mundo pertenece a la temperatura global. En la historia terrestre se conocen épocas con una cantidad de glaciares mayor de hoy, y otras épocas sin glaciares. El ultimo máximo de glaciación (época glacial) era cerca 18.000 años atrás. En esta época grandes partes de Chile (de La Serena hacia al sur) y del mundo eran cubierta con hielo. En las regiones de altas montañas donde esta una temperatura promedia baja el nieve se acumula y se transforma a hielo. Por la gravitación el hielo se mueve hacia abajo. Durante este movimiento el glaciar erosiona las rocas del fondo. Estos trozos de rocas (hasta un tamaño de 10m) flotan con el hielo hacia abajo. En los sectores más bajas de las montañas, donde las temperaturas son más altas, el glaciar pierde grandes cantidades de hielo. Pero para un deshielo total se necesitan algunos años. Durante este tiempo las últimas partes del glaciar se mueven más hacia abajo. En el momento del deshielo total todos los clastos flotantes en el hielo se acumulan en un sector (porque falta el medio de transporte). Esta acumulación se llama morena. 5.- BIBLIOGRAFÍA Arche, A. (editor), 1989. Sedimentología (volumen 1). Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, España. 493 pags. Arche, A. (editor), 1989. Sedimentología (volumen 2). Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, España. 489 pags. AGUEDA, J.; ANGUITA, F. y otros. Geología. Ed. Rueda. 1983. ANGUITA, F. y MORENO, F. Procesos geológicos externos y Geología ambiental. Ed. Rueda. 1993. GUTIÉRREZ ELORZA, M. (coordinador) Geomorfología de España. Ed. Rueda. 1994.