NÚM: 72 • JUNIO-JULIO 2015 • 90 Mireia Morán Desastres de la guerra ¿ Cuál podría ser la representación más desgarradora de una guerra? Quizás por proximidad en el tiempo, por vinculación emocional de lo que fue la Guerra Civil y el modo en que la población fue objetivo de la represión, viene a la cabeza El Guernika de Picasso con sus blancos, grises y negros llenos de dolor. Otros, sin embargo, enaltecen la lucha de la población, como La libertad guiando al pueblo de Eugene Delacroix, o la huida de las personas de sus hogares y sus entornos conocidos y la desesperación y el cansancio de la contienda en La matanza de Quíos, tras la desmesurada violencia ejercida por los turcos sobre los griegos. La historia de España está plagada de guerras y tiene mucho imaginario al que recurrir con grandes artistas que lo retrataron, como Francisco de Goya. Antes de sus reconocidos lienzos del 2 y 3 de mayo, conocidos popularmente como La lucha contra los mamelucos y Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío, que fueron pintados tras el regreso de Fernando VII como conmemoración de la valentía patriótica del pueblo, Goya realizó entre 1810 y 1815 una serie de 82 grabados titulados Los desastres de la guerra, un grito contra la violencia que se desencadena alrededor de una contienda. La preparación de este trabajo por parte del artista se remonta a 1808, con el inicio de la Guerra de la Independencia. Tres temáticas dividen los grabados: Imágenes de la guerra, que abarcan los grabados 1 al 47; Consecuencias de la guerra, del 48 al 64; y los Caprichos enfáticos, del 65 al 82. Debajo de las representaciones aparece su título, creando una lectura completa del significado global de la obra y, del mismo modo, buscando hacer pensar al espectador; incluso alguna de ellas quiere dar testimonio de que lo representado es real y la subtitula Yo lo vi, como la lámina 44. L a historia de España está plagada de guerras y tiene mucho imaginario al que recurrir con grandes artistas que lo retrataron, como Francisco de Goya. Cualquier guerra es atroz; hombres, mujeres, niños y ancianos padecen en sus carnes la sinrazón de los enfrentamientos bélicos ya no son sólo las luchas directas entre los ejércitos sino también la represión que éstos siembran a lo largo de los caminos sobre las poblaciones civiles. En estos aguafuertes con fondos casi vacíos intemporales, tratados en blanco y negro, muestra lo dramático y oscuro de la guerra, deshumaniza la representación y percibiendo en ella la visión pesimista del pintor. Mientras las mujeres son víctimas de todo tipo de vejaciones, los hombres, o ya sus cadáveres inertes, lo son de mutilaciones. En las primeras 47 estampas Goya retrata de modo original los horrores de la guerra, tópicos y típicos. Algunas de estas primeras láminas están protagonizadas por mujeres, donde se percibe la importancia del género para la lucha y la diferencia de la represión: mientras unas aparecen directa- NÚM: 72 • JUNIO-JULIO 2015 • 91 mente luchando en la vanguardia, como en la lámina 4 titulada Las mugeres dan valor o la 5 Y son fieras, en otras el artista recrea la represión y la violación de mujeres por parte del ejército francés, como se puede ver en las láminas 9, No quieren, 10, Tampoco, u 11, Ni por esas. Pero las mujeres no se quedan quietas, sino que se defienden: en la estampa 9 mientras un soldado asalta con intención de vejar a una mujer, otra de más edad blande un cuchillo con intención de clavárselo. Goya representa a personas y héroes anónimos como la fuerza del pueblo, salvo excepciones como en la lámina 7 que titula ¡Qué valor! donde la mujer que retrata podría ser Agustina de Aragón, la joven que aparece de espaldas al espectador tripula y dispara el cañón tras la muerte de todos los hombres, cuyos cadáveres se apilan a su alrededor. Las Consecuencias de la Guerra abarcan los grabados 48 al 64, muestra a personajes fallecidos o hambrientos, probablemente retrata la hambruna sufrida de Agosto de 1811 hasta Agosto de 1812 en Madrid producida entre otros factores por invasores y bandoleros que bloquearon caminos y carreteras, dificultando el suministro. A la inanición se le une el frío, las enfermedades derivadas de ambas y la muerte que plaga la tierra de víctimas inocentes. De la lámina 65 a la 82 representaciones alegóricas, llamados Caprichos enfáticos donde se plasma la situación política de la posguerra y el regreso de Fernando VII, el deseado. En estos últimos grabados encontramos lobos que representan a los partidarios del absolutismo, caballos a liberales, pájaros monstruosos y bestias a aquellos E stas obras constituyen una documentación excepcional de la Guerra de la Independencia, con ella Francisco de Goya buscaba denunciar aquello en lo que se convierte el hombre y el poder, enumerando los horrores y arrasando a los civiles con su maquinaria bélica. que se aprovechan del resultado de la guerra. Como conclusión del conjunto de la obra, Goya narra en los grabados que la gran víctima de la guerra es la verdad con títulos como Murió la verdad lámina 79, ¿Resucitará? la 80 y la última, la número 82, donde busca mostrar esperanza en la unión del pueblo campesino y la verdad. Estas obras constituyen una documentación excepcional de la Guerra de la Independencia, con ella Francisco de Goya buscaba denunciar aquello en lo que se convierte el hombre y el poder, enumerando los horrores y arrasando a los civiles con su maquinaria bélica. 3