DATÁFONO, SERVICIOS Y COMISIONES Concepto 2008056220-001 del 29 de septiembre de 2008. Síntesis: En razón a que la red bancaria por el uso de datáfonos presta dos tipos de servicios a personas diferentes (tarjetahabiente y establecimiento afiliado), basados en relaciones contractuales distintas, se considera que no sería viable trasladar la comisión originada en el contrato de afiliación al usuario, toda vez que se le estaría adjudicando el costo de un servicio que no le corresponde, asumiendo mayores erogaciones. «(…) consulta sobre la procedencia del cobro de la comisión por la utilización de un datáfono que se proyecta instalar en la Oficina de Migración que funciona en el aeropuerto El Dorado a los usuarios, para facilitar el pago de multas a los extranjeros, en horarios diferentes a los de los servicios bancarios. Así mismo, solicita concepto sobre la posibilidad del cobro adicional de operaciones financieras a través de Servibanca para el Certificado Judicial en Línea. Al respecto proceden los siguientes comentarios: Como es sabido, el datáfono es una terminal dotada de un software especial que permite al tarjetahabiente el uso de un plástico (tarjeta débito o crédito), para acceder, mediante transacciones, a los recursos depositados en las cuentas de ahorro o corriente abiertas en los establecimientos de crédito o al cupo de crédito previamente asignado por éste, con el objeto de pagar bienes o servicios en establecimientos afiliados. Así pues, a través de este tipo de instrumentos las redes bancarias ponen su infraestructura tecnológica y operativa a disposición, tanto de sus clientes como de los establecimientos afiliados (establecimientos de comercio), para la realización de negocios en el tráfico mercantil, pudiendo realizarse, entonces, pagos, transferencia de fondos, adquisición de bienes y servicios en general. Como puede verse, el servicio es prestado a dos destinatarios diferentes, uno el titular de la cuenta de depósito a la vista o del crédito y, otro, al establecimiento afiliado, los cuales están basados en contratos diferentes en los que se pactan derechos y obligaciones, además del cobro de determinadas erogaciones a cada uno de ellos por conceptos distintos. Es así como para el caso del titular del depósito que utiliza su tarjeta débito o crédito en dichos puntos, se produce el cobro de algunos sumas de dinero, como por ejemplo, la cuota de manejo que obedece, entre otros, a los costos operativos y administrativos en los que incurre el establecimiento de crédito por emisión del plástico y la producción de extractos que son pagados periódicamente por éste. Igualmente, se genera el pago de comisiones por la utilización de los mecanismos ofrecidos por la entidad crediticia para realizar transacciones, tales como cajeros automáticos, datáfonos, Internet, etc. Así mismo, para el caso de las tarjetas crédito se generan también los intereses por el crédito rotativo otorgado al titular. Para el caso de los proveedores de bienes y servicios (establecimientos afiliados o de comercio), con ocasión del contrato de afiliación, se cobra una remuneración por servicio denominada “comisión de afiliación”, en la medida en que por el uso del dispositivo adquiere, entre otros aspectos, el derecho de ser pagado y a movilizar su cartera de contado. En este orden de ideas, en razón a que la red bancaria por el uso de datáfonos presta dos tipos de servicios a personas diferentes (tarjetahabiente y establecimiento afiliado), basados en relaciones contractuales distintas, se considera que no sería viable trasladar la comisión originada en el contrato de afiliación al usuario, toda vez que se le estaría adjudicando el costo de un servicio que no le corresponde, asumiendo mayores erogaciones. Finalmente, no sobra señalar que los contratos de afiliación tienen su origen en la autonomía de la voluntad, pudiendo las partes pactar la exoneración de tarifas y comisiones que pudieran generarse. (…).»