A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 13 de setiembre de
2006,
habiéndose
dispuesto
en
el
siguiente
orden
establecido,
Acuerdo
de
2078
votación:
de
conformidad
que
deberá
doctores
con
lo
observarse
Genoud,
el
Hitters,
Soria, Roncoroni, Negri, Pettigiani, Kogan, de Lázzari, se
reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia
en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva
en la causa B. 58.170, "Alvarez Santos, Eugenio G. contra
Municipalidad
de
Morón.
Demanda
contencioso
administrativa".
A N T E C E D E N T E S
I. El señor Eugenio G. Alvarez Santos promueve
demanda contencioso administrativa contra la Municipalidad
de Morón (Departamento Ejecutivo), en los términos del art.
7º
del
Código
de
Procedimientos
en
lo
Contencioso
Administrativo (ley 2691), pretendiendo la anulación de la
resolución
mediante
la
cual
se
dispuso
su
cese
como
personal de dicha comuna desde el 31 de diciembre de 1995.
Solicita
perjuicios
la
y
reincorporación
el
daño
moral
al
que
cargo,
ha
los
padecido
daños
en
y
su
consecuencia.
Ante el dictado de la Resolución 176/97 de fecha
8 de abril de 1997 mediante la cual se rechazó el recurso
de revocatoria interpuesto contra el decreto NM115/1995, el
actor amplía su demanda.
Realiza un análisis de la ley 11.685 y señala que
la reorganización enunciada en la misma no se ha llevado a
cabo en la Municipalidad demandada.
Agrega
que
la
citada
legislación
es
inconstitucional por cuanto afecta de manera directa la
estabilidad laboral.
En
su
ampliación
de
demanda
reitera
los
argumentos expuestos en el escrito de inicio.
II. Corrido el traslado de ley se presenta en
autos
el
apoderado
de
la
Municipalidad
de
Morón,
quien
contesta la demanda solicitando su rechazo.
Entiende que dado el tiempo transcurrido se ha
operado la extinción del derecho del actor, ello en los
términos del art. 14 del Código de Procedimientos de lo
Contencioso Administrativo (ley 2691).
III.
Agregadas
las
actuaciones
administrativas
sin acumular, el cuaderno de pruebas y alegato de la parte
actora, encontrándose la causa en estado de ser resuelta,
corresponde plantear y votar la siguiente
C U E S T I O N
¿Es fundada la demanda?
V O T A C I O N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Genoud dijo:
I. Comienzo por señalar que el actor -ni en la
demanda
ni
en
su
ampliación-
manifiesta
desde
cuándo
ingresó a la Municipalidad de Morón, en qué calidad y cuál
es el cargo al que solicita su reincorporación.
Estos hechos tampoco surgen acreditados de las
actuaciones administrativas acompañadas a los autos.
Circunscribe su agravio al cuestionamiento de la
ley
11.685
y
aduce
la
falta
de
motivación
del
acto
administrativo que dispuso su cese (que no se acompaña a
los autos).
Genéricamente
reorganización
a
la
señala
que
el
alude
la
accionante
ley
de
que
la
emergencia
cuestionada, no se ha llevado a cabo pero no ofrece prueba
alguna al respecto.
Manifiesta que ha percibido diversas sumas -bajo
protesto- como indemnización por la cesantía dispuesta de
la cual no se le ha exhibido liquidación.
II.
A
su
turno,
la
demandada,
señala
que
la
Municipalidad de Morón ha adherido a las leyes provinciales
11.685 y 11.610. Agrega que establecida la vigencia de la
legislación expuesta, el Departamento Ejecutivo municipal
se impuso la tarea de cumplimentar los fines perseguidos
por
dicha
normativa
en
análisis,
es
decir:
a)
la
racionalización de los recursos humanos, b) la eficiencia
de la actividad estatal y c) la jerarquización de aquellos
recursos humanos.
Asimismo, señala que la reducción territorial del
municipio
ha
llevado
a
la
supresión
de
estructuras
orgánicas funcionales.
Sobre esa base y enmarcado el accionar municipal
en el citado proceso, se dispuso el cese del actor como
personal de la Municipalidad de Morón en los términos del
art. 6º de la ley 11.685. Concluye que dado el tiempo
transcurrido,
el
planteamiento
efectuado
y
las
consideraciones formuladas permiten sostener -a criterio de
la accionada- que se ha operado la extinción al derecho a
formular reclamo conforme al art. 14 de la ley 2691.
III. Efectuada la reseña precedente, debo señalar
que
la
presunción
de
legitimidad
de
la
que
goza
la
actividad administrativa, obliga ineludiblemente al actor a
la carga de demostrar la realidad de la situación de que
hace
mérito
para
respaldar
su
petición
("Acuerdos
y
Sentencias", 1979, t. IV, p. 431, entre otras).
Teniendo en cuenta el carácter de juicio pleno en
que se desenvuelve la acción contencioso administrativa y
que la posibilidad de probar los hechos justificativos de
la pretensión es particularmente amplia, siendo admisibles
todos los medios probatorios previstos por la ley ritual
mientras
no
los
excluya
expresamente,
ante
la
omisión
probatoria del accionante, queda limitado el alcance de la
decisión final del Tribunal ("Acuerdos y Sentencias", t.
1987-IV, p. 315; t. 1988-I, págs. 332, 664; t. II, p. 324;
t. 1988-IV, págs. 332, 760; t. 1992-III, p. 373).
IV.
Esta
Corte
ha
resuelto,
por
mayoría
que
comparto y que se apoya en anteriores precedentes, que no
puede desconocerse la facultad del poder administrador de
disponer con autorización legal, la prescindibilidad de un
empleado por razones de servicio y debida indemnización,
salvo
cuando
dicha
declaración
importe
una
cesantía
encubierta, un juicio negativo respecto de la conducta del
agente
o
una
violación
al
principio
de
razonabilidad,
supuestos cuya existencia debe ser acreditada por quien
impugna
la
medida
(causas
B.
48.277,
"Rodríguez"
y
B.
48.594, "Valicenti de Fernández" y sus citas, ambas sents.
del 14-IV-1987, "Acuerdos y Sentencias", t. 1987-I, p. 563;
B. 50.602, "D’Onofrio", sent. del 15-X-1991; B. 55.164,
"Almandoz", sent. del 30-VIII-2000; B. 56.994, "Bontempo",
sent. del 1-X-2003).
Cuando
exclusivamente
el
en
acto
las
cuestionado
causales
de
se
funda
prescindibilidad
expresamente contenidas en la ley sin aditamento de juicio
alguno sobre la conducta, capacidad o persona del empleado
segregado, por vía de principio, no cabe a los tribunales
examinar las concretas razones que hubiesen dado origen a
la
separación
del
agente
(C.S.J.N.,
"Fallos",
307:1133;
doct. causa B. 55.164, "Almandoz", sent. del 30-VIII-2000),
cediendo tal principio sólo cuando de las pruebas aportadas
puede
inducirse
estigmatizante
que
o
hubo
un
propósito
persecutorio
por
sancionatorio,
parte
de
la
Administración al disponer la medida separativa, pues de
otro modo se convalidarían disposiciones írritas por estar
desviadas
en
su
finalidad,
vulnerándose
por
esa
vía
garantías consagradas constitucionalmente (Corte Suprema,
in re "Greco, Mario A. Contra Universidad de Buenos Aires",
8-X-1985,
"Jurisprudencia
Argentina",
1986-III-429;
Cam.
Nac. Cont. Adm. Fed., Sala Iª, 17-XII-1987, in re "Raia,
Roberto
v.
1989-I-710;
Estado
Nacional",
doct.
causa
B.
"Jurisprudencia
55.537,
Argentina",
"Buceta",
sent.
del
9-V-2001).
Ello toda vez que en el proceso administrativo es
el
accionante
a
quien
incumbe
acreditar
los
hechos
que
invoca como fundamento de su pretensión porque no actúa en
simple
instancia
recursiva
sino
en
un
proceso
de
conocimiento y, de tal modo, debe cumplir con la carga
probatoria que impone el onus probandi (conf. "Acuerdos y
Sentencias",
1990-IV-466;
B.
57.985,
"Miro",
sent.
del
21-VI-2000).
En el caso, el señor Alvarez Santos no alcanza a
demostrar que su prescindibilidad se hubiere originado en
motivos ajenos a las razones expuestas para decretar su
cese,
toda
vez
que
no
ha
ofrecido
prueba
alguna
a
su
respecto (art. 6º, ley 11.685).
Se advierte así la insuficiencia en la causa para
acreditar la existencia de un fin distinto al que establece
dicha ley por pruebas claras que evidencien la intención de
extinguir la relación de empleo público por causas ajenas a
las
invocadas.
Tampoco
surgen
de
las
actuaciones
administrativas datos precisos y concordantes que conduzcan
a concluir que hubo en la baja dispuesta un juicio negativo
respecto de la conducta del agente.
En mérito a las razones expuestas, corresponde el
rechazo
de
la
reincorporación
demanda
solicitada
deducida
y,
por
en
punto
consecuencia,
a
la
también
cabe desestimar el pedido de resarcimiento moral desde que
la baja del actor se ajustó a las disposiciones de la ley
11.685 citada.
V.
En
cuanto
al
planteo
subsidiario
sobre
la
inconstitucionalidad de la ley 11.685 introducido por la
actora
(fs.
14
vta./15
de
autos),
este
Tribunal
ha
sostenido que la tacha de inconstitucionalidad puede ser
propuesta en la etapa constitutiva del pleito y también
durante el desarrollo del mismo, en la primera oportunidad
que tenga el interesado para exponer sus argumentos en tal
sentido, o articularla en el seno del proceso contencioso
administrativo
como
modo
de
defensa
(doctr.
mayoría
B.
51.686, "Cebitronic S.A.", sent. del 3-III-1998; arts. 57;
161 inc. 1, primera parte y 215, Const. prov.).
El actor se limita a sostener que la citada ley
11.685
derecho
es
inconstitucional
a
la
por
estabilidad
cuanto
ésta
consagrado
afecta
tanto
el
en
la
Constitución provincial como nacional.
La
queja
del
actor
propuesta
en
los
términos
expresados no puede prosperar pues resulta insuficiente.
Ello
es
así
inconstitucionalidad
debido
debe
a
indicar
que
de
la
qué
tacha
modo
la
de
norma
impugnada habría quebrantado los derechos constitucionales
cuya tutela se procura, y en caso de deficiencia argumental
ésta no puede ser suplida por el Tribunal y debiéndose
rechazar en consecuencia el planteo incoado a tal respecto
("Acuerdos
y
Sentencias",
1986-II-395,
causa
B.
57.985
citada).
VI.
En
mérito
a
las
razones
expuestas,
corresponde el rechazo de la demanda en todas sus partes.
Voto por la negativa.
Costas
12.008,
texto
por
según
su
ley
orden
13.101
(arts.
y
17
78
del
inc.
3º,
ley
C.P.C.A.,
ley
2961).
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Hitters dijo:
Adhiero
al
desarrollo
formulado
por
mi
distinguido
colega
preopinante,
doctor
Genoud,
en
los
puntos I a IV de su voto, así como a la solución propuesta
para el presente caso.
Con respecto al punto V, en el que se aborda el
planteo de inconstitucionalidad de la ley 11.685 efectuado
por el accionante por considerar vulnerado su derecho a la
estabilidad
garantizado
por
el
art.
103
inc.
12
de
la
Constitución provincial, es de destacar la insuficiencia de
la escueta argumentación formulada, en tanto se omite toda
explicación respecto al modo en que las normas atacadas,
concretamente, afectan tal derecho, a lo que se agrega que
no
se
advierten
motivos
para
declarar
la
inconstitucionalidad de oficio, que -ya sin dudas- ha sido
admitida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (in
re "Banco de Finanzas", sent. del 19-VIII-2004), así como
por este Tribunal (causa L. 83.781, "Zaniratto", sent. del
22-XII-2004).
Como ha sostenido este Tribunal la declaración de
inconstitucionalidad
de
normas
legales
o
reglamentarias
constituye una de las más delicadas funciones susceptibles
de encomendar a un tribunal de justicia; es un acto de suma
gravedad institucional y debe ser considerado la ultima
ratio del orden jurídico. La atribución de decidir esta
huidiza
problemática
sólo
debe
ejercerse
cuando
la
repugnancia con la cláusula constitucional es manifiesta y
la
incompatibilidad
inconciliable
(causa
I.
2027,
"Sindicato de Trabajadores Municipales de Necochea", sent.
del 27-XII-2000; I. 2169, "Almirón", sent. del 3-XII-2003),
circunstancia que no veo configurada en autos
Voto por la negativa.
El señor Juez doctor Soria, por los fundamentos
expuestos por el señor Juez doctor Genoud, votó en igual
sentido.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Roncoroni dijo:
Discrepo
con
la
solución
a
que
arriba
el
distinguido colega que funda el primer voto y adelanto el
mío por la afirmativa.
1. El actor funda su pretensión anulatoria en la
falta de motivación del acto de cesantía dispuesto conforme
la ley 11685 y subsidiariamente en la inconstitucionalidad
de ésta, en cuanto afecta el derecho a la estabilidad en la
relación de empleo público, garantidos en la Constitución
nacional y en la local.
Ha sostenido esta Corte que: "La motivación de la
decisión administrativa comporta un recaudo consubstancial
para la vigencia del principio republicano de gobierno, que
impone
a
los
órganos
administrativos
dar
cuenta
de
sus
actos (art. 1º Constitución Nacional - art. 1º Constitución
Provincial),
al
tiempo
que
evita
que
se
afecten
los
derechos de impugnación de los particulares alcanzados por
la
Resolución
y
se
impida
la
revisión
judicial
de
la
legitimidad y razonabilidad de tales actos" (S.C.B.A., B.
62.308, "Clemeno", sent. del 3-XII-2003, voto del doctor
Soria -S.D.- al que adherí).
Ese imperativo, que surge de la forma de gobierno
asumida, impide interpretar que cualquier norma de rango
inferior pueda dispensar a un Organismo Administrativo de
motivar sus actos pues ello traería aparejado privar al
administrado
de
la
posibilidad
de
lograr
su
efectiva
revisión en sede jurisdiccional, quebrando la garantía de
inviolabilidad de la defensa de los derechos (arts. 3, 15 y
57 de la Constitución provincial).
En ese andarivel de pensamiento sostengo que aun
ante
las
denominadas
"prescindibilidad
de
los
leyes
agentes
que
con
autorizan
la
estabilidad",
la
Administración debe motivar los actos de separación para
poder determinar si tal medida, que debe ser tomada como
razón
última,
fue
dispuesta
a
los
fines
de
lograr
los
cometidos de la "Ley de excepción" que así lo autorizaba o
si por el contrario se debió a una motivación ilegítima o a
la simple voluntad de quien la dispuso.
No basta una fundamentación aparente, como lo es
la mera invocación de la ley, sino que resulta menester
especificar
cuál
fue
la
reestructuración
administrativa
realizada y a su vez dar las razones por las cuales al
efectuar ésta tiene que separarse al agente de su carrera.
Es decir, indicar la relación directa para llegar a ese
resultado disvalioso y los motivos que imposibilitaron la
reubicación
del
empleado
en
otro
organismo,
aun
en
un
agrupamiento distinto al que se encontraba.
Así se aventaría cualquier duda respecto de una
sanción encubierta o un acto discriminatorio por opinión
política, sexo, raza, religión, etc.
Mucho más en situaciones como la que nos ocupa,
donde la comuna ese mismo año había sido subdividida en
tres: Morón, Hurlinghan e Ituzaingó y que como consecuencia
de ello los agentes del municipio original que prestaban
servicios
en
estos
dos
últimos
fueron
asignados
a
las
nuevas comunas creadas (arts. 10º inc. d, 11 inc. d y 12,
ley 11.610, B.O., 16 al 20-I-1995).
Dicho en otras palabras, ya se había producido la
reestructuración administrativa y la depuración de recursos
humanos, lo que si bien no impedía una nueva a la luz de la
casi simultánea ley 11.685, que no contenía limitación para
su aplicación en los municipios recientemente subdivididos,
imponía con mucho mayor recaudo la debida fundamentación.
2. Si bien coincido en que la estabilidad de los
agentes públicos es "impropia" y que en su consecuencia
cuando
se
los
despide
s
in
causa
se
les
debe
la
correspondiente indemnización y no la restitución al cargo,
pues no es dable confundir aquélla con la inamovilidad, no
menos cierto es que para que ello sea así se requiere
invocar la necesidad de reestructurar la Administración,
para así descartar que el despido no tenga carácter de
sanción (C.S.J.N., "Schreb", "Fallos", 279:62).
Cuando
esa
invocación
particularizada
se
sustituye por la simple mención de una ley que declara de
interés provincial aquel propósito, sin explicitar cuáles
son
las
medidas
concretas
tomadas,
se
confunde
discrecionalidad con arbitrariedad.
Al respecto el Catedrático Español Tomás Ramón
Fernández nos señala: "son más bien conceptos antagónicos,
que
nunca
es
permitido
halla
confundir,
discrecional)
se
o
motivaciones
suficientes,
debe
pues
hallarse
discutible
o
aquélla
(lo
cubierto
por
no,
pero
considerables en todo caso y no meramente una calidad que
lo haga inatacable, mientas que lo segundo (lo arbitrario),
o no tiene motivación respetable, sino -pura y simplementela conocida sit pro ratione voluntas o la que ofrece lo es
tal que escudriñando su entraña, denota, a poco esfuerzo de
contrastación,
inautenticidad"
su
carácter
realmente
(Arbitrariedad
y
indefinido
Discrecionalidad,
y
su
pág.
106, Ed. Civitas, Madrid 1991).
Estando en juego garantías constitucionales como:
la estabilidad en la relación de empleo público -aunque
ésta sea relativa-, la inviolabilidad de la defensa y la
primacía de la realidad, indemnidad, progresividad y en
caso de duda, interpretación a favor del trabajador (arts.
103 inc. 12, 15 y 39 inc. 3º de la Constitución provincial
-t.o. 1994-), me inclino por sostener que la insuficiencia
de motivación (art. 108, Ordenanza General 267/1980), que
impiden a los sujetos afectados por el acto cumplir con la
carga
de
demostrar
la
existencia
de
otras
motivaciones
ajenas a las permitidas por la ley, como se le solicita,
invierte
la
carga
postulatoria
y
probatoria
y
es
la
Administración la que llevada a juicio pleno deberá dar y
probar las razones que la llevaron a actuar de manera tan
extrema
(art.
34
inc.
5
del
C.P.C.C.,
conf.
art.
27,
habiendo
la
C.P.C.A., hoy art. 77, ley 12.008).
3.
En
virtud
de
ello,
no
Municipalidad de Morón introducido dicha motivación en su
escrito postulatorio -por el contrario invoca objetivos de
otra ley y da cuenta de haber abonado una indemnización
distinta de la prevista en el art. 7 de la ley 11.685- ni
surgiendo
de
la
(reestructuración
reubicación
del
prueba
producida
administrativa
empleado)
que
e
las
circunstancias
imposibilidad
hubieran
justificado
de
su
proceder, considero que debe acogerse la demanda, anulando
los actos administrativos cuestionados y en s consecuencia
condenando a la accionada a reinstalar al agente, en el
cargo del que fuera ilegítimamente separado, dentro de los
sesenta días de quedado firme la presente (art. 163 de la
Constitución provincial).
4. Por la forma de resolver ha quedado desplazada
la cuestión constitucional planteada.
Costas
12.008,
texto
por
según
su
orden
ley
(arts.
13.101
y
17
78
inc.
del
3º,
ley
C.P.C.A.,
ley
2961).
Así lo voto.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Negri dijo:
I.
Roncoroni,
Coincido
en
con
cuanto
lo
decide
expuesto
la
por
falta
de
el
doctor
motivación
suficiente del acto que dispuso el cese del señor Eugenio
Alvarez Santos.
II. En tal sentido he sostenido, antes de ahora,
la insuficiencia de la mera invocación de razones de mejor
servicio como causa fundante del acto de prescindibilidad
(conf.
mi
voto
en
la
causa
B.
48.594,
"Valicenti";
"Acuerdos y Sentencias", 1987-I-563 y posteriores). Ello
así,
en
la
inteligencia
de
que
el
acto,
especialmente
delicado de separar a un agente de su cargo, debe apoyarse
en razones suficientes, precisas y causales, con el debido
resguardo del derecho de defensa, las que no se suplen por
la sola invocación del concepto genérico que expresa la ley
respectiva ni mucho menos, por la mera cita de la misma.
III. En autos, el decreto 115/1995 por medio del
cual se declaró prescindible al actor en los términos del
art.
6º
de
la
ley
11.685
carece
de
motivación
al
no
expresar en forma concluyente los antecedentes causales que
configuran, en este supuesto, la situación legal prevista,
y,
además,
se
administrativo
dictó
previo
sin
en
mediar
el
que
un
se
procedimiento
documentaran
los
elementos constitutivos de esa causa.
La mera atribución de una facultad legal, por
discrecional
que
sea,
no
dispensa
al
órgano
de
causar
adecuadamente el acto expresando las circunstancias por las
que la situación real se ajusta a la situación legalmente
prevista.
No
corresponde
siendo
hacer
administrativos
necesarias
lugar
a
impugnados
la
y
otras
demanda,
disponer
consideraciones,
anular
la
los
actos
reincorporación
del demandante al cargo que ocupaba al momento de operarse
la baja cuya ilegitimidad se declara.
IV.
articulado,
Respecto
entiendo
que,
al
tal
planteo
como
constitucional
propongo
decidir
la
cuestión, el mismo ha quedado desplazado.
V.
afirmativa.
Con
tales
alcances
voto
también
por
la
Costas
12.008,
texto
por
según
su
orden
ley
13.101
(arts.
y
78
17
inc.
del
3º,
ley
C.P.C.A.,
ley
2961).
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Pettigiani dijo:
Adhiero
a
los
fundamentos
y
a
la
propuesta
decisoria formulada por el doctor Genoud en los puntos I,
II, III y IV de su voto, más en relación a lo allí señalado
en el punto V he de efectuar algunas consideraciones a
tenor de las cuales debe ponderarse mi adhesión en lo que
resulte concordante.
Así,
en
lo
que
se
refiere
al
planteo
de
inconstitucionalidad incoado, debo señalar que en la causa
B. 61.686, "Cebitronic" -citada por el ministro que emite
su voto en primer término- me pronuncié afirmativamente
sobre
la
posibilidad
cuestiones
de
fundamentación
resulte
abordar
el
inconstitucionalidad
en
legal
agraviante
de
del
a
acto
planteamiento
casos
aplicado
disposiciones
a
al
la
en
que
de
la
impugnante
Carta
Magna
provincial.
De allí que, de la verificación y declaración de
tal conflicto entre el texto constitucional y la normativa
impugnada se deriva, como corolario necesario, la ausencia
de
efectos
objetado.
jurídicos
válidos
del
acto
administrativo
Circunstancia
que,
por
otro
lado,
resulta
de
plena vigencia en la actualidad a la luz de las previsiones
del
nuevo
Código
Contencioso
Administrativo
(ley
12.008
-texto según ley 13.101-, arts. 3º y 50 inc. 4º).
En la especie, el actor, al cuestionar el decreto
que dispuso su cesantía, aduce que la ley 11.685 en la que
éste
se
sustentó
Fundamental
resulta
provincial
y
incompatible
nacional,
en
con
tanto
la
Ley
afecta
de
manera directa el derecho a la estabilidad consagrado por
aquéllas (arts. 103, inc. 12° y 14 bis, respectivamente).
Más tal planteo no puede prosperar.
Porque la sucinta fundamentación brindada por el
impugnante no permite vislumbrar de qué modo y con qué
alcance se produciría la mentada afectación y porqué, a la
vez, la presunción de constitucionalidad de la normativa
aplicable al caso en juzgamiento no resulta enervada por un
pronunciamiento
en
contrario
de
la
Corte
Suprema
de
Justicia de la Nación que habilite su discernimiento, con
prescindencia
del
aludido
planteo,
por
parte
de
este
Tribunal.
Voto, en consecuencia, por la negativa.
Los señores jueces doctores Kogan y de Lázzari,
por los fundamentos del señor Juez doctor Genoud, votaron
por la negativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que
antecede, por mayoría, se rechaza la demanda interpuesta.
Costas
por
su
orden
(arts.
78
inc.
3º,
ley
12.008, texto según ley 13.101 y 17, ley 2961).
Por su actuación profesional en autos regúlanse
los honorarios de los letrados patrocinantes de la parte
actora, doctores Juan Eduardo Ves Losada y Javier Antonio
Dominici en las sumas de pesos ... y pesos ... (arts. 1, 2,
9, 10, 14, 13, 14, 15, 16, 22, 26,, 28, 44, 51 y 54, dec.
ley 8904/1977), cantidades a las que se deberá adicionar el
10% (arts. 12 inc. "a" y 16 ley 6716, t.o. dec. 4771/1995).
Regístrese y notifíquese.
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