BALANCE DE LA CONFRONTACIÓN ARMADA EN COLOMBIA 2002-2008 A partir de agosto de 2002 se inició la implementación de la Política de Seguridad Democrática, que incluyó la más seria ofensiva lanzada por el Estado colombiano contra los grupos armados ilegales y organizaciones delincuenciales de toda la historia del conflicto interno. Para ese momento, tan solo había transcurrido un semestre desde la terminación abrupta del proceso de paz con la guerrilla de las FARC, un periodo de alta confrontación en todo el territorio nacional. Además de la voluntad del nuevo gobierno de enfrentar a los grupos armados irregulares, la Política de Seguridad Democrática ha requerido de un aumento importante en el gasto público destinado a seguridad y defensa, el aumento del número de efectivos adscritos a la Fuerza Pública, un cambio en la doctrina operacional y la modificación progresiva del marco legal e institucional para soportar la ofensiva contra esos grupos. Dado este inmenso esfuerzo político, económico e institucional, se hace necesario hacer una evaluación de la situación de los principales grupos armados ilegales y delincuenciales, después de seis años de ofensiva estatal. La principal conclusión de este análisis es que por primera vez en la historia es claro que el Estado tiene posibilidades de imponerse sobre los grupos irregulares y reducirlos de manera irreversible. Si se mantiene el nivel del esfuerzo político, económico y militar en adelante el Estado será cada vez más fuerte y legítimo, mientras esos grupos serán cada vez más débiles y más rechazados por la población. El simultáneo debilitamiento de los grupos ilegales y el fortalecimiento del Estado es de tan proporción que lleva a concluir lícitamente que la dinámica de la confrontación armada ha cambiado definitivamente a favor del Estado y en contra de sus adversarios irregulares, lo cual sin duda alguna nos pone ante la fase terminal de la confrontación interna. Este último trecho puede ser más o menos doloroso, pero lo que puede darse por seguro es que en Colombia la próxima generación no volverá a padecer la situación de inseguridad y descontrol de su territorio que vivió hace menos de una década. Con la reducción de la presencia y la fuerza de los grupos irregulares, el principal reto es consolidar la recuperación de la soberanía sobre el territorio por parte del Estado en zonas donde hace poco pululaban los grupos armados, asolando a la población civil y cuestionando a las autoridades legítimas. La Fundación Seguridad y Democracia considera que las bajas, las deserciones, las capturas, la neutralización de los corredores de movilidad, así como el quiebre de los sistemas de comando, control y comunicaciones de los grupos irregulares que ha logrado el Estado en los últimos 6 años, se ve clara e incontrastablemente reflejado en la disminución de su capacidad ofensiva contra el Estado y contra la población. Por esta razón en esta oportunidad vamos a examinar el debilitamiento de esos grupos en función de la disminución del número de sus acciones violentas – ataques, secuestros y retenes-, Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia para lo cual compararemos enseguida el periodo enero- octubre de 2002 con el mismo periodo del 2008, mirando primero los departamentos más afectados y examinando luego la disminución de la capacidad de acción de cada uno de esos grupos. 1. EL DEBILITAMIENTO DEPARTAMENTOS DE LOS GRUPOS IRREGULARES POR Durante el periodo enero – octubre de 2002 se presentaron en Colombia 3226 hechos violentos1 por cuenta del poder ofensivo de los grupos armados ilegales. Transcurridos seis años desde el inicio de la implementación de la Política de Seguridad Democrática, la capacidad ofensiva de los grupos ilegales ha disminuido sustancialmente: el número de hechos violentos ejecutados entre enero y octubre de 2008 se redujo en un 83%, alcanzando la cifra de 533 acciones, es decir, 2.693 acciones menos que en el año 2002. Esta disminución ha sido originada por la desmovilización de la casi totalidad de los grupos paramilitares, el debilitamiento progresivo e irreversible de las FARC que ha obligado a este grupo a replegarse en forma permanente, y al deterioro significativo del ELN. El comportamiento de las acciones que componen el conjunto de hechos violentos durante los periodos observados muestra que los ataques disminuyeron en un 67%, pasando de 404 a 130; los secuestros descendieron en un 85%, pasando de 2450 en el 2002 a 376 en el 2008; y los retenes ilegales bajaron en un 92%, pasando de 372 a 27. Debilitamiento de los grupos armados ilegales por Departamento Acciones violentas 2002-2008 DEPARTAMENTO ANTIOQUIA CUNDINAMARCA CESAR META MAGDALENA TOLIMA VALLE SANTANDER NARIÑO CHOCO HUILA SUCRE ARAUCA 2002 2008 Variación % 537 254 232 168 158 153 147 124 115 113 108 108 107 62 13 11 35 9 41 45 8 26 45 21 2 17 -88.45 -94.88 -95.26 -79.17 -94.30 -73.20 -69.39 -93.55 -77.39 -60.18 -80.56 -98.15 -84.11 1 Los hechos violentos son la sumatoria de los ataques - incluye ataques a instalaciones militares, a instalaciones policiales, a instalaciones civiles, a misiones médicas, a la población civil, emboscadas y hostigamientos -, secuestros y retenes realizados por iniciativa de los grupos armados ilegales. Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia CAQUETA 106 CAUCA 106 BOLIVAR 97 CALDAS 93 GUAJIRA 88 BOYACA 82 CASANARE 79 BOGOTA 69 NORTE DE SANTANDER 57 RISARALDA 54 PUTUMAYO 22 QUINDIO 17 VICHADA 12 GUAVIARE 8 ATLANTICO 7 CORDOBA 4 GUAINIA 1 TOTAL 20 43 7 1 6 2 3 30 48 8 17 3 0 3 3 3 1 3226 533 -81.13 -59.43 -92.78 -98.92 -93.18 -97.56 -96.20 -56.52 -15.79 -85.19 -22.73 -82.35 -100.00 -62.50 -57.14 -25.00 0.00 -83.48 Fuente: Fundación Seguridad y Democracia En el año 2002 siete departamentos concentran el 52% del total de los hechos violentos realizados por los grupos armados ilegales en todo el país. Estos departamentos son Antioquia (537), Cundinamarca (254), Cesar (232), Meta (168), Magdalena (158), Tolima (153) y Valle del Cauca (147). La situación de los grupos armados al margen de la Ley para el 2008 es significativamente distinta respecto al 2002. Según la Fundación Seguridad y Democracia, la capacidad ofensiva de estos grupos, medida en términos de hechos violentos disminuyó en un 83% en todo el territorio nacional, concentrando el 53% de sus acciones en seis departamentos: Antioquia (62), Norte de Santander (48), Valle del Cauca (45), Choco (45), Cauca (43) y Tolima (41). Para ver la real magnitud de esta disminución examinaremos la situación de los 7 departamentos más azotados por la violencia en el año 2002 y la compararemos con su situación durante el año 2008. En primer lugar está el departamento de Antioquia, un territorio donde confluyen todos los actores armados. En esta zona las acciones ofensivas pasaron de 537 en el 2002 a 62 en el 2008, una reducción del 88 % de la capacidad ofensiva ilegal. El descenso más significativo en los indicadores se presentó en el secuestro que pasó de 481 en el 2002 a 48 en el 2008, lo que significa una reducción del 90%. Aun así, Antioquia sigue siendo el departamento con mayor incidencia del secuestro en todo el país. En lo que respecta a ataques y retenes, expresión de la presencia territorial de los grupos ilegales, la disminución aunque menor también es considerable. Al comparar los periodos se observa Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia una disminución de ataques de 29 a 11, o sea una disminución de 62% y los retenes bajaron de 27 a 3, una disminución de 88%. Para el año 2002, el segundo departamento más afectado por los grupos ilegales fue Cundinamarca con 254 acciones violentas, cuyo número bajó durante el año 2008 a solo 13 acciones, lo que significa un descenso de 95%. Para el año 2008, la capacidad ofensiva de los ilegales disminuyó en tal proporción que solo se ha reportado un ataque armado durante el periodo enero-octubre , lo que equivale a una reducción del 97% . Esto también se ve evidenciado en el número de retenes el cual pasó de 30 en el 2002 a ninguno en el 2008. Los secuestros fueron 187 en 2002 y 12 en 2008, reduciéndose en 86%. Otro departamento duramente golpeado por la acción de los grupos ilegales en el 2002 era el Cesar, que se ubicaba en el tercer lugar. Este departamento, como Antioquia, sufría el continuo accionar de las FARC, el ELN y las AUC. En esta zona el secuestro (208) era la acción de mayor impacto sobre la población, representando el 90% del total de las acciones violentas ocurridas allí y el segundo del país. Aunque el número de retenes (19) y ataques (5) no eran de los más representativos en el ámbito nacional, su ocurrencia era consecuencia de la fuerte de los grupos guerrilleros en las zonas montañosas, dado que el control de las zonas planas había sido tomado por los grupos paramilitares. En comparación con el año 2002, el conjunto de los hechos ocurridos durante el periodo observado en el 2008, demuestra un retroceso significativo del accionar de los grupos armados, representado en una disminución del 95% en los casos de secuestro que se redujeron a 10, un ataque contra una instalación policial y ningún retén. En los primeros diez meses del año 2002 el departamento del Meta ocupó el cuarto lugar a nivel nacional en relación con el número de hechos violentos ocurridos, registrando 168 acciones por parte de los ilegales. Para el año 2008 la reducción de las acciones es de 79% registrándose tan solo 35 hechos violentos. En el 2002 se presentaron 109 secuestros, 21 retenes y 38 ataques. En 2008 los secuestros se redujeron a 28 casos y los ataques a solo 7. Esto último es el resultado directo de la ofensiva sostenida del Estado en esta región del país que convirtió el repliegue guerrillero más que en una táctica de reagrupamiento, en una estrategia de supervivencia. El departamento del Magdalena registró 158 hechos violentos. Una vez más el secuestro (144) representa la acción de mayor repetición en el periodo analizado y el que determina la situación departamental en el ámbito nacional. Del total de secuestros ocurridos durante ese periodo, 80 fueron realizados por la guerrilla de las FARC. En el 2008 la situación es considerablemente diferente: la reducción de hechos violentos alcanza el 94%, bajando a solo 9 acciones durante el periodo observado. La inexistencia de ataques y retenes, más que una falta de voluntad ofensiva, es una señal de incapacidad operacional de los grupos violentos. Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia En el periodo enero –octubre del año 2002 el departamento de Tolima fue escenario de 153 acciones violentas mientras que en el mismo periodo del 2008 solo fueron reportadas 41 acciones. Esto representa una disminución del 73%. La disminución en acciones relacionadas con el control territorial es relevante. De 17 ataques en el 2002 se pasó a 5 en el 2008, y de 22 retenes a 2 en los mismos periodos. Para terminar los departamentos que concentraron el 50% de las acciones violentas durante el periodo enero-octubre de 2002, es necesario observar el comportamiento de los indicadores en el Valle del Cauca. En el 2002 este departamento sufrió 147 acciones violentas. Para el año 2008 el total de acciones disminuyó a 45, lo que representa una caída del 69%. La información del periodo enero- octubre de 2008 permite observar Valle es uno de los pocos departamentos que registraron un ligero aumento de los ataques guerrilleros con respecto al 2002, pasando de 11 a 15. En contraste desaparecieron los retenes y el secuestro bajó de 130 a 32. 2. EL DEBILITAMIENTO POR GRUPOS FARC Entre 2002 y 2008 la capacidad ofensiva de las FARC en términos de ataques disminuyó en un 70%, pasando de 330 acciones en el periodo enero – octubre 2002, a 100 en el mismo lapso del 2008. En el periodo observado para el año 2002 las FARC reportaron acciones ofensivas en 28 de los 32 departamentos del país. En el 2008, solo se han reportado acciones en 18, de los cuales 11 no presentan más de 5 ataques en 10 meses. En el año 2002 solo los departamentos de Amazonas, Córdoba, San Andrés y Providencia y Vaupés no registraron ataques de la guerrilla de las FARC. En el año 2008, los territorios libres de ataques aumentaron a nueve2 incluyendo los departamentos de Boyacá, Casanare, Magdalena, Risaralda, Santander y Vichada. La mitad de las acciones desarrolladas en el 2002 se realizaron en los departamentos de Arauca (43), Caquetá (34), Meta (34), Cauca (32) y Cundinamarca (32). Para esa época el departamento de Arauca sufría un asedio por parte de este grupo contra la infraestructura petrolera y desarrollaba un plan de captura de las instituciones locales, que incluía la confrontación contra la guerrilla del ELN. Mientras tanto, los departamentos de Caquetá, Meta y Cundinamarca, sufrían los efectos del rompimiento del proceso de paz, desarrollado en sus inmediaciones. Por su parte el departamento del Cauca continuaba siendo un bastión importante para esta guerrilla, desde el cual a través de actividades ofensivas trataba de disminuir la presión militar sobre la zona donde se desarrollaron las negociaciones, que el Estado intentaba recuperar. Para el periodo enero – octubre de 2008, la concentración de la capacidad ofensiva de las Farc en el ámbito nacional ha variado significativamente. El centro de gravedad de su plan ofensivo se trasladó desde el centro del país hacía su franja occidental, reportándose 2 El departamento de Córdoba salió de este grupo. Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia poco más de la mitad del total de las acciones desarrolladas en los departamentos de Cauca (21), Antioquia (11), Nariño (8), Valle (8) y Choco (7). La nueva ubicación geográfica de la ofensiva fariana es el resultado de varios factores: En primer lugar el desplazamiento o arrinconamiento de las unidades guerrilleras de departamentos donde progresivamente se hacían fuertes. En el departamento de Arauca, la implementación de la II fase del Plan Colombia y la intervención integral del Estado, a partir de la derogada Zona de Rehabilitación y Consolidación, que significó para la guerrilla la pérdida de importantes fuentes de financiación en la zona, provenientes incluso de los presupuestos oficiales locales. En Cundinamarca, el desarrollo de las operaciones Libertad I y II, génesis del Plan Patriota, a través de las cuales se logró casi la desarticulación total de las estructuras de las FARC que asediaban las cercanías de la capital del país. Y por último la ofensiva estatal en las áreas geográficas que históricamente habían servido como centros de comando, entrenamiento y retaguardia de esta agrupación guerrillera en el sur del país, a través del Plan Patriota, en los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare. Esta arremetida estatal contra los que se habían consolidado como los centros de despliegue de la capacidad ofensiva de las Farc, llevó a esta agrupación a una modificación de su estrategia de expansión nacional. La estrategia estatal de consolidar el territorio recuperado y bloquear los corredores de movilidad de la insurgencia, obligó a esta organización a ubicarse sobre las pocas zonas donde su influencia armada aún seguía vigente y en regiones que podrían ofrecerle flujos de financiación, dado el deterioro de varias de sus fuentes principales: el secuestro, la extorsión y el narcotráfico. Esta circunstancia condujo a esta organización a asumir una actitud netamente defensiva de los reducidos bastiones que le han ido quedando, a la protección de los miembros del Secretariado en las zonas más inexpugnables donde se han recluido, la custodia segura de los secuestrados canjeables y la defensa de algunas zonas vitales para su financiación. Estos sitios se localizan sobre todo en los departamentos de Cauca, Nariño, Chocó, Meta, Huila, Tolima y Guaviare. No obstante estas áreas se han convertido en puntos neurálgicos para la supervivencia de la organización, en varias de estas es difícil identificar una verdadera actitud ofensiva por parte de los insurgentes. Además de que solo tres departamentos aparecen en el tope del ranking nacional, las acciones en más del 75 % se caracterizan por ser emboscadas y hostigamientos, que sin contar con los eventos causados por minas antipersona, son típicas formas de combate que buscan disminuir el impacto de la ofensiva desplegada por el adversario. El departamento de Antioquia requiere una observación aparte. Este departamento se ubica en el segundo lugar a nivel nacional como escenario de acciones ofensivas de las FARC, debido al plan de está organización de retomar posiciones en zonas que eran controladas por los grupos paramilitares y que tras su desmovilización abrieron espacios a la operación guerrillera. Las acciones en el departamento de Antioquia se concentraron Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia en la zona norte del departamento, municipios de Ituango, Taraza, Anorí, Nechí, San Andrés y Yarumal; en el Urabá antioqueño, municipios de San Pedro de Urabá, Dabeiba y Mutatá. En lo que concierne al rendimiento operacional de las estructuras armadas adscritas a las FARC, la información procesada por la Fundación Seguridad y Democracia indica que la iniciativa armada de está organización se concentra en 10 de sus estructuras. En el 2002 solo 10 (Frentes 6, 10, 13, 15, 22, 45, 47, 49, 53 y Columna Móvil Teofilo Forero) de las 67 estructuras armadas fueron responsables de casi el 54% de las acciones desarrolladas. Una relación semejante se presenta en el mismo periodo del 2008, en una magnitud menor, siendo las 10 unidades más activas (Frentes 21, 34, 36 45, 48, 60 y las columnas móviles Teofilo Forero, Jacobo Arenas, Arturo Ruiz y Daniel Aldana) las responsables de 58 acciones armadas, casi 100 menos de las realizadas en el 2002 por los 10 frentes más activos. De otra parte está la observación de la capacidad operacional de cada una de las estructuras armadas reconocidas como orgánicas de esta guerrilla.. En ese sentido, la disminución de la capacidad operativa de la insurgencia se hace evidente en el aumento del número de estructuras inactivas que en el año 2002 era de 12 y pasaron a 40 en el 2008. Si se toma como vigente el número de 67 unidades que componen la fuerza guerrillera, se podría asegurar que el 60% de las FARC no han sido operativas durante el 2008. Si bien el número de frentes inoperantes durante el 2008 aumentó, también hicieron aparición nuevas estructuras armadas. Estas se caracterizan por ser columnas móviles (12) y en la mayoría de los casos han hecho aparición en áreas geográficas donde viejas estructuras fijas han sido golpeadas de manera sistemática hasta su desarticulación o donde el control territorial que antes ostentaban ha desaparecido. Un caso ilustrativo es el reporte de acciones de la columna móvil Jacobo Arenas en el área de los Montes de Maria, donde los frentes 35, 36 y 37 han sido golpeados de manera sistemática por la infantería de Marina, hasta la muerte de su principal cabecilla alias “ Martín Caballero”. La presencia de la columna móvil Jacobo Arenas en la zona, parece significar un intento infructuoso de revertir la pérdida de este importante territorio. De otra parte esta el secuestro. La disminución de acciones de este tipo atribuidas a esta organización guerrillera es del 89%, pasando de 830 en el 2002 a 94 en el 2008. Mientras que en el año 2002 se presentaron secuestros en 27 de los 32 departamentos del país, en 2008 la cobertura geográfica de estas acciones se disminuye de manera importante bajando a 17 departamentos, de los cuales son 8 superan 3 plagios. Los 10 departamentos que dejaron de sufrir el flagelo del secuestro por parte de las Farc son: Magdalena, Sucre, Caldas, Bolívar, Nariño, Boyacá, La Guajira, Vichada, Atlántico y Córdoba. Los departamentos más afectados en el 2008 son Chocó, Tolima, Antioquia, Caquetá y Meta. El ascenso del Chocó, de 15 en el 2002 a 36 en el 2008, es el resultado del Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia desarrollo de una táctica de “pesca milagrosa” sobre las vías fluviales de ese departamento, con la cual los frentes desplegados allí buscan resolver la crítica situación de aprovisionamiento generada por el corte por parte de la Fuerza Pública de las líneas de abastecimiento que venían de Antioquia, Risaralda y el Valle del Cauca. Los departamentos que presentan una mayor disminución de secuestros entre los periodos analizados son Cundinamarca, Magdalena, Antioquia, Sucre y Caldas. De estos Cundinamarca ( 144 a 2) y Antioquia (78 a 8) presentan las disminuciones más representativas. Los otros tres no presentan secuestros de las FARC en el 2008. Finalmente, con respecto a los retenes, la caída de la capacidad operacional de las FARC es muy significativa. De 246 realizados en el 2002 se pasó a 15 en el periodo observado para el 2008, una disminución del 93%. Este indicador es uno de los más claros para analizar el control territorial y la capacidad ofensiva de una organización ilegal, lo que muestra un panorama negativo para esta organización. De 25 departamentos con acciones de este tipo en el 2002, las Farc pasó a realizar retenes en el 2008 solo en siete departamentos, sin superar en ninguno 4 acciones. ELN En el caso del ELN, la capacidad ofensiva medida en ataques (emboscadas, hostigamientos, etc.), disminuyó en un 77% entre 2002 y 2008 para los periodos observados. En términos numéricos la disminución no es tan significativa como la de las FARC, pasó de 22 a 5, pero claramente denota la casi desaparición de la capacidad ofensiva de esta organización, pues solamente tiene capacidad para realizar una pequeña acción demostrativa cada 2 meses. Otro indicador que demuestra la casi nula operatividad ofensiva del ELN son los secuestros los cuales pasaron de 646 en 2002, a 29 plagios en 2008 Esta diferencia marca un descenso en esta práctica del orden del 96%. La razón de esto es el desmantelamiento absoluto del frente Carlos Alirio Buitrago ( Antioquia), que en el 2002 era considerado como la principal empresa de secuestro del país. Este frente fue uno de los primeros objetivos cumplidos en el marco de la política de Seguridad Democrática. La destrucción de este frente significó para el ELN uno de los golpes más críticos, dado que esta estructura era una fuente primaria de financiación a nivel nacional. Esto se ve traducido en su casi desaparición operativa. Los secuestros realizados por el ELN durante el 2008 se ocurrieron en departamentos 13 menos que en el 2002, siendo Norte de Santander el más afectado con 14 eventos de los 29 secuestros entre enero y octubre de 2008. En lo concerniente a retenes, la disminución de la capacidad del ELN es significativa. La diferencia entre los periodos observados para el 2002 y el 2008 es del 89%, representado en una disminución de 72 eventos a 8. Los departamentos donde esta organización realizó estos actos fueron Arauca ( 3), Casanare (1), Nariño (2) y Norte de Santander (2). Departamentos como Antioquia y Cauca que reportaban 12 acciones en el 2002, no fueron escenario de situaciones de este tipo en el 2008. Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia BANDAS EMERGENTES A partir del segundo semestre de 2006, fecha en la cual se celebró la última desmovilización de los grupos de autodefensa en el país, aparecieron en las zonas donde estas ocurrieron, pequeñas agrupaciones dedicadas al narcotráfico y la delincuencia común, conformadas parcialmente por paramilitares que no se desmovilizaron, desmovilizados que regresaron a las actividades ilícitas y delincuentes comunes. Este proceso, generó un aumento de la violencia en las zonas de desmovilización donde se hicieron cada vez más comunes los casos de ajustes de cuentas entre excombatientes, el asesinato de aquellos que se negaban a la removilización y el aumento de los casos de delincuencia común a manos de estas bandas criminales. De otra parte, en las zonas cocaleras antiguamente controladas por los paramilitares comenzó una confrontación por el dominio del negocio, que incluyó en algunas de ellas (Pacífico caucano y nariñense, Nudo de Paramillo, entre otras) una alianza de las nuevas bandas criminales con frentes guerrilleros que también estaban dedicados al narcotráfico. Las nuevas organizaciones se caracterizaron por no están articuladas ni coordinadas a nivel nacional, no responder a un proyecto político colectivo y tener intereses exclusivamente económicos y territoriales en el ámbito local. Para el 2008, empezaron a aparecer con mayor regularidad en el ámbito nacional organizaciones bajo el mismo nombre, al tiempo que la gran proliferación inicial de pequeños grupos se reducía por su absorción por parte de las bandas más grandes. De acuerdo con la Fundación Seguridad y Democracia, entre julio de 2006 y febrero de 2007, se reportaron 78 casos de nuevas agrupaciones de bandas emergentes en todo el país. En octubre de 2008 la cifra de esas organizaciones había disminuido a 20, aproximadamente. El panorama de 2008 podría significar para algunos observadores la reagrupación de los exparamilitares bajo un mando coordinado a escala nacional, dada la aparición en diferentes áreas de la geografía nacional de estructuras con el mismo nombre - como las “Águilas Negras” y “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”-. Sin embargo, las características de estas organizaciones y de las actividades delincuenciales que desarrollan conducen a señalar que las organizaciones pequeñas podrían tomar el nombre de las más nombradas a nivel nacional para aumentar su capacidad de intimidación, sin que realmente exista ningún tipo de contacto o de coordinación entre la mayoría de ellas. Como se anotó anteriormente, las nuevas organizaciones en varias zonas del país se han asociado con grupos guerrilleros para la producción y comercialización de narcóticos. Por esta razón se puede afirmar que ha desaparecido el carácter contrainsurgente que distinguió a buena parte de las organizaciones paramilitares antes de su desmovilización, y que ahora sus actos de violencia que involucran homicidios, amenazas o secuestros, en su mayoría están asociados a ajustes de cuentas e intimidaciones para proteger sus negocios e intereses ilícitos ligados al narcotráfico, y de ninguna manera a razones ideológicas o políticas. De otra parte, no se puede descartar que fuerzas oscuras utilicen Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia ocasionalmente los nombres de esas organizaciones emergentes para expedir amenazas a dirigentes u organizaciones sociales, sin que por estos hechos cambie la naturaleza de esos grupos. Aunque las características de grupos paramilitares y bandas criminales son diferentes, es necesario analizar el alcance de sus acciones violentas, para constatar si esos tipos de organizaciones ilegales se han debilitado o fortalecido. Durante el periodo enero-octubre de 2002 fueron reportados 141 secuestros por parte de los paramilitares, la mayoría de estos (87) concentrados en los departamentos de Santander, Cesar, Caquetá, Valle y Bolívar. En el mismo periodo del 2008, solo se han reportado 26 secuestros, 24 de estos en el departamento de Antioquia. Esto representa una disminución del 82% y la desaparición de actos de secuestro por parte de estas organizaciones en 18 departamentos. Respecto a los retenes, el cambio dado a nivel nacional es significativo. Esta práctica además de ser un indicador de presencia territorial en el caso de los grupos paramilitares significaba un mecanismo común para el ajusticiamiento y la desaparición forzosa de civiles. Para el periodo observado durante el 2002 se reportaron 17 acciones de este tipo en todo el territorio nacional, mientras que en el 2008 no se ha reportado ninguna. Para octubre de 2008 el departamento de Antioquia sigue siendo la zona donde se presentan más hechos y denuncias relacionadas con las bandas emergentes en el país. Las zonas más afectadas son el Urabá antioqueño, el Bajo Cauca y el nordeste colindante con la región del Magdalena Medio. Según la FSD estas bandas, paramilitares y emergentes, pasaron de tener presencia en 711 municipios en el año 2002 como grupos paramilitares, a actuar en 169 municipios en el año 2006 como bandas emergentes, reduciéndose su presencia en el 2008 a 152 municipios. Es decir la reducción de su presencia territorial es cercana al 80%. Los paramilitares armados llegaron a sumar 16 mil hombres durante su proceso de desmovilización. En el 2008 según las autoridades el número de integrantes de las bandas emergentes se ha reducido a 2 mil, esto representa solo el 12% del tamaño de lo que fueron los grupos paramilitares hoy desmovilizados. Carrera 9 No. 74-08 Oficina 801 - PBX: 3465199 - Email: seguridadydemocracia@cable.net.co Bogotá D.C., Colombia