1 El Papel de un Porisma Euclidiano en la Comprensión de las Propiedades Proyectivas: Algunas Ideas Acerca de la Génesis de Nueva Práctica Matemática Carlos Alvarez J. Depto. de Matemáticas, UNAM alvarji@unam.mx Abstract: In this paper we analyse different ways in which a mathematical practice may be conceived in different historical contexts. We focus our study in a particular statement, a Porism formulated by Pappus in Book VII of his Mathematical Collection. This Porism is partially modified by C. MacLaurin and R. Simson (both certainly under Newton’s influence) in XVIIth century in order to re establish some main propositions of Apollonius’ theory of Conics. Te amazing fact is that this way to interpret the theory of conics leads directly to the projective theory of conics. That is why we are interested in this particular interpretation of Euclid’s Porism, that is why the question concerning different ways to create within a particular mathematical practice is meaningful. Key words: porism; conic; ancient geometry; projective geometry; analysis. Resumen: En este texto nos preguntamos acerca de las distintas modalidades que en momentos históricos distintos puede adquirir la práctica matemática. Tomamos como caso de interés el de un Porisma formulado por Pappus en su recuento acerca del libro de los Porismas de Euclides en el libro VII de su Colección Matemática. Dicho Porisma es retomado por C. MacLaurin y R. Simson (sin duda bajo la influencia de Newton) en el siglo XVII para recuperar a través de él parte de la Teoría de Cónicas de Apolonio. El punto sorprendente es que de esta relectura de la teoría de cónicas se desprenden los puntos básicos de la teoría proyectiva de cónicas. Es por ello que dicha lectura nos interesa, es por ello que nuestra pregunta acerca de las distintas modalidades de una práctica matemática tiene sentido. Palabras Clave: porisma; cónicas; geometría antigua; geometría proyectiva; análisis. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 2 Introducción Un problema que nos parece central en el marco de la filosofía de la práctica matemática es el dar cuenta de la interacción de nociones que emergen en dominios ajenos de las matemáticas y que en ciertos momentos se entrecruzan y relacionan adquiriendo un nuevo sentido y propiciando con ello la génesis de nuevas teorías matemáticas. Un ejemplo de este caso lo constituye la teoría de cónicas en la antigüedad, la que antes de encontrar su expresión más acabada en el texto de Apolonio, tiene un importante antecedente en la solución de una clase de problemas cuya construcción requiere de las secciones cónicas, y que son caracterizados por Pappus en su Colección Matemática (CM) como problemas sólidos.1 Por otro lado la teoría de las cónicas se vincula con problemas relacionados con la determinación de lugares geométricos, lo que constituye uno de los aspectos más desarrollados en esta teoría a lo largo del siglo XVII, y también con una serie de problemas cuya naturaleza no es caracterizada con claridad sino hasta el siglo XIX y que tienen que ver con la determinación de las propiedades proyectivas. En el estudio de estas propiedades podemos constatar que la teoría de cónicas se relaciona con otras teorías desarrolladas en la antigüedad, en particular con aquella desarrollada por Euclides a lo largo de los tres libros sobre los Porismas.2 Nuestro propósito en este breve ensayo es el describir las modificaciones y variaciones de uno de los porismas euclidianos, para tratar de comprender en qué sentido se trata de un enunciado que se refiere, y de qué manera lo hace, a ciertas propiedades proyectivas. 1 Ejemplos bien conocidos de problemas sólidos son la inscripción de un heptágono regular en una circunferencia, la trisección de un ángulo o la duplicación de un cubo y en general la inserción de dos medias proporcionales entre dos líneas dadas. 2 Esta es claramente la posición sostenida por V. Poncelet, quien asegura en su Traité des Propriétés Projectives des Figures que el carácter y naturaleza del texto Euclidiano sólo podría ser comprendido una vez que fue posible comprender la naturaleza de las propiedades proyectivas de las figuras. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 3 Los Porismas de acuerdo con la tradición de Pappus De acuerdo con el testimonio de Pappus dado en CM, los tres libros de los Porismas escritos por Euclides forman parte de las 32 obras que constituyen el τὀπoσ ἀναλυὀμενoσ, el lugar del análisis o el lugar de la (re)solución (de problemas), que es la materia dispuesta a profundizar más allá de la doctrina elemental (que proveniente de los Elementos) en la búsqueda de la solución de los problemas mediante la construcción de líneas. Lo primero que Pappus aclara es que los porismas constituyen un tipo especial de enunciados que comparten aspectos de los problemas y aspectos de los teoremas: Los porismas no forman parte ni de los teoremas ni de los problemas, más bien constituyen un tipo intermedio ya que pueden ser considerados como teoremas o como problemas; [...] la mejor distinción para estas proposiciones fue dada por los antiguos, para quienes un teorema es lo que se propone (enuncia) para una prueba de lo que se ofrece, un problema es lo que se propone para una construcción de lo que se ofrece, un porisma es lo que se propone para encontrar lo que se ofrece (theorema esse quod proponitur in ipsis propositi demonstrationem; problema, quod affertur in constructionem propositi; porisma vero, quod proponitur in porismum, hoc est in inventionem & investigationem 3 propositi). Pero más allá de la forma que pueda tener los porismas, Pappus aclara que constituyen una forma primitiva de enunciados en los que se trata de determinar un lugar geométrico, lo que los vincula directamente con la determinación o caracterización de ciertas curvas, las cuales desempeñan un papel en la caracterización y solución de los problemas geométricos. De ahí el interés por recuperar el sentido de estas proposiciones de las cuales sólo se cuenta con el testimonio de Pappus ya que se trata de una obra perdida.4 En realidad Pappus 3 Pappi Alexandrini Mathematicæ Collectiones a Federico Commandino Urbinate in Latinum Conversæ. Venecia 1588. Tomaremos las citas y referencias de esta edición de Commandino ya que fue la edición consultada por todos los autores de los que trataremos en este texto. 4 Si bien los libros de los Porismas el testimonio de Pappus del libro VII de CM constituyó el material fundamental para las reconstrucciones que de dichos libros euclidianos prepararon tanto Robert Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 4 proporciona en el libro VII de CM sólo dos enunciados explícitos para los porismas euclidianos; el primero de ellos parece ser una formulación del propio Pappus con la que, afirma, ha sido capaz de resumir en uno solo el contenido de diez porismas de Euclides. El Porisma de Pappus Como lo hemos señalado, en el Libro VII de CM Pappus señala que diez de los porismas de Euclides pueden resumirse en la siguiente proposición: Porisma (PE) Si en una figura convexa o no convexa (ὕπτίον ἣ παρφπτιον) [de cuatro líneas rectas] tres puntos [de intersección] están dados en una línea [de la figura], mientras que [cada uno] de los restantes, excepto uno, se encuentran en contacto (ἂπτηται ϑέςει) con una línea [recta] dada, entonces éste también permanecerá en contacto (ἂψεται ϑέςει) con una línea [recta] dada. En un lenguaje moderno podemos decir que este enunciado se refiere a una configuración geométrica formada por cuatro líneas (rectas) y los seis puntos de intersección que ellas determinan.5 De los tres puntos que hay en cada una de estas líneas, se consideran dados (fijos) tres de ellos, por lo que la línea recta en la que yacen también está dada. Los tres puntos restantes forman un triángulo y este porisma asegura que si dos de ellos describen una trayectoria rectilínea, conforme cada una de las líneas que se intersectan en dichos puntos gira en torno del punto correspondiente que se ha fijado, entonces el tercer punto también describirá una línea recta. Es claro que el enunciado de Pappus busca respetar el espíritu y la forma de los porismas euclidianos tal y como él mismo los caracterizó, ya que no se enuncia como un problema, a la manera de: “...encontrar el lugar descrito (recorrido) por del tercer punto …”; así como tampoco se enuncia como un teorema, Simson (Opera Quaedam Reliqua. Glasgow, 1776) Michel Chasles (Les trois livres de porismes d'Euclide. Paris, 1860). 5 Visto que se considera que no hay tres rectas que se intersecten en un mismo punto. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 5 a la manera de: “... probar que el lugar descrito (recorrido) por el tercer punto es la línea recta ....”. En este caso se asegura que dicho lugar es una línea recta y se pide encontrarla ya que ésta ha sido dada.6 De acuerdo con ellos, en el cuadrilátero 𝓆[hkgl], con las rectas g=AC, h=AK, l=HC, k=HB, los puntos A, B y C de la recta g han sido dados, mientras que el punto K se desplaza a lo largo de la línea (dada) KG cuando las rectas h y l giran en torno de los puntos A y C respectivamente, y el punto L se desplaza a lo largo de la línea (dada) LG cuando las rectas h y k giran en torno de los puntos A y B respectivamente. Fig1 El porisma afirma que bajo estas condiciones el giro de las rectas k y l en torno de los puntos B y C hace que el punto H cambie a su vez de posición y que describa así una línea recta que ha sido dada. Esto significa que si la recta h gira en torno del punto A, y toma la posición h’, los puntos K y L tomarán las posiciones K’ y L’, ya que las rectas BL y CK toman las posiciones BL’ y CK’ respectivamente. El punto H, determinado por las rectas k=BL y l=CK, estará ahora en la nueva posición H’=BL’∗CK’; se afirma que el punto móvil H» describe como lugar a una línea recta que pasa por el punto G. 6 Acerca del uso polisémico del término “dado” en el lenguaje de la geometría antigua, y en particular en el contexto que nos ocupa remitimos al lector al excelente artículo de F. Acerbi The languaje of the Givens: its form and its use as a deductive tool in Greek mathematics. Arch. Hist. Exact Sci. 2011, 65, pp. 119-153. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 6 De las proposiciones que Pappus demuestra en CM y que se presume deben ser consideradas como lemas para el texto perdido de Euclides, el Teorema VII-130 se relaciona con el Porisma PE ya que asegura que si en la configuración asociada a este porisma (Fig.1), un punto F colineal con los puntos A, B y C, es tal que la siguiente proporción de rectángulos se satisface, entonces, los puntos H, G y F son colineales: AF×BC AB×DE = (1) AB×FC AD×FE De hecho el converso también se cumple: si los puntos H, G y F son colineales, entonces el punto F y los puntos A, B, D, E y C de la recta transversal g satisfacen la proporción de rectángulos (1). Pero lo más relevante es que los seis puntos colineales A, B, D, E, C y F tienen la misma relación para los lados del cuadrángulo [HKGL] y para los del cuadrángulo [H’K’GL’]; por lo que la proporción se satisface si y sólo si los puntos H, G, H’ y F son colineales. El Porisma de Pappus en una versión proyectiva El Porisma PE puede ser visto a partir de una lectura que permite comprender el por qué Poncelet consideraba que este enunciado, al igual que la mayor parte de los enunciados del texto euclidiano, se refiere a propiedades proyectivas de las figuras.7 Podemos considerar que en este caso se tiene tres sucesiones o dominios de puntos (colineales) que constituyen a las rectas h, h» y g, las que se encuentran en perspectiva a partir de los puntos H, H’ y G; de modo que la composición de perspectivas ALK ⊼ ABC ⊼ AL’K’ (2) 7 Es claro que cuando Poncelet habla acerca del texto de los Porismas sólo tiene a su alcance la primera reconstrucción del texto euclidiano hecha por R. Simson, lo que el propio Poncelet deja ver en el prefacio de su Traité des Propriétés Projectives des Figures de 1822. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 7 es equivalente a la perspectiva ALK ⊼ AL’K’. (3) De acuerdo con ello de la colinealidad de los puntos F, G. H y H’ asegurada por el Porisma PE se concluye que la transformación proyectiva: AFBC ⊼ ATLK ⊼ AFDE, (4) se puede obtener también como AFBC ⊼ AT’L’K’ ⊼ AFDE; (5) lo que claramente permite comprender de un modo distinto el sentido del Teorema VII-130 de CM: la proporción (1) es equivalente a la igualdad de las razones cruzadas 𝜚(AFBC)=𝜚(AFDE). La igualdad de estas dos razones cruzadas es una condición necesaria y suficiente tanto para la colinealidad de los puntos H, F y G como para la de los puntos H’, F y G.8 Como parte de esta lectura proyectiva del Porisma PE se puede asegurar que los triángulos [HLK] y [H’L’K’] se encuentran en perspectiva axial respecto de la recta g; el Porisma asegura que las tres rectas HH’, LL’ y KK’ que unen a los vértices correspondientes concurren en el punto G. De hecho cualquier par de triángulos que se encuentren en perspectiva axial siempre podrán ser inmersos en una configuración equivalente a la configuración del Porisma PE, lo que presenta al Teorema de Desargues como un caso particular. La reconstrucción de Newton de los Porismas euclidianos Es hacia fines de los años 1660's cuando Newton describe con claridad el método sugerido para encontrar una cónica que pase por cinco puntos dados (de los cuales no hay tres que sean colineales), método con el cual introduce a su 8 Si a=FG, entonces es claro que T=a∗h y T’=a∗h’. Es claro que en esta proposición la elección de las rectas y de los puntos de intersección puede cambiar pero en cada caso la afirmación del porisma se mantiene. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 8 Geometría Orgánica, pensada para describir y caracterizar no sólo a las cónicas sino a cualquier curva geométrica mediante un cierto número (finito) de puntos fijos, llamados polos, y de rectas movibles que giran en torno de dichos puntos; la curva será descrita a partir de los puntos de intersección de las rectas movibles. Pero si bien Newton no incluye ninguna prueba para esta construcción, en dos textos escritos veinte años después introduce una prueba que nos remite de manera indirecta a la práctica geométrica de los porismas. En los Principia (lema IXX), y algunos años antes en su texto Solutio Problematis Veterum de Loco Solido el cual data aproximadamente de 1680, Newton proporciona una justificación para la construcción orgánica de las cónicas. Newton afirma que en dicha construcción siempre es posible encontrar a un paralelogramo 𝒬[HKGL] tal que dos de sus vértices opuestos, H y G, sean puntos de la cónica; al prolongar desde uno de los vértices de la curva, digamos H, los lados adyacentes, HK y HL, hasta que intersecten a la curva en los puntos C y B respectivamente, y si desde estos puntos se trazan líneas rectas a cualquier punto H’ de la curva y al tomar a los puntos de intersección de estas líneas con los lados opuestos respectivos, X’=GL∗CH», Y’=GK∗BH’, se tiene que la razón entre los segmentos X’G y Y’G es constante (Figura 2). Esto equivale a afirmar que si H’’ es otro punto de la cónica y X’’=GL∗CH’’, Y’’=GK∗BH’’, entonces se cumple que X'G Y'G Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. = X''G Y''G . (6) 9 Fig 2 De hecho es fácil hacer ver que si se parte del otro vértice G y se toman los puntos de intersección de la cónica con los lados adyacentes a este punto, los puntos B1 y C1 de las líneas GK y GL, entonces A=C1C∗B1B es un punto de la recta KL. Al tomar ahora los puntos de intersección de las rectas BH’ y CH’ con las líneas GL y GK se obtienen los puntos L’=GL∗BH’ y K’=GK∗CH’. Ahora los puntos L’, K’ y A son colineales. Esta construcción muestra una configuración muy similar a la del Porisma PE: un cuadrángulo completo 𝒬[HKGL] y los puntos A, B y C que pertenecen a las Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 10 rectas KL, HL y HK respectivamente, la única y gran diferencia es que estos tres puntos no son colineales. Sobre la legitimidad de esta relación entre la configuración del Porisma PE y la que se encuentra en la construcción de Newton, es Colin MacLaurin quien en una carta enviada a J. Machin, secretario de la Royal Society, fechada el 21 de diciembre de 1732 y publicada en el vol.32 de las PT, nos aclara que I had tried in the year 1719, what could be done by the rotation of Angles on more than two Poles; and had observed that if the intersections of the Legs of the Angles were carried over Right Lines as in Sir Isaac Newton's Description, the Dimension of the Curve were not raised by the increase of the number of Poles, and Right Lines; and therefore neglected this at that time, as of no use to me; confining myself to two Poles only, and varying the Motions of the Angles as you find them in my Book. [...] But in June or July 1722, upon the hint I got from Mr. Sympson, of Mr. Pappus' Porisms, I saw that what he has there ingeniously demonstrated, might be considered as a case of the above mentioned description of a Conic Section, by the rotation of any number of Angles about as many Poles; the intersections of their Legs, in the mean time, being carried over fixed Right Lines, excepting that of two of them which describes the Locus [...] In November 1722, looking into Sir Isaac's Principia, I saw that the description of the Conic Section by three Right Lines, moving as above, about three poles, could be immediately drawn from his 20th Lemma, which itself is a case of this description. This gradually led me to seek Geometrical Demonstrations for the whole, as far as it related to the Conic Sections. Hay en efecto una idea clara de modificar el porisma original a partir de la cual se obtiene el que si los puntos A, B y C son colineales el lugar descrito por los puntos H, H’,... es una línea recta, pero si no son colineales entonces este lugar es una cónica. Conclusión Quisiéramos hacer una última observación para dar cuenta de la relevancia y posteridad de este encuentro. En la lectura proyectiva que hemos señalado para el Porisma PE es posible releer las dos configuraciones, la de Pappus y la de Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 11 Newton/MacLaurin, como la representación de una transformación definida entre dos haces de rectas centrados en los puntos B y C en la que se trata de describir el lugar de los puntos de intersección de las rectas correspondientes. Esta transformación se encuentra totalmente descrita a partir de las rectas c=LG y b=KG que son los ejes de la misma. De este modo se obtiene k ⊼ h ⊼ l, en donde la recta h pertenece al haz de rectas centrado en el punto A. Como se observa tanto en las Figuras 1 y 3 se satisface el que el punto H (y los puntos H’, ...) es la intersección de las rectas correspondientes k y l (k’ y l’,...) De este modo reencontramos la definición de cónica propuesta por J. Steiner en 1832: Two points B and C on a conic are the centers of a pair of line bundles which are projective when the corresponding lines meet at a point of the 9 conic. Con ello damos cuenta de una clara interacción entre un viejo estilo de concebir y de tratar algunos enunciados geométricos, con un proyecto que en el siglo XVII se anunciaba como el más prometedor de cuantos se hubieran llevado a cabo: encontrar una clasificación completa de las curvas geométricas. Dicho proyecto de investigación no logró los alcances que pretendía, pero en lo que se refiere a la clasificación de las cónicas resulta ser una readaptación del enunciado que Pappus propuso para resumir algunos de los porismas euclidianos. De este reencuentro no es poco lo que la geometría proyectiva desarrollada en el siglo XIX se va a alimentar, una nueva práctica matemática alimentada de dos antecedentes distantes en el tiempo y en los proyectos en cuyo seno surgieron. La filosofía de la práctica matemática tiene mucho que aprender de casos como este. 9 J.Steiner. Systematische Enwickelung der Abhängikeit geometrischer Gestalten, 1832. Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012. 12 Bibliografia ACERBI, F. “The language of the Givens: its form and its use as a deductive tool in Greek mathematics”. Arch. Hist. Exact Sci, 65, pp. 119-153, 2011. CHASLES, M. Les Trois Livres des Porisms d’Euclide, Paris, 1860. EUCLID Elementa. L. Heiberg and H. 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Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 1, n. 1, p. 1 - 13, maio 2012.