CARDIOVASCULAR CARDIOPATÍA ISQUÉMICA Antidepresivos como factor de riesgo en la cardiopatía isquémica Se ha comprobado que la administración de antidepresivos tricíclicos incrementa el riesgo de padecer una cardiopatía isquémica en pacientes que sufren depresión. Las evidencias señalan a la dosulepina como el antidepresivo tricíclico más tóxico. En contraste, hay pocas evidencias que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina presenten efectos adversos graves. La depresión es la cuarta causa más importante de incapacidad a nivel mundial. Cerca del 45% de los pacientes hospitalizados después de sufrir un infarto de miocardio sufren depresión. Es un factor de riesgo independiente de mortalidad y morbilidad una vez sufrido el infarto de miocardio. Recientemente se ha realizado un estudio caso-control con el fin de determinar si los antidepresivos son un factor de riesgo de la cardiopatía isquémica, comparando el riesgo entre diferentes tipos de antidepresivos. El grupo de estudio estaba formado por 933 mujeres y hombres diagnosticados de cardiopatia isquémica (incluyendo angina, infarto de miocardio y cirugía arterial coronaria) o que estaban recibiendo terapia con nitratos y el grupo control lo formaron 5516 pacientes que no presentaban esta patología antes. En el estudio se tuvo en cuanta variables que están directamente relacionadas con la cardiopatía isquémica como la edad, el índice de masa corporal, la existencia de diabetes, la hipertensión o el hábito de fumar. Se observó que la Razón de posibilidades de sufrir una cardiopatía isquémica en pacientes que habían recibido tratamiento con antidepresivos tricíclicos tenía un valor de un 57%. Otro hecho importante era que los pacientes que habían tomado dosulepina tuvieron un significativo incremento de la Razón de posibilidades (67%) de sufrir una cardiopatía isquémica, en las valoraciones se tuvieron en cuenta las variables anteriormente citadas y la administración de inhibidores de la recaptación de serotonina. El riesgo aumentaba al incrementarse las dosis de dosupelina y el número de prescripciones. Estos hechos son consistentes con un efecto de dosis-respuesta. Se sugiere también que la cardiotoxicidad se mantiene después de que el tratamiento finalice. Por otro lado no hubo un incremento grande en la razón de posibilidades para otros antidepresivos como amitriptilina, lofepramina y los inhibidores de la recaptación de la serotonina en análisis multivariables. En términos de plausibilidad biológica, los antidepresivos tricíclicos pueden provocar arritmias o hipotensión ortostática, siendo causas que pueden precipitar infarto de miocardio. También los antidepresivos tricíclicos incrementan la resistencia a la insulina en diabetes no insulino dependientes, siendo un factor asociado con la formación de ateromas. La depresión puede conducir a problemas coronarios directa o indirectamente debido a los hábitos de vida que la acompañan, como fumar , o la disminución de la actividad física. Después de tener en cuenta los diferentes factores que acompañan a la depresión y a la cardiopatía isquémica, se ha comprobado que los antidepresivos tricíclicos y a destacar la dosulepina, presentan un riesgo importante para el paciente. Hippisley- Cox J, Pringle M, Hammersley V, Crown N, et al. Antidepressants as risk factor for ischaemic heart disease: case-control study in primary care. BMJ 2001; 323: 666:9.