MONICIONES DE LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI CICLO “C” MONICIÓN DE ENTRADA Hermanas y hermanos, bienvenidos a la Eucaristía en la Solemnidad del Corpus Christi. Celebrar la Eucaristía es recordar cada día, que la muerte y resurrección de Jesús santifican el tiempo, y lo convierten en historia de salvación, al hacer presente a Cristo en él. Jesús es el pan que los discípulos distribuyen a la multitud hambrienta. Es el sacerdote eterno, que está de pie a la derecha de Dios, y recibe las ofrendas y oraciones de los fieles. La Eucaristía es el memorial de la cena del Señor; con el pan y el vino, los sucesores de los apóstoles, continúan alimentando a la multitud hambrienta y desorientada. Nos ponemos de pie para iniciar nuestra celebración, cantamos. MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA Gén 14, 18-20 El ofrecimiento del pan y del vino, que hace el sacerdote – rey Melquisedec, signos de fraternidad, siguen estando presentes como elemento de toda celebración litúrgica, con los cuales renovamos el misterio de nuestra salvación. Escuchemos. SALMO 109 MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA I Cor. 11, 23-26 San Pablo nos comunica la tradición apostólica que él ha recibido de ofrecer el Cuerpo y la Sangre de Cristo, como memorial de la bienaventurada pasión y muerte de Cristo, tal como lo sigue haciendo hoy la Iglesia. Escuchemos. MONICIÓN AL EVANGELIO San Lucas 9, 11b-17 San Lucas hace coincidir los gestos de la multiplicación de los panes y de los peces, con los gestos de la última cena, cuando Jesús, mirando al cielo, pronunciando la bendición y partiendo el pan, nos entrega su Cuerpo y su Sangre. ! El dar de comer al pobre debe ser consecuencia de la celebración eucarística! De pie para escuchar la Buena Nueva de Salvación; cantamos. ORACION DE LOS FIELES A cada intención respondemos: PADRE ESCUCHANOS - Por los que hacen de su vida una entrega a los demás: el Papa Francisco, nuestros Obispo Ángel y Rómulo; los sacerdotes, las religiosas, los religiosos, los ministros extraordinarios para distribuir la comunión … para que al dar a sus hermanos el Pan de vida encuentren ellos, en ese mismo Pan, su alimento y su fortaleza. OREMOS. - Por todos los cristianos, para que nuestro amor a Cristo, el «pan que ha bajado del cielo», nos impulse a cumplir la obligación fraterna de compartir el pan con nuestros hermanos necesitados. OREMOS. - Te pedimos de una manera especial por los pobres, los que viven en condiciones infrahumanas, los que no saben cómo solucionar sus problemas en la vida, para que siempre seamos solidarios con ellos. OREMOS. - Para que crezca en todos nosotros el deseo de comunión, como fruto de nuestra unión con Cristo, en el misterio eucarístico, y así podamos continuar los trabajos en las Asambleas Sinodales llenos de esperanza. OREMOS. MONICIÓN AL OFERTORIO Con los dones de pan y vino, que ofrecemos hoy ante el altar, alabamos a Dios, realizamos el memorial de la pasión y muerte y nos preparamos para dar de comer a los pobres del Señor, nuestros hermanos. MONICIÓN A LA COMUNIÓN Jesús es la nueva presencia real entre nosotros. En la comunión se nos da a comer del Cuerpo y la Sangre de Jesús para llenarnos de la misma vida divina de Cristo. Que al recibirlo nos comprometamos a ser testigos de su amor. MONICIÓN A LA DESPEDIDA FINAL La misa no ha terminado. Una vez que hemos celebrado los misterios del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, vayamos a los hermanos a compartir con ellos los dones recibidos. Nuestra vida de cristianos debe ser servicio generoso y desinteresado en Cristo.