Lección 3 La Gracia Divina en Cristo (2:1-10) Texto Clave: “Pero debido a su gran amor por nosotros, Dios, que es rico en misericordia, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados (es por gracia que ustedes han sido salvados)” (Efesios 2:4, 5). Objetivo de la Lección: Entender que éste mundo está bajo el colérico juicio de Dios y que nuestra única salida es el camino que Él planificó: Salvación por medio de la misericordiosa gracia de Dios, a través de la sola fe en los méritos completos de Cristo. Introducción: Cuando uno hace un análisis de la historia mundial de ésta edad presente, ella puede ser resumida con éstas palabras: “¡agresión y lucha por sobrevivir!” Una vez que hemos experimentado la vida biológica, podemos estar seguros que la muerte marcará la siguiente fase. En algún punto del principio, el pecado entró en el mundo y la muerte lo ha acompañado desde ese entonces. Nuestra naturaleza física y psicológica ha transmitido la infección de una generación a otra y la han pasado como un virus. Los síntomas de la naturaleza pecaminosa son el orgullo, el egocentrismo, la inclinación a considerarnos mejores que los demás, el desprecio de la sujeción a la autoridad de Dios, y la urgencia interna para satisfacer pasiones ilícitas y lujuria, a expensas de nosotros mismos y de los demás. Y la herramienta más dañina de todas es, ¡nuestra engañosa habilidad para negar nuestros caminos pecaminosos y así racionalizamos nuestros pensamientos y comportamientos como apropiados y políticamente correctos! Las consecuencias del pecado son que el mundo ha cortado su relación con Dios. Y Dios ha condenado al mundo por su rebelión. Tanto judíos como gentiles están condenados a la muerte por causa del pecado, habiendo sido hallados dignos de recibir el juicio de Dios. Están tanto legal como espiritualmente muertos en lo que a Dios concierne (2:1-3). Sin embargo, el amor de Dios ha encontrado un camino para salvar al mismo mundo que Él condenó. Él lo ha hecho condenando a Su único Hijo, en lugar suyo y mío. De ésta manera, Dios nos declara justos, perdona nuestros pecados y nos da vida sobre la base de la justicia de Aquel que murió y resucitó por nosotros. Las riquezas de la misericordia y gracia de Dios están evidentemente manifestadas, al resucitar Él a los espiritualmente muertos, a la nueva vida en Cristo. También, no sólo tendremos parte en una futura entronización celestial junto a Cristo, sino que mediante nuestra unión espiritual, ¡ya estamos hoy sentados con Él en los cielos (vv. 4-7)! La salvación misma es un regalo de Dios y se apropia por la sola fe (vv. 8, 9). En otras palabras, la realidad de que uno sea salvado no depende de qué méritos u obras uno haya hecho, sino de Dios, que gratuitamente regala la salvación en base a Su gracia impartida a todo aquel que está dispuesto a creer a través del Espíritu Santo. La salvación implica una interacción entre Dios y el ser humano. Dios provee el contenido de la fe, es decir, lo que debemos creer (muerte y resurrección de Cristo), pero nosotros ejercemos el creer (nadie más puede creer por usted). La fe no es una obra sino la respuesta que Dios busca, la cual acepta y recibe lo que Dios provee (Romanos 4). Lo que se quiere decir con sola fe, es simplemente creer que la redención en Cristo es más que suficiente para nuestra salvación, sin la necesidad de agregarle nuestras propias obras de obediencia o rituales religiosos. Ésta nueva relación con Dios produce una nueva creación en nosotros, es decir, una nueva vida en Cristo (v. 10). Nuestra vieja naturaleza pecaminosa ha sido subyugada por un todo nuevo concepto de la vida, con Jesús en el centro. Como resultado de nuestra nueva relación con Jesús, debemos producir buenas obras que estén de acuerdo con el carácter y designio de Dios. Aunque las buenas obras nunca son la base de nuestra salvación (ya que la raíz es Cristo), ellas son el fruto de nuestra relación con el Señor resucitado, según el nuevo pacto. Preguntas para Estudio Bíblico Lea los siguientes versos y responda las preguntas: 1. Efesios 2:1-3 a. En el contexto de ésta carta, ¿Quiénes eran los “ustedes” a los que Pablo se dirigía? v. 1a. Nota: Pablo con frecuencia distingue entre él mismo (y otros judíos), de los gentiles, por el uso de “nosotros” y “ustedes” respectivamente. b. ¿Cuál había sido en un tiempo la condición de los destinatarios? v. 1b. ¿Por qué había sido así? ¿Qué quiso decir Pablo con “muertos”? Identifique el sentido: ¿espiritualmente muertos, significando la total aniquilación del libre albedrío humano? o ¿espiritualmente muertos, significando la corrupción del libre albedrío con una sentencia legal de muerte sobre él por causa del pecado? Explique. Vea Colosenses 2:13-14. c. ¿Qué tipo de vida llevaban éstos gentiles en el pasado? v. 2a. ¿Quién era ese gobernante al que ellos habían seguido? Explique. Vea 2 Corintios 4:3-6. d. ¿Entre quiénes trabajaba éste “espíritu”? v. 2b. ¿Piensa usted que la mayoría de sus seguidores, saben conscientemente que siguen a Satanás? Explique e. ¿Qué quiso decir Pablo con “todos nosotros”? v. 3a. Vea Romanos 3:9-10. Nota: Aquí Pablo es todo inclusivo e incluyó tanto a judíos como a gentiles. ¿De qué manera vivían ellos en un tiempo? v. 3b. Vea Gálatas 5:19-21. Explique. ¿Qué de usted? ¿Cómo vivía usted en un tiempo? Comente. f. ¿Cuál era el destino común de ellos, junto con el resto de la humanidad? v. 3c. ¿Por qué? Explique. Vea Romanos 3:19-20. 2. Efesios 2:4-7 a. ¿Qué atributo dentro de Él mismo, movió a Dios hacia nosotros? v. 4a. ¿Qué otro atributo de Dios necesitamos desesperadamente? v. 4b. ¿Qué tanto de éste atributo tiene Dios? Explique. b. ¿Qué había hecho Dios por nosotros? v. 5a. Vea Lucas 15:24; Juan 5:24. Cuándo nos trajo Dios a la vida en Cristo: ¿después que nos perfeccionamos por nuestra propia cuenta? o ¿cuando todavía éramos pecadores? Vea Romanos 5:8. c. ¿Cómo, o a través de qué medio, hemos sido salvados? v. 5b. Explique e ilustre éste gran concepto. Nota: ¡Aún las personas más religiosas a menudo fallan al no captar el significado! d. ¿Qué había hecho Dios por nosotros en Cristo? v. 6. ¿Cómo nos hemos convertido en participantes de su resurrección, ascensión e intercesión? Explique cada una de las tres en un sentido teológico. ¿Puede usted captar la enormidad de nuestra posición en Cristo? Explique qué significa esto en nuestro caminar cristiano. e. ¿Qué quería Dios demostrar, desde ésta época presente hasta la época venidera (la época de la resurrección)? v. 7a. ¿Cómo ya se había expresado esto y a través de quién? v. 7b. Explique. 3. Efesios 2:8-10 a. ¿Qué énfasis sobre la salvación se hace aquí? v. 8a. El tiempo gramatical de la palabra “salvados” está en pasado. ¿Puede explicarlo? b. Si la salvación procedente de Dios es por gracia, ¿Cómo se llama la respuesta humana que la recibe? v. 8b. Qué es lo que no procede de nosotros: ¿la salvación misma? o ¿la respuesta humana de fe? Nota: La respuesta es, la salvación misma. Aunque la fe no es una obra meritoria, es “nuestra” respuesta a la obra salvadora de Dios en Cristo. Nosotros ejercemos la fe. Vea Romanos 4:1-7. c. ¿Cómo se le llamó a la salvación misma? v. 8c. ¿Por qué? Vea Romanos 3:22-24. d. Definitivamente, ¿por cuál medio no se puede obtener la salvación? v. 9a. Vea Hechos 13:38-39; Gálatas 2:16; Filipenses 3:7-9; Tito 3:5. ¿Por qué razón? v. 9b. Vea Romanos 3:27-28. Explique. e. Como resultado de la gracia salvadora de Dios, ¿Qué somos ahora nosotros? v. 10a. ¿En quién hemos sido creados de nuevo y para qué propósito? v. 10b. Explique. Consulte la Introducción. Vea 2 Corintios 5:17; Gálatas 6:14-15. Interacción Contemporánea: Responda las siguientes preguntas: 1. Describa hasta qué profundidad la depravación humana puede llegar en un sentido global. Tome en consideración algo de la reciente historia de la humanidad: el problema entre Nazis y Judíos; el Marxismo en América Central; los escuadrones de la muerte en América Latina; el conflicto Judío-Palestino; el genocidio en el África; el ataque al Centro Mundial de Comercio; la guerra en Afganistán; las organizaciones terroristas Islámicas a nivel mundial. Comente. 2. Como cristianos con un llamado superior y en deuda con la gracia salvadora de Dios, ¿Cuál piensa usted que es la función de la Iglesia en el mundo de hoy? ¿Cómo podemos alcanzar con el evangelio a un mundo en conflicto? Comente. Conclusión: El mundo parece estar girando tan rápido como puede, alejándose de Dios, y hacia su propia destrucción inevitable. Sin embargo, el amor de Dios ha encontrado un camino desde la desesperanza de la muerte, hacia el gozo del regalo de vida en Cristo. ¡Salvados por la gracia divina!