1 Espíritu de familia Ficha 3 ESPÍRITU DE FAMILIA Objetivos 1. Tomar conciencia de la importancia del ambiente como elemento educativo. 2. Mostrar que el “Espíritu de familia” propio de los colegios de Jesús-María forma parte de la experiencia personal de Claudina. 3. Motivar a todos los agentes de la vida del Centro a asumir su propia implicación en la creación y mantenimiento de ese espíritu. esde su infancia, Claudina creció en un ambiente familiar cálido, acogedor, alegre, de comunicación y preocupación de unos por otros. “Glady va a cumplir siete años, tiene ya tres hermanos y dos hermanas /.../ Las personas mayores de la familia, padres, abuelos, tíos, viendo el modo como Glady se desenvolvía, cuidando a sus hermanos y ayudando a su madre, empezaron a aplicarle el sobrenombre “la petite violette”/.../. (Gabriela Mª RJM. De aquella noche en Pierres Plantées. P. 39) nte la dificultad, vemos a los Thévenet luchando por seguir unidos, cada uno es capaz de cambiar su situación para que la familia salga adelante, tomando decisiones difíciles para todos. Esto incluye el ingreso de Claudina en la Abadía de San Pedro. “Los Thévenet se habían mantenido hasta 1782 en el mismo nivel de vida que sus parientes /.../ nivel de alta clase media. Pertenecían a la bourgeoisie de la época y al mundo de los negocios prósperos. No derrochaban ni se permitían lujos excesivos, pero vivían con mucha holgura. Pero la familia Thévenet era muy numerosa y, en 1783, fracasaron algunos negocios. En consecuencia, el matrimonio procedió a la separación de bienes, /.../ y la familia se redujo a una vida más modesta. Los Thévenet continuaron viviendo en al Rue Royale, y establecieron un negocio de proporciones reducidas, a nombre de María Antonieta. /.../ Filiberto aceptó con dignidad la situación. Siguió trabajando en la forma que las nuevas circunstancias le imponían o permitían. María Antonieta dio pruebas, una vez más, de su espíritu cristiano y de su carácter firme y enérgico. Glady, que tenía entre ocho y nueve años, pasó como pensionista a la Abadía de San Pedro”. ( Ib. p. 40-41) 2 Espíritu de familia Ficha 3 n el momento de la gran prueba, las cartas de los hermanos reflejan lo que para ellos era la familia. La solidez de esa experiencia vital cobra especial relieve en el momento de mayor sufrimiento. Es entonces cuando recomiendan a Glady, a su madre y a su hermano menor la tarea de conservar ese don precioso: la vida de familia. “....Adiós, hermanas mías, adiós, oh, mi pobre hermana Glady, cómo te compadecemos todos pensando en tu exquisita sensibilidad; cuídate, te lo ruego, y por el cariño que me tienes. Adiós, Fanny; adiós, Louis, piensa que en adelante eres el único hijo, obra en consecuencia y piensa que has de ser el sostén de toda la familia. No creáis que me olvido de mis hermanas Babette y Leonor, afortunadamente están en Belley, preparadlas para comunicarles nuestra muerte. Adiós, queridas tías,...” (Positio. Doc II. P. 15) “Oh, no, son demasiado dolorosos todos estos sacrificios y mis lágrimas se escapan, no puedo contenerlas, adiós, espero que dentro de algún tiempo encontrarás una afectuosa esposa, a quien envío mi despedida y toda mi gratitud, y ella te ayudará a soportar el peso de la vida.” (Positio Doc. II p. 16) (Glady)… “Nuestra excelente madre, consuélala. Si, querida hermana, dile que tiene todavía una familia de cinco hijos para los cuales se ha de conservar...” (Positio Doc. II p. 17) Adiós, Luís, adiós, mi buen hermano, camina siempre por el sendero de la virtud y del honor y recibirás la recompensa... Piensa que eres tú el llamado a ser algún día el sostén de nuestra digna madre. Ponte pronto en condiciones de atender a nuestros padres en los días de su vejez” (Positio Doc. II p. 17) Después de la muerte de sus hermanos, la familia Thévenet se instaló en la Rue Masson, dispuesta a iniciar una nueva etapa. Las dos primas huérfanas a quienes Claudina consideraba sus hermanas menores, contrajeron matrimonio en 1801 y 1802, respectivamente, pero murieron poco tiempo después, a los 23 años, y si bien el matrimonio de su hermana Elisabeth fue un momento de gozo, poco a poco la casa familiar se fue vaciando. Juan Luis, el hermano menor, se instaló en otra ciudad, y sus hermanas Babet y Leonor entraron en la vida religiosa. Claudina siguió siendo el fiel apoyo y la alegría de sus padres ancianos.1 lgunos años después Claudina y sus compañeras forman un grupo de laicas para compartir su fe sirviendo a los demás. Con un lenguaje del S. XIX describen el clima en el que desean vivir, el clima de familia que Claudina ha vivido, un ambiente en el que cada persona se siente reconocida, respetada, aceptada y querida. “… Estarán atentas para evitar los abusos, defender el honor y la fama de sus compañeras; evitarán todo lo que pudiese alterar la unión entre los distintos miembros, como burlarse de tal o cual asociada, ridiculizarla, despreciarla, tener amistad particular con algunas, mientras que a otras se les muestra indiferencia y frialdad; no se permitirán ningún sentimiento de superioridad y de orgullo hacia las que tienen una educación menos cuidada; /…/. No dejarán la compañía y la conversación de una prefriendo a otra, sino que hablarán y estarán a gusto con todas”. (Positio Doc IV p.73) 1 (Cf. Gabriela Mª RJM. De aquella noche en Pierres Plantées. pp. 178-184) 3 Espíritu de familia Ficha 3 ste ambiente caracterizaba la vida en la Providencia. Como las plantas se nutren del sol, el agua y el aire, allí las niñas “respiraban el aire” que les permitía crecer y madurar. “Ante todo, decía la prudente Madre, hagamos mujeres hacendosas, que sepan sacar partido de todo en su casa y que sean la bendición de los hogares que formarán más tarde”. (Positio Doc. XXVII p. 578) “Hay que ser las madres de estas niñas, sí, las verdaderas madres tanto del alma como del cuerpo” (Positio Doc. XXVII p.628) a comunidad que brindaba a sus alumnas tenía el calor de una auténtica familia en la que ella ocupó siempre, de forma ejemplar, el puesto de una madre. “Se mostraba su verdadera madre, quería que no sólo no les faltara nada sino que vez en cuando tuvieran algunas fiestas, algunas golosinas; las visitaba con frecuencia, las animaba; hasta las acariciaba, les daba sus mejores consejos y se interesaba por cuanto las concernía. Se la veía muy contenta cuando les podía hacer algún bien”. (Positio Doc XXVI p. 506) “Nunca, según el testimonio de las más antiguas, cedía la Madre a otras el privilegio de prestar los primeros cuidados a sus queridas niñas, desde su llegada. Lavar y peinar a estas pobres criaturitas, limpiarles la cabeza del repugnante hormiguero que las habitaba, ponerles un vestido nuevo y limpio, un buen calzado en los pies y presentarlas así transformadas y sonrientes a sus nuevas compañeras” (Positio Doc XXVII p. 574) “…las mayores ayudaban a las más jóvenes para que pudieran recibir al fin del día el buen punto o las golosinas prometidas…” (Positio Doc XXVII p. 573) (cuando las niñas se iban de la Providencia)”se reservaba además, el derecho y el deber de continuar velando por ellas, de cerca y de lejos” (Positio Doc XXVIIp. 580) ste clima, que exige mucha generosidad y entrega por parte de todos, necesita un fundamento sólido que abarque la totalidad de la existencia. “Debemos estar unidas entre nosotras, unidas a los que son objeto de nuestro celo, y unidas a Dios que es el vínculo de las otras dos uniones, las cuales, sin esta tercera, no podrían subsistir. La unión entre nosotras consiste en este espíritu de caridad que debe hacer de todas nosotras un solo corazón y una sola alma, de la cual Jesucristo es la vida y el lazo. Unión con los que son objeto de nuestro celo: es necesario tratarlos y hablarles con el acento de dulzura y de paz que los atraiga, los mueva y los gane a todos hacia Jesucristo.” (Positio Doc IV p. 114-115) 4 Espíritu de familia Ficha 3 Para ayudarnos en nuestra tarea educativa: pistas para el trabajo Identificar el tipo de familia presente en nuestra sociedad y entre nuestros alumnos: características, influencia que tiene en su formación… Identificar cual es el clima que entre todos creamos hoy en nuestro centro: características, influencia que tiene en la formación de nuestros alumnos… Iluminar esta doble realidad de nuestro centro con la experiencia de Claudina. Descubrir pasos a dar para fortalecer el clima educativo de nuestro centro, para fortalecer el espíritu de familia.