RENOVACIÓN NARRATIVA DEL SIGLO XX Son las influencias de Nietzsche y Freud las que dirigirá la mirada de la sociedad hacia su propio sentido, difícil de definir en un mundo que ha perdido las certidumbres “Dios ha muerto, había afirmado Nietzsche), y que se siente gobernado por la irracionalidad y el caos. La sensación de vacío y desorientación conduce al relativismo vital. En el terreno político, a principios del siglo veinte en Europa nos encontramos con la hegemonía de Alemania, y de Inglaterra y Francia, en posiciones enfrentadas, por los dominios coloniales. El desarrollo económico e industrial de Alemania la convertirá en la segunda potencia industrial del mundo. Se alimentó así un sentimiento de superioridad y un nacionalismo ideológico que estimulaban una política expansionista, acompañada por un refuerzo armamentístico notable. Las tensiones generadas desembocarán en la I Guerra Mundial. Con el Tratado de Versalles (1919), que certifica la derrota y el castigo para Alemania, se iniciará un periodo de prosperidad europea conocido como “los felices veinte”, por el desarrollo de la industria que debe satisfacer la demanda de los países en reconstrucción. Este periodo concluye con la quiebra de 1929, que obliga a dudar de la autorregulación de las economías capitalistas. Además, desde 1919, la Revolución rusa demuestra que el capitalismo no es el único sistema posible para la organización social, lo que acentúa la pérdida de confianza en el modelo decimonónico en toda Europa. En el campo de la ciencia, se producen continuos avances tanto en el ámbito teórico como en sus aplicaciones técnicas (física, biología,psicología; pero también aviación, cine, medicina, comunicaciones). La literatura refleja los cambios sociales y de valores de su época. Por eso nos encontramos desde el deslumbramiento por el progreso en movimientos como el futurista italiano, hasta la crítica radical del dadaísmo, pasando por las visiones desconfiadas del expresionismo alemán o del surrealismo francés. La literatura asume la denuncia de las deficiencias de la razón y la cultura, que mantiene tabúes ideológicos y morales. El rechazo a esos valores antiguos provocó el culto al absurdo: las convicciones fueron sacudidas en sus cimientos y el papel mismo de la existencia puesto en tela de juicio. En este contexto, la filosofía está dominada por la figura de Kierkegaard, que defendía la importancia de la vida humana centrada en el individuo concreto. Así toma importancia la idea de libertad, definida como la posibilidad de elegir el camino personal. Esta libertad al margen de criterios éticos o religiosos preestablecidos provoca angustia. A esta sensación la cultura europea dará distinta respuesta: o el regreso a la religión; el pesimismo o la solidaridad y la rebeldía. En la Europa central, el expresionismo será el cauce por el que discurrirá el proceso de renovación intelectual de una sociedad en la que se desintegran los valores del antiguo orden burgués. En 1920 se publicará una antología de la poesía expresionista alemana con el título Ocaso de la humanidad. Este expresionismo tiene como rasgos esenciales la exaltación del irracionalismo, la visión subjetiva del mundo exterior que se convierte en una proyección del yo, y una actitud de rebeldía permanente, que entre los autores más jóvenes se encarna en el enfrentamiento contra el autoritarismo paterno. Con esos componentes se produce una renovación narrativa que debe reflejar el caos de la vida del siglo XX mediante la renovación formal que afecta tanto a la técnica narrativa como a la estructura de la obra. FRANZ KAFKA (1883-1924) Pertenece a una familia judía de comerciantes de habla alemana que reside en Praga. Joven solitario, vivió bajo el dominio de su padre. Se dedica intensamente a la lectura mientras realiza los estudios convencionales. En 1096 se gradúa en Derecho. En 1904 inicia su trayectoria literaria con Descripción de una lucha, centrada en la problemática relación del individuo con el mundo, basada en la mutua indiferencia. Doctorado, empieza a trabajar en una compañía de seguros que le absorbe todo su tiempo. Por eso cambia de empleo, aunque en el mismo sector de los seguros, pero ya con tiempo para dedicarlo a la literatura. En 1908 aparece su primera publicación, un conjunto de ocho textos breves bajo el título común de Contemplación. En estos años es en los que participa más activamente en la vida social: viaja por distintos países y entra en contacto con círculos socialistas. 1912 es el año de composición de La metamorfosis, que sería publicada en 1916. Sus temas recurrentes ya aparecen en esta breve narración: la relación con el padre, la aversión por la burocracia y el complejo de culpa. Como escritor recoge la peculiar lógica de los sueños, que mientras son vividos parecen coherentes, pero en estado de vigilia resultan ilógicos. Kafka desarrolla esa lógica del sueño según su propia dinámica interna, hasta el absurdo. En la metamorfosis, después de transformar al protagonista en insecto sin ninguna explicación, Kafka expone las reacciones del entorno y la familia hasta la extinción del personaje-escarabajo; mientras éste se preocupa más por conservar su trabajo que por la transformación que ha sufrido. Presenta los hechos con precisión y naturalidad, con lo que el lector se siente implicado de inmediato en esa realidad inquietante y monstruosa. El protagonista padece unas circunstancias que no va a poder controlar, de modo que el centro de la obra está basado en esa incapacidad para superar una situación de pesadilla. La obra permite una lectura alegórica sobre el sinsentido de la condición humana: se trataría de reflejar las relaciones del individuo con el poder, oscuro y absurdo, que controla su vida. En 1914 y 1917 se compromete en matrimonio con la joven Felice Bauer, pero en las dos ocasiones el compromiso queda anulado. A partir de la ruptura, en el temperamento de Kafka se consolida el aislamiento. Continúa su trabajo burocrático y dedica las noches a escribir –compone El proceso, una caricatura de la administración de justicia- aunque sin deseo expreso de publicar. En 1919 se le manifiesta la tuberculosis, a partir de la cual la estancia en residencias y sanatorios facilitaría el aislamiento del escritor. En 1922 escribe El castillo, sobre un poder que no se comprende y que somete a la pequeña aldea, y al agrimensor K., al que se ha reclamado para la realización de un trabajo que no se le permite realizar. En lectura simbólica, parece una referencia al sistema capitalista, que somete en su maquinaria la voluntad de los ciudadanos. Muere enfermo en 1924, dando instrucciones para destruir su obra inédita. Su albacea testamentario y amigo Max Brod desoirá esa solicitud y se encargará de la publicación de todos los libros . MARCEL PROUST (1871-1922) Hijo de un médico parisino y una burguesa e ilustrada judía. De salud débil, pasa largas temporadas en un pueblecito que se convierte en el paisaje de su infancia. En 1880 sufre una crisis de asma que le impedirá regresar a ese lugar, Illiers –Cambray, en su obra. A partir de 1888 asiste a salones parisinos donde se da cita “el gran mundo”, la sociedad elitista y refinada. En 1889 ingresa voluntario en el servicio militar, periodo en el que se confiesa feliz. En 1890 se matricula en Derecho y ciencias Políticas. Posteriormente también se licenció en Letras, pero no ejerció ninguna profesión. Convertido en joven dandi, mantiene una fructífera amistad con una dama viuda, madre de un compañero suyo del instituto. Visita salones y colabora en publicaciones literarias. A través de su amistad con un aristócrata, poeta y homosexual, se introduce en lo más selecto de la sociedad parisina. Su primera publicación, Los placeres y los días, recoge prosas dispersas que habían aparecido en prensa. Desde 1896 el descubrimiento del artista inglés John Ruskin se convierte en el centro de su trabajo, y sobre él compondrá artículos críticos y realizará traducciones de su obra. La muerte de sus padres entre 1903 y 1905 lo sume en una profunda depresión. Estará internado en un sanatorio y después buscará refugio en un piso parisino, para encerrarse en sí mismo y en la literatura. En 1909 comienza el que será su gran proyecto, una novela que recreará literariamente la experiencia vital del autor. Se trata de un relato en primera persona donde el narrador mezcla el análisis de su intimidad con su postura de observador de la realidad que lo circunda. Esa realidad no es una transposición directa de la vivida por el autor, sino que se transfigura a través de la imaginación literaria. Quiere resumir en una parábola novelesca el sentido del tiempo, desde los sueños de la niñez a la compresión y la serenidad de la edad adulta. En busca del tiempo perdido (compuesta por siete volúmenes) es una reflexión sobre el paso del tiempo y la fugacidad de la vida. Destaca en la obra la descripción minuciosa de los objetos, y el análisis de los personajes y de sus transformaciones, además de las reflexiones sobre el arte, la muerte, el dolor, el amor y el propio paso del tiempo. En 1912 publica los primeros fragmentos de esta novela monumental (la más voluminosa de la literatura mundial); el año siguiente aparece el primer tomo de En busca del tiempo perdido, con el título Por el camino de Swann. Tras el paréntesis de la Guerra (1914-1918), aparece el segundo tomo, A la sombra de las muchachas en flor; y en 1922, Sodoma y Gomorra, el tercero. El resto de volúmenes aparecerá con carácter póstumo hasta 1927. JAMES JOYCE (1882-1941) Escritor irlandés, se presentó en el mundo literario en 1914 con Dublineses, un conjunto de relatos ambientado en la capital irlandesa. En 1916 publica Retrato del artista adolescente, autobiográfico, sobre su aprendizaje como escritor. En 1922 publicará su obra cumbre Ulises, que será un compendio de todas las técnicas de renovación narrativa conocidas entonces. Ulises cuenta en 18 capítulos un día cualquiera en la vida de un personaje gris en situaciones cotidianas. No existe propiamente una acción con un desenlace, sino un seguimiento a un personaje que es cualquiera. Pero las novedades técnicas hacen de esta obra un texto imprescindible. La más importante es el uso del monólogo interior, que refleja el fluir de la conciencia sin puntuación ni coherencia lógica. Luego también destaca por la intertextualidad, es decir, por el uso de citas y referencias literarias (véase el título de la novela) y la imitación de distintos modelos lingüísticos de distintos tipos de texto: documentos administrativos, lenguaje científico; teatro, canciones… Abundan los recursos literarios, donde destacan los juegos de palabras, herencia de la tradición literaria anglosajona; y el uso de arcaísmos junto a cultismos y lenguaje jergal, de la calle. THOMAS MANN (1875-1955) Autor alemán, se opuso al nazismo, por lo que tuvo que exiliarse. En 1912 publica Muerte en Venecia, obra que simboliza la lucha del arte contra la vida a través de la atracción que un prestigioso autor literario siente por un muchacho con el que coincide en su hotel de vacaciones en Venecia. La montaña mágica es un obra maestra y una de las novelas más importantes del siglo XX. En un sanatorio suizo para enfermos de tuberculosis nos presenta la descomposición del mundo burgués, de su moral y sus modos de entender la vida.