CICLO DE APRENDIZAJE Nº 07 I. II. III. INFORMACION: Fecha: Para el 16/05/2015 Título de la lección: JESÚS, EL ESPÍRITU SANTO Y LA ORACIÓN Tema: La correlación entre Jesús, el Espíritu Santo y la oración Concepto CCE: Caminar con el Espíritu Santo, con una fe inconmovible en el poder de la oración, nos aseguran crecimiento espiritual. Aprendizaje esperado: Explica lo que el evangelio de Lucas afirma acerca de la correlación entre Jesús, el Espíritu Santo y la oración. Pregunta de análisis: ¿Qué dice el evangelio según San Lucas acerca de la correlación entre Jesús, el Espíritu Santo y la oración? COMPONENTES Y CAPACIDADES COMPONENTES CAPACIDADES SABER Reconoce la Necesidad del Espíritu Santo SENTIR Acepta el Poder de la oración HACER Busca la conducción del Espíritu Santo DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES Ciclo del aprendizaje MOTIVACION Captar el interés Focalización Saberes previos Capacidades Análisis Estrategias Metodológicas CONEXIÓN: ¿Qué significa “orad sin cesar”, y cómo manifestamos este principio en nuestra vida? Explica tu respuesta… Se declara el tema ¿Qué significa “oración”? ¿Qué significa “necesidad”? Según el DBA, “Oración” (heb. tefillâh, "oración", "salmo de alabanza"; gr. generalmente dé'sis, súplica", "oración"; proseuje, "oración", "intercesión"; etc.). es comunión con Dios que consiste generalmente en alabanza, gratitud y/o súplica. Según el Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. “necesidad” es el deseo o impulso que una persona siente de hacer una cosa. Lucas ve un vínculo entre Jesús y el Espíritu Santo, que es básico para entender el ministerio del Salvador. Lucas también destaca la oración en la vida y la misión de Jesús. Se comunica el aprendizaje esperado Se plantea la pregunta a resolver Tiempo 5´ 1 EXPLORACIÓN Comentario PROCESO: Comentario de la Biblia: I. NECESIDAD DEL ESPÍRITU SANTO a. Necesidad de dependencia ¿Qué nos dice Luc 4:18 acerca de la función del Espíritu Santo en el ministerio de Cristo? "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos” Luc 4:18 En ocasión del bautismo de Jesús, tanto el Padre como el Espíritu Santo afirmaron la autenticidad de su misión redentora. Desde entonces, Jesús estuvo “lleno del Espíritu Santo” (Luc. 4:1) y listo para enfrentarse con el enemigo en el desierto, así como comenzar su ministerio (Luc. 4:14). Las palabras iniciales de su sermón en Nazaret fueron una aplicación de la profecía mesiánica de Isaías a sí mismo: “El Espíritu del Señor está sobre mí” (Isa 61:1). El Espíritu era su compañero constante, su fuerza afirmadora, y también sería su presencia permanente entre sus seguidores cuando él ya no estuviese entre ellos (Juan 16:5-7). No solo eso, Jesús prometió que Dios daría el don del Espíritu a quienes lo pidieran (Luc. 11:13). El Espíritu que siempre vinculó a Cristo con el Padre y su misión redentora es el mismo Espíritu que fortalecería a los discípulos en su jornada de fe. De allí la importancia vital del Espíritu en la vida cristiana. II. EL PODER DE LA ORACIÓN a. Poder para vencer Según Luc 4:1,2 ¿Para qué sirve el poder de la oración? “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Por cuarenta días, y era tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días, pasados los cuales tuvo hambre. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios".” Luc 4:1-4 La victoria de Cristo en el conflicto con Satanás muestra cuán estrecha e íntima era su relación con el Padre. Aunque el sentido de misión mantenía centrada su dirección, la dependencia de la Palabra de Dios y la comunicación continua con él por medio de la oración, le permitieron a Jesús mantener alejado a satanás. Su relación personal y continua con el Padre lo sostuvo en cada batalla de su vida. Como humano, Jesús usó el poder de la oración para mantenerse conectado con la Fuente de energía del cielo: Oró en su bautismo (Luc. 3:21). Oró antes de elegir a los 12 discípulos (Luc. 6:12, 13). Oró por sus discípulos (Luc. 9:18). Oró antes de su transfiguración (Luc. 9:28-36). Oró en el Getsemaní (Luc. 22:39-46). Oró entregando su vida en las manos de Dios (Luc. 23:46). III. BUSCAR LA CONDUCCIÓN DEL ESPÍRITU a. Buscar la voluntad de Dios Según Luc 11:2-4 ¿Qué pautas dio Jesús acerca de la oración? “Él les dijo: Cuando oréis, decid: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal". Luc 11:2-4 Jesús nos dio pautas generales sobre la oración: “Padre que estás en los cielos” es reconocer que Dios es una Persona, que puede tener la relación íntima con los humanos. Es el 25 2 Sistematización Padre en el cielo. Es diferente a nuestro padre terrenal, porque él es omnipotente, omnisciente, omnipresente y perfectamente santo. “Santificado sea tu nombre” (Luc. 11:2). Seguir al Señor implica santificar su nombre en palabras y hechos (Mateo 7:21-23) “Venga tu reino” (Luc. 11:2). Jesús reveló y estableció el presente reino de gracia y la promesa futura del reino de gloria. Quiere que sus discípulos experimenten el primero esperando el segundo. “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Luc. 11:2). La voluntad de Dios se reconoce y obedece en el cielo. En la Tierra debe suceder lo mismo. Nuestras oraciones deben tener en su núcleo central: “No mi voluntad, sino la tuya”. Esto es: acción de gracias, dependencia de Dios, persistencia, humildad (Luc. 11:5-8; 18:9-14). Jesús recomendó: Orar por nuestros enemigos (Luc. 6:28), por la obra mundial de Dios (Luc. 10:2); orar pidiendo coraje espiritual (Luc. 18:1); orar con confesión y humildad (Luc. 18:10-14); orar siempre (Luc. 21:36); orar para no caer en la tentación (Luc. 22:40, 46). Se construye el organizador gráfico con los alumnos (En papel, cartulina, pizarrín, etc.). Puede usarse otro método para sistematizar JESÚS, EL ESPÍRITU SANTO Y LA ORACIÓN Reconoce la… Acepta el… Necesidad del Espíritu Santo Es la… Poder de la oración Necesidad de dependencia Es… Poder para vencer Buscar… La conducción del Espíritu Es… Buscar la voluntad de Dios En conclusión… La fe y la vida cristianas nacen y se alimentan por el Espíritu Santo, y es sostenida por la oración, gratitud, intercesión y dependencia de Dios. APLICACIÓN Reflexión CREATIVIDAD Transferencia INTERIORIZACIÓN: Se responde a la pregunta de análisis: ¿Qué dice el evangelio según San Lucas acerca de la correlación entre Jesús, el Espíritu Santo y la oración? Luego: ¿Para qué nos servirá lo aprendido? ACCIÓN: “No te dejaré, si no me bendices” (Gén. 32:26). Ese es un buen ejemplo de oración persistente. ¿Qué otros ejemplos podrías dar? 10´ Alfredo Padilla Chávez Escríbenos a: privadoapc@gmail.com LIMA PERÚ http://www.escuelasabatica.me/ 3