Amor, una palabra tan pequeña que designa un sentimiento tan grande. El primer amor, solo ocurre una vez, quizá sea por azar o quizá sea cosa del destino, que quiere que eso se viva y se cumpla. No hay sentimiento igual, te llena el corazón de alegría, ese vacío que antes se sentía desaparece, solo hay que ser correspondido. Y es que no puedo pasar ni un minuto, ni un segundo más esperando esa media naranja, ese alma gemela que estará siempre a tu lado, para lo bueno y para lo malo, alegrías, tristezas.. Pero, párate un momento a pensar. No tienes toda la vida para ser feliz, sólo has de buscar la felicidad en aquellos que sepan dártela y que te valoren. Hazlo. Comienza por el principio. Vístete todos los días con una sonrisa en la cara, porque cada día que no sonrías, es un día perdido. No puedes recuperarlo. Sonríe, no sabes si alguien puede enamorarse de tu sonrisa. Ese sentimiento, mariposas en el estómago, el saber que tienes a alguien con quien compartir todos los días de tu vida, aprovechar cada minuto como si fuera el último para compartir momentos inolvidables. Sí, he sentido miedo de que todo esto fuera a terminar, no sería nada sin ti. Sé que si te pierdo, nada volverá a ser igual. Caeré en un pozo de desesperación, porque te necesito como el aire para respirar, sin ti no puedo seguir, eres el centro de todos mis pensamientos. Pero sí, voy a gritarlo a los cuatros vientos, para que todo el mundo me oiga. No me importa nada si no es contigo, solo somos tu y yo. Porque, esa persona que siempre sabe cómo alegrarme, que me conoce más que yo misma, que gritaría al mundo que me quiere. Eres tú. Cristina Romero De La Cruz, 2º ESO A