Las estelas que producen los aviones a gran altura son debido a las especiales condiciones atmosféricas reinantes en esas cotas (usualmente, 9.000 ó 10.000 metros). A esos niveles, aunque parezca increíble, el aire es tan puro que el agua que tiene disuelta en él, a pesar de haber una temperatura de 50 grados bajo cero (o incluso más baja,) no es capaz de pasar al estado sólido porque le falta un elemento externo que haga de “semilla” para iniciar la cristalización del agua. El agua en este estado se la llama “agua sobrefundida”. Normalmente, el aire a esas alturas contiene muy poco agua, por lo que las moléculas están tan separadas que cuando pasa un avión no ocurre nada (o casi nada). Pero cuando se acerca un frente frío, ese aire cargado de humedad viene “resbalando” por las capas altas de la atmósfera, y al pasar por las turbinas de los motores del avión, se ven sometidas a un brusco cambio de presión, y los gases del escape de los motores del avión hacen de “semilla”, provocando una súbita congelación del agua sobrefundida. Esto, si las condiciones de la atmósfera son lo suficientemente estables, puede hacer que la estela formada dure mucho tiempo, e incluso sea arrastrada y ensanchada por el viento asociado a ese frente frío cargado de humedad. Si nos damos cuenta, cuando hay estelas de aviones, al día siguiente o a los dos días hay un cambio de tiempo, a peor. Hay un tipo de nube natural que es igual: Los cirros. ¿Por qué son tan repetitivas, por qué forman “estrellas” o “cruces”? Los aviones no van a capricho del piloto por el aire. Siguen una ruta llamada “aerovía”. Son como carreteras en el aire. A cada avión que la usa, se le asigna una altitud diferente, para evitar colisiones. Se puede dar el caso de dos aviones que vayan en sentido contrario, o que vayan en el mismo sentido. Las aerovías están clasificadas en alta cota y baja cota. Las que generan las estelas son las de alta cota, y se usan para vuelos en los que el destino está muy lejos. Un avión que veamos dejando estela a la altura de Madrid, por ejemplo, seguramente que no tiene de destino la Península. Simplemente se la cruzaría enterita perdiendo altura… Bueno, pues en España tenemos este “mapa de aerovías” de cota alta: Como podemos ver, hacen bastantes “estrellas” y “cruces”. De ahí las caprichosas formas que aparecen en el cielo. Hay que añadir que una avión de cuatro motores produce cuatro estelas (aunque luego se unan a una), y un avión de dos motores produce una más fina. ¿Por qué “gira” una estela de repente? Debemos de tener en cuenta de que el cielo tiene tres dimensiones. Eso tan evidente no lo es tanto cuando nuestro cerebro tiende a representarlo como un plano. Como podemos ver en el mapa, un avión a veces necesita hacer “curvas”: no puede ir derecho desde Santiago de Compostela a Cádiz, por ejemplo. Y como vemos, no es que el avión despegue en Santiago… es que Santiago es la referencia de entrada para las aerovías que vienen del Atlántico. Esa curva, que el avión hace de forma amplia, dependiendo de dónde esté el observador puede parecer más acusada, o incluso puede dar la sensación de que ha hecho un giro sobre sus pasos… pero es un efecto óptico. Como ejemplo, aquí está un dibujo de un codo a 90 grados… depende del punto de vista, puede parecer distinto: Pero es solo un efecto óptico. Por último, hay varias razones de peso para pensar que no puede ser un “fumigado”: -No existe un avión con unos depósitos tales que sean capaces de fumigar una zona tan extensa de cielo (muchas veces, de horizonte a horizonte). Como ejemplo, un avión de extinción de incendios, cuya carga es exclusivamente agua, se descarga en unos segundos… -Fumigar a diez mil metros es absurdo… las corrientes se llevarían el “principio activo” a otro país… como poco. -¿Cómo se protegerían los “fumigadores”? ¿Y sus familias, conocidos, amigos…? Un ataque así no discrimina amigos de enemigos…