EL DOLCE STIL NUOVO EN LA LÍRICA MEDIEVAL El poema es el siguiente: Tan gentil y tan honesta parece Mi señora, cuando a otros saluda, Que toda lengua temblando queda muda, Y los ojos no se atreven a mirarla. Ella se va, oyéndose alabada, Benignamente de humildad vestida; Y parece criatura venida Del cielo a la tierra a prodigios mostrar. Se muestra tan bella a quien la mira, Que por los ojos al corazón da tal dulzura, Que no puede entender quien no la prueba. Y parece de sus labios moverse Un espíritu suave, de amor pleno, Que va diciendo al alma: Suspira. 1.- Exponga el contenido del fragmento y relaciónelo con el movimiento conocido como Dulce Still Nuovo y el tópico de la donna angelicata. Este poema lo podemos ubicar dentro de la lírica medieval italiana. El autor es Dante Alighieri poeta que bautizó con el nombre de Dolce Stil Nuovo a una nueva escuela poética del siglo XIII que aplica al amor, no al esquema feudal de la poesía trovadoresca, sino las ideas filosóficas de la época (el Neoplatonismo, sobre todo). La mujer se convierte es receptora de las virtudes que emanan de Dios a través de los astros. El amor es un instrumento que acerca al hombre a Dios. El poema incluido en la obra Vida nueva (1293) está dedicado a su amada Beatriz, a quien ve como un ser angelical digno de toda alabanza. El tema del poema es la belleza idealizada. En él, el poeta manifiesta su admiración ante la hermosura de su amada Beatriz a quien concibe como una donna angelicata. Recordemos que el tópico de la donna angelicata o «mujer angelical» fue creado por G. Guinizelli y perfeccionado por el propio Dante. La mujer es vista como mensajera o símbolo de la perfección espiritual, que puede alcanzarse mediante el amor. A la vez se exaltan ciertos rasgos idealizados de belleza femenina (cabello rubio, piel blanca, ojos claros) que seguirán siendo prototípicos durante siglos. 2.-Analice los aspectos formales del texto. En cuanto a la estructura interna el poema se puede dividir en dos partes: la primera abarca los dos cuartetos y el primer terceto, en ella el poeta nos habla del efecto que produce la dama en quien la contempla. La segunda parte corresponde al último terceto, en la que el autor se centra en la ternura, la dulzura, que refleja su alma sublime. La estructura externa del poema es la de un soneto formado por dos cuartetos y dos tercetos, con versos endecasílabos y rima consonante en arte mayor. Sigue el esquema métrico propio de un soneto al estilo italiano: ABBA ABBA CDE EDC. Dentro de esta composición podemos diferenciar distintos recursos literarios, utilizados por el poeta con una misma intención: ensalzar a la mujer amada. En el primer verso una hipérbole, con la que el yo lírico magnifica la profunda admiración que causa en aquellos que la ven, y un asíndeton, al no utilizar conjunciones se destaca más el efecto que produce la dama. Además, encontramos un hipérbaton en los dos primeros versos, que desordena el orden sintáctico, y que enfatiza los dos primeros términos (gentil y honesta) y exagera la belleza de la amada. En los versos tres y cuatro hay personificación con la que se expresa el sentimiento de admiración y temor que produce en el habla y en los ojos de quienes la contemplan. En la segunda estrofa, encontramos un nuevo hipérbaton con el que otra vez se incide sobre la figura de la dama. En el verso ocho aparece una metáfora ("milagro del cielo") con la que el poeta hace referencia a la dimensión angelical de Beatriz. En los versos siete y ocho destaca un encabalgamiento suave que contribuye a dotar de mayor musicalidad al poema. En los tres últimos versos se produce una aliteración del sonido /s/ con el fin de reproducir el sonido pausado del suspiro que se escapa de la hermosa boca de la dama. Como hemos podido comprobar, el soneto de Dante responde perfectamente a las características de definen el Dolce Stil Nuovo, tanto formal como temáticamente. La musicalidad del soneto endecasílabo se pone al servicio de la imagen idílica y divinizada de una amada que se muestra como sublime intermediaria entre Dios y los hombres, hasta el punto de que su belleza alcanza el calificativo de angelical.