TEMA DE DEBATE CAMBIOS CIENTIFICOS Y TECNOLOGICOS Y EDUCACION PERMANENTE Ettore Gelvi 1. Relaciones Internacionales Las relaciones entre el norte y el sur son muchas veces el resultado de las relaciones y las transferencias tecnológicas y también de la posibilidad para el sur de desarrollar investigaciones científicas y tecnológicas independientes. La división internacional del trabajo condiciona y es condicionada también por estas relaciones de dependencia e independencia en el sentido tecnológico y científico. Los Estados más poderosos conjuntamente a las estructuras productivas industriales y de servicios contribuyen al fortalecimiento del poder tecnológico de los países del norte y al mismo tiempo los grandes complejos productivos y las redes de éstos vienen a ser como Estados mundiales sin pretender ser Estados. (1) Una sociedad económica internacional existe, pero muchas veces falta una sociedad civil internacional que pueda equilibrar el poder mundial y establecer relaciones democráticas entre los países en el respeto de sus culturas. Es necesario el desarrollo de una conciencia terrestre que permita a los cinco mil millones de habitantes del mundo reconocerse en un proyecto común, y utilizar ciencias y tecnologías para este proyecto y no para nuevas formas de violencia y dependencia. Paradójicamente, ciencias y tecnologías contribuyen a nuevas formas de exclusión entre los países y el interior de cada país. Es importante una investigación permanente; por un lado, para conocer las nuevas formas de exclusiones que se desarrollan en el sentido social, productivo, cultural y educativo y, por otro, para estudiar cómo es posible la utilización de las ciencias y las tecnologías para superar antiguas y nuevas formas de exclusión. Transformar las sociedades contemporáneas en sociedades de inclusión es un proyecto muy difícil pero no es imposible. Las nuevas tecnologías nucleares, informáticas, biológicas, pueden contribuir a una transformación positiva de la vida de trabajo y no trabajo, y a una participación de todos en la vida social, cultural y productiva. Modernidad no es sinónimo de violencia o de exclusión, al contrario, la condición es que la modernidad tiene como objetivo los intereses de todos y no de grupos limitados de una u otra sociedad. La lucha para el cambio no puede ser solamente lucha científica y tecnológica, es también lucha cultural, social, política y estética. Los modelos de las sociedades contemporáneas en el norte y en el sur, en el este y en el oeste, se enfrentan a muchos fracasos, un cambio radical es necesario para contestar a las demandas muy explícitas de los habitantes del planeta Tierra, que viven en las grandes ciudades del norte o del sur y también en el campo. La sociedad de la comunicación y de la información es una sociedad inquieta, no fácilmente domesticable y que tiene deseos de expresar sus emociones, pero hasta ahora figura que «las emociones del individuo son consideradas extranjeras a la producción y al trabajo de investigación». La educación también en el sentido artístico y literario es, con frecuencia, conocida como una pura transferencia de técnicas, más que una alimentación de capacidad sentida y percibida para expresar libremente estas sensaciones y percepciones. (2) 2. Transformaciones del trabajo y de su organización La educación se enfrenta a cambios radicales de las estructuras productivas, cambio y desarrollo de nuevas profesiones, nuevas estructuras de empleo (trabajo independiente, nuevos servicios, nuevos artesanos). Estos cambios se acompañan también por otra forma de la organización del trabajo y si «los conocimientos científicos son los mismos para los obreros cualificados y los técnicos, la distribución de estos conocimientos se distribuye por un proceso de exclusión, de separación y de reificación que obedecen a la lógica de la jerarquía social». (3) La transformación de la organización del trabajo y de las profesiones tiene consecuencias sobre la calidad de vida en el lugar de trabajo y en el tiempo del mismo. La innovación tecnológica y científica también contribuye a crear y a destruir empleo. El tiempo liberado por el trabajo no tiene hasta ahora respuesta que satisfaga a parados y a trabajadores alienados. El bajo coste de las computadoras, las fibras ópticas, los robots inteligentes, crearán nuevas formas de revolución en la revolución, pero poca atención es prestada a este cambio. (4) Es también necesario una creatividad colectiva para mejorar la calidad de los servicios médicos sanitarios, educativos, culturales, que faltan tanto en el norte como en el sur. La población quiere servicios y calidad, pero muchas veces se enfrenta a ausencias de esos servicios y a calidad muy baja. En el sentido cultural las actividades no tienen límites, los deseos estéticos del hombre y de la mujer son infinitos. La sociedad de las computadoras y de los robots tiene más necesidad de experiencias estéticas y de expresión, que las sociedades tradicionales. No es posible una revolución científica y tecnológica sin una revolución estética. Pero la realidad está compuesta de fábricas sin obreros en algunos países del norte y de un proceso de salarización en algunos países del sur. Estas dos realidades significan, no solamente una división internacional del trabajo y de su modalidad de organización, sino también realidades humanas y sociales muy diferentes en los lugares de trabajo. 3. Saber, cultura y educación La división internacional y las nuevas formas de organización del trabajo, provocan formas nuevas de desposesión del saber, y es importante, para obtener una democracia de la información, «resocializar el saber, que significa devolver el saber a todos los miembros de la sociedad». (5) La información y la formación son partes hoy del proceso productivo. La educación que se limite sólo a la escuela o a la universidad, se separará de uno de los aspectos educativos más importantes, que es la formación del hombre que produce y que crea, pero es importante que los individuos, como también los países, puedan participar en la definición de los contenidos de las investigaciones y de las formaciones. Cuando los individuos y los países son dependientes en relación a los software, a las investigaciones, a los formadores, la formación significa funcionalidad pero dependencia, amaestramiento pero no educación. Es importante para los adultos, sin distinción del nivel de formación inicial, poder participar en la definición de los temas de la investigación educativa y de los contenidos y modalidades de la formación. Muchas veces los adultos son solamente consumidores de formación profesional para el trabajo y de actividades educativas y culturales en el tiempo de no trabajo. Ayer fue la cultura obrera y campesina de los países del norte, que fue negada. (6) Hoy es particularmente la cultura de la gran mayoría de los trabajadores del sur, como también la cultura de las diferentes categorías de excluidos de las sociedades industriales y socieda des postindustriales, pero la lucha para la cultura y la educación es siempre una lucha abierta. Es difícil anticipar los resultados, y es una realidad que «la educación actúa como variable dependiente de la transformación socioeconómica. Esto es, cuando existen modificaciones o transformaciones importantes en la realidad económica o social del campesinado: a) los conocimientos adquiridos anteriormente por la vía escolar o extraescolar empiezan a demostrar su utilidad; b) los que comienzan a autogenerar demandas educativas que responden a las exigencias de enfrentar nuevas situaciones; c) empiezan a tener efectos educativos las propias modificaciones socioeconómicas experimentadas. (7) En un periodo de transición científica, tecnológica, social y cultural, nuevas relaciones son posibles con el saber y la educación; por ejemplo, hasta ahora la vinculación entre ciencias, tecnologías y estructuras militares fue muy fuerte. Ahora, con la reducción muy significativa de los armamentos en el este y en el oeste, no solamente los recursos son disponibles para inversiones en actividades civiles, también la ciencia y la tecnología pueden conectarse con proyectos productivos y culturales de paz. El mundo tiene también cambios interesantes en el desarrollo social y político de muchas sociedades, tanto en el norte como en el sur, tanto en el este como en el oeste. Un ejemplo que interesa a los educadores: Paulo Freire, arrestado en su país, Brasil, en 1964; después estuvo exiliado 15 años, más tarde regresó como profesor a su ciudad, Sao Paulo, ahora es consejero de Educación de esa ciudad y posible candidato a ser ministro de Educación en Brasil. En la producción los trabajadores que tienen hoy perfiles nuevos y también tradicionales, deben negociar sus relaciones no solamente con los salarios, sino también con la organización del trabajo y, en particular, con el saber y la formación. El futuro del individuo en la sociedad moderna está en relación a sus oportunidades educativas en la formación inicial y en el lugar de trabajo. La política educativa de un país no son solamente las reformas y las leyes educativas, sino también las prácticas cotidianas y de los diferentes medios. La falta de confianza en la educación formal estimula muchas veces a los padres, a los jóvenes y a los adultos a buscar soluciones particulares para contestar a sus necesidades educativas. Las poblaciones parecen preferir inversiones públicas en servicios sociales, médicos y sanitarios, más que en los educativos, pero esta tendencia puede ser peligrosa para la democracia educativa de un país. Inversiones en la producción, en la investigación, para mejorar el medio ambiente, se concentran en los países del norte, pero el sur tiene más necesidades (alto porcentaje de analfabetos, paro altísimo entre los jóvenes, nuevas concentraciones urbanas); por una parte los países del norte y las organizaciones internacionales demandan a los países del sur el desarrollo de su educación y, por otra, con sus políticas económicas (deudas, inversiones, políticas fiscales y aduaneras) limitan las posibilidades del desarrollo educativo de los países del sur. 4. Los educadores El perfil de los educadores de educación formal y no formal se transforma y se enriquece, pero es necesaria una evaluación y crítica permanente del perfil y de la función de los educadores. En realidad ellos tienen muchas vinculaciones y limitaciones en su actividad en las estructuras educativas, productivas y sociales. Estrategias nuevas son necesarias para conectarse con los científicos, los tecnólogos y los artistas que contribuyen a la investigación y a la construcción de los nuevos saberes. Nunca como ahora es necesaria una relación de los educadores con la realidad económica, científica y técnica, en la transformación y en el cambio radical. Los educadores viven dramas de falta de identidad, porque no se detiene el poder de la información como en el pasado, porque la formación transita de las estructuras educativas a las estructuras de investigación y productivas. Como los educadores comprometidos lucharon en el pasado para garantizar en la escuela espacios de libertad, posibilidad de expresiones divergentes y no conformistas, hoy deben luchar conjuntamente con todos los que participen en las actividades educativas en los diferentes lugares, para crear nuevos espacios de creación y de no conformismo, tanto en la empresa como en la escuela, en los centros comunitarios como en las nuevas formas de vida asociativas y culturales. Existen nuevas formas de cultura popular, que son expresiones de resistencia, de creación, de estética, de identidad y de solidaridad, pero los educadores están muchas veces lejos de esta cultura popular o la viven como momentos románticos. La comunicación internacional rápida y eficaz parece limitarse a las tecnologías, a las actividades financieras, a la cultura comercial, y la cultura popular aparece como hecho residual romántico y no moderno. 5. Estrategias culturales y educativas Los movimientos populares, en el norte y en el sur, tienen patrimonios históricos y actuales importantes. Estos movimientos fueron los actores principales para el cambio político de sociedades violentas, dogmáticas y sin esperanza, tanto en el sur como en el norte; estos movimientos contribuyeron a rechazar dictadores, a imponer a los gobiernos políticas de paz para las destrucciones progresivas de armas. Muchos de ellos están aún activos para liberar la tierra de la violencia racista en todas sus expresiones. En los últi mos diez años han sido testigos de la fuerza de la participación popular en el cambio de la sociedad y en la construcción de una conciencia terrestre. La existencia de estos movimientos es un hecho cultural y educativo. Claro es, que en una tierra de cinco mil millones de personas, los esfuerzos de los movimientos populares deben conjugarse con las transformaciones de las estructuras públicas (Estado y autonomías locales en sus diferentes formas). El Estado vive hoy, en la mayoría de los países, períodos de crisis por falta de identidad y de recursos, y también, (este hecho es positivo), para nuevas formas asociativas y federativas entre los Estados. La educación puede contribuir a estos procesos en los movimientos populares y también en las estructuras públicas para permitir una utilización democrática de los servicios del Estado. Es necesario dar significación a la expresión de los derechos humanos. Primero, hace falta una revolución mental para comprender que no es posible dividir los derechos de cinco mil millones de personas. Segundo, es necesario comprender que el derecho a la calidad de la vida es parte de la historia de todos los hombres y mujeres y no solamente de minorías de individuos, grupos o países. Tercero, los hombres y las mujeres en una tierra unida, para la necesidad y para la inteligencia creadora, deben contribuir a construir nuevas estructuras civiles internacionales, que tengan la fuerza de promover la actuación de los derechos humanos para todos. La ciencia y la tecnología al servicio de un proyecto terrestre están estrechamente conectadas con un cambio de la significación y de la finalidad de la educación, que no significan que la riqueza de la tradición educativa y cultural de los diferentes países no sean significativas, al contrario, es necesario una identidad cultural y educativa de los diferentes países para la construcción activa de políticas planetarias. Finalidades ambiciosas, estrategias globales, acciones internacionales, tienen sus bases sobre proyectos concretos en las diferentes realidades locales de los diferentes países. Un cambio en la utilización de la ciencia y la tecnología significa, por ejemplo, actividades científicas y técnicas, en relación a la política de desarrollo en las estructuras educativas, en los lugares de trabajo y en la comunidad. La ciencia al servicio de todos puede ser solamente una declaración retórica y demagógica si los obstáculos permanecen impidiendo a las poblaciones conocer e influir sobre las políticas científicas, tecnológicas y económi cas. Después de muchos años, participé en las actividades de tres asociaciones, en la ciudad de Sevilla (Colectivo Andaluz de Pedagogía Popular), de Zurich (ECAP- Ente Confederale di Addestramento Professionale) y de París (UGTSF Unión Générale des Travailleurs Sénégalais en France), las tres asociaciones son expresiones de movimientos populares y tienen vocaciones culturales y educativas para permitir una participación real de los trabajadores en los cambios tecnológicos y científicos de sociedades que viven contradicciones en la condición de vida entre el norte y el sur y también entre las mismas poblaciones del norte. Estas asociaciones están presentes activamente en la reestructuración de la industria y de los servicios (Suiza), en la lucha por el respeto de culturas diferentes (Francia), y un desarrollo democrático (Senegal) y en las transformaciones de Andalucía que se integra en una economía internacional (España). Poesía, teatro y matemáticas (8) son parte de sus acciones educativas y culturales, para permitir un crecimiento cultural y moderno, sin visión folklórica o tecnocrática. Las tres asociaciones tienen relaciones con los centros de investigación y de formación universitaria para asociar investigadores de diferentes disciplinas y comprometidos con proyectos de desarrollo. Las características comunes de estas tres experiencias son: una perspectiva internacional, participación de profesionales y no profesionales de la educación, una relación estrecha entre cultura y educación, un proceso permanente de autoformación colectiva, relación con las instituciones públicas e independencia en sus decisiones de políticas educativas y culturales. Problemas comunes a estas asociaciones son sus relaciones con las formas de cultura de las nuevas generaciones que muchas veces se extraen a través de formas de vidas asociativas, y también sus relaciones con las instituciones que consideren hoy las actividades educativas para los jóvenes y los adultos más importantes que en el pasado, con nuevas posibilidades para la vida asociativa pero también con riesgos de integración y normalización. Estas nuevas condiciones pueden ser también objetivos de investigación y de autoformación para estas asociaciones. Sevilla, 6 de diciembre de 1989. IV Jornadas de Alfabetización, Educación de Adultos y Cultura Andaluza. NOTAS (1) R. Petrella: «La mondialisation de la technologie et de l'économie». Futuribles, septiembre 1989 (2) M. Kamenetzky and Robert H. Maybury: «Changings perspectives. Contribution of education». Science and Public Policy. Nº 2. Abril, 1989, pag. 108 (3) L. Tanguy: «Les savoirs enseignés aux futurs ouvriers». Sociologie du travail Nº 3. 1963, pág. 354. (4) A. Schaff: «Chi ha paura della disoccupazione tecnologica?. Mondo Operaio. Noviembre, 1989, pp. 92-98. (5) T. Mossa Suzuki. Beyond Computers. Information, Automation and Democracy in Japan. Kegan, London, 1988, pag. 305. (6) A. Carbonaro, A. Nesti. La Cultura Negata. Guaraldi. Rimini - Firenze. 1975 (7) S. Schmelkes. «Educación popular y campesinado». M. de Ibarrola y E. Rockwell. Educación y clases populares en América Latina. Centro de investigación y de estudios avanzados del I.P.N. Méjico, 1985, pág. 158. (8) F. Cordero Muñoz. Didáctica de las matemáticas en educación de adultos. Editorial Popular, Madrid 1988.