219 COMENTARIOS INTERNACIONALES EL ESCÁNDALO DEL WATERGATE Gustavo Lagos Una complicidad silenciosa en pleno romance Los Soviéticos y Americanos se encuentran en plena luna de miel. En su gira de mayo de 1972 el Presidente Nixon suscribió un tratado de limitación de armamentos que fue ratificado mas tarde por ambos países. El tratado limitaba la cantidad de las armas ofensi vas-do Fe nsivas y en la actualidad las dos superpoteneias desean lograr un nuevo acuerdo, relativo también a la calidad de las armas, que complementaría el entendimiento entre los "grandes". Por otra partí;, ambos países están apoyando la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europeas a través de las reuniones preparatorias celebradas en Helsinki. En la reciente visita de Kissinger a Moscú en mayo de este año, ambos países han conversado al respecto para abarcar en el acuerdo la reducción de contingentes militares en Europa, la situación de Vietnam y otros asuntos de interés mundial. Apoyados en este entendimiento, los soviéticos estén desarrollando una guerra de nervios con China concentrando en la frontera de su gran vecino 45 divisiones con unos 350.000 hombres, lo que representa más de un tercia del total de las Fuerzas de su Ejército de tierra. Los Chinos han respondido concentrando el Ejército de liberación popular en el borde fronterizo. Se afirma igualmente que los soviéticos han construido cinco nuevas rampas de cohetes atómicos llegando a un número total de diecinueve. Pero el indicador más notable de lo luna de miel que ha sucedido a la guerra fría, es que Moscú no ha publicado una sola noticia en su prensa sobre el escándalo del Watergate Inn que conmueve ahora el escenario político norteamericano y que ocupa grandes títulos en los diarios norteamericanos y europeos. La música de fondo de la luna de miel está orquestada por Brezhnev que recibió cordialmente no sólo a Kissinger sino también anteriormente a siete senadores norteamericanos y al alcalde de New York, John Lindsay. Para ello el líder soviético, que prepara su viaje a Alemania Federal y Estados Unidos, ha reorganizado el Politburó incorporando Jefes de las Fuerzas Armadas y de la policía secreta: la prensa soviética ha expresado que "los norteamericanos tienen cosas que nosotros necesitamos y nosotros tenemos otras que ellos necesitan". Por olra parte, corresponsales de Pravda tra- tan de modificar la imagen de los Soviéticos sobre EsLados Unidos. Los antiguos comentarios despectivos c injuriosos sobre los problemas raciales, los crimínalos, los drogadíelos, los hambrientos han prácticamente desaparecido de los diarios rusos para ser reemplazados por informaciones positivas que elogian las autopistas norteamericanas, sus moteles, la variedad de las prendas de vestir, la hospitalidad del norteamericano medio, etc. Por último, como el Senado norteamericano ha estado atrasando el tratado comercial con la URSS debido al impuesto de viaje que tienen que pagar los judíos que quieren abandonar la Unión Soviética, los rusos han suspendido la aplicación de este tributo. La complicidad silenciosa sobre el escándalo del Watergate constituye, sin duda, el hecho más revelador del romance entre "los grandes". El Watergate: gran escándalo político de la historia norteamericana Veamos, pues, en que consiste dicho escándalo. Walergalc es un gran complejo habitacional de lujo en pleno centro de Washington con oficinas, departamentos, restaurantes y tiendas que utilizan y habitan los grandes millonarios y hombres de negocios. El 17 de junio de 1972, en plena campaña electoral presidencial, cinco hombres fueron sorprendidos "arreglando" micrófonos y Fotografiando documentos en las oficinas del Partido Demócrata ubicadas en el Walergate; su jefe era James McCord. ex agente del F.B.I. y de la Cía y funcionario del Comité en favor de la reelección de Nixon. En la agitación de la campaña presidencial, tales hechos no lograron conmover a la opinión pública. Pero, ahora, después de un año, estalló el escándalo como consecuencia de la investigación de los Tribunales de lusiicia y del Senado. Dos ex Ministros de Nixon, colaboradores de la Casa Blanca y amigos del Presidente están mezclados en el asunto. Se calcula que 300 millones de dólares se gastaron en la campaña presidencial, de los cuales una proporción muy modesta correspondió al Partido Demócrata y el grueso al Partido de Gobierno. Las investigaciones han revelado que uno de los cómplices del espionaje 220 dd Watergate había depositado en su cuerna bancaria, la bonita suma de 114.000 dólares. Se descubrió igualmente 550.000 dólares en efectivo en la caja fuerte de Maurice Stans, ex Ministro de Comercio de Nixon y encargado de recolectar fondus para su campaña. El tesorero del Comité pro Nixon, Hugh Sloan declaró que se trataba de un "fondo especial" constituido para "operaciones de seguridad". El ahogado personal de Nixon, Herbert Kalmbach, recibió 31.000 dólares en billetes que entregó a un joven jurista, Donald Segretti, para sabotear las actividades del Partido Demócrata en California. Se descubrió, igualmente, que Roben Vesco, un financista de dudosos antecedentes había malversado 200 millonea de dólares de la InvestOTS Overseas Service (I.O.S.). M. Mitchell, siendo Ministro de Justicia, babía intervenido para proteger a Veseo. logrando sacarlo de la cárcel donde se encontraba debido a anteriores sucios manejos. Por otra parte, Hany Sears, que era miembro del Consejo de Administración de la Sociedad de Vesco y dirigente de la campaña de Nixon en New lersey. voló a Washington con 200.000 dólares en billetes que recibió Maurice Slans. Pocos días antes, el Congreso había aprobado una lev que prohibía tales contribuciones a la campaña electoral. Se trataba, en consecuencia de un delito'. Por último, en noviembre de 1972. Vesco turnaba un avión para Costa Rica, adquiría la ciudadanía costarricense y quedaba definitivamente amparado contra la legislación norteamericana ya que dicho país no tiene tratado de extradición con Estados Unidos 2 . Espionaje, sabotaje, sucios manejos financieros, etc. forman el contexto del escándalo del Watergate y la opinión pública está convulsionada y estremecida al imponerse de estos hechos. El Presidente siempre tiene la razón. Sólo sus asesares se equivocan Alguien con gran sentido del humor y gran experiencia práctica decía que los Presidentes de países o grandes entidades nunca se equivocan. Sólo sus asesores deben renunciar cuando se comete algún error de gravedad. Es lo que ha sucedido en el affaire del Watergate. Los afectados son varios colaboradores inmediatos, entre ellos H. R. Haldeman, jefe de personal de la Casa Blanca, John D. Ehrlichman, principal consejero de Nixon, Richard G. Kleindiesust, Procurador General, y John. W. Dean. Nixon expresó que "ni la presentación ni la aceptación de las renuncias de Haldeman y Ehrlichman deben tomarse como prueba de que procedieron mal" y los afectados, aunque alegaron inocencia, dijeron que ¿1 caso los habría comprometido tanto que tío podían continuar desempeñando sus funciones. Por otra parte, c! Presidente Nixon dijo que "el nuevo Minislro de justicia (Procurador General) intervendrá inmediatamente un la investigación en torno ai asunto Watergare . . . en e! esclarecimiento de toda la verdad". Las renuncias mencionadas no son las únicas. Otras las precedieron y otras las seguirán. Entre las primeras están las de John N. Mitchell, ex Procurador General, 1 L'Express. N» 1117 - 23 - 29 Abril 1973. ' lbtd. EUROPA PRESS El inmueble del escándalo Charles W. Colson, ex Consejero especial del Presidente y Dwight L. Chapin, ex Secretario privado de Nixon. La lucha entre el privilegio del Ejecutivo y las prerrogativas del Senado Nuevas renuncias se anuncian a medida que la investigación avanza y en ella se enfrentan el Senado, con sus prerrogativas de investigación, y el Ejecutivo, con su privilegio especial que Je permitiría ordenar a sus colaboradores que se excusen de declarar ante el Congreso. Nixon la ha invocado. En una orden interna de la Casa Blanca, Nixon ha pedido a sus colaboradores "no revelar sus conversaciones con él acerca del escándalo ante el gran jurado que ventila el proceso, la legislatura y el Departamento Federal de Investigaciones" (F.B.L) (Cable de "Latín" publicado en E| Mercurio, 6-mayo-73). El New York Times ha comentado al respecto: "Cuando el privilegio del Ejecutivo es invocado para cubrir manifiestamente infracciones políticas flagrantes, la función presidencial se devalúa y la práctica constitucional se envilece"1. Por otra parte, la Comisión del senado a través de su anciano presidente, el Senador Sam Ervin, ha declarado que no aceptará la invocación del privilegio del Ejecutivo sino en casos muy calificados. Un conflicto entre ambos poderes ha surgido asi. El conflicto tiende, por el momento, a amenguarse ya que el nuevo Secretario de Justicia, Elliot Richardson, en respuesta a la presión de! Congreso, ha prometido nombrar un investigador especial pura revelar "¡oda la verdad". I.a marea del affaire Watergate sigue, sin embargo, subiendo. Según informaciones de la revista L'Express, la tensión ha llegado al punto en que la opinión pú3 lbid. 221 sobre el escándalo, y algunos de sus miembros tratan de dejar huella en !a historia a través de la publicidad. El Washington Posl, uno de los más prestigiosos diarios de la capital norteamericana, ha eslado a la vanguardia en la clarificación de los sucesos. Ello se produjo especialmente cuando sus periodista? Bernstem y Woodward recurrieron a los Tribunales de Justicia en nombre de la libertad de prensa reclamando su derecho a informar libremente y a no responder a los interrogatorios de la Casa Blanca sobre sus artículos y comentarios. Un fallo reciente de la Corte Suprema ha dictaminado que los periodistas deben revelar la fuente de sus informaciones: seis se han negado a hacerlo y h;m sido encarcelados. En este clima de tensión y conflicto, el Washington Posl fue galardonado el 7 de mayo con el Premio Pulilzer de servicio público por sus informaciones sobre el escándalo Watergate. La Casa Blanca dio excusas públicas al diario por los ataques que le había dirigido. Por otra parte, el semanario Newsweek ha informado que el ex consejero presidencial lohn Dean está dispuesto a declarar bajo juramento qu? Nixon estaba informado de la acción de sus colaboradores y que él no está dispuesto a ser el chivo expiatorio del "affaire". La Casa Blanca ha emitido el desmentido más categórico al respecto expresando: "Toda insinuación, según la cual el Presidente estaba al tanto de la operación Watergate es falsa. Toda insinuación, según la cual el Presidente autorizó que alguien ligado al asunto beneficie de la clemencia es también falsa". La inquietud europea ante el caso Watergate EUROPA PRESS "Siempre tiene la razón" blica norteamericana se plantea la pregunta: ¿el Presidente estaba al tanto del asunto? Una encuesta de opinión pública ha revelado que el 42% de los americanos están convencidos de su participación *. Para algunos el problema se plantea en forma tan dramática que la institución presidencial misma estaría afectada. La Sra. Alice Roosevelt Longworth, hija del Presidente Theodore Roosevelt. resume así el dilema: "Podemos salvar a! Presidente o la Presidencia. En ningún caso, a los dos" 3 . El papel de la prensa y la publicidad como medio de dejar huella en la historia El gran escritor alemán Friedrich Aebbel dijo una vez: "La Revolución Francesa nos enseña que multitud de hombres notables existen en toda época, que. en la vida ordinaria, desaparecen sin dejar huella". Por otra parte se sabe que uno de los medios más seguras para alcanzar notoriedad pública es atacar a una institución u hombre público de gran poder. Sin duda la prensa ha jugado un papel importante en descorrer el velo del secreto que se pretendía tender < L'Express, N? 1138 I thid. 30 Abril - 6 Mayo, 1973. Mientras los medios de comunicación rusos y también los chinos silencian toda noticia sobre el escándalo, los diarios y revistas europeas le han dado amplia publicidad. Obviamente los europeos, los rusos y los chinos quieren iraiar con un Nixon fuerte en las negociaciones en escala mundial que el Presidenta norteamericano y au asesor Kissinger han iniciado. La inquietud europea no se debe tantD a la crisis interna norteamericana provocada por el "affaire". sino a otro hecho que los afecta directamente. Los políticos europeos se plantean una interrogante: ¿Hasta qué punto Nixon estará en condiciones de "dictar" al Congreso las decisiones vitales que se preparan actualmente sobre las relaciones entre las grandes potencias? Hasta ahora ni Europa, ni la URSS, ni los Chinos le han vuelto la espalda a Nixon como consecuencia del Watergate. ¿Qué sucederá en el futuro? Resulta difícil hacer conjeturas al respecto aunque parece difícil que toda la política exterior de Estados Unidos se vea afectada como consecuencia del escándalo producido. La silenciosa complicidad de los rusos es muy elocuente al respecto y Brezhncv parece decidido a prescindir de este "incidente" para afianzar su acercamiento a Estados Unidos. Si así resultara en definitiva, Europa y China difícilmente podrían adoptar otra actitud. Internamente es posible predecir, como lo insinúa la prensa norteamericana, que el caso Watergate afecta tanto el prestigio del partido Republicano que la victoria Demócrata pueda darse por asegurada en la futura elección presidencial de 1976. 222 El aífaire Watergaíe y la Nueva Carta Atlántica Como parte de sus ambiciosos proyectos diplumáticos, Nixon y Kissinger aspiran a completar una parte importante de sus planes proponiendo una nueva Carla tlcl Atlántico que el presidente norteamericano promoverá a mediados de ¿ste año cuando realice su proyectado viaje por las capitules europeas. La finalidad es establecer objetivos y políticas que modernicen el histórico documento que durante la Segunda Guerra Mundkil fuera firmado por el Presidente Franklin D. Roose"eJt y el Premier británico, 5¡r Winston Chuxcbill en 1941. Se trata de establecer una nueva Carta dentro del contexto actual del mundo caracterizado por una nueva correlación de fuerzas mundiales y nuevos probL-n-as que han surgido en torno a ella. La reacción de los europeos ha sido variada al respecto. Así, por ejemplo, lean Munnet. considerado como el "padre" del Mercado Común Europeo, h;i apoyado la iniciativa y ha propuesto nombrar dos "supef expertos", uno norteamericano y otro europeo, que no representen a ningún gobierno y encargarles el "balance" de los asuntos principales que deberán negociarse. entre ellos los problemas económicos y monetarios porque éstos son los que dan origen a las recriminaciones más duras; otro tema capital, sería el de la defensa. El Ministro de Hacienda de Italia, Giovanni Mala- godi, declaró por su parle: "Al estudiar los problemas cnlre Estados Unidas y Europa se advertirá que son menos serios y difíciles que lo que a primera vista parecen". Fn cambio, el Presidente Pompidou se ha opuesto al parecer a la idea de una reunión en la cumbre de los países Atlánticos y le expresará sus fuertes reservas al propio Nixon cuando ambos se reúnan en mayo de este año. Si bien Pompidou no ha rechazado totalmente la iniciativa norteamericana, se considera que su actitud hacia ella es más negativa que la adoptada ante el proyecto de nueva Carta Atlántica. La actitud francesa se explica por su tradicional oposición hacia toda instilucionalización de las relaciones entre la Comunidad Económica Europea y los Bstados Unidos. Como lo señaló el Washington Posi, todas estas iniciativas se desenvuelven "en una mala época para Nixon y su Gobierno por estar involucrado en la más espectacular serie de escándalos políticos de este siglo . . . Pero ofreciendo un bien pensado llamado a la cooperación en este fn'o momento de nuestra vida nacional. la Casa Blanca cslá lanzando un esfuerzo de gran mérito en medio de las poco promisorias circunstancias". Quizás Kissinger, con su realismo a toda prueba, haya resumido las perspectivas futuras al referirse un tanto melancólicamente a las repercusiones del escándalo del Watergate en sus planes diplomáticos: "Cuando las tragedias humanas estén superadas el país continuará adelante".