RESURRECCION DE LOS MUERTOS INTRODUCCION En la vida profesional y práctica de los galenos, suelen con sus pacientes en estados críticos, y como último recurso, hacen uso de técnicas aplicadas, logrando volverlos a la vida; a estas reacciones la ciencia médica las ha denominado “resucitaciones”. Respecto a la “Resurrección”, esto concierne a la providencia del Padre Celestial, que con la energía de su espíritu, levanta del polvo a los muertos, no importando la época o tiempo en que hayan fenecido. La palabra “Resurrección” viene del griego ANASTASIS, su significado es acción de ponerse en pie (levantarse) de nuevo. Este vocablo se ha vertido del hebreo TEJYATH HAMMETH, cuyo sentido encierra la de reanimar a los muertos. Por tanto “Resurrección” sería, “levantar a los muertos de su estado inanimado, reactivándoles su personalidad, para un nuevo vivir”. En un concepto valorativo, la “Resurrección” viene a ser el triunfo o victoria sobre la muerte. En la historia de las religiones, el concepto de “Resurrección” aparece con muchas modalidades. En el Antiguo Testamento, la “Resurrección” no es muy prominente. No cabe la menor duda que la omnipotencia de Dios se expande hasta la morada (polvo) de los muertos. Su interpretación ha sido motivo de muchos interrogantes ¿cómo, cuándo, cuántos y dónde será la “Resurrección”? Las Santas Escrituras hacen mención de varias “Resurrecciones”, agrupándose como primera y segunda. Existe una gran variedad de textos bíblicos, que nos enseñan que los muertos están inconscientes en el polvo, y que serán levantados a su tiempo y lugar, para posterior existencia como herederos de la tierra. Favor de dar lectura a los siguientes textos: Gn. 3:19; Ec. 3:20; Is. 26:19,60:21; Dn. 12:2; Sal. 37:11,22,29 y Mt. 5:5. Jehová formó la tierra, y no la creó en vano sino para que fuese habitada por siempre, y que jamás sería removida (Is. 45:18; Sal. 104:5). Con este mandato el hombre es heredero residente de la tierra. El plan original de Dios, era que la primera pareja humana, gozara del beneficio de vivir en la tierra para siempre, sin embargo ante el apercibimiento de Dios, que del árbol de la ciencia del bien y del mal no deberían comer, porque el día que de él comieran, ciertamente morirían; situación en la que se inculparon, cayendo en desobediencia, trayendo aparejada la muerte. Pablo nos dice en su carta a los Romanos, capítulo 5, verso 12, lo siguiente: “por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. Continúa diciéndonos en su capítulo 6, verso 23, “porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Estos textos ensalzan un mensaje de esperanza, cuya prioridad está en aceptar a Jesucristo como promesa de vida. Nuestro Señor Jesucristo a lavado nuestros pecados con su sangre, siempre y cuando en la condición de habernos arrepentido de nuestros pecados; él es nuestro reconciliador para con el Padre, con su muerte de cruz hemos sido justificados. Por lo que creer en Cristo Jesús, es aceptarlo en nuestro corazón, y tener por práctica fiel su doctrina, teniendo como garantía la “Resurrección” para tiempos postreros, dándose como señal su segunda venida, para el restablecimiento del Reino. La “Resurrección” es un plan de esperanza viva. La doctrina de la “Resurrección”, es la plataforma en que se sustenta toda la fe cristiana. En Apocalipsis capítulo 1, verso 5, dice que Jesucristo es el primogénito de los muertos. Su semántica es que los muertos yacen, con el futuro de ser levantados, no sin antes haberse dado como ya se dio, la “Resurrección” de Jesucristo. Con 1500 años de antelación al nacimiento de Jesús, el salmista anunciaba la “Resurrección” del Santo de Dios (Sal. 16:9-10). (43) En el Antiguo Testamento se están dando las primicias virtuales de la “Resurrección”; sus antecedentes se encuentran en su siguiente orden: *El profeta Elías resucita al hijo de una viuda (1-R. 17:17-24). *Eliseo resucita al hijo de la sunamita (2-R. 4:32-37). *Al arrojarse un cadáver sobre la tumba de Eliseo, y que al hacer contacto con sus huesos, el muerto revive (2-R. 13:20-21). A continuación, en nuestro argumento entraremos al fondo de esta doctrina, la cual se ignora o es medianamente conocida la cual debería ser tema pilar en la predicación de cultos, con la firme esperanza de vernos resucitados en el llamado con Cristo Jesús, y no resucitados para condenación. ARGUMENTO Según Mateo 27:52-53 expresa, “y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la “Resurrección” de él, vinieron a la santa ciudad (Jerusalén), y aparecieron a muchos”. Esta “Resurrección” virtual de los santos en Jerusalén tuvo lugar, cuando Jesús expiró en la cruz, saliendo de los sepulcros cuando Jesús resucitó. Esta “Resurrección”, así como las registradas en el Antiguo Testamento, y las llevadas a cabo por Jesús y sus discípulos, no fueron resurrecciones en cuerpos transformados para no morir jamás antes bien, volvieron al polvo, con la esperanza de ser levantados nuevamente. La secta de los Saduceos no creían en la “Resurrección de los muertos”, en cambio los Fariseos si (Hechos 23:8). Pablo nos describe la “Resurrección”, como la transformación sobrenatural de los cuerpos. También nos dice que cuando Jesús haga su presencia por segunda vez en la tierra, serán levantados del polvo, primeramente los que durmieron en Cristo, y en segundo lugar los que estén en Cristo, pero se encuentren vivos; los cuerpos serán transformados en un abrir y cerrar de ojos. En ambos casos los cuerpos serán arrebatados, raptados, levitados, para darse al encuentro con Cristo Jesús, en los aires o nubes (1-Co. 15:51-52; 1-Ts. 4:14-17). Existirá una tercer etapa, que también será resucitada, una vez pasado el día de la ira de Jehová, cuando se haya escombrado la faz de la tierra, cuando de principio el “reino milenario”, es entonces cuando se desbordará este suceso; lo anterior tiene su sustento en los pasajes siguientes: Job 19:2526; Is. 26:19-21; Dn.. 12:1-2. Este tercer levantamiento comprende a pueblos, civilizaciones y razas, que no tuvieron la oportunidad de haber escuchado del Mesías prometido o del Cristo crucificado. El plan de Dios en el milenio será el de la predicación, con todas sus prioridades, sin que se den los obstáculos, dado que satanás y sus aliados estarán abismados (Ap. 20:1-3,7-8). Después de los mil años satanás y sus secuaces serán liberados por un corto periodo de tiempo, para engañar a la humanidad que se encontrará en los cuatro ángulos de la tierra, que bien pudiéramos estar hablando de miles de millones de residentes. Este periodo será selectivo, prevaleciendo los fieles en integridad a Cristo, recibiendo la tierra por heredad para siempre. Cabe aclarar que en esta prueba selectiva no tendrán lugar los de la primera y segunda etapa de resucitados, porque ellos ya fueron salvos, y van a formar parte de la Iglesia del Cordero. Estos serán los protagonistas de llevar a su fin la prédica, además la de ser sacerdotes y coherederos con Cristo Jesús en el milenio. En el capítulo 20 de Apocalipsis, verso 10, se nos detalla, que después de la última actuación de satanás, será lanzado al lago de fuego y azufre, donde se encontrarán la bestia y el falso profeta (ambos habían sido arrojados al lago, al principio del milenio); y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Después de estos eventos, serán resucitados los no salvos (condenados), los que por antimesiánicos o anticristianos serán lanzados al lago de fuego, lo que vendría a significar la muerte segunda. La “Resurrección” de los impíos se encuentra plasmada en el libro de Apocalipsis, capítulo 20, verso 5 y 11 al 15. Esta será la “Resurrección” final, para después dar paso a la creación de nuevos cielos y nueva tierra. (44) La “Resurrección” de los condenados va a ser un espectáculo terrible, sus cuerpos serán sensibles al dolor y al sufrimiento eterno. Podemos afirmar categóricamente y sin excepción que todos los muertos serán resucitados. Estos futuros acontecimientos son para entrar a la reflexión y sensatez, llevando o portando con prontitud el evangelio, a la mayor cantidad de personas posibles. Para toda persona justa la doctrina de la “Resurrección”, debería ser la principal tesis de su esperanza. SINOPSIS 1.-por “Resurrección” hemos definido: levantar a los muertos de su estado inanimado, reactivándoles se personalidad, para un nuevo vivir. 2.-la “Resurrección” como concepto de valor significa: triunfo o victoria sobre la muerte. 3.-la omnipotencia de Dios se expande hasta la morada de los muertos. 4.-Dios formó la tierra, para que fuese por siempre habitada y jamás ser removida. 5.-por el pecado de Adán y Eva, se perdió el derecho a la vida y la tierra por heredad, pero por Cristo Jesús tenemos nueva vida y la tierra por herencia. 6.-la “Resurrección” es un plan de esperanza viva, siendo la plataforma en que se sustenta toda le fe cristiana. 7.-en el Antiguo Testamento se están dando las primicias virtuales de la “Resurrección”. 8.-Pablo nos adelanta que cuando Jesucristo haga su presencia en su segunda venida, serán levantados del polvo, primeramente los que durmieron en Cristo, y a continuación los que se encuentren vivos, siendo transformados en un abrir y cerrar de ojos. 9.-dentro del milenio, en el gobierno de Cristo, serán levantados los muertos, los cuales vienen a la oportunidad de recibir el mensaje de Cristo Jesús y poder ser salvos. 10.-una última “Resurrección”, será de aquellos que están condenados y que serán arrojados al lago de fuego, al igual que satanás y sus aliados. Dios no es Dios de muertos, sino de vivos (Lucas 20:38). Cabe preguntarse si los resucitados continuarán o contraerán relaciones conyugales; al respecto el apóstol Mateo da la respuesta: “porque en la “Resurrección”, ni se casarán, ni se darán en matrimonio” (22:30). Dando nuestro punto de conclusión, nos referiremos a las palabras de Jesús, cuando dijo: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA; EL QUE CREE EN MI, AUNQUE ESTE MUERTO VIVIRA (Juan 11:25). MX-2005 Arch.-Temario de Reflexión; Doctrina Bíblica CJPG/cavch.