ESTUDIO SOBRE LA PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Por DANIEL CABARCOS 5ª PARTE: VERSÍCULOS 1:20 - 2:2 1 Pedro 1:20.“ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,” Vemos aquí la misma palabra que en vers.2.- PROGINÔSKÔ, ‘previo conocimiento’, o ‘de antemano’, algo ya previsto desde antes que se echaran los cimientos de este mundo, esto es lo que significa la expresión KATABOLÊ, compuesta de la partícula KATA = abajo, y BOLE = poner, arrojar. Su significado en el griego clásico era ‘echar los cimientos de una casa’, por lo que procede de la jerga de la construcción y refleja el acto de echar o apilar piedras en los cimientos, o la colocación de la piedra angular para el edificio. Podemos ver detrás de estas ideas como Dios planifica y luego ejecuta. Antes de fundar el mundo, de echar sus cimientos y antes de echar los cimientos a Su casa (1 Pe.2:5), Dios ya tenía preparada la piedra angular de ambas construcciones (1 Pe.2:6; Juan 1:1-3). Él no deja nada al azar. Este Cordero destinado desde antes de la fundación del mundo, fue MANIFESTADO = PHANEROÔ, expresión que significa ‘hacerse visible’, ‘hacerse público’. Este es el ministerio escondido en Dios y hecho público en los últimos tiempos por amor a nosotros. Juan nos relata en su evangelio esta manifestación, esta presentación pública (Jn.1:14), y también en su primera carta (1 Juan 1:1-3). 1 Pedro 1:21.“y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.” Él es el medio que nos permite creer. Detrás de este versículo, debemos ver textos como 1 Ti.2:5 y Heb.8:6, y detrás de la segunda parte del versículo, posiblemente este el discurso de Pedro en Hch. 3:13-16 y el texto al inicio de esta epístola (1 Pe.1:3). Nuestra esperanza está puesta en la resurrección de Jesús. Ésta es la piedra angular de nuestra fe (1 Co.15:14). Esta resurrección es la base de nuestro futuro (1 Jn.3:2). Toda nuestra existencia gira en torno a Cristo y al camino que él abrió. 1 Pedro 1:22.“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;” Sigue Pedro con su discurso y cambia ahora de argumento llevándolo a las relaciones fraternales y a la obediencia a la verdad. Se usa aquí la misma palabra que en el vers. 14, HUPAKOVÔ = escuchar con atención y silencio. Esta actitud de obediencia ante la voluntad de Dios, purifica nuestras almas. HAGNIZÔ, verbo que significa purificar, hacer limpio, casto. Detrás de esta expresión subyace un sentido ritual similar al que se expresa en Stg.4:8. La obediencia a la voluntad de Dios, el escuchar con atención y silencio, limpia de la vieja levadura (1 Pe.1:14-16), y nos capacita para el amor “AGAPE”, el que no pide nada a cambio, un amor no FINGIDO = ANUPOKRITOS, literalmente, sin hipocresía; denota lo contrario de actuar con amor aparente en las formas, pero sin sentirlo. La obediencia a la voluntad de Dios evita el tener que fingir, actuar y capacita para un amor entrañable, de corazón. Este adverbio ENTRAÑABLE = EKTENÔS significa constantemente fervientemente; compuesto de una partícula EK = fuera y el verbo TEINO = estirar, tensar, de ahí que metafóricamente, se traduzca por sin cesar intensamente, con fervor. 1 Pedro 1:23.“siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” La purificación obrada en el versículo anterior y la posibilidad de amar sin reservas es producida por el nuevo nacimiento. Veíamos la misma idea en el vers.3, e igualmente se usa la misma palabra ANAGENNAÔ, que significa ‘engendrar de nuevo’ o ‘de lo alto’. Como ya hemos visto, este nuevo nacimiento lo es a una nueva realidad y posición espiritual, y así como el rescate del que hablábamos en el vers.18 no es material, sujeto a corrupción, tampoco este nuevo nacimiento es de semilla material o corruptible. Vemos aquí la misma idea de los verss. 18 y 19, pero enfocada desde otro punto de vista, con un ejemplo de la vida cotidiana como es la procreación natural, algo que todo el que escuchase entendería perfectamente. Esta SIMIENTE = SPORA, semilla, simiente, significa originalmente la actividad de la siembra; la semilla sembrada en esa actividad para la que se usa la palabra mencionada SPORA, todavía está hoy en nuestros diccionarios castellanos para definir a aquella parte de la planta que tiene la capacidad de generar una nueva planta. Pedro posiblemente tiene en mente aquellas palabras dichas por Jesús a Nicodemo en Juan 3:3, 5-6 y también el concepto de Juan 1:12-13. Este nuevo nacimiento se opera por medio de la Palabra de Dios, idea que también podemos ver en Stg.1:18 y Heb.4:12-13. Al igual que aquí, en estos textos se califica de viva a la Palabra de Dios puesto que los conceptos que Ésta comunica tienen la capacidad de engendrar vida en quien los cree y los hace suyos. Esta Palabra revela al hombre su situación de muerte y fracaso, porque conoce al hombre en su interior perfectamente, y Pedro sabía esto directamente de las palabras del Maestro en Juan 6:63, a las que Pedro responde: Jn.6:68. Esta Palabra es viva y PERMANECE = MENÔ. El significado fundamental de este verbo es quedarse, permanecer, mantenerse firme. En los siguientes versículos, Pedro aclara con un texto del AT, lo que quiere decir con este verbo. 1 Pedro 1:24.“Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae;” Cita aquí Pedro un texto de Isa.40:6-8. Siguiendo en parte a la LXX y en parte al texto hebreo, cuando los escritores del NT citan al AT para dar autoridad a lo que dicen, o para mostrar que su argumento ya se encontraba allí, no citan siempre literalmente. A veces hacen alusiones o mezclan pasajes de los profetas; otras veces mezclan texto griego con texto hebreo, como sucede aquí. De los 189 textos o pasajes citados del AT en el NT, 105 son citas de la LXX, 21 del hebreo, 44 diferentes de ambos y 19 neutrales. El texto griego predomina en las citas del AT. Esta falta de literalidad también la practicamos nosotros cuando citamos de memoria la Biblia. Cuando uno quiere buscar fundamento para lo que quiere comunicar en la Palabra de Dios, importa más el sentido que la literalidad. Vemos en este texto del AT como Pedro usa este ejemplo para comparar la gloria y el esplendor de lo humano con la hierba y su flor, poniendo en contraste su fragilidad y su escasa durabilidad, y esto, contrastado con la Palabra de Dios y su atemporalidad, que veíamos en el versículo anterior y también en el siguiente (25). El contraste entre la simiente corruptible y la incorruptible. Podemos ver una idea parecida en Stg.1:11. Late detrás de estos textos el contraste entre carne (materia) y espíritu, entre lo finito y lo eterno, entre lo pasajero y lo permanente. Todo el discurso de Pedro del cap.1, está centrado en asentar en nuestra mente la idea de lo que somos en Dios y lo que nos espera, para que nuestras prioridades se depositen en la actividad espiritual. 1 Pedro 1:25.“Más la palabra del Señor permanece para siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.” Se explica en este versículo de forma más clara lo ya visto al final del vers. 23. Se usa aquí el mismo verbo MENÔ, que significa permanecer, quedarse, permanecer firme. La palabra de Dios no está sujeta a corrupción como la simiente de la que habla en el vers.23, sino que esta palabra o voluntad de Dios, permanece eterna e incorruptible. Puesto que se utiliza como semilla para generar vida eterna, y criaturas eternas, posiblemente se hace referencia aquí al mensaje del evangelio como centro neurálgico de la voluntad de Dios. Parece que eso es lo que da a entender la expresión PREDICADA = EVANGGELIZÔ, que se usa casi siempre para hablar de las buenas nuevas con respecto al Hijo de Dios y se traduce generalmente como evangelizar. Resumiendo: El mensaje de la muerte y resurrección de Cristo es eterno. Este plan estaba preparado antes de la fundación del mundo. Es el centro del mundo y seguirá siendo el centro del mundo venidero. Se presenta aquí, en mi opinión, a Cristo, a Su mensaje, a Su obra, como centro del tiempo como referencia absoluta. = CAPÍTULO 2 = 1 Pedro 2:1.“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidia, y todas las detracciones,” Después del mensaje anterior sobre que el recibir la palabra de Dios garantiza el nuevo nacimiento espiritual a la vida eterna, Pedro retoma lo terrenal, la disciplina a la que nos debe llevar el conocimiento de nuestro destino eterno, por tanto, en base a esto, lo siguiente: DESECHANDO = APOTITHÊMI, que significa ‘poner a un lado’, o ‘dejar de lado’, ‘sacarse de encima’, ‘arrojar fuera’ (Ro.13:12; Stg.1:21). Desechando, sacando fuera de uno todo lo malo o perverso, que es lo que significa esta palabra: MALICIA = KAKIA, que denota la condición de lo malo, la ausencia en una persona o cosa de aquellas cualidades que vienen contenidas en la palabra VIRTUD = ARETE. Después de esta generalización, pasa Pedro a una lista más concreta de algunas de estas antivirtudes que debemos sacar fuera de nosotros: ENGAÑO = DOLOS, palabra que significa engaño, astucia, falsedad. Se usa para calificar la actitud de Elimas el mago de Hechos 13:10. De esta palabra procede nuestro término judicial DOLOSO que significa engañoso, fraudulento. HIPOCRESÍAS = HUPOKRISEIS, misma palabra que la empleada en 1:22 refiriéndose a un amor no hipócrita, a no fingir lo que uno no siente, a proceder con una conducta teatral. ENVIDIAS = FTHONOS. Esta palabra denota el sentimiento de disgusto que se produce al oír o ser testigos de la prosperidad de otros. DIFAMACIÓN = KATALALEO, que significa ‘hablar contra’, la misma palabra que se emplea en Stg.4:11. Este tipo de conducta o de sentimientos son los que hay que desechar, sacar de uno, para no fomentar y no estorbar el crecimiento espiritual. 1 Pedro 2:2.“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,” Después de esta lista de lo que hay que desechar, pasa ahora Pedro a orientar hacia los deseos adecuados para crecer espiritualmente: DESEAD = EPIPOTHEÔ, verbo que está en modo imperativo, es por tanto una orden, un mandato y significa anhelar profundamente (es una forma intensificada del verbo anhelar). Esta misma palabra se emplea en Stg.4:5 para hablarnos del anhelo que tiene de nosotros el Espíritu Santo. La expresión quiere denotar ese deseo ardiente, casi instintivo como el que tienen los niños recién nacidos cuando anhelan su sustento: ARTIGENNÊTOS = recién nacidos. Pedro usa aquí esta figura que muestra una impronta biológica: los niños recién nacidos están capacitados por sus propios medios para reptar y buscar la mama. De esta misma forma, instintivamente, los cristianos hemos de buscar el alimento espiritual más primario: PURO, SIN ADULTERAR = ADOLON. Se usa aquí la misma palabra del versículo anterior, pero con un privativo, con el sentido de “leche sin engaño”, sin adulterar. Pablo usa esta misma figura en 1 Co.3:1-3, que a su vez explica muy bien el texto que nos ocupa. La palabra que se traduce aquí por ‘espiritual’, es la misma con la que se denomina el culto lógico o racional que debemos darle a Dios (Ro.12:1). Es en base a sus misericordias, a todos los beneficios que recibimos de Él, que debemos presentarle este culto lógico o racional. Este texto presenta problemas para la traducción. Mi opinión es que después de todo lo visto en los versículos anteriores acerca del nuevo nacimiento espiritual, lo lógico, lo razonable, lo que todo el mundo entiende es que un recién nacido necesita alimentarse de leche para crecer al igual que los recién nacidos espiritualmente, lógicamente deben alimentarse de un alimento adecuado a su condición, como nos dice 1 Co.3:2, por ello un recién nacido espiritual debe alimentarse de la leche lógica de la palabra de Dios, la cual contiene un alimento espiritual adaptado a un recién nacido espiritual. Ejemplo: Mateo 4:4.- La palabra de Dios proporciona los nutrientes básicos para CRECER = AUXANÔ, verbo que significa crecer, aumentar de tamaño, volverse más grande y fuerte. Se emplea también para hablar de las plantas y los frutos y se usa aquí en este contexto espiritual en analogía a la naturaleza. La obra espiritual de Dios sigue los mismos pasos que la obra natural. Lo hemos visto también en los versículos anteriores en donde se usa la analogía del nuevo nacimiento espiritual comparándolo a la germinación de las plantas a través de una semilla. Esta alimentación y crecimiento son para salvación final, por lo tanto hay aquí una exhortación clara a no quedar permanentemente en un estado infantil o de raquitismo espiritual (el raquitismo infantil se produce por una alimentación inadecuada), por tanto se anima a alimentarse para crecer y fortalecerse como creyentes para poder contribuir en la construcción y mantenimiento de la casa espiritual que todos formamos. Somos llamados como niños para cumplir una función en la casa, pero todos sabemos que los niños dan trabajo y requieren cuidados antes de que puedan contribuir, por lo tanto se apela aquí a una buena alimentación para el crecimiento y así poder contribuir a nuestras responsabilidades. Esta idea podemos verla en Efe.4:15-16, en donde se usa el ejemplo del cuerpo en lugar de la casa, pero la idea es la misma: la de un grupo unido y vinculado por lazos estrechos. En este pasaje de Efesios se emplean tres palabras que definen muy bien esta situación: SUNARMOLOGEÔ = coordinado, bien ajustado; significa coordinar, concertar conjuntamente. Cada miembro tiene su función especial para el correcto funcionamiento del cuerpo. Sin esta coordinación el cuerpo se resiente. La falta de crecimiento en un miembro afecta a todo el cuerpo, a su coordinación y funcionamiento correcto y lo podemos ver en personas con miembros amputados o atrofiados. SUMBIBAZÔ = Coligado. Se traduce por unir, entretejer y se usa como analogía del cuerpo que está coligado por ligamentos, tendones y músculos, a fin de funcionar al unísono. EPICHOREGIA, que significa plena suministración, ofrecer apoyo, en este caso de todas las partes del cuerpo para poder operar de forma óptima. Una idea similar la encontramos en Col.2:19. Como vemos, late aquí un llamamiento al crecimiento personal como un acto de responsabilidad hacia el grupo para no actuar de lastre, como un miembro atrofiado que descoordine el cuerpo en su función. RESUMEN DE LA 5ª PARTE (1 Pedro 1:20 – 2:2) Jesús es el medio que nos permite creer. El ha muerto por nosotros y ha resucitado y nuestra esperanza está puesta en su resurrección. Toda nuestra existencia gira en torno a Cristo y al camino que Él abrió. La obediencia a la voluntad de Dios purifica nuestras almas y nuestra vida. Nos ayuda a tener un comportamiento adecuado sin necesidad de fingir (hipócritas). Hemos nacido de nuevo por la palabra de Dios y ésta es eterna, en contraste con lo terrenal. Debemos desechar, sacarnos de encima, todo aquello malo que estorbe nuestro crecimiento espiritual. Debemos anhelar profundamente, como niños recién nacidos, el alimento para crecer y fortalecernos. Ese alimento lógico es la palabra de Dios. Detrás de esto subyace una exhortación al crecimiento espiritual como forma de responsabilidad hacia el grupo para no lastrar ni entorpecer al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.