Jornada Institucional El CEF y la promoción de Encuentros Atléticos Introducción En el marco de la Política Educativa Jurisdiccional, la Dirección de Educación Física ha definido para esta jornada institucional avanzar en la democratización del acceso a las prácticas corporales y motrices por parte de la comunidad educativa de los CEF, abordando en esta oportunidad el Atletismo y la problemática de su enseñanza. Entendiendo a los integrantes de la comunidad educativa de los CEF como sujetos de derecho, se pretende en el espacio de la jornada construir estrategias que posibiliten el aprendizaje del Atletismo como práctica deportiva que procure ampliar la disponibilidad corporal y motriz, con sentido saludable y favorecedor de la participación y la inclusión. La Dirección de Educación Física considera relevante el abordaje del Atletismo en los CEF para que los participantes puedan acceder al conocimiento de este exponente ancestral de la cultura deportiva, apropiárselo críticamente e incorporar alguna de sus pruebas como hábito de vida saludable en un proceso sostenido en el tiempo. Desde la perspectiva de la inclusión de todos los niños, jóvenes y adultos en el aprendizaje de sus fundamentos motores –correr, saltar, lanzar- y, como resultado de buenas experiencias, se pretende, además, facilitar el acceso a pruebas atléticas más complejas a quienes se hayan interesado en desarrollar una trayectoria como atletas. Los contenidos referidos al Atletismo devienen de la especificación de los contemplados en la Propuesta Curricular del CEF con relación a la construcción de la lógica de los deportes y al desarrollo sociomotor de los sujetos de aprendizaje, atendiendo a las particularidades de cada etapa evolutiva. El Atletismo comprende un conjunto de disciplinas que se originan en acciones naturales de la motricidad humana: la marcha, la carrera, los saltos y los lanzamientos. 1 El aprendizaje de carreras, saltos y lanzamientos constituyen aportes a la motricidad general de los niños y niñas en el período de aprendizaje inicial, contemplado en planificaciones que busquen el desarrollo polivalente de la motricidad. Estas acciones motrices, a medida que se desarrolla la función de interiorización van alcanzando niveles progresivos de especificación, según los recortes culturales elegidos como contenido de abordaje. En el caso del Atletismo, las habilidades motrices señaladas se transforman en pruebas de alto nivel de especificidad motriz, con distintos grados de complejidad técnica que se despliegan en contextos relativamente estables –andariveles para correr, tabla de pique para los saltos de longitud, varilla entre soportes fijos para saltar en alto, sectores de lanzamiento rigurosos, etc. Las interacciones entre los practicantes no son de contacto corporal directo, salvo el instante del pasaje del testimonio en los equipos de carreras de relevos, única prueba de conjunto. Por ejemplo, “…en un lanzamiento de la bala la acción motriz está definida de antemano por el modelo técnico, el círculo de lanzamiento, el ángulo óptimo de salida de la bala, etc.”1 Se observa, como particularidad, que en la elección de contenidos que se realiza a nivel de las propuestas de enseñanza de deportes, el Atletismo va quedando excluido en forma paulatina, cuestión preocupante para los organismos de distinto nivel que rigen su práctica. Consultando los datos consignados en la planilla 1 en el año 2010, surge que sólo el 2,3% de la matrícula realiza Atletismo. ¿A qué puede deberse esta situación? Será por: ¿la falta de acuerdos institucionales que asignen valor a una propuesta de Atletismo? ¿las dificultades y exigencias de este deporte para alcanzar un nivel adecuado de rendimiento? ¿el individualismo que subyace en las prácticas? ¿Las propuestas de enseñanza poco convocantes? ¿Ausencia de materiales y espacios adecuados? ¿Dificultades en la formación docente para enseñar a 1 Escuela Secundaria Orientada en Educación Física. Prácticas deportivas y atléticas. Documento de trabajo. Año 2010. 2 enseñar el deporte de manera convocante? ¿Escasa presencia de esta temática en instancias de capacitación? ¿Baja motivación de los alumnos? ¿Otras razones? Se propone, entonces, en esta jornada institucional la revisión de la problemática de la enseñanza del Atletismo y el lugar que se le asigna en el conjunto de las propuestas institucionales. Revisando la enseñanza del Atletismo Se invita en este apartado a revisar la problemática de la enseñanza del Atletismo a partir de distinguir algunas tensiones en las prácticas de enseñanza, cuyo análisis, tal vez, puedan habilitar el diseño de mejores situaciones didácticas. El planteo de las siguientes tensiones en la enseñanza del Atletismo no pretende clasificar la realidad en “buenos” y “malos” asignando a cada polo de la tensión una valoración negativa o positiva. Se propone pensar estos polos como extremos de un continuum que albergan distintas manifestaciones de las prácticas docentes. Se procura invitar al diálogo, al intercambio de puntos de vista, es decir se trata de provocar el pensamiento acerca de la enseñanza de las prácticas docentes. ¿Atletas en prácticas aisladas o atletas que en el aprendizaje se encuentran con otros y se ayudan mutuamente? El Atletismo se ubica dentro del conjunto de los deportes individuales. Podría pensarse que esta característica no necesariamente conduce a prácticas individualistas. Para profundizar la dimensión formativa de esta práctica, ¿es posible presentar consignas que incentiven una actitud cooperativa en el aprendizaje de las prácticas atléticas, además de las de oposición? ¿Es posible imaginar una prueba de resistencia por grupos en donde gane el grupo que pueda llegar con todos sus integrantes a la meta porque se ha mantenido unido, y se han sostenido unos a otros en el esfuerzo? 3 ¿Cómo habilitar el aprendizaje grupal en una práctica deportiva que, realizada en forma aislada, suele conducir con frecuencia a la pérdida de entusiasmo? El uso de progresiones metodológicas predeterminadas o de estrategias de enseñanza. El uso de progresiones metodológicas remite a la presentación de secuencias de ejercicios analíticos a través de los cuales se ejecutan cada una de las partes en las que ha sido fragmentada una habilidad motriz. En la aplicación de estas progresiones, suele asignarse al alumno un rol pasivo, desde el que reproduce las conductas indicadas. Esta progresión va de lo más simple a lo complejo. El foco de la enseñanza suele estar puesto en el aspecto visible del hacer motor, es decir en la ejecución, relegando aspectos cognitivos y socio-afectivos implicados en ese gesto motor. Los aportes de nuevas teorías de la enseñanza y del aprendizaje ayudan a superar esta suerte de “pensamiento único” en la didáctica específica y posibilitan el uso del concepto de estrategias de enseñanza. Ruth Harf afirma: “Entendemos por estrategia de enseñanza a todos los modos que emplea el docente, no solamente las consignas que da o la actividad que propone. Estrategia es también la disposición del ambiente, el movimiento del cuerpo en el espacio, el lenguaje que se emplea, el modo en que se dirige a los alumnos; entonces, en lugar de comenzar por preguntarnos qué estrategias nuevas podríamos utilizar, deberíamos comenzar por preguntarnos y cuestionar cuáles son las estrategias que ya efectivamente estamos empleando. Mientras que el método tiene una connotación mucho más organizada, sistemática, previsible, la idea de estrategia implica un “abanico”, un amplio campo de posibilidades donde justamente la creatividad del docente consiste en hacer un 4 buen análisis del grupo, de los contenidos, del contexto y seleccionar aquellas estrategias que, para ese momento y ese grupo, son las más adecuadas”. Al actuar como un estratega en situación el docente habilita a cada participante un rol protagónico, toma en cuenta los emergentes grupales y dispone cuál es en un momento determinado la mejor estrategia. En el caso de la enseñanza de prácticas atléticas se propone el diseño de situaciones didácticas donde se promueva la interacción entre los participantes y la ayuda entre ellos. Se procurará además la incorporación de modos lúdicos que incidan en el clima que se genera en la clase. Estas sean tal vez dos asignaturas pendientes en la enseñanza del atletismo, dadas las características de esta especialidad deportiva. ¿Introducir juegos o destinar exclusivamente la clase a la repetición para la consecuente estabilización del gesto motor específico? La incorporación de juegos en la enseñanza de las prácticas atléticas remite a variados sentidos: Jugar sólo por el placer de jugar. Pueden incluirse los juegos con modos lúdicos en la enseñanza del Atletismo. “La posibilidad de jugar de un modo lúdico es inversamente proporcional al valor simbólico o material de lo que está en juego y directamente proporcional a la sensación de sentirse liberado de la amenaza de la exclusión, la agresión, la descalificación.”2 Jugar como medio de preparación para los requerimientos de prestación motriz de la clase. 2 Pavía Víctor Jugar de un modo lúdico. Noveduc. Argentina. Año 2006. 5 Jugar propiciando el despliegue de capacidades lógico-motrices, la socialización y la integración. Incorporar en el proceso de enseñanza algunos “cortes” donde se desafíe la motricidad de los participantes a partir de la propuesta de otras disciplinas deportivas jugadas de modo recreativo. Presentar juegos cooperativos atléticos donde se suman los valores alcanzados por todos los participantes. Este valor se constituye en una marca a superar por el grupo y por lo tanto, en un problema a resolver a través de la ayuda mutua, la enseñanza recíproca y aprendizaje grupal, con la orientación del docente. Jugar los juegos atléticos integrando a la comunidad, incentivando la formación de hábitos de vida saludable. Jugar participando de competencias atléticas cuyas pruebas y reglas se acuerdan en función de las necesidades del grupo. Intervenir en torneos de atletismo con pruebas ya predeterminadas en encuentros organizados a nivel de la propia institución o con la participación de otras. ¿Enseñar Atletismo o enseñar Prácticas Atléticas? El Atletismo constituye un bien sociocultural, que ofrece un aporte destacado a la formación corporal y motriz de los sujetos. Su recorrido histórico posee un origen que probablemente se remonta al año 776 a C. Se basa en la práctica de distintos tipos de carreras, lanzamientos, saltos, marchas. Al introducir la denominación de prácticas atléticas se propone que además del objeto cultural al que se alude, se piense en los sujetos que realizan esas prácticas en sus diversos contextos históricos, dando cuenta de este modo de la heterogeneidad de sentidos, experiencias e imaginarios culturales que pueden configurarse en relación con las prácticas atléticas. Usar el nombre de prácticas atléticas tiene un sentido democratizador dado que se implican en las prácticas los sujetos que las realizan y, en el caso de las prácticas atléticas se hace referencia a los sujetos en sus diversas formas de 6 saltar, lanzar y correr, tanto las que se manifiestan en habilidades motrices generales, habilidades motrices específicas o técnicas codificadas. En este sentido, enseñar prácticas atléticas supone atender a cada sujeto en su singularidad y ofrecer un espacio a cada uno. Propuestas para el abordaje de las prácticas atléticas Habiendo revisado la problemática de la enseñanza de las prácticas atléticas, se presentan en los párrafos que siguen algunas propuestas a llevar a cabo en los CEF. Resulta necesario que las propuestas de enseñanza de prácticas atléticas prioricen la inclusión mediante consignas que integren a participantes con diversos intereses y variados niveles de habilidad motriz. Se propone el desarrollo de variados proyectos en función de los acuerdos institucionales que se construyan: Pistas de salud, con la incorporación o no de otras entidades de la comunidad. Si bien podría pensarse que las pistas de salud no se enmarcan específicamente dentro de las pruebas atléticas, el uso de una pista de salud representa un puente valioso de acceso a las mismas además de constituir un avance en la democratización de las prácticas corporales. Para su construcción, se recomienda que, una vez definido el sector para la pista, se coloquen pequeños mojones que indican la distancia recorrida. Además, se pueden incorporar sectores con un determinado intervalo de distancia, destinados a: - La recuperación - La obtención de información para el análisis del trabajo aeróbico realizado. 7 - La realización de ejercicios con aparatos dispuestos para tal efecto que posibiliten la estimulación de otras capacidades motrices. Encuentros Atléticos con participación de la comunidad Hay múltiples formas en que pueden organizarse este tipo de encuentros. Una posible es el desarrollo de una corre-caminata donde cada participante se desplace con ritmos diferentes, hasta un espacio donde haya sectores en los que se experimenten habilidades atléticas con libre rotación de los participantes por cada una de ellas. Encuentro de Juegos atléticos en la escuela primaria Estos encuentros los puede llevar a cabo el CEF en articulación con la inspección areal, directivos y profesores de las escuelas primarias. Resulta un valioso aporte incorporar modos lúdicos en estos juegos, priorizando una organización de tipo cooperativo y la integración entre los participantes. Competencias atléticas en los CEF Tomando como base la importancia de la competencia como medio formativo pueden impulsarse competencias atléticas en los CEF, adecuando las propuestas a cada grupo etáreo. Triatlón de Atletismo para 6° año de la ES. Este proyecto conjuntamente diseñado con los inspectores areales, directivos, profesores y estudiantes resulta una oportunidad para la profundización en una práctica atlética como el triatlón. Se puede avanzar en forma progresiva convocando a los estudiantes en encuentros de juegos atléticos periódicos, ofreciendo a los que manifiesten mayor interés un desafío diferente como es la participación en un triatlón. Esta participación será la razón para invitar a los estudiantes a recorrer un proceso en el cual aprendan las características 8 especiales que esta prueba tiene, así como también involucrarlos en una organización participativa que haga viable esta propuesta. De este modo el CEF asume un carácter de referente en la promoción de prácticas atléticas acercando esta actividad a los participantes de los CEF, adecuándola a las necesidades e intereses de los distintos grupos etáreos, articulando con el trabajo pedagógico desarrollado en las escuelas y fortaleciendo las trayectorias atléticas en aquellos que elijan este desafío. 9