VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. INTRODUCCIÓN. Definición. Se trata de un proceso de incongruencia en la segunda articulación Metatarsofalángica, que impide y dificulta el apoyo completo del segundo pulpejo sobre una superficie. La falange proximal sufre una dorsiflexión respecto al segundo metatarsiano debido a un desequilibrio de fuerzas y como resultado a la inestabilidad articular. Estabilización articular. La articulación Metatarsofalángica se mantiene en equilibrio gracias a una serie de estructuras que ayudan a su movimiento durante la marcha. Dicha estabilización se produce cuando el pie se encuentra en estática como cuando se encuentra en dinámica. La estabilización estática corre a cargo principalmente del plato glenoideo, de una serie de ligamentos y de la fascia plantar. El plato glenoideo es una estructura que surge del engrosamiento de la cápsula articular situado a nivel plantar. El tener en su composición fibras de colágeno tipo I hace que se comporte de forma similar al menisco de la rodilla, disminuyendo por tanto la fuerza compresiva en la cabeza metatarsal ,ayudando a soportar todas las cargas y a estabilizar las articulaciones metatarsofalángicas menores en la dirección plantar. Los ligamentos encargados de mantener el equilibrio son fundamentalmente los ligamentos colaterales, pero también el ligamento plantar intermetatarsal y los ligamentos suspensorios. Estos constituyen importantes fuerzas estabilizadoras de la articulación debido a sus inserciones a nivel del plato glenoideo. Igualmente, el plato glenoideo supone el punto de inserción final de la fascia plantar, lo cual contribuye a mantener estable la metatarsofalángica. La estabilización dinámica es llevada a cabo por la musculatura extrínseca e intrínseca del pie, pero siempre en dependencia del plato glenoideo. Tanto el tendón del extensor propio del hallux como el extensor corto o pedio , por su íntima relación con la falange proximal, van a realizar una acción dorsiflexora sobre la articulación. Los tendones flexores son los encargados de flexionar plantarmente las articulaciones interfalángicas, pero su capacidad flexora sobre la articulación metatarsofalángica es prácticamente inexistente, ya que en situación de carga estabilizan los dedos contra el suelo pudiendo llegar a producir una leve dorsiflexión de la articulación. Los músculos interóseos y lumbricales contribuyen a flexionar plantarmente la metatarsofalángica gracias a su situación plantar respecto al eje de la misma. 1 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. Inestabilidad articular. La deformidad de la segunda articulación metatarsofalángica se produce generalmente por una alteración en la estabilidad de la misma. Existen factores intrínsecos y extrínsecos que pueden llevar a una situación de desequilibrio. Entre los factores intrínsecos es posible encontrar enfermedades inflamatorias articulares, tales como la artritis reumatoide, enfermedades del tejido conectivo u otras sinovitis articulares no específicas. Estos factores conllevan a una distensión de la cápsula articular, un deterioro de los ligamentos colaterales y finalmente una ruptura del plato flexor. El factor extrínseco más importante en la inestabilidad son las alteraciones biomecánicas y/o estructurales. Un segundo metatarsiano largo o un index minus pueden alterar los patrones normales de carga en antepié y producir inestabilidad en la segunda metatarsofalángica; así mismo la desviación lateral del hallux se puede asociar con fuerzas de hiperextensión en la articulación adyacente originando una pérdida de estabilidad desde la musculatura intrínseca. La pronación excesiva puede llegar a ser responsable de la inestabilidad ya que esta puede alterar el punto de inserción del peroneo lateral largo y como consecuencia su capacidad para estabilizar el primer radio en carga. Clínica. El principal rasgo clínico que presentan los pacientes es el dolor. Este dolor puede ser agudo, subagudo o crónico y generalemente suele localizarse a nivel plantar , en el aspecto lateral de la zona central del plato flexor. Además suele manifestarse durante la deambulación y suele mejorar durante el reposo. A nivel plantar puede presentarse signos de inflamación, mientras que a nivel dorsal puede evidenciarse un leve eritema. Es rara la presencia de tilomas plantares. A menudo se encuentran también contracturas de los tejidos blandos. Exploración física. Durante el examen físico el paciente presenta dolor a la palpación distal y plantar de la cabeza metatarsal. Dicho dolor es debido a la inflamación del plato glenoideo y/o a una bursitis de la zona, la cual ,en ocasiones ,puede provocar dolor de tipo urente debido a la irritación nerviosa. Además, durante la palpación no es extraño sentir un crépito capsular. 2 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. En la mayoría de los casos se evidencia la desalineación del dedo en carga y una disminución de apoyo. Se puede emplear el test del cajón dorsal o prueba de estrés vertical. Este test representa la inestabilidad de la articulación metatarsofalángica en el plano sagital. Consiste en inmovilizar el segundo metatarsiano y con la falange proximal dorsiflexionada unos 20-25° trasladar esta hacia dorsal. El test es positivo si la falange proximal puede ser trasladada 2mm dorsalmente por encima de la cabeza metatarsal. Dicho test sirve también para reproducir la sintomatología dolorosa del paciente. Pruebas complementarias. La radiología es un método inespecífico, pero suele ser la técnica más práctica. Con ella , principalmente , descartamos la presencia de otras patologías locales o sistémicas que contribuyan a la inestabilidad articular. Es posible, además, evidenciar alteraciones en la parábola metatarsal, la cual puede ayudar al desarrollo y progresión de la deformidad, así como una hipertrofia en la diáfisis de la cortical del segundo metatarsiano, que indica una sobrecarga en el mismo. La resonancia magnética deja ver la sinovitis del tendón flexor y la distensión capsular, los cuales se relacionan íntimamente con alteraciones en el plato plantar. Otras pruebas descritas para el diagnóstico son la gammagrafía con Tc99, la ecografía o la artrografía. Diagnóstico diferencial. Es importante diferenciar un dedo flotante con otras patologías tales como la fractura por stress, en la cual el dolor se localiza en la zona dorsal de la diáfisis metarsal,o neuroma interdigital, siendo el dolor de tipo punzante y en quemazón con síntomas neuríticos como hormigueos o calambres. También de otras enfermedades degenerativas, enfermedades de origen reumático, quistes sinoviales, gangliones y otras sinovitis inespecíficas. 3 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. Tratamiento. El principal objetivo del tratamiento conservador consiste en reducir la sintomatología dolorosa, prevenir la progresión de la deformidad y mejorar la deambulación del paciente. El mejor resultado se obtiene de la combinación de diversas terapias. El empleo de infiltraciones ayuda a disminuir en proceso inflamatorio de la articulación y la sintomatología dolorosa. Así mismo, la aplicación del vendaje en corbata o vendaje cruzado plantar ayuda a realinear y estabilizar la metatarsofalángica, disminuyendo la sintomatología y confirmando el diagnóstico. También se pueden utilizar ortesis plantares con piezas retrocapitales que disminuyan la carga a nivel a nivel del segundo metatarsiano. Se han descrito el empleo de almohadillas metatarsales acomodativas. Las modificaciones en el calzado también puede contribuir a la mejoría del dolor y al frenado del progreso de la deformidad. El tratamiento quirúrgico está indicado cuando existe un fracaso del tratamiento conservador y una progresión de la deformidad. Los factores a tener en cuenta son el grado de inestabilidad articular, la presencia de hallux valgus asociado, la reducción de la deformidad y flexibilidad y la existencia de un segundo supraductus. El principal objetivo de la cirugía es liberar las contracciones periarticulares y descomprimir la metatarsofalángica para restablecer la alineación articular y mejorar su función. ESTUDIO Objetivos. - Conocer la eficacia del vendaje funcional e la segunda articulación metatarsofalángica, aplicado a la patología supraducta. Evidenciar la variación de presión durante la fase de apoyo completo con la aplicación de dicho tratamiento. Material y métodos. El estudio se basa en una muestra de 44 pacientes con edad comprendida entre los 20 y 80 años, con una edad media de 60,545 , de los cuales el 80% eran de sexo femenino y el 20% de sexo masculino. La muestra se obtuvo de pacientes atendidos por el Servicio de Patología y Exploración de la Clínica Universitaria de Podología de la U.C.M. Los criterios de inclusión de dicho estudio seleccionó a pacientes que cumplieran únicamente las siguientes características: 4 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. • Pacientes que presentaran sintomatología dolorosa de carácter mecánico en la zona subcapital de los metatarsianos centrales • Pacientes que a la valoración clínica presentaran un segundo dedo flotante. • Pacientes con disminución en el apoyo del segundo pulpejo. Los sujetos a excluir del estudio fueron aquellos que aun teniendo las características de los anteriores, presentaban: • Enfermedades de tipo reumáticas tales como artritis reumatoide, ya que el proceso sintomático es de carácter puramente inflamatorio y no mecánico. • Pacientes con Diabetes Mellitus, ya que dichos pacientes pueden sufrir deformidades digitales por alteraciones neurosensitivas. • Pacientes con antecedentes quirúrgicos a nivel de hallux valgus o segunda articulación metatarsofalángica. • Historia anterior de fractura por estrés u otras fracturas a nivel del antepié. • Pacientes con presencia de Freiberg ( osteonecrosis de la segunda cabeza metatarsal). • Pacientes con luxación total de la metatarsofalángica, ya que la capacidad reductora de la deformidad es prácticamente nula con medidas conservadoras y el tratamiento de elección ante estos casos es quirúrgico. Los pacientes tuvieron que valorar de manera subjetiva el grado de padecimiento de la deformidad, indicando en una escala del 1 al 10 el grado del dolor, siendo el valor 1 cuando a penas sienten dolor y 10 cuando la sintomatología dolorosa es máxima tanto a la deambulación como en el reposo. A todos los pacientes incluidos en el estudio se les realizó un estudio podobarográfico sin vendaje estabilizador para la articulación metatarsofalángica y otro estudio con vendaje estabilizador. El vendaje estabilizador se realizó con tape de 3cm de ancho según la técnica descrita por Yu and Judege ( JAPMA 2002). Se rodea la falange proximal del segundo radio, a nivel dorsal con el tape. Los cabos se cruzan a nivel plantar, formando una X o corbata, realizando ligera flexión plantar, teniendo en cuenta, que lo que pretendemos no es generar momentos plantarflexores sobre la falange sino evitar el movimiento de dorsiflexión de la misma. Para realizar los registros podobarográficos se utilizó el sistema Musgrave Foot Print System. Dicho sistema consta de dos placas captoras de presión, una para el pie izquierdo y otra para el pie derecho. Previo a recoger las capturas el paciente estuvo caminando durante 1 minuto a lo largo de la plataforma donde se realizaron los registros. 5 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. Se tomaron 3 capturas del pie afecto, para descartar posibles errores. Una vez recogidos los registros podobarográficos se definió el área correspondiente a la segunda articulación metatarsofalángica y se calculó el valor medio de todas las presiones localizadas en el área definida, tanto con vendaje como sin vendaje estabilizador. El análisis estadístico se realizó con el paquete estadístico SPSS® 14. Resultados. La descripción general de la muestra se distribuye de la siguiente forma: De los 44 individuos de la muestra 8 son hombres y 36 mujeres, correspondiendo al 18,2% y 81,8% respectivamente. Hombre s 18,2% 81,8% Muje re s En cuanto a lateralidad de la deformidad, de los 44 pacientes vistos, 29 presentaban la deformidad en el pie izquierdo y 15 en el pie derecho. La edad media de los pacientes atendidos fue de 60,545. EDAD Válidos 44,00 49,00 51,00 55,00 58,00 61,00 68,00 76,00 79,00 Total Frecuencia Porcentaje 4 9,1 8 18,2 4 9,1 4 9,1 4 9,1 4 9,1 4 9,1 8 18,2 4 9,1 44 100,0 Porcentaje válido 9,1 18,2 9,1 9,1 9,1 9,1 9,1 18,2 9,1 100,0 Porcentaje acumulado 9,1 27,3 36,4 45,5 54,5 63,6 72,7 90,9 100,0 3 8 EDAD 8 4 44,00 49,00 51,00 55,00 58,00 6 4 61,00 68,00 76,00 79,00 2 4 5 NUMERO DE PACIENTES Respecto a la valoración subjetiva del dolor, basándonos en una escala del 1 al 10 los resultados se manifiestan en la siguiente tabla: 6 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. DOLOR Válidos Frecuencia 4 12 12 12 4 44 5,00 6,00 7,00 8,00 9,00 Total Porcentaje válido 9,1 27,3 27,3 27,3 9,1 100,0 Porcentaje 9,1 27,3 27,3 27,3 9,1 100,0 Porcentaje acumulado 9,1 36,4 63,6 90,9 100,0 Así, ninguno de los pacientes participantes en el estudio manifestaron tener leves molestias, sino que el 81,3% relevaron sintomatología dolorosa de carácter moderado, sin llegar a provocar disminución en la actividad cotidiana. Estadísticos N Válidos Perdidos Media Mediana Desv. típ. EDAD 44 0 60,5455 58,0000 11,97955 SEXO 44 0 1,8182 2,0000 ,39015 DOLOR 44 0 7,0000 7,0000 1,14119 Respecto a los resultados del análisis de la baropodometría, la presión media obtenida en la segunda articulación metatarsofalángica sin vendaje funcional fue de 2,405 y con vendaje funcional fue de 1,840; por tanto dicha presión disminuye con el empleo de esta medida conservadora. Estadísticos de muestras relacionadas Par 1 Media 2,4057 1,8409 PRESIONSV PRESIONCV N 44 44 Desviación típ. ,61800 ,46157 Error típ. de la media ,09317 ,06958 PRESION 2,5 2 1: Presión sin vendaje 2: Presión con vendaje. 1,5 1 7 0,5 0 1 2 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. Correlaciones de muestras relacionadas N Par 1 PRESIONSV y PRESIONCV Correlación 44 Sig. ,729 ,000 Prueba de muestras relacionadas Diferencias relacionadas Media Par 1 PRESIONSV PRESIONCV ,56482 Desviación típ. ,42311 Error típ. de la media ,06379 95% Intervalo de confianza para la diferencia Inferior Superior ,43618 ,69345 t 8,855 gl Sig. (bilateral) 43 ,000 Puesto que p‹0005, la significación respecto a la disminución de presión en la segunda articulación metatarsofalángica es positiva, siendo considerablemente menor con el uso de vendaje funcional. Discusión. La prevalencia en sexo de nuestro estudio demuestra que existe un mayor número de mujeres que padecen la deformidad; creemos que es debido a la influencia de patologías adyacentes como el hallux valgus y el hábito a la hora de calzarse, puesto que estas situaciones contribuyen al desarrollo de la misma. Un calzado de puntera estrecha, disminuye el espacio a nivel de antepié y por tanto obliga al segundo radio a buscar espacio, teniendo que migrar la falange proximal hacia dorsala respecto al metatarsiano. También el uso prolongado de tacones, lo cual provoca un aumento de carga en la zona metatarsal y una situación plantarflexora de los mismos. En cuanto a la edad, la media se sitúa alrededor de los 60 años, lo cual nos hace pensar que en las personas mayores, los factores predisponentes para padecer la deformidad se multiplican en esta década de la vida, teniendo en cuenta que la alteración puede aparecer en edades más precoces al intervalo expuesto en el análisis. No podemos demostrar con el estudio que la frecuencia aumente con la edad pero podemos concretar que la deformidad es de carácter progresivo. Respecto a la valoración del dolor, hemos de decir que es una variable completamente subjetiva, y que su significación es únicamente orientativa. Así, el 8 VARIACIONES DE PRESIÓN EN SEGUNDO DEDO FLOTANTE. ESTABILIZAZCIÓN CON O SIN VENDAJE FUNCIONAL. Pérez del Castillo L, Hernández Sánchez S, Cecilia Matilla A, Plaza Lastras I, Orejana García AM. estudio no revela ningún paciente con un dolor leve. Un tercio de ellos manifestaron dolor agudo de carácter moderado; esto nos hace pensar que los pacientes acuden a consulta cuando ya existe sintomatología dolorosa y no cuando comienza la deformidad física. Además podemos decir que el grado de dolor si aumenta con la edad; es decir, que en personas mayores la deformidad cursa con mayor dolor. La variación de presión en el área definida para la segunda articulación metatarsofalángica reduce con el uso del vendaje estabilizador. Según Yu y Judege este vendaje es poco práctico poco para su uso prolongado puede causar edema y ulceración del dedo, pero sin embargo describen que es útil como medida diagnóstica de confirmación. En nuestro estudio, se demuestra que además de servir para confirmar el diagnóstico, reduce la presión a ese nivel, descargando la articulación; así pues ayuda a mejorar el proceso inflamatorio y la sintomatología dolorosa. Así pues el vendaje tiene como ventajas reducir el proceso sintomático. También colabora a frenar el progreso de la deformidad. Estabiliza la articulación y contribuye al desarrollo normal de deambulación. El principal inconveniente que hemos encontrado es la dificultad para que el paciente se coloque de forma correcta el vendaje. Además, es difícil cuantificar la planatrflexión suficiente para estabilizar la articulación. Conclusiones. La realización de dicho estudio nos permite concluir de la siguiente forma: • El uso del vendaje funcional reduce la presión sobre la segunda articulación metatarsofalángica en aquellos casos en los que exista un dedo flotante. • Ayuda a confirmar el diagnóstico de la alteración. • La eficacia del vendaje funcional es efímera en el tiempo, puesto que él mismo pierde tensión según evolucionan las distintas fases de la marcha y según pasan los días. • La aplicación de dicho vendaje sirve como medida antinflamatoria y analgésica. • Su aplicación es válida como tratamiento previo al uso de ortesis plantar definitiva. • Con el mismo, además de disminuir fuerzas de reacción sobre la articulación, ayudamos a redistribuir y a equilibrar las presiones plantares. Bibliografía. 1. García Carmona F.J, Pascual huerta J., D. Cicchinelli L. Reparación quirúrgica del plato plantar en el síndrome de predislocación. 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