Reconstrucción del claustro del monasterio de Fitero El 10 de enero de 1893, el párroco de Fitero remitió una instancia al Ministerio de Fomento y, mientras esperaba la respuesta que nunca llegó, tuvo la desgracia de observar cómo, seis días después, se hundía toda la panda occidental del claustro del antiguo monasterio de Fitero. El 3 de junio de 1931, éste fue incluido en la larga lista de inmuebles que fueron declarados Monumento Nacional, ratificándose su declaración como Bien de Interés Cultural tras la aprobación de la ley de Patrimonio Histórico Español de 1985, sin que nada de esto animase a evitar la progresiva ruina de este claustro y de otras dependencias y bienes de interés cultural que hay en Fitero. Dentro de pocas semanas van a comenzar las obras para reconstruir la galería porticada del citado claustro. No se podrá restaurar debido a que el mencionado desastre así lo impide e incluso la reconstrucción no va a ser todo lo fidedigna que podía haber sido debido a que gran parte de las piedras de la zona que se hundió y que permanecieron almacenadas hasta hace un lustro, más o menos, fueron reutilizadas como cantera para restaurar otros monumentos navarros. En cualquier caso, estamos de enhorabuena y ojalá que la racha continúe y ahora el Ayuntamiento de Fitero aplique la ley foral de Patrimonio Cultural de 2005 y catalogue adecuadamente el rico patrimonio histórico que aún queda en Fitero, buena parte del cual fue recogido en el libro "El Tesoro del Patrimonio Histórico de Fitero", publicado el año pasado por el propio ayuntamiento, gracias al interés de la que entonces era su concejal de Cultura: Araceli Fernández. A continuación se podría preparar el imprescindible Plan Director para asegurar su conservación y fomentar la revalorización de la villa y su comarca gracias a la explotación de tan rico patrimonio que, bien gestionado, debería promover su desarrollo. Finalmente, esperemos que la alegría que nos embarga estos días no impida que también se pongan a buen recaudo los restos arqueológicos extraídos del poblado celta de "Pañetero" que aún están almacenados en la esquina del claustro en el que estaban apiladas las piedras que, en vano, esperaban el momento de volver a ocupar el lugar en la galería del claustro o del sobreclaustro, en el que se encontraban desde el siglo XVI o XVII, respectivamente. SERAFÍN OLCOZ