Ojo de Mari-Sancha, y que, como es sabido, es el más importante de los Ojos del Guadiana, he obtenido curiosos ejemplares, que emi­ tieron á la vez, en cada nodo, vanas ramas de pie desnudo, unas, desprovistas en absoluto de cortización, y otras, con ella incom­ pleta. (Pig. 5, J.) Una curiosa propiedad de los tallos de las caráceas es la torsión que, durante el extraordinario crecimiento en longitud de los intcrnodos, experimentan girando hacia la izquierda, mientras que las hojas experimentan una torsión hacia la derecha; la cortización hace que en la mayoría de las especies del género Chara sea esto más per­ ceptible que en las demás carofitas. Los tallos, hojas y casi toda la planta, pueden presentar y pre­ sentan, en la generalidad de las especies del género Chara, una in­ crustación que, en algunas especies, como la Ch. hispida L., Ch. faetida A. Br., Ch. áspera Willd., etc., llega á ser muy considerable. El carbonato de cal se deposita en las paredes exteriores de las cé­ lulas, y tórnanse las caráceas quebradizas; pero sus delicados ór­ ganos soportan así mejor la acción destructora de las aguas, de las plantas y animales microscópicos y macroscópicos epífitos, á los cuales sucumben mucho más pronto las caráceas que no tienen la propiedad de recubrirse por tan sólida cubierta protectora. Claro es que para el estudio de la disposición de los tubitos cor­ ticales, corona estipular, etc., precisa, en las especies incrustadas, separar toda ó gran parte de la incrustación, para percibir los indis­ pensables caracteres minuciosos, ocultos muchas veces por la pode­ rosa capa de carbonato de cal que los recubre. Esto se logra trans­ portando el fragmento de la carácea cuyo estudio interese, á un cristalizador que contenga agua bástanlo para cubrir el objeto de nuestra investigación, y se vierten en dicha agua las gotas ele ácido clorhídrico necesarias para que se vean sobre el trozo de carácea multitud de burbujas gaseosas. Pasado un cierto tiempo, el suficiente para que la carácea se haya hecho flexible, se lava el fragmento con repetidas aguas, y puede ob­ servarse al microscopio con suficiente claridad.