RITUAL DEL BAUTISMO

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RITUAL DEL BAUTISMO
ACOGIDA
El sacerdote recibe a los padres y padrinos con el niño en la puerta de la iglesia, los acoge con estas palabras:
Hermanos: Con gozo habéis vivido en el seno de vuestra familia el nacimiento de un niño. Con gozo venís ahora a
la Iglesia a dar gracias a Dios y celebrar el nuevo y definitivo nacimiento por el bautismo.
Todos los aquí presentes nos alegremos en este momento, porque se va a acrecentar el número de los
bautizados en Cristo.
Dispongámonos a participar activamente.
Seguidamente, el sacerdote pregunta a los padres:
¿Qué nombre habéis elegido para este niño?
[-] Los padres dicen el nombre elegido para su hijo.
El sacerdote continúa preguntado:
¿Qué pedís a la Iglesia para (nombre del niño)?
Los padres responden:
[-] El bautismo.
Entonces el sacerdote se dirige a los padres con estas palabras:
Al pedir el bautismo para vuestro hijo, ¿sabéis que os obligáis a educarlo en la fe, para que este niño, guardando
los mandamientos de Dios, ame al Señor y al prójimo como Cristo nos enseña en el Evangelio?
Los padres responden: [-] Sí, lo sabemos.
Después se dirige a los padrinos:
Y vosotros, padrinos, ¿estáis dispuestos a ayudar a sus padres en
esa tarea?
Los padrinos contestan: [-] Sí, estamos dispuestos.
El sacerdote hace la señal de la cruz sobre la frente del niño diciendo:
(Nombre del niño), la comunidad cristiana te recibe con gran alegría. Yo, en su
nombre, te signo con la señal de Cristo Salvador. Y, vosotros padres y padrinos,
haced también sobre él la señal de la cruz.
[-] Los padres y padrinos hacen también la señal de la cruz sobre la frente del
niño.
Finalizado el rito de acogida todos entran a la iglesia.
LITURGIA DE LA PALABRA (LECTURAS)
Estando todos sentados, se proclama la palabra de Dios. Sigue la homilía del sacerdote. Y
finalmente, tiene lugar la oración de los fieles.
CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO
-|LETANÍA DE LOS SANTOS|Todos rezan la letanía de los santos para pedir la intercesión de la Virgen y de los santos, respondiendo a cada
invocación «Ruega por nosotros»
Santa María, Madre de Dios.
San José, esposo de la Virgen.
San Luis
San Juan Bautista.
Santos apóstoles Pedro y Pablo.
…
Todos los santos y santas de Dios.
-|ORACIÓN DE EXORCISMO|Acabadas las invocaciones prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a tu Hijo al mundo, para librarnos del dominio de Satanás, espíritu
del mal, y llevarnos así, arrancados de las tinieblas, al Reino de tu luz admirable; te pedimos que este niño, lavado
del pecado original sea templo tuyo, y que el Espíritu Santo habite en él. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
-|UNCIÓN PREBAUTISMAL|Seguidamente, el sacerdote unge al niño en el pecho con el óleo de los catecúmenos mientras dice:
Para que el poder de Cristo Salvador te fortalezca, te ungimos con este óleo de salvación en el nombre del
mismo Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
-|BENDICIÓN E INVOCACIÓN A DIOS SOBRE EL AGUA|Después el sacerdote bendice el agua que se va a emplear para bautizar al niño.
Oremos, hermanos, al Señor Dios todopoderoso, para que conceda a este niño la vida nueva por el agua y el
Espíritu.
Oh Dios, que realizas en tus sacramentos obras admirables con tu poder invisible, y de diversos modos te has
servido de tu creatura, el agua para significar la gracia del Bautismo.
Oh Dios, cuyo Espíritu, en los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces
concibieran el poder de santificar.
Oh Dios, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de
modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad.
Oh Dios que hiciste pasar a pie enjuto por el mar Rojo a los hijos de Abraham, para que el pueblo liberado de la
esclavitud del Faraón fuera imagen de la familia de los bautizados.
Oh Dios, cuyo Hijo, al ser bautizado en el agua del Jordán, fue ungido por el Espíritu Santo; colgado en la cruz
vertió de su costado agua, junto con la sangre; y después de su resurrección mandó a sus
apóstoles: «Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»
Mira, ahora, a tu Iglesia en oración y abre para ella la fuente del
Bautismo: Que este agua reciba, por el Espíritu Santo, la gracia de tu
Unigénito, para que el hombre, creado a tu imagen y limpio en el
Bautismo, muera al hombre viejo y renazca, como niño, a nueva vida por
el agua y el Espíritu.
Te pedimos, Señor, que el poder del Espíritu Santo, por tu Hijo,
descienda sobre el agua de esta fuente, para que los sepultados con
Cristo en su muerte, por el Bautismo, resuciten con él a la vida. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
-|RENUNCIAS Y PROFESIÓN DE FE |Ahora, [-] los padres y padrinos, en nombre del niño, renuncian al pecado y profesan la fe.
En primer lugar, responden «Sí, renuncio» a cada uno de estas tres preguntas que les dirige el sacerdote:
¿Renunciáis a Satanás?
[-] Sí, renuncio.
¿Y a todas sus obras?
[-] Sí, renuncio.
¿Y a todas sus seducciones?
[-] Sí, renuncio.
Seguidamente responden «Sí, creo» a esta triple profesión de fe:
¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
[-] Sí, creo.
¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa
María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está
sentado a la derecha del Padre?
[-] Sí, creo.
¿Creéis en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los
pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
[-] Sí, creo.
Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Amén.
-|BAUTISMO|Llega el momento de bautizar al niño.
El celebrante pregunta a los[-] padres y padrinos:
¿Queréis, por tanto, que vuestro hijo (nombre del niño), sea bautizado en la fe de la Iglesia que todos juntos
acabamos de profesar?
[-] Sí, queremos.
Entonces el celebrante bautiza al niño diciendo:
(Nombre del niño), yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
-|UNCIÓN CON EL CRISMA |Tras haber bautizado al niño el sacerdote lo unge en la coronilla con el crisma.
Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que te ha liberado del pecado y dado nueva vida por el agua
y el Espíritu Santo, te consagre con el crisma de la salvación para que entres a formar parte de su pueblo y seas
para siempre miembro de Cristo, sacerdote, profeta y rey. Amén.
-|IMPOSICIÓN DE LA VESTIDURA BLANCA|Después, el sacerdote impone al niño una vestidura blanca.
(Nombre del niño), eres ya nueva creatura y has sido revestido de Cristo. Esta
vestidura blanca sea signo de tu dignidad de cristiano. Ayudado por la palabra y el
ejemplo de los tuyos, consérvala sin mancha hasta la vida eterna. Amén.
-|ENTREGA DEL CIRIO|Finalmente el sacerdote muestra el cirio pascual diciendo:
Recibid la luz de Cristo.
Entonces, [-] el padre o el padrino enciende la vela del niño en el cirio pascual.
Seguidamente el sacerdote dice:
A vosotros, padres y padrinos, se os confía acrecentar esta luz. Que vuestro hijo, iluminado
por Cristo, camine siempre como hijo de la luz. Y perseverando en la fe, pueda salir con todos
los Santos al encuentro del Señor. A continuación, termina haciendo el gesto de abrir los oídos y los labios al niño.
CONCLUSIÓN
Para concluir la celebración todos juntos rezan el Padre nuestro.
Finalmente el sacerdote bendice a la madre, que tiene en brazos a su hijo, al padre y a todos los presentes.
El Señor todopoderoso, por su Hijo, nacido de María la Virgen, bendiga a esta madre y alegre su corazón con la
esperanza de la vida eterna, alumbrada hoy en su hijo, para que del mismo modo que le agradece el fruto de sus
entrañas, persevere con él en constante acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
El Señor todopoderoso, dispensador de la vida temporal y la eterna, bendiga a este padre, para que junto con su
esposa sean los primeros que de palabra y de obra, den testimonio de la fe ante su hijo, en Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
El Señor todopoderoso, que nos ha hecho renacer a la vida eterna por el agua y el Espíritu Santo, bendiga a
estos fieles, para que siempre y en todo lugar sean miembros vivos de su pueblo; y conceda la abundancia de su paz
a todos los aquí presentes, en Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe
siempre. Amén
Lecturas de la liturgia
 Primera Lectura: Hechos 4,8-12 "Ningún otro puede salvar"
En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "Jefes del pueblo y ancianos: Porque le
hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a
ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de
Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los
muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que
desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro
puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos."
Salmo Responsorial: 117 (sacerdote) "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la
piedra angular."
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes. R.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia. R.
 Segunda Lectura: I Juan 3,1-2 "Veremos a Dios tal cual es"
Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues
¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de
Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
 Evangelio: Juan 10,11-18 (sacerdote) "El buen pastor da la vida por las ovejas"
En aquel tiempo, dijo Jesús: "Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el
asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y
huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que al Padre me
conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que
no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo
rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder
recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla
y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre."
Fuente: http://www.aciprensa.com/calendario/calendario.php?dia=3&mes=5&ano=2009

Preces:
Para que la semilla de la vida divina que hoy recibirán estos niños pueda fructificar por
medio de una buena educación cristiana, roguemos al Señor.
Para que el Señor nos conceda vida, salud y trabajo, para atender nuestro deber de
padres y padrinos y familiares junto a estos niños, roguemos al Señor.
Para que todos los aquí presentes que hemos recibido el mismo bautismo nos
esforcemos en trabajar por la unidad de la iglesia y vivamos como hermanos,
roguemos al Señor.
Para que haya paz en la tierra, fundamentada en la verdad y en la libertad, en el amor
y la justicia, roguemos al Señor.
Para que nadie se vea impedido, marginado, perseguido ni coaccionado en la profesión
de la fe, roguemos al Señor.
Para que todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu puedan hallar consuelo y
esperanza, y nuestra ayuda fraternal y cristiana, roguemos al Señor.
Fuente: http://www.parroquia.de/liturgia/rituales/bautismo.htm
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