6-7 // GLOBAL Guillermo Valle A tres años del inicio de la ocupación de Iraq, no parece que se hayan cumplido los objetivos declarados de Estados Unidos (combatir el ‘terrorismo internacional’) ni los no declarados (el control de los recursos del país) con el costo de decenas de miles de iraquíes muertos y un retroceso social generalizado, tal como señala el arabista Iñaqui Gutiérrez de Terán en un balance sobre la ocupación norteamericana. La oposición a la guerra no ha dejado de crecer, como demuestran las jornadas internacionales contra la ocupación de los días 18 y 19 de marzo o el renacimiento del movimiento antiguerra en EE UU. III ANIVERSARIO DE LA INVASIÓN // Movilización global contra la ocupación Martín Cúneo Redacción Cuando se cumplen tres años del inicio de la ocupación de Iraq, vuelven a convocarse desde ciudades de todo el planeta movilizaciones contra la guerra de Iraq. Aquel 18 de marzo de 2003, al mismo tiempo que las primeras bombas caían sobre Bagdad, cientos de miles de personas en todo el mundo salían a la calle para mostrar su rechazo. Ya lo habían hecho el 15 de febrero de ese año tres millones de personas en Roma y un millón en Barcelona, Londres y Madrid, en la que es conocida como la primera manifestación masiva realizada simultáneamente en todo el mundo. El “MERECE LA PENA” Así sintetizaba Bush los sacrificios realizados para mantener la ocupación. En lo que se refiere a sacrificios económicos de EE UU, llegan a más de un billón de dólares, según el Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Una guerra pensada para ser rápida se complica cada vez más. La última novedad son los muros alrededor de numerosas ciudades para contener la insurgencia. Oriol Clavera Entre el 17 y el 19 de marzo están convocados cientos de movilizaciones y actos en todo el mundo contra la ocupación de Iraq y la política expansionista de EE UU. New York Times llegó a hablar de la existencia de una segunda superpotencia: “el movimiento por la paz”. En aquella ocasión fue el Foro Social de Florencia el que convocó aquel día de movilizaciones contra la guerra. En este caso es el de Caracas, realizado en enero de este año en Venezuela, con la intención de reactivar la oposición mundial a la política de EE UU y sus aliados. Desigual balance de cuentas Las privatizaciones y la liberalización acelerada de la economía, garantizadas en la Constitución iraquí y aupadas por las presiones del FMI, no han hecho más que crear una plataforma de enriquecimiento para las empresas, mayoritariamente norteamericanas y especialmente cercanas al Gobierno de Bush. Mientras tanto, el costo humano de la invasión, con más de 37.000 muertos, 10.000 encarcelados por pertenecer a la insurgencia, decenas de miles de afectados por el uranio empobrecido y el resultado de un enfrentamiento entre etnias fomentado por la coalición ocupante, es incalculable. Tres años después de la imagen de Colin Powell enseñando un frasco en las Naciones Unidas, los argumentos utilizados para la invasión vuelven a repetirse, aunque esta vez señalando a Irán y con una Unión Europea unida en su apoyo a las tesis norteamericanas. TRES AÑOS DE GUERRA EN CIFRAS subido el precio de los alimentos y 500% el de la gasolina. 24% haen enero los iraquíes aprueban los ataques 47% dearmados contra los ocupantes. 37.000 civiles muertos desde el inicio de la ocupación es la cifra más conservadora de las existentes. es la cifra oficial de paro, aunque otros cál28% culos la sitúan en el 50%. millones de dólares del fondo ‘de 7.500 desarrollo’ han ‘desaparecido’. son los encarcelados por 10.000 pertenecer a la resistencia. ANÁLISIS // EL RESULTADO DE LA INVASIÓN Del desastre augurado al caos consagrado El autor hace un repaso por la situación de violencia, injusticia y violación de los derechos humanos en que se encuentra Iraq desde que fue invadido en 2003. Iñaqui Gutiérrez de Terán* raq, marzo de 2003: dirigentes estadounidenses con sus inefables corifeos europeos albrician el futuro radiante del Iraq que se está liberando. Los líderes políticos iraquíes que han apoyado la operación militar hablan de democracia, bienestar y justicia inminentes. Cae Bagdad. Incertidumbre entre buena parte de la población iraquí, hastiada de tantos años de régimen burdo y criminal y esquilmada por un embargo asimismo soez y demencial. Muy pocos lloran la dictadura depuesta. Nuestros medios de comunicación confeccionan un Iraq de tolerancia y progreso que alumbrará la conversión de Oriente Medio en un territorio “moderno” I bajo palio de la tutela munífica de Estados Unidos. Iraq, marzo de 2006: dirigentes estadounidenses pasan como de puntillas por Bagdad para tranquilizar a sus tropas, conjurar –dicen– el peligro de la guerra civil y llamar al orden a los gobernantes locales. Las instituciones forjadas por las fuerzas invasoras se debaten en la inacción y sus representantes, en las disputas intestinas. El país sigue postrado. La población iraquí ha olvidado las perspectivas halagüeñas y se muestra exhausta ante tantos meses de ocupación, prepotencia y saqueo. Los medios de comunicación occidentales peroran sobre los peligros de la guerra civil y la invo- lución (¿pero ha habido evolución?), como si la ocupación fuera la única realidad que puede evitar el horror absoluto. Mientras, crece el número de quienes dicen, quizás, con Saddam se vivía mejor. Un resultado previsible Hace tres años, si, en lugar de asimilar la propaganda triunfalista, nos hubiéramos puesto todos a analizar objetivamente las circunstancias de la ocupación nadie, salvo los cínicos y los ingenuos, podría decir que esto no se veía venir. Habría bastado con comprobar la notoria indiferencia de millones de iraquíes ante la entrada de las tropas ocupantes o leer los sondeos de opinión sobre la ocupación. Habría sido suficiente reparar en los saqueos y desmanes que asolaron el país sin que los invasores hicieran nada por garantizar el orden. Habría servido palpar, en los testimonios de los iraquíes, la brusquedad de los soldados estadounidenses para con los civiles, los allanamien- tos, las detenciones intempestivas. Habría sido útil comprobar que entre los millares de especialistas y técnicos occidentales desembarcados en Iraq había muy pocos médicos, ingenieros o educadores y sí mucho ‘contratista’. La incomparecencia de aquéllos se ha correspondido con la salida de profesores, científicos y técnicos cualificados iraquíes en busca de la seguridad. No extrañe pues que las infraestructuras sean tercermundistas a pesar del maná de la reconstrucción. Conveniente habría sido saber los antecedentes nada democráticos de los líderes iraquíes aliados de Washington, que han acabado conformando una nueva oligarquía dirigente. Práctico habría resultado contar con informaciones concretas sobre las corporaciones que, antes incluso de completada la invasión, se habían repartido la tarta iraquí: los contratos de la reconstrucción, el mantenimiento de la estructura administrativa, las concesiones petrolíferas... hasta la limpieza de las letrinas de los cuarteles. » Diagonal // Del 16 al 29 de marzo de 2006 Oriol Clavera CINDY SHEEHAN // MADRE DE SOLDADO FALLECIDO EN IRAQ JUAN TORRES // PADRE DE MILITAR MUERTO “Bush es un terrorista según su propia definición” “A Iraq van soldados sacados del colegio” DIAGONAL: ¿Cuál es la opinión actual del pueblo de EE UU respecto a la guerra? CINDY SHEEHAN: Creo que el pueblo de los EE UU se está despertando al hecho de que esta guerra ha sido una mentira de proporciones históricas. Hemos tardado tanto en darnos cuenta en EE UU porque es un país muy nacionalista, muy militarista y no queremos creer que nuestros líderes nos mintieron. Los medios fueron cómplices, porque son propiedad de grandes empresas que pertenecen a los mismos que se benefician de la guerra. Silenciaron las mentiras antes de la guerra, y tan sólo ahora están empezando poco a poco a informar de ello. Hoy el movimiento contra la guerra se está fortaleciendo, está más motivado, se está volviendo más activo y está presionando al Congreso para que traiga a las tropas a casa. D.: En diciembre, la NBC consiguió un documento secreto de Defensa con una lista de grupos pacifistas, a los que se califica de amenazas... C.S.: Es la misma historia de siempre. Hicieron lo mismo durante la » Al margen de la fanfarria de los promotores de la guerra, numerosos aún a pesar de las deserciones, lo que uno puede sacar en claro de estos tres años de horrores es que los iraquíes viven sumidos en la desgracia absoluta. Los responsables estadounidenses, con todo, no cejan en su voluntarismo beatífico; sin embargo, sus estimaciones, harto optimistas, se han ido diluyendo en el recuerdo difuso de las proclamas. Hasta el malhadado período del embargo, entre 1990 y 2003, aparece hoy como un dechado de eficacia en comparación con lo que tenemos Lo que uno puede sacar claro de tres años de horrores es que los iraquíes viven sumidos en la desgracia absoluta hoy. Al menos los niños y las niñas podían ir a la escuela sin temor a los raptos o los coches-bomba y los hogares tenían aseguradas unas horas fijas de electricidad. Ahora, suponer que las escuelas funcionan con normalidad, que los hospitales cumplen los mínimos requisitos de higiene o que uno va a tener electricidad para encender el ordenador a la hora x guerra de Vietnam. Pero nosotros no nos preocupamos porque no tenemos nada que esconder. Me parece increíble que mi Gobierno represente una amenaza para la humanidad. Nosotros los grupos pacifistas estamos luchando por lograr soluciones pacíficas, y el Gobierno debería utilizar su fuerza en aquello que represente un verdadero problema y no en investigar a grupos pacifistas. Me parece una locura. D.: Usted ha dicho que los mayores terroristas son Bush y los neocons. C.S.: George Bush dijo que terrorista es la persona que mata gente inocente, así es que Bush es un terrorista según su propia definición. Ha provocado más muertes en el mundo que Osama Bin Laden el 11 de septiembre. Aquel día fue trágico, murieron 3.000 de nuestros ciudadanos y en América nunca olvidaremos aquello, pero George Bush reaccionó inapropiadamente. Ahora, decenas de miles de civiles iraquíes inocentes han muerto, así como miles de afganos inocentes. Así es que, de acuerdo con su propia definición, Bush es un terrorista. También creo que estamos empezando a tomar el control de nuestra democracia. En democracia hace falta un sistema de con- constituye un acto de fe. El petróleo, que se ha presentado como uno de los motores de la rehabilitación del país, no mana. Todavía nadie ha sido capaz de explicar cómo la primera superpotencia del planeta, capaz de aplastar al temible ejército de Saddam Husein y de haber promovido la reedificación de dos grandes naciones devastadas como Japón y Alemania, no ha podido recuperar siquiera los niveles de producción de la época del embargo, con un promedio de unos 2,5 millones de barriles diarios en 2002. Peor aún, a medida que pasa el tiempo, la cuota máxima se reduce y ya apenas si se puede hablar de los dos millones de barriles al día como un objetivo realista a corto plazo. El Estado importa combustible y los ciudadanos se consumen en colas de horas para comprar gasolina. Los iraquíes, que habían oído maravillas de la generosidad de los poderes públicos y privados estadounidenses, no pueden explicarse cómo tanto poder no es capaz de llevar el agua corriente a la mitad de los hogares ni de reparar las centrales eléctricas averiadas durante los bombardeos. No será por falta de medios, porque el régimen anterior, a pesar del embargo y su sistema represivo, se las arreglaba mal que bien para paliar los desperfectos. Nadie ha conseguido explicar “ Bush ha provocado más muertes en el mundo que Bin Laden el 11 de septiembre. Ahora, miles de civiles iraquíes y afganos han muerto ” trol, y nosotros no lo tenemos, porque el Congreso es republicano, la Administración es republicana, el Tribunal Supremo apoyó a Bush colocándolo en el primer puesto en las elecciones de 2000, y los medios son sólo un instrumento de propaganda del Gobierno. Así es que no tenemos un sistema de control pero el pueblo estadounidense se ha convertido ahora en el sistema de control del Gobierno. G.M.L. El 12 de julio de 2004, el soldado estadounidense Juan Manuel Torres, de 25 años, murió de un tiro en la cabeza en la base de Bagram (Afganistán). Según la versión oficial, Torres se suicidó. Sin embargo, su padre, argentino afincado en EE UU desde finales de los ‘70, mantiene que fue asesinado por los propios militares al haber criticado el tráfico de drogas imperante propiciado por los altos mandos. Juan Torres afirma haberse topado contra un “muro de silencio” al tratar de denunciar innumerables puntos oscuros que rodean la muerte de su hijo y que no han sido aclarados ni por las Fuerzas Armadas ni por el Gobierno. Como el de su hijo, hay al menos otros 203 casos de muertes de soldados en extrañas circunstancias sobre las que se cierne un halo de secretismo. “Ya he recibido amenazas del Ejército”, afirma, “pero seguiré adelante porque ya perdí todo, perdí mi vida pero tengo otra vida con la que nací de vuelta”. Hoy, Torres es uno de los mayores activistas contra el reclutamiento de jóvenes en las escuelas por parte del Ejército, jóvenes que luego nutren las tropas de la ocupación en Iraq. “Me dedico a hablar en las escuelas, universidades, iglesias, a los padres y en general a nuestra comunidad [hispana] que es en la que más muertos tenemos junto a la comunidad negra”. En EE UU, los menores pueden ser reclutados desde los 16 años con la firma de sus padres, pero el hijo de Torres fue contratado con 17 sin ‘LIBERACIÓN’. Decenas de miles de personas han sido asesinadas por los ocupantes. tampoco adónde han ido a parar las fabulosas cantidades de la reconstrucción. Mal deben de andar las cosas cuando los mismos auditores del Congreso de EE UU han señalado agujeros negros en las cuentas. De los 20.000 o 30.000 millones de dólares que, dicen, se han dedicado o se van a dedicar a estas tareas, los iraquíes saben muy poco. Que no han servido para levantar infraestructuras decentes dan fe las escuelas destartaladas y los hospitales infectos. Quizás hayan valido para reconstituir las cuentas de ciertos personajes cercanos o insertos en la Adminis- tración estadounidense; a ellos habrá que preguntarles de qué ha servido la sangrienta bufonada de Iraq. Por lo mismo, ignoramos el objeto de la muerte de decenas de miles de iraquíes inocentes, la desaparición de miles de ciudadanos anónimos y la proliferación de las fosas comunes. Hasta nos cuesta discernir qué fosas son de Saddam Husein, cuáles de Estados Unidos y cuáles de los movimientos terroristas supuestamente contrarios a Washington. A modo de conclusión, para representar este monumental desastre que es Iraq, se puede proponer un M. A. M. Gladys Martínez López Madrid Miguel A. Martín Tras la muerte de su hijo en 2004, Sheehan fundó la Gold Star Families for Peace y se ha convertido en la cara visible del movimiento pacifista en EE UU. autorización. “Casi el 80% de los soldados que están en Iraq son gente engañada, son gente de la reserva que no sabía realmente a lo que iba, sino que fueron sacados de las escuelas”, afirma. Con su “lucha de hormiga”, como él la define, ha conseguido que grupos de madres, en varios Estados, se organicen y hagan guardia delante de las escuelas para impedir el paso a los reclutadores del Ejército. Sin embargo, la Corte Suprema va a aprobar que los militares puedan reclutar legalmente en las escuelas, denuncia Torres, “por lo que van a poder meterme preso si voy a impedir que contraten a los niños”. “La justicia no va a existir”, concluye. “La justicia para Couso y otros muchos no existió, la justicia del presidente que sigue asesinando no va a existir, pero debemos comunicar esta experiencia a los niños y al mundo para que no vuelva a ocurrir”. juego, elemental, de magia. Pongan ustedes una chistera sobre un taburete, digan voilà, álcenla y muéstrennos un conejo. Vuelvan a colocarla en el mismo sitio con ademán de Administración de Bush y verán cómo aparecen cosas insospechadas donde antes eso no estaba: ¡zas! y tenemos a centenares de islamoides descerebrados o vaya usted a saber qué asesinando a civiles a mansalva en mercados y mezquitas; ¡toma! y tenemos la amenaza de una guerra interconfesional entre musulmanes sunníes y chiíes en un país en el que durante siglos nadie ha hablado de tal cuestión –es un mérito lograr tanto en tres años; ¡pocha! y tenemos a decenas de milicias armadas imponiendo su ley en este barrio o aquella ciudad mientras el crimen organizado trafica, muy regladamente, con casi todo. En fin, aquí debería acabar el juego; empero, déjense llevar por el más difícil todavía: ¡hala! y verán cómo aparecen las armas de destrucción masiva en Iraq: sí, verán bombas de fósforo, napalm y uranio empobrecido, herramientas ocasionales de los ejércitos de la liberación. Qué repertorio, ¿verdad? Tres años de ilusionismo criminal dan mucho de sí. *Iñaqui Gutiérrez de Terán es arabista.