PRESAGIO. El calendario se detiene en noviembre en esta obra de 2008 ADIÓS. Un hombre se va de viaje en otra fotografía de la serie Destiempos CARLOS GALLARDO, el artista LIGERO DE EQUIPAJE Las últimas fotos de Carlos Gallardo reunidas en el Malba son una silenciosa despedida POR ALICIA DE ARTEAGA De la Redacción de La Nacion F ue en el Malba, en un homenaje a Corinne Sacca Abadi, donde coincidimos en el estrado con Carlos Gallardo. Él recordó la visita de Corinne a su taller y el entusiasmo de la curadora frente a sus últimos trabajos. Nada ni nadie podían hacer pensar entonces que poco tiempo después Carlos Gallardo perdería la vida en un trágico accidente. Este recuerdo vuelve una y otra vez mientras recorro la muestra del Malba, Theatrum mundi, exposición homenaje a Carlos Gallardo curada por Mercedes Casanegra. Como en muchas de sus series anteriores, Gallardo repite de manera sistemática sus alusiones al tema del tiempo como leitmotiv. Las horas, los meses, los pequeños objetos de la vida cotidiana que acreditan en su uso y desgaste el paso del tiempo e, incluso, la evidencia cronológica en las fechas de un calendario que termina, se interrumpe, de manera abrupta en el mes de no- 24 | adn | Sábado 8 de mayo de 2010 viembre. Carlos Gallardo nació y murió en diciembre. Si se lee la exhaustiva cronología preparada por Victoria Giraudo para el catálogo se verá hasta qué punto el artista polifacético, arriesgado en sus apuestas de cambio, mutidisciplinario en sus abordajes, no perdió el tiempo. Dejó, como si previera esa intempestiva y prematura partida, el corpus de una obra ecléctica y vasta, y una selección de tra- Un calendario se interrumpe en la fotografía de manera abrupta en noviembre. Carlos Gallardo nació y murió en diciembre bajos, los últimos, listos para ser colgados, enmarcados tal como se exhiben en el primer piso del Malba. Las fotografías tomadas por Gustavo Sosa Pinilla en el taller de Carlos son quizás el mejor registro para entender por dónde se aventuraba la fantasía del artista, cuál era su hoja de ruta a la hora de crear: resortes, relojes, alambres, ganchos, tipos de letras, clavos, soportes, muñecos de plástico, cualquier recurso daba pie al comienzo de un ciclo que cerraba con la imagen capturada por su cámara. El registro del contexto cotidiano es también confirmación de esa faceta, observada con acierto por Eduardo Costantini, coleccionista, fundador del Malba y amigo de Gallardo, como un sello de identidad del artista: “Se caracterizaba por un trabajo sistemáticamente obsesivo, ordenado y detallista al extremo, y a la vez absolutamente emotivo y apasionado.” Mercedes Casanegra eligió trabajar para esta exposición con sus cuatro últimas series: Theatrum mundi, Vestigio, Erratum y Destiempos; es en esta última selección donde encuentra el artista su voz más intensa. En las primeras, el paisaje desolado y herrumbroso del puerto de Amberes sirve de escenario, un marco del que recorta en primer plano enormes piezas abandonadas que cobran nueva vida en el tratamiento del close up. En su larga y exitosa gira por los teatros europeos, donde produjo con Mauricio Wainrot obras premiadas, Gallardo se detuvo en ese frío y ventoso puerto del norte de Bélgica, cercano a la sede del Koninklijk Ballet van Vlaanderen (Ballet Real de Flandes) para el que montó la recordada escenografía de Carmina Burana, versión de Carl Orff de 1935. En la serie Erratum incorporó a su manera la palabra poética de Olga Orozco y Hugo Mujica. Todas las obras pertenecen a la colección de Maurico Wainrot, su compañero en la vida y en el arte. © LA NACION FICHA. Theatrum mundi, homenaje a Carlos Gallardo, en el Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415) hasta principios de julio. Encuentro con la curadora: miércoles 12 de mayo a las 18.30