EXPOSICIÓN DE TEMAS EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA Exponer significa presentar algo para que sea visto o conocido por otras personas. Puede haber exposiciones escritas y exposiciones orales, es decir, textos expositivos orales y texto expositivos escritos. Los reportes de investigación, los ensayos, las monografías, etc., son textos expositivos escritos. Ahora vamos a estudiar las exposiciones orales. La mayoría de los profesores utilizan la exposición oral como medio para informar a sus alumnos sobre los contenidos de su materia. Además, algunos profesores organizan a sus alumnos en equipos, para que cada uno presente una exposición oral sobre alguno de los temas del programa. La intención comunicativa de las exposiciones orales en la escuela es presentar un tema o un conjunto de temas para informarlo a los compañeros de clase. Pasos para una exposición oral Para preparar y presentar una buena exposición, se deben seguir ocho pasos, los cuales se explican a continuación. 1) Seleccionar un tema atractivo e interesante A veces, los profesores les indican el tema sobre el que deberán preparar y presentar una exposición de clase; pero otras veces, ustedes pueden seleccionar dicho tema, ya sea de entre una lista previa que plantee el profesor, o eligiendo cualquier tema que deseen. 2) Buscar y encontrar fuentes bibliográficas El siguiente paso consiste en buscar y encontrar material bibliográfico que tenga información sobre el tema que se va a exponer. Para la preparación de una exposición, es necesario consultar dos, tres o más fuentes bibliográficas diferentes. 3) Leer, entender y resumir el material encontrado El tercer paso consiste en leer y resumir el material que se haya encontrado. Cuando se trabaja en equipo, se recomienda dedicar una o dos sesiones del equipo a la lectura en común (en voz alta) del material encontrado, con el fin de que todos los integrantes conozcan toda la información recopilada. Asimismo, durante estas sesiones de lectura, se elaborarán las fichas de trabajo necesarias para sustentar la información. 4) Elaborar el esquema de la exposición Una vez que se haya leído, discutido y entendido la información que se recopiló, se procederá a elaborar el esquema que seguirán para la exposición. Este esquema deberá elaborarse a manera de cuadro sinóptico. 5) Redactar exposición Con base en el esquema que prepararon en el paso anterior, ahora hay que redactar la exposición. La presentación por escrito de una exposición es diferente de su presentación oral, ya que en ella hay que cuidar muchos aspectos como la ortografía de las palabras, la acentuación, la puntuación, la redacción en general, el formato de los párrafos, el formato de los subtítulos, la presentación final del documento, etc. Asimismo, en la presentación por escrito hay que incluir el listado de las referencias bibliográficas de las que se obtuvo la información que se está manejando. En esta redacción deben incluir los siguientes elementos: portada (con el titulo de la exposición), índice, introducción, desarrollo, conclusiones y referencias bibliográficas. 6) Elaborar el material didáctico de apoyo a la exposición Una vez que sepan lo que van a decir en la exposición (esquema y redacción de la misma), procederán a elaborar el material didáctico de apoyo que utilizarán durante la presentación. Las características principales que debe tener este material son las siguientes: Tanto las hojas de rotafolio, como los acetatos y las presentaciones en computadora deben contener poca información, a manera de esquema o cuadro sinóptico, sólo con los puntos principales a tratar. La letra debe ser suficientemente grande, como para que la pueden leer todos en el salón, en especial los que están hasta atrás del mismo. Se debe cuidar la ortografía y acentuación de las palabras. Se deben utilizar colores fuertes y oscuros. Incluir dibujos e imágenes que no sean distractores. En general, el material empleado debe ser atractivo a la vista y ayudar a clarificar la exposición. 7) Ensayar la exposición El ensayo de la exposición deberá seguir cinco pasos: Una entrada, introducción o presentación, con la que se logre captar la atención y el interés de todos los asistentes a la exposición. La explicación de los objetivos que se pretende lograr con esa exposición, así como del esquema que se seguirá para presentarla. El desarrollo o explicación del tema, paso a paso, punto por punto. Un resumen o síntesis final, donde se haga repaso rápido de todos los puntos que se expusieron. Un momento de preguntas y de aclaración de dudas. Desde el ensayo, hay que hablar con una voz clara, fuerte y pausada, de tal manera que todos en el salón los puedan escuchar perfectamente. Asimismo, hay que procurar utilizar todo y únicamente el tiempo que el profesor haya asignado para cada exposición. 8) Preparar el material y equipo necesario El último paso para la preparación de una exposición consiste en tener listo todo el material y el equipo que se va a utilizar durante la misma. Este material depende del tipo de exposición que se vaya a presentar. Partes de la exposición oral La exposición oral consta de las mismas partes que la exposición escrita: Una introducción (breve), en la que se expresan los objetivos y las ideas principales. Un desarrollo (más extenso) Una conclusión (breve), en la que se resumen las ideas que se han ido exponiendo. A estas tres partes deben añadirse: Un elemento inicial destinado a llamar la atención del auditorio [Forma parte de la introducción, la precede] Un cierre [Forma parte de la conclusión] A continuación, si el tiempo lo permite: Un turno de preguntas, Agradecimientos [Forman parte de la conclusión] La introducción Después de saludar al público y antes de presentar el tema de la exposición es importante introducir algún elemento destinado a captar su atención. Éstos son algunos recursos habituales: Hacer una reflexión en voz alta. Realizar una afirmación categórica, insólita, arriesgada, sorprendente... Contar una anécdota, relacionada con el tema de la exposición. Presentar un acontecimiento reciente, vinculado al tema que se va a tratar. Plantear una pregunta, que permita introducir la idea o ideas que se desarrollarán. Plantear un enigma, una adivinanza. Leer un fragmento de un texto, literario o no, que pueda impresionar al auditorio. Mostrar un objeto. Interpelar al auditorio. La introducción debe incluir: 1. Un saludo al auditorio; 2. Un elemento, que puede ser, como ya se ha anticipado, una reflexión, una anécdota, una pregunta, una afirmación categórica...; 3. El tema que se va a tratar, posiblemente ya ha quedado recogido en el título de la presentación; 4. El objetivo de la exposición: informar o convencer / persuadir al auditorio. 5. La estructura de la exposición. Adelantar las partes de que consta la exposición y las ideas que se presentan en cada una de ellas. Cuando se prepara la introducción en necesario tener en cuenta: Es necesario presentar el tema de la exposición. Hay que tener siempre presente lo que el auditorio ya conoce del tema y plantearlo al principio. Es necesario presentar el objetivo de la exposición, es decir, hacer hincapié sobre aquello que el público todavía no sabe sobre el tema. Conviene resumir las ideas de la exposición y explicar cómo se procederá. El desarrollo En el desarrollo de la exposición se presentan las ideas principales y las ideas secundarias, siguiendo este esquema: se enuncia, en primer lugar, una idea principal; a continuación, las ideas secundarias que de ella derivan; y se retoma la idea principal para cerrar la secuencia expositiva (que se corresponde a un párrafo en la escritura). Es necesario introducir frases de transición entre las diferentes ideas principales que sirvan de nexo de unión entre lo que ya se ha dicho y lo que vendrá a continuación. Cuando se prepara el desarrollo de una exposición hay que tener en cuenta: El desarrollo es la parte más extensa de la exposición. Conviene tener bien preparado el tema para ajustarlo al tiempo de que se dispone. Conviene no alejarse nunca del hilo conductor de la exposición. No hay que extenderse o entretenerse en los conocimientos que el auditorio ya posee. Hay que aportar argumentos o razones que justifiquen las afirmaciones. Hay que dejar bien claras las diferencias entre hechos, opiniones y sentimientos. La conclusión La conclusión debe incluir: 1. Un resumen de la exposición; 2. Una referencia a la idea que se ha utilizado como hilo conductor del discurso; 3. Un cierre; 4. Un indicación de que la exposición está acabando; 5. El agradecimiento al auditorio. 6. (Sólo si hay tiempo,) una invitación a plantear preguntas. Por estos motivos, cuando se prepara la exposición es necesario tener en cuenta que: La conclusión debe presentar un resumen rápido de las principales ideas de la presentación. En la conclusión se debe retomar la idea que se ha utilizado como hilo conductor a lo largo del discurso. Por otra parte, en el turno abierto de preguntas, es conveniente seguir estos consejos: Mirar a la persona que está planteando la pregunta y esperar a que termine de formularla. Si no se ha entendido bien la intención o el contenido de la pregunta, pedir a la persona que la ha planteado que la reformule. Responder de brevemente, ya la información que se proporciona responde al interés de una sola persona. Cuando se está respondiendo a una pregunta concreta, hay que mantener en contacto visual con todo el auditorio. Si se desconoce una respuesta, conviene decirlo abiertamente. Si algún asistente señala un error del ponente, conviene que éste lo reconozca, explicando las causas que lo han inducido o indique que consultará de nuevo sus fuentes. Si no hay tiempo, se puede ofrecer al auditorio la posibilidad de responder a las preguntas de forma individual. Tratemos de evitar lo siguiente durante nuestras exposiciones: Información extraída de: Zarzar Charur, Carlos A. “Lectura Expresión Oral y Escrita”. México: Grupo Editorial Patria, 2012. Impreso. Norma: MLA