La coma y el espacio Diario Concepción (http://diarioconcepcion.cl) La coma y el espacio [1] Señor Director: Hay dos obras, entre las leídas allá en los años de infancia que, al correr de los años, a una le hacen sentido por dar cuenta de situaciones que vamos viviendo en el día a día; una es el cuento “Adiós a Ruibarbo” del autor chileno Guillermo Blanco; y otra es el poema del autor nicaragüense Rubén Darío, “Los motivos del lobo”. Me hacen sentido metafóricamente, porque en alguna etapa de nuestra vida, derivamos en seres anestesiados por la rutina, como el caballo Ruibarbo, que brutamente conocía una sola vía, un solo derrotero y un espacio de cambio anulado sencillamente a través de los años, a semejanza del hombre del mito de la caverna que sólo admite las sombras como reales y no ve la luz de otra salida. Por otro lado, el lobo de Francisco de Asís; una fiera domesticada por el amor, convirtiendo su fiereza en humildad para convivir entre los hombres, y de esa convivencia tan humana en su esencia, renace en él, nuevamente su bestialidad, muchas veces más pura que las hipócritas convenciones humanas y así se expresa en el poema: “me vieron humilde… todas las criaturas eran mis hermanos… y así me apalearon y me echaron fuera… y entre mis entra- ñas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente; mas siempre mejor que esa mala gente…”. Motivos que van haciendo sentido como para estar de acuerdo con un dicho, atribuido a Lord Byron, que reza: “Mientras más conozco a los hombres, más aprecio a mi perro”. Generalmente, “esa mala gente’’ (regios, regias y soberbias) son soberbios especímenes que muchas veces pululan en instituciones, tal como autoridades que ostentan la solvencia que da, temporalmente, el poder; más que la solvencia que daría el conocimiento y el sentido común. Cuestionan hechos insignificantes, como por ejemplo, el gravísimo error de tener “los espacios antes de las comas y no después”, demostrando así sus competitividades y experticias en fiscalizar el uso de tan importantes conceptos. Existiendo en esas instituciones talentosas tantos problemas que sí son urgentes de resolver, se vuelven, de pronto, elegantísimas las formas por sobre la dignidad que, incoherentemente, llevan por estandarte pregonándola a diestra y siniestra. Lo más probable es que si en Chile hubiera o hubiese existido, antes o ahora, un John Nash, con todas las distancias incluidas, jamás habría accedido a un Premio Nobel por sus aportes, entre otros, a la “Teoría de juegos y los procesos de negociación”; le habrían amordazado y cuestionado por incompetente, entre el lugar donde se colocan las comas y el lugar donde van los espacios; y bueno, es que los espacios son infinitos, la estupidez humana no tiene límites y la cobardía moral se respira implacablemente. ¿Y la coma?, no lo dude: es muy importante el saber ubicarla entre los espacios: no antes ni durante, sino después o viceversa: y es que el no colocarla podría provocar un imperdonable y espasmódico ahogo. Violeta Cáceres C Imprimir esta carta [2] Descargar versión PDF [3] Fuente URL: http://diarioconcepcion.cl/?q=content/la-coma-y-el-espacio Links [1] http://diarioconcepcion.cl/?q=content/la-coma-y-el-espacio [2] http://diarioconcepcion.cl/?q=print/122 [3] http://diarioconcepcion.cl/?q=printpdf/122 Page 1 of 1