14 DINERO DOMINGO, 13 MAYO 2012 LA VANGUARDIA Tráfico aéreo, en caída libre TRANSPORTES La abrupta caída del tráfico aéreo en España es un indicador más de la crisis que atraviesa el país. El tráfico aéreo interno, es decir, los vuelos domésticos, descendieron un 18% en el mes de marzo. “Se trata de una caída brutal”, subraya el director de navegación aérea, Ignacio González. Los vuelos internacionales sufrieron ese mismo mes una caída interanual del 2,4%, mientras que los que sobrevuelan el país sin aterrizar caen un 5,2%. “Desde principios de año empeoran las perspectivas de tráfico”, dice González. AEROPUERTOS Trece torres fuera de la órbita Aena El traspaso constituye el primer paso de la liberalización del negocio de navegación aérea S Conchi Lafraya oplan nuevos aires en las torres de control de los aeropuertos españoles. La calma y la concentración es la norma en el grupo de controladores del turno de mañana en la torre norte del aeropuerto de Barajas en Madrid. Pese a ello, el nuevo equipo de Aena, capitaneado por José Manuel Vargas, sigue trabajando y haciendo encaje de bolillos para recolocar a estos profesionales. La actual plantilla está compuesta por 1.800 profesionales, pero es necesario que unos cien sean distribuidos en distintas dependencias. Sobra personal en algunas torres, pero hay escasez en los centros de control de los aeropuertos. La caída del tráfico aéreo contribuye a que no haya picos de trabajo. Controlan al día unas mil operaciones, cuando años atrás llegaban a las 1.500. En el mes de marzo, los vuelos domésticos cayeron un 18%; los internacionales, un 2,4%, y los que sobrevuelan el país, pero no aterrizan, un 5,2%. Para Aena, una de las ventajas que comporta la liberalización es que con la venta de las trece primeras torres habrá unos 170 controladores que en teoría quedarán disponibles para desempeñar nuevas funciones. El 98% de ellos ha solicitado mantenerse en la actual empresa, con lo que sólo dos o tres pasarán a formar parte de las plantillas de los nuevos adjudicatarios. Para los empleados que quieren permanecer en la empresa pública, habrá que hacerles prácticamente un traje a medida. Eso es especialmente así en las ciudades pequeñas y en aquellos profesionales de edad más avanzada, que se resisten a moverse. Hasta el punto que algunos deberán ser habilitados para trabajar en nuevas zonas. Tras la crisis de los controladores aéreos, hace más de año y medio, las aguas han vuelto a su cauce. El sindicato, el Sepla, negocia con la dirección de la compañía y van llegando a acuerdos puntuales. Cada controlador sigue ganando unos 200.000 euros al año. La nueva dirección de navegación aérea, capitaneada por Ignacio González desde hace dos meses, diseña un plan que consiste en ser más eficientes para ahorrar gastos y ajustarse más el cinturón. La primera gran prueba de Puertas abiertas. Aena llevó el pasado lunes a un grupo de periodistas y fotógrafos a la torre norte de Barajas para ver in situ el trabajo de los controladores Plan de excelencia en Barcelona En Barcelona, Aena ha diseñado un plan específico para el servicio de dirección de plataforma. En lugar de externalizarlo, como ha sucedido en Madrid, un 30% de la plantilla de la torre (unas 100 personas) pasará a desempeñar este servicio. Esta operación ha sido bautizada como plan Excelencia y el objetivo es que, con menos recursos de personal y mejor organización, se cubran más servicios. Este cambio será efectivo a partir de septiembre, tras la época de más tráfico en todos los aeropuertos españoles. Con este movimiento, se ha logrado ajustar, en cierta medida, la plantilla de la torre, así como del centro de control. También se ha logrado no externalizarlo y ofrecerlo a un precio más competitivo. Sea como sea, Aena está tratando de apretarse el cinturón en todos los sentidos. Sigue manteniendo un pulso con las aerolíneas por las tasas aéreas, pero su herramienta es que hay que competir con otros aeródromos europeos y rentabilizar su red aeroportuaria. El paso de los controladores de las torres a los centros de control no acarrea problemas, puesto que es un nivel más alto y cobran algo más. En Barcelona no plantean reticencias porque es el mismo ámbito urbano. Las pegas llegan cuando supone cambiar de ciudad. El gestor aeroportuario público dejará de tener el monopolio en algunas torres desde este verano fuego del nuevo equipo será el traspaso de trece torres de control a manos privadas. El proceso empezará a principios de junio de este año y llevará más de doce meses, tras las adjudicaciones del año pasado. La empresa Ferronats (participada por Ferrovial y Nats, el pro- veedor británico de servicios de navegación aérea) prestará el servicio de control de torre en los aeropuertos de Alicante, Valencia, Eivissa, Sabadell, Sevilla, Jerez, Melilla, Cuatro Vientos, Vigo y A Coruña. Saerco, la primera empresa privada en obtener la certificación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea como proveedor de servicios de tránsito aéreo, prestará el servicio en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. La duración del contrato será de cinco años, prorrogable por uno más. El precio de la adjudicación del servicio fue de 18,1 millones de euros anuales, lo que supone casi un ahorro del 50% frente a los costes del año pasado de Aena en estos servicios, que ascendieron a 33,9 millones. “Entre junio y julio de este ejercicio empezará la primera fase de transición”, explica González. A lo que añade: “Se trata de un proceso complejo porque hasta ahora siempre habíamos tenido una situación monopolista”. A partir de ahora, “tocará convivir con otros proveedores externos y EMILIA GUTIÉRREZ coordinar aún más si cabe todas las actuaciones”, comenta. Ferronats y Saerco meterán a sus primeros controladores en La Palma, Vigo, Cuatro Vientos o Fuerteventura. Después se irán introduciendo en otros y el proceso acabará con los de mayor volumen de tráfico, como Eivissa o Alicante. También desde noviembre del 2011 se han externalizado en Barajas los servicios de dirección de plataforma, que consiste en un servicio guiado para los aviones. Hasta entonces, también ofrecían este servicio los controladores. En Madrid, se adjudicó a la empresa pública Ineco, mientras que en Barcelona se ha creado un plan específico para este cometido (véase información adjunta). Mientras tanto, el Ministerio de Fomento sigue dando vueltas a cómo privatizar la red aeroportuaria y seguir manteniendo el control de navegación aérea por temas básicamente de seguridad. El objetivo es privatizar los aeropuertos. Aunque no se sabe si sólo El Prat (en Barcelona) y Barajas (en Madrid), o incluir otros.