Introducción En las postrimerías del siglo XIV surgió en Italia y luego se difundió por el resto de Europa, un movimiento cultural, artístico y moral que los escritores y críticos posteriores llamaron Renacimiento. Fue en este período donde surgieron algunos de los más grandes genios que ha dado la humanidad, muchos de los cuales no han sido igualados hasta el día de hoy. En el Renacimiento sobresalieron, entre muchos otros, Leonardo da Vinci, Miguel Angel y Rafael, en la pintura y escultura; Petrarca y Boccaccio, en las letras; Copérnico, Galileo y Gutenberg, en las ciencias, y Erasmo de Rotterdam, en el pensamiento humanista. Icarito en Internet presentará una serie de cuatro capítulos dedicados a este tema, donde se destacarán los principales aspectos de este legado que tuvo su esplendor en el siglo XVI. Un viraje a la historia A fines del siglo XV y en la primera mitad del siglo XVI se produjo en Europa un extraordinario y completo desarrollo de las ciencias, las artes y las letras. este fenómenos es conocido como el Renacimiento. Este es uno de los momentos más brillantes y más importantes de la historia: de los brillantes, porque los artistas crearon entonces obras maestras, difícilmente superadas después, y de los más importantes, porque, así como los descubrimientos marítimos de Cristobal Colón y otros ensancharon el campo de la actividad material, el Renacimiento ensanchó el campo del pensamiento y de la actividad intelectual. Cambio de perspectiva Este período adoptó una visión nueva del mundo, que trajo consigo derivaciones y resultados fecundos en el siglo XVI. Emerge una cultura y una visión del mundo centrada en el hombre. Esta se orienta hacia los valores de la naturaleza y, así, indirectamente se fomenta el espíritu aventurero que había de fructiferar en los descubrimientos. Se abandonan los sistemas filosóficos de la Edad media, reducidos en gran parte a comentarios de la obra del filósofo griego Aristóteles, y las ciencias avanzan por el camino de la experimentación , dejando de buscar su justificación− más que en la investigación−, en lo que afirmaban los pensadores de la antigüedad: Ptolomeo, Platón y otros. La literatura, como las artes plásticas, se ve invadida por el espíritu laico, dejando de estar bajo la tutela de la Iglesia. En el plano religioso, se abandonan formas de piedad externas y superficiales, retornando, a través de la lectura de los textos bíblicos (cosa que hizo posible la invensión de la imprenta), a formas de pureza evangélica. Individualismo renacentista Quizás la transición más espectacular del hombre europeo en este período es el auge del individualismo. En el siglo XV triunfa la concepción individualista en todos los planos de la vida, en reemplazo de la concepción medieval, que hacía depender la seguridad del ser humano de su pertenencia a un grupo determinado: el gremio, la nobleza, la burguesía, el clero, etc. Ante el empuje del individualismo, comerciantes de los burgos o ciudades medievales, no solo sucumbieron los señores feudales, sino que también se derrumbó la familia medieval. 1 Entre los medievales, la familia había sido una propiedad exclusiva del padre. La patria potestad, o poder del padre sobre los hijos, había sido absoluta y abusiva en la mayoría de los casos. En el siglo XIII, en las ciudades, el padre perdió el derecho de castigo, aunque en los campos y feudos agrícolas se siguió practicando durante mucho tiempo La Europa del Renacimiento Durante el Renacimiento, Europa Occidental adquirió aproximadamente la configuración política que tiene hoy. Francia, España, Portugal e Inglaterra definen sus fronteras , mas no así los países que son, precisamente, los núcleos fundamentales del Renacimiento. Italia, Flandes, la Alemania del Sacro Imperio, son un conjunto de pequeños dominios que cambian continuamente sus fronteras y los amos de que dependen. La vida de los pequeños principados que componen estas regiones está presidida por un factor común: la guerra. Situación de Italia El fraccionismo italiano es fomentado por el papado, que no desea el desarrollo de un poder fuerte cerca de las fronteras de los estados pontificios. Los partidiarios del poder papal recibieron el nombre de güelfos, y los partidiarios del poder de los emperadores, el de gibelinos. La historia italiana de este período está teñida por la sangre que ambos bandos vertieron en sus luchas enconadas. Pero pese a la debilidad que supone esta situación , es de Italia de donde salen las formas de pensamiento revolucionario que caracterizan la época, y que son acogidas ávidamente por las restantes cortes europeas. Durante el siglo XIV, Florencia fue gobernada por una serie de brillantes cancilleres que, si bien no respetaban la vida ni la hacienda de ningún ciudadano , establecieron una gran libertad de pensamiento, convirtiéndola en la ciudad en que se podían desarrollar, con una inmunidad relativa, los estudios humanísticos. El gobierno de Florencia quedó en manos de la familia Médici, primero Cosme de Médici, luego Piero y más tarde, Lorenzo, llamado el Magnífico. Este ha quedado como modelo del hombre del Renacimiento. Hábil, mecenas y político, buen poeta, pero mucho menos hábil banquero− la banca Médici estaba al borde de la bancarrota en 1494− siempre dijo de sí que no era más que un ciudadano particular. Sin embargo, era el verdadero amo de Florencia. El interés y la protección de Lorenzo se centró fundamentalmente en los hombres de letras. Los papas de la época A pesar del brillo de Florencia, Roma se convierte, desde mediados del siglo XV, en el verdadero centro cultural de Italia. En el papado se sucede una serie de grandes pontífices, en general consumados y ambiciosos políticos, además de hombres extraordinariamente cultos. La serie se inicia con Nicolás V (1447−1455) y se prolonga hasta Pablo III (1534−1549) Nicolás V fue el fundador de la Biblioteca Vaticana. Pío II era un humanista que recibió tarde las órdenes sagradas. Continuó la tarea iniciada por Nicolás V, de reconstruir y fortalecer Roma. Su pontificado se critica por que se preocupó fundamentalmente de engrandecer a su familia, ejemplo que van a seguir otros papas renacentistas , en especial Sixto IV (1471−1484), Alejandro VI (1492− 1503) de la familia de los Borgia, padre de César y Lucrecia Borgia y los papas Médici: León X (1513−1521) y Clemente VII (1523−1534). Durante el pontificado de Sixto IV llegaron a Roma los más notables artistas de Italia:Boticelli, Perugino, Ghirlandaio, Signorelli, Pinturicchio. Pero frente al florecimiento 2 cultural y artístico, se acentúa la relajación moral y política, especialmente entre el alto clero, y ello va a dar ocasión para las grandes crisis religiosas del siglo XVI y para que Roma sufra diversas invasiones, que culminarán con su saqueo. Los Sforza En el dominio de Milán, situado en el norte de Italia, se suceden dos familias: los Visconti y los Sforza, quienes reemplazaron a los primeros en 1450. El ascenso de la familia Sforza constituye un interesante relato. A principios del siglo XV, el labriego Atténdolo ve pasar un día por el campo unos soldados, y arrojando al punto el azadón con que trabajaba, corre a alistarse. Era hombre de corazón y cabeza : con su bravura adquiere el nombre de Sforza, se hace capitán, jefe de partido, el Condottiere (jefe de soldados mercenarios) más temido de Italia, y deja su fama, sus talentos , sus tropas y muchas fortalezas a su hijo natural, Francisco Sforza, quien se casa con la hija del último del Visconti. Muerto este príncipe, vuelve Milán a ser república y elige a Sforza por defensor contra Valencia. Este vence a los Venecianos ; pero después vence también a los milaneses y les obliga a que le proclamen duque (1450). Su indigno hijo, Galeazo María Sforza, instaura un sistema tiránico y rapaz, y nadie en el ducado tenía a salvo la vida y la honra. Los nobles le asesinaron en medio de sus guardias, en la basílica de San Esteban (1476). Dejó un hijo de ocho años, Juan Galeazo, que le sucedió bajo la tutela de su madre, Bona de Saboya; pero el tío del joven príncipe Ludovico Sforza, llamado El Moro por el color moreno de su piel, expulsó a la regente y gobernó a nombre de su sobrino. Los siniestros Borgia En muchas oportunidades se oye hablar de la relajación moral del período renacentista. Como no se puede dar una idea de ella por simple enumeración de los crímenes cometidos por los hombres de la época, contaremos la historia de la familia Borgia, que probablemente los cometió todos. La familia Borgia era de origen español, país donde el apellido se leía Borja. Transplantada a Italia en el siglo XV, inicio un rápido ascenso en 1455, cuando Alfonso de Borja. Transplantada a Italia en el siglo XV, inició un rápido ascenso en 1455, cuando Alfonso de Borja, arzobispo de Valencia (España), es elegido Papa, con el nombre de Calixto III (1455−1458). En su corto pontificado de tres años, se preocupó de la familia, y nombró cardenal y vicecanciller de la corte pontificia a su sobrino Rodrigo Borgia Poco después de su denominación para estos cargos, Rodrigo era uno de los cardenales más ricos de la corte papal. Y también uno de los más corruptos. Hombre de mundo y hábil político antes que sacerdote seducía a las mujeres con éxito. A poco de asumir sus funciones en el Vaticano, sus numerosas amantes le habían dado una gran cantidad de hijos, a los que legitimó y favoreció, concediéndoles honores, títulos, riquezas y poder. Cuando el Papa Inocencio VIII murió, en 1942, Rodrigo intrigó para ser elegido pontífice, sobornando para ello a los miembros del Sacro Colegio Cardenalicio . mediante este procedimiento , subió al trono de San Pedro el 11 de agosto de ese mismo año, tomando el nombre de Alejandro VI. En nuevo Papa no entró solo al Vaticano. Junto con él lo hizo toda su parentela. Padre modelo, otorgó a su hijo César el título de cardenal, a pesar de que sólo tenía 17 años. Favoreció, así mismo, a los hermanos de éste, Juan, duque de gandia, y Lucrecia. César Borgia 3 César Borgia fue un aventurero inescrupuloso, pero caudillo popular y buen administrador . Acariciaba el sueño de construir un fuerte señorío hereditario en la Italia Central , a partir de los territorios de la Santa Sede.Tuvo suerte como general, conquistando la región conocida como Romagna. su padre, complacido, lo nombró duque . Tenía una profunda antipatía por su hermano Juan, y sospechaba que el afecto papal se inclinaba hacia éste. En el verano de 1497, ambos hermanos salieron a dar un paseo. Dos días después, el río Tiber depositaba en la orilla un cadáver decapitado: era Juan Borgia. Todas las sospechas recalleron en César, pero nadie se atrevió a acusarlo. La carrera de César quedó truncada cuando murió su padre, pues ascendió al papado Julio II. Juliano della Rovere en la vida secular, enemigo de los Borgia. Los romanos decidieron no tolerar por más tiempo el terror impuesto por César y lo obligaron a abandonar la ciudad. Conducido a España como prisionero, logró escapar y se refugió contra el rey de Navarra. Al año siguiente muere guerreando en servicio a los 31 años. Vicioso, despiadado y cruel, pero visionario e inteligente, fue modelo del libroEl Príncipe, de Maquiavelo La bella Lucrecia La hermana de César, Lucrecia Borgia, ha pasado a la historia como prototipo de corrupción, intrigas y crueldad. En realidad hoy se tiende a ver en ella sobre todo un instrumento de las ambiciones políticas de su padre y hermano, que le combinaron una serie de matrimonios, en su totalidad de conveniencia, y no tuvieron empacho en anularlos aun con el homicidio en caso necesario. A los doce años, ya se había comprometido tres veces en matrimonio con diferentes nobles españoles. Finalmente fue casada con Juan Sforza, sobrino del poderoso Ludivico el Moro. Cuando el poder de Ludovico declinó, la familia Borgia decidió que era necesario deshacerse de un cuñado y yerno tan poco útil. Lucrecia se divorció de éste, y ocho días después se casó con el príncipe Alfonso de Bisceglia, hijo natural de Alfonso II de Nápoles. Como este matrimonio tampoco reportara suficientes dividendos políticos a la familia Borgia, Alfonso de Biscaglia fue acribillado apuñaladas , pero logró sobrevivir, sólo para morir estrangulado en su lecho de convalecencia (1500). Lucrecia quedaba así, joven y viuda. casi de inmediato (1501) aparece el tercer postulante a la mano de Lucrecia, Alfonso d'Este, que se transformó en duque de Ferrara en 1505. A esta altura de su vida se tranquilizó. Reunió en su corte a poetas y artistas, entre ellos Ludovico Ariosto, famoso por su obra Orlando Furioso, considerado uno de los poemas cumbres del Renacimiento , y el Ticiano, célebre pintor veneciano. La bella Lucrecia murió a los 39 años. Y un dato curioso: en la ciudad de Santiago de Chile existen existen dos calles que de llaman Lucrecia Borgia, en las comunas de Conchalí y San Miguel. es uno de los pocos casos conocidos en que se bautiza una calle con el nombre de una envenenadora. 4