LA DONCELLA EN APUROS Erase una vez, en el pueblo de Pontevedra, había un castillo que tenía un rey que se llamaba Leonardo. Un día salió al mercado y vio a una doncella que estaba tocando el violín y se enamoró al instante de ella. La persiguió hasta su casa y el rey se marchó hacia su castillo. De camino oyó un grito, ¡era la muchacha que había visto antes. Entonces corrió y corrió para salvarla, la estaba cogiendo un malvado llamado Carmelo, la metió en un coche y se la llevó. Leonardo no se rindió y siguió a aquel coche que la llevaba a una casa muy vieja donde la encerró. Leonardo muy despacito y sigiloso la rescató. La doncella le dio las gracias: ¡Muchas gracias, no sé cómo agradecértelo!, me llamo Clarisa. El rey se presentó también y hablaron durante horas. En una semana ¡tan, tan, ta, tan!, ¡se casaron! Eso sí que es amor verdadero.