Monte de Nemrut “”, Monte de Nemrut Pertenece a: R.Sureste Anatolia Es este uno de los más importantes yacimientos de Turquía, decenas de grandes cabezas esparcidas por la tierra. Muchos lo consideran la octava maravilla del mundo. En el siglo IV, Alejandro Magno pasó a la tierra de Anatolia para conquistar Asia Menor y acabar con la hegemonía persa. Este momento marca el comienzo de la época helenística. Alejandro Magno buscaba convertirse en emperador universal, señor de una raza única por lo que hizo que sus soldados se casaran con las mujeres de los pueblos que iban conquistando. Así nació el Reino de Comagene, en la actual Adýyaman, una cultura que mezclaba lo persa con lo helenístico y que se desarrolló entre los siglos I y II d. C. Antíoco I construyó su túmulo funerario en el Monte Nemrut, a una altura de 2.00 metros. El túmulo circular estaba hecho a base de pequeñas piedras, como un santuario adornado con colosales divinidades, cuyas cabezas llegan a medir los dos metros de alto. Estas divinidades pertenecen a los panteones greco − persas (Apolo, Tyche, Heracles y Zeus) y a ellas se une la suya propia, consiguiendo así, divinizarse. El Ingeniero alemán, Karl Sester, que trabajaba en la construcción de las carreteras en Diyarbakir, fue la primera persona en destacar las obras situadas en la cima del Monte Nemrut. Opinaba que eran restos del Imperio Asirio. El equipo liderado por un joven científico llamado Otto Punchstein que fue enviado por la Academia Real al lugar para realizar investigaciones de acuerdo con las indicaciones de Sester, empezó a llevar a cabo un estudio sobre el túmulo situado en la cumbre del Monte Nemrut y las estatuas y relieves situadas en las terrazas artificiales en el este y oeste del mismo. Después de un arduo trabajo, Punchstein descubrió que las obras pertenecían a la civilización Comanege y que habían sido construidas por el rey Antioco I. El epígrafe escrito por Antíoco desvela el misterio de Monte Nemrut y las leyes de Antíoco. [aleti]Más tarde, los trabajos realizados por el ingeniero alemán Karl Humann y el fundador del Museo Arqueológico de Estambul, Osman Hamdi Bey, continuaron entre los años 1953 y 1980 de la mano de la arqueóloga americana Teresa Goel y Friederic karl Dörner y a partir de 1986 por el alumno de Karl Dörner, Sencer Sahin. Las excavaciones que descubrieron la Civilización Comanege, aparte de en el Monte Nemrut, fueron realizadas también en Arsemia, Samsat y en la cuenca del río Éufrates. De entre los descubrimientos, las obras transportables fueron llevadas al Museo de Adiyaman y el resto se exhiben dentro del Parque Nacional.[/aleti] SITIOS DE INTERES Túmulo Se encuentra en medio de las terrazas del este, oeste y norte. Su altura original es de 55 metros, actualmente mide 50 metros. Tiene un diámetro de 150 metros y se encuentran amontonadas en 30.000 metros cuadrados de piedra. Es la tumba monumental del Rey Antíoco, como indica en el epígrafe. Terraza del este Se accede al lugar por los peldaños de piedra construidos esculpiendo la roca principal. En este lugar se encuentran estatuas de cerca de 10 metros de altura, colocadas sobre pedestales y mirando hacia el sol. A los dos lados se encuentran la Galería de Atalar y el Altar. A ambos lados de las estatuas, se encuentran la Estatua del León, protector y símbolo del país representando el dominio del Reino de Comanege y la Estatua del Águila, ser sagrado y símbolo de Zeus que representa el dominio de los cielos. Delante de las colosales piedras se encuentra la estatua del Rey Antíoco I. Justo enfrente de los pedestales se sitúa el Altar del Fuego, construido de piedras y en forma cuadrada. Se accede por unos peldaños de piedra. Es el lugar de las ofrendas para los dioses y donde se encendía el fuego. A su lado se encuentra la estatua del León como protector del lugar. El Rey Antíoco I, descendiente de una madre macedonia y un padre persa, como sincretismo de las deidades de las dos partes, mandó construir su estatua al lado de las estatuas de los Dioses, en la colina más alta de los territorios del reino. Justo al lado del Rey Antíoco se encuentra la estatua de Tiche de Comanege, Diosa de la Fertilidad, que dio su nombre al país y según las inscripciones situadas en los tronos, que daba alimento a todo el mundo. La diosa, que en latín se conoce como Fortuna, fue adorada principalmente durante el periodo helenístico e hizo a la mayoría olvidarse del resto de dioses. Se la conoce también como la diosa del destino y la suerte. Las granadas y uvas esculpidas en la cabeza de la diosa representan la fertilidad. Terraza norte Es un camino de 180 metros de largo que conecta las terrazas este y oeste. Aquí encontramos vestigios y pedestales sin terminar. [aleti]Terraza oeste Se pueden contemplar las estatuas de los dioses colocadas sobre pedestales. En esta terraza podemos ver los vestigios con relieves de las familias reales persas y macedonias.[/aleti] El rey Antíoco I se encuentra representado, por separado apretando la mano de la diosa Comagene Tiche, Apollon Mithras, Zeus Oromasdes y Heracles Artagnes. Podemos encontrar una figura de un león caminando hacia la derecha sobre un bloque de piedra de 2 metros de altura y dos metros y medio de anchura. Es el horóscopo más antiguo conocido y está relacionado con la astrología. En el cuello del león tiene una media luna y en su cuerpo, estrellas. En la parte superior hay tres estrellas que representan Marte, Júpiter y Venus. Los arqueólogos y los astrólogos llevaron a cabo muchas investigaciones para descubrir la fecha real de este horóscopo hecho hace 2.000 años. Sobre los relieves está escrita la fecha de coronación del Rey Antíoco: el 7 de julio del 62 a.C. Desde esta terraza podrá ver una maravillosa puesta de sol.