Usted habla inglés pero, ¿en su empresa se habla IFRS?

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Usted habla inglés pero,
¿en su empresa se habla IFRS?
Por Alejandro Moran*
Socio Servicios IFRS para Ernst & Young México y Centroamérica
La forma en la que la información financiera de
las empresas se prepara y se presenta ha sido
sujeta a cambios, todos ellos impuestos por la
evolución en las necesidades de los lectores de
dicha información. La información financiera
comenzó siendo simple, se preparaba para que
los dueños estuvieran al tanto de las operaciones
de su negocio y pudieran tomar decisiones
sobre él. Con el paso del tiempo, las estructuras
organizacionales y de financiamiento de
las empresas evolucionaron, convirtiendo a las
empresas en negocios de múltiples accionistas,
por lo cual la información financiera tuvo
que evolucionar para poder compensar las
necesidades de estos múltiples accionistas que,
en muchos casos, ya era un público inversionista.
Los principios de contabilidad nacen en cada
país como una necesidad de contar con un
lenguaje común utilizado por las empresas para
presentar información útil sobre sus derechos
y obligaciones, así como sus resultados, en una
forma comparable con la de otras empresas para
beneficio de los inversionistas. En Estados Unidos
nacieron los llamados principios de contabilidad,
generalmente aceptados en ese país (U.S. GAAP
por sus cifras en inglés). En México surgen
los principios de contabilidad generalmente
aceptados a nivel nacional (llamadas ahora
“normas de información financiera”) y, en
forma similar, la mayoría de los países en el
mundo crean su propio conjunto de reglas,
criterios y principios para conformar su propio
lenguaje de información financiera.
La información financiera podía traducirse al
idioma global de los negocios, el inglés; sin
embargo, las cifras siguieron “hablando” un
idioma local. A principios de 1972, surge el
Consejo Internacional de Normas de Contabilidad
(IASC y después IASB) conformado por los
cuerpos colegiados de contadores de Canadá,
Estados Unidos, Reino Unido, México, Francia
y Alemania y otros cuatro países. Este consejo
tendría como objetivo el producir un lenguaje
común de información financiera orientado
principalmente a compensar las demandas de los
diferentes mercados de capitales en el mundo. No
obstante la creación de este Consejo y la emisión
de sus normas internacionales de contabilidad
(IFRS), los U.S. GAAP y los principios
contables ingleses siguieron por mucho tiempo
constituyendo los lenguajes de información
financiera más conocidos e influyentes en los
mercados internacionales. Así fue hasta que, en
el año 2000, la Organización Internacional de
Comisiones de Valores (IOSCO) y la Comisión
Europea declararon a los IFRS como lenguaje
común para fines internacionales y europeos,
transformando a los IFRS en un idioma global,
tal como lo es el inglés para la comunicación
en los negocios.
Los IFRS se han convertido en el punto de
referencia por los mercados globales y fueron
adoptados por la mayoría de los países en Europa,
Centroamérica y Australia, entre otros. La
convergencia con los IFRS o incluso su adopción
se ha convertido en el objetivo principal de los
emisores de normas contables en más de 100
países en el mundo, incluido Estados Unidos.
El movimiento hacia los IFRS como el marco
principal de reporte financiero para los mercados
de capital globales se ha dado más rápido de lo
que muchos esperaban. En Estados Unidos, país
en que se considera se encuentran los principios
de contabilidad más arraigados, completos e
influyentes del mundo, se iniciaron diálogos
durante la segunda mitad de 2007 para discutir
sobre si los IFRS deberían sustituir a los US GAAP.
La US Securities and Exchange Commission
(SEC) hizo una propuesta en julio de 2007 y
tomó la decisión final en noviembre de 2007
de eliminar el requerimiento de elaborar la
conciliación con US GAAP para aquellos emisores
de origen extranjero que utilizaran los IFRS
emitidas por el IASB. La SEC amplió el debate
Ernst & Young
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al emitir una comunicación posterior, referente
a la posibilidad de ofrecerles a los emisores
estadounidenses, la opción de utilizar los
IFRS. Los diálogos se intensificaron en mesas
redondas encabezadas por la SEC que se llevaron
a cabo en diciembre con el objeto de obtener
retroalimentación adicional sobre el uso potencial
de los IFRS en empresas estadounidenses. Los
participantes en las mesas redondas expresaron
un fuerte apoyo a tener “un solo juego de
principios contables globales de alta calidad”, que
pudieran ser utilizados por empresas alrededor
del mundo, para el beneficio de usuarios y
empresas semejantes. Sorprendentemente,
hubo mucha aceptación por parte de la mayoría
de los panelistas, con respecto a la adopción de
los IFRS en Estados Unidos. Aunque la SEC no
ha emitido una propuesta definitiva y no ha
indicado públicamente si emitirá una
propuesta de regulación, es muy claro que
la posibilidad de adopción de IFRS para los
emisores estadounidenses sigue estando en
su agenda para 2008.
¿Y qué beneficios trae consigo
tener un lenguaje global de
información financiera?
Conforme los IFRS se convierten en el marco
contable dominante en el mundo (cerca de 100
países ya requieren o permiten el uso de los
IFRS), adoptar los IFRS como una base común
para los reportes locales, donde esté permitido,
puede proporcionar eficiencias a largo plazo
dentro de la organización financiera de una
compañía. Aun cuando no se le permitiera en su
país a una empresa multinacional convertir a IFRS
su información financiera consolidada, utilizar los
IFRS en lugar de los principios contables locales
del país en donde se encuentran sus subsidiarias
podría mejorar la eficiencia, al eliminar la
necesidad de documentar bases contables
múltiples. La consolidación de subsidiarias
bajo una plataforma contable consistente
podría resultar en una reducción de costos y un
fortalecimiento en los controles de reporte.
El proceso de adopción de los IFRS proporciona
a las empresas la oportunidad de reevaluar a
las actividades y proceso de obtención y
procesamiento de información de las empresas
y posiblemente simplificarlo. Debido a que
los IFRS pueden ser utilizados en múltiples
localidades en diferentes países, también ha
sido una ventaja para aquellas empresas que
desean centralizar sus funciones de reporte
financiero creando así eficiencias. El grado en
que esas eficiencias se pueden realizar depende
del número de entidades que puedan utilizar
o utilicen los IFRS en la presentación de sus
estados financieros locales.
La comparación de la información financiera
entre grupos globales y competidores en el
mundo también es una consideración importante
a hacer para adoptar los IFRS. Cuando una
empresa con competidores en otros países
reporta información financiera usando
normas distintas a aquellas utilizadas por sus
competidores, puede resultar difícil para los
lectores financieros analizar los resultados de la
empresa con relación a los de sus competidores.
El adoptar un lenguaje de información financiera
común entre los principales competidores permite
hacer una comparación más transparente y, por
ende, ser depositario de mayor confianza por
parte de los interesados.
Es una realidad que la evolución de la
información financiera ha dado grandes
pasos hacia la globalización, y que empresas
reportando bajo IFRS se han beneficiado con
una reducción de costos internos de reporte
o con menores cargas relacionadas con la
conversión de información financiera a otras
normatividades para efectos de recaudar
capital en mercados extranjeros. Es una
realidad también que las empresas que tengan
una visión global para efectuar adquisiciones de
negocios necesitan familiarizarse con los IFRS,
el lenguaje global de la información financiera,
para poder aprovechar los beneficios de un
lenguaje común y poder entender mejor la
información de la empresa que esté en la mira,
por lo que la tarea para más de una empresa,
parece ser aprender a “hablar” IFRS.
Acerca del Grupo de Normas
Internacionales de Información
Financiera de Ernst & Young
La conversión a las Normas Internacionales
de Información Financiera (IFRS por
sus siglas en inglés) es la iniciativa más
importante en el mundo de la información
financiera. Su impacto va más allá de la
contabilidad para influir en cada decisión
clave que usted toma y no sólo en cómo la
reporta. Hemos desarrollado los recursos
globales –gente y conocimiento– para apoyar
a los equipos que están con nuestros clientes.
Trabajamos para ofrecerle el beneficio de una
amplia experiencia en el sector, un profundo
conocimiento del tema y las perspectivas
más recientes de nuestro trabajo a nivel
mundial. Así es como Ernst & Young
marca la diferencia.
Para mayor información visite
www.ey.com/mx
© 2009 Mancera, S.C.
Integrante de Ernst & Young Global
Derechos reservados
* Alejandro Moran es socio del área
de Servicios IFRS para Ernst & Young
México y Centroamérica. Cuenta con
amplia experiencia en IFRS (International
Financial Reporting Standards) debido a su
participación en las auditorías de empresas
reportando bajo IFRS desde hace 15 años
y debido a su participación de 2 años en el
programa de residencia en el departamento
de National AABS Professional Practice de
los EE.UU., en Nueva York, primordialmente
en el Americas IFRS Desk. En la actualidad,
apoya a todo el continente americano en
la solución de consultas técnicas sobre
aplicación de IFRS, revisiones técnicas de
Estados Financieros preparados bajo dichas
normas, así como en proyectos de conversión
de principios americanos o mexicanos de
contabilidad a IFRS.
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alejandro.moran@mx.ey.com
MECASA.IFRSDesk@mx.ey.com
Ernst & Young se refiere a la organización global de
firmas miembro conocida como Ernst & Young Global
Limited, en la que cada una de ellas actúa como una
entidad legal separada. Ernst & Young Global Limited
no provee servicios a clientes.
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